¡Ya no volverán a cantar más el "esta camiseta no la mereceís"!
Este equipo no merece nada, y la culpa es nuestra, así de claro.
Estoy ahorrando dinerillo para bajar la última jornada a Madrid, y tened claro que vaís a contar conmigo para cantar, antes, durante, despues y toda la noche contra los sinvergüenzas del palco.
Abel ya está pensando en el siguiente partido, y en salir a ganar, porque ese si, és clave.