by sergio medina
Fernando Torres tuvo que tragar carros y carretas desde frentes muy diversos mientras fue futbolista del Atlético de Madrid. No sólo tenía que soportar sobre sus espaldas, siendo aún un adolescente, el peso histórico de una entidad tan grande, sino que era ya la impotencia de verse rodeado de tuercebotas o de frustrarse año tras año con configuraciones ridículas de plantillas y por si fuera poco tener que aguantar la multitud de críticas que le llovían día tras día.
Mientras estuvo en el Atleti, la prensa no estuvo de su lado. Toda la maquinaria mediática afín al Real le minusvaloró permanentemente llegando a producir casos como el que vivió en Asturias entrenando con la selección.
Paralelamente a este fenómeno, desde otras regiones, especialmente en la que reside el equipo que representa al único área subdesarrollada que queda en toda Europa occidental, se decía que Torres era un pluff, y que su reconocimiento se debía a un ensalzamiento de la prensa, ya que era un productos inflado por los periódicos de lo que ellos llaman el nacionalmadrileñismo, que hay que ser analfabeto y no saber como trata la prensa al Atleti.
Torres se está saliendo en Inglaterra. Por su estilo de juego era fácil de prever que lo iba a hacer bien en las islas, porque el vertiginoso juego británico se adapta perfectamente a sus características. A todo esto hay que unirle que por primera vez en su carrera está rodeado de jugadores medianamente decentes que no le obligan a tener que bajar al centro del campo a recibir y cualquiera que vea los partidos del Liverpool comprobará como Torres puede pasarse la mayoría del partido sin tocar la pelota, sólo está para enchufarla.
Tras su gol en San Siro, Marca abrió un debate sobre si Torres es ahora mismo el mejor delantero del mundo. Debate que jamás se hubiese abierto si jugase en el Atleti por mucho que hiciese. Lo cual no quiere decir que no sea justo abrir ahora la cuestión, porque no se si ahora mismo será el mejor, pero sin duda es el que está más en forma.
Los atléticos de corazón celebramos cada gol de Torres como si siguiese aquí, incluso, los que como yo, seguimos viendo al Niño como la ex novia. Una ex con la que has terminado bien, pero que al fin y al cabo te dejó y puede que la ruptura fuese para el bien de los dos, pero tú sigues sin entender porque su bien tiene que estar alejado de ti y no contigo.
"Si se cree, y se trabaja, se puede". Palabra de Dios.
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