Por Fermín de la Calle
Guillermo Moraleda es el director general comercial y de marketing
de la Superibérica. Quizás el puesto más complicado del proyecto que ha
levantado Michael Robinson. El hombre que va llamando puerta a puerta a
las empresas ofreciendo un producto "atractivo" que esponsorizar. Y por
lo que nos cuenta, el proyecto gusta y engancha. Parece...
-Disculpe
la brusquedad inicial, pero la primera pregunta no puede ser otra: ¿hay
realmente empresas interesadas en invertir en el rugby?
-Bueno, esa
es la pregunta que nos hemos cuestionado antes de iniciar el proyecto.
¿Hay mercado? Lo primero que hemos hecho es calibrar la acogida del
proyecto realizando un estudio de mercado con 200 empresas de primer
nivel y además hemos pulsado a través de Los centrales publicitarias
como ABBA y CARAT las posibilidades de patrocinio y esponsorización.
Hay un plan de negocio y consecuentemente a eso estamos trabajando.
-¿Y el resultado es...?
-Altamente satisfactorio. El resultado…
¿? tenemos un punto de referencia importantísimo: el rugby tal y como
se concibe en países como Francia, Inglaterra, o Australia tiene un
tirón espectacular. Ese nuestro principal trabajo: crear un producto
deportivo de primer nivel. Luego las empresas se enganchan como lo
hacen en estos países.
-Imagino que la confirmación del respaldo por parte de una cadena de
televisión habrá ayudado a la hora de negociar con las empresas.
-La
presencia del interés real de una televisión asegura la solvencia del
proyecto. Sobredimensiona el impacto del producto y por lo tanto de las
marcas patrocinadoras que rodean al mismo. Desde que pusimos en el
mercado el proyecto hemos recogido el interés de muchos estamentos por
participar en esta iniciativa, No sólo de televisiones, también de
empresas, de clubes, de instituciones... Hay un mercado, una clientela
y una audiencia potencial muy grande.
-Entiendo que para usted la Superibérica es viable...
-Por
supuesto, estamos hablando de un producto viable no sólo
deportivamente, también social y económicamente. Estas son las tres
patas esenciales de un proyecto deportivo. En ello estamos trabajando.
Si cualquiera de las tres falla el proyecto falla en su totalidad. La
Superibérica es viable sobre todo a medio plazo.
-Usted ha trabajado la explotación comercial de un proyecto en
deportes como baloncesto (Estudiantes) y el fútbol (Atlético de
Madrid). ¿Cómo le suena esto de la profesionalización en el rugby?
-El
proyecto me suena bien. Por mi experiencia en el baloncesto, que tiene
ciertas similitudes, y en el fútbol, que se mueve en otra dimensión,
tengo que afirmar que el del rugby es un proyecto no sólo factible,
incluso muy atractivo, tanto como el fútbol.
-¿A quién hay que vender el rugby?
-Mejor que vender prefiero
utilizar el verbo descubrir. Obviamente no es cuestión de mostrar el
producto sólo a la gente de rugby. Ellos ya lo conocen y deben propagar
el mensaje. Se trata de enseñar a los 40 millones de consumidores que
hay en España, más los portugueses, el potencial que tiene el
espectáculo del rugby. Que es mucho.
-¿Y cómo se hace? ¿Dónde está el truco?
-No venimos a descubrir
ningún truco ni a inventar nada. El éxito en el deporte es cuestión de
mucha transpiración y algo de inspiración. La fórmula es trabajo,
trabajo y trabajo en una única dirección: configurar un proyecto viable
y hacerlo realidad. Esto ya funciona en otros países, no vamos a
descubrir nada, nuestro reto es conseguirlo en la península Ibérica. Es
mucho más sencillo. Simplemente se trata de aprovechar las fórmulas
existentes. Y en el Reino Unido hace décadas que trabajan en ello. Hace
años que empresas como Heineken, Magners y Guinness explotan con éxito
el patrocinio del rugby. Sólo hay que seguir el camino abierto
anteriormente por otros. Ellos nos pueden dar las claves.
-¿Es factible generar ingresos por rugby?
-Por supuesto. Hay una
serie de fuentes de retribución que pasan por el ticketing, los
derechos de televisión, el merchandising, el patrocinio... Hay que
estudiarlo todo, pero antes debemos fijar las cotas y ordenar las
prioridades de las diferentes acciones.
-Mensaje optimista, por tanto.
-Absolutamente, pero debemos ser
sobre todo realistas. Se nos están abriendo muchas puertas… pero
debemos mantener la cabeza fría.
-¿Cómo anda el rugby?
- Nuestro rugby no anda, todavía gatea,
pero como todos los niños crecerá y se hará grande y fuerte. Nosotros
estamos en ello, no le voy a mentir.