Es triste que personalmente me dé lo mismo quién pueda ser el entrenador del año que viene, pero creo que esto le debe pasar a más de uno.
Lo primero que se me ocurre pensar no es quién querría que viniera, sino quién querría venir al Atleti, no sólo en las circunstancias actuales, sino en las previsibles futuras a corto plazo, pensando en un escenario en el que es probable que los jugadores que ahora son referencia en el club ni siquiera estén. Sinceramente, sólo se me ocurre pensar en entrenadores con ganas de promocionarse y ganar más dinero, desde luego, ninguno que por aspiraciones, curriculum o inquietudes personales quiera aspirar a objetivos más altos que los que, por desgracia, tenemos por aquí.
El nombre del entrenador para mí será lo de menos, sólo tendrá relevancia para abrir el correspondiente post de "entrenador dimisión".
Dicho todo esto, creo que Abel, Caparrós o Manolo Preciado cumplirían el perfil que demanda el club y a mí cualquiera de ellos me parecería más de lo mismo, es decir, nada de nada.