Ratas, ratas, ratas por todas partes!
De Gea fue un chico que se vio desde muy pronto que iba a ser muy bueno, internacional en todas las categorías, recibiendo galardones individuales desde los 15 años, y eso en el atleti de hace diez años era mortal, lo normal era acabar como Keko. El mismo año que acaba jugando, ¡y cómo!, lo hace porque se lesionan dos. El verano anterior aún intentaban colocarlo en un equipo de mierda, y para demostrarle que lo mejor que podía hacer era largarse ficharon a su suplente en la sub 21, el infamous Sergio Asenjo.
Da igual que sea canterano, da igual que sienta los colores, da igual que su familia veranée en el campo o en la sierra. El caso es que tienes un portero de leyenda, no hace falta que te gates la pasta, que ya es tuyo, y lo vendes. No monta un Llorente y se acoje a la clausula de rescisión, no, LO VENDES. Luego ya, al que le interese detenerse en si la abuela fuma o la gata llora, pues allá él, a mí eso me importa más bien poco.