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Re: Quique Sánchez Flores, nuevo entrenador
Fichajes o cantera
Quique lanza un órdago a los jugadores y a la directiva tras el batacazo de Huelva
ÓSCAR SANZ - Madrid - 08/01/2010
Caía
aguanieve en abundancia en Madrid y sus alrededores y allí estaban los
jugadores del Atlético, tiritando de frío en un bosque contiguo a la
Ciudad Deportiva de Majadahonda, haciendo ejercicios físicos, aunque de
poca intensidad, en medio del temporal. Quique Flores, el técnico,
decidió que el trabajo se desarrollara entre pinos, una medida que sólo
en una ocasión había aplicado.
Caía aguanieve
en abundancia en Madrid y sus alrededores y allí estaban los jugadores
del Atlético, tiritando de frío en un bosque contiguo a la Ciudad
Deportiva de Majadahonda, haciendo ejercicios físicos, aunque de poca
intensidad, en medio del temporal. Quique Flores, el técnico, decidió
que el trabajo se desarrollara entre pinos, una medida que sólo en una
ocasión había aplicado. Con sol, eso sí. Ayer, menos de 24 horas
después de la debacle del equipo en Huelva, de donde salió goleado tras
ofrecer la imagen más penosa de los últimos tiempos (y mira que las ha
tenido penosas), los jugadores se ejercitaron entre el barro y la
nieve. Antes de que corretearan a la intemperie, el entrenador se
reunió con ellos en privado durante unos 50 minutos, reunión en la que,
se supone, Quique ampliaría, y sobre todo explicaría a sus jugadores,
su reflexión del día anterior, cuando en la rueda de prensa posterior
al partido espetó: "Tengo que buscar futbolistas que no me defrauden
más y, para ello, se requiere una cirugía importante". Las
palabras del técnico sólo admiten una traducción: hay jugadores que ya
no le valen. Por compromiso, por actitud, por poca atención... A esos
tres conceptos se refirió Quique en su diatriba del miércoles. "Hay
futbolistas cuya actitud no soporta el técnico, pero con lo corta de
efectivos que está la plantilla, no es fácil encontrar relevos",
reconocen en el club. Entre esos futbolistas convertidos en malditos
hay nombres fácilmente reconocibles, como los de Ujfalusi, cuya
expulsión ante el Recre le va a costar cara, pues el entrenador la
considera "inadmisible", o Cléber. Pero otros, en los que Quique
confiaba, pierden crédito por minutos, como es el caso de Jurado. Pero
el mosqueo del técnico llega aún más arriba. Todo el crédito que ha
adquirido en las últimas semanas el redivivo Reyes lo ha perdido Simao.
Y, picando aún más alto, a lo más alto posible, existen serias dudas
sobre Forlán, y no precisamente por su falta de acierto, sino por lo
que el cuerpo técnico considera "apatía" del uruguayo, del mismo
jugador que la pasada campaña fue el más goleador del planeta, cuyos 32
tantos le otorgaron su segunda Bota de Oro, y que ahora tiene
"desconcertados", según reconocen en el club, a los directivos, al
cuerpo técnico y a sus propios compañeros. Sin embargo, los números
indican que Forlán sigue con el gol entre ceja y ceja, como demuestra
que sea el segundo jugador de la Liga que más dispara (65 tiros) sólo
superado por Villa (68). Quique ha lanzado un órdago a la
plantilla y, de rebote, a la directiva y la secretaría técnica. Hasta
los últimos días el entrenador insistía en su intención de recuperar a
sus actuales jugadores y no pedir fichajes en el mercado de invierno.
Las cosas han cambiado. Quique quiere refuerzos. Y, en caso de que
estos no lleguen, su apuesta por la cantera va a ser descarada. Ya en
el partido ante el Sevilla hizo debutar en la delantera a Ibra,
senegalés de 19 años. Y en Huelva le tocó a Cedric, congolés de 17, que
tuvo la mala suerte de cometer un penalti que Quique achacó a "su
ingenuidad". En el club han comunicado al técnico que habrá refuerzos.
Mientras llegan, Quique está dispuesto a tirar por la calle del medio,
limpiar hasta donde pueda, y le dejen, y apostar en firme por la
cantera. Y ello, mientras en el vestuario siguen tronando las palabras
del técnico y las del presidente, Enrique Cerezo, tajante a la hora de
calificar la actuación del Atlético en Huelva: "Ha sido una vergüenza".
© EDICIONES EL PAÍS S.L. - Miguel Yuste 40 - 28037 Madrid [España] - Tel. 91 337 8200 http://www.elpais.com/articulo/deportes/Fichajes/cantera/elpepudep/20100108elpepidep_6/Tes CRISIS EN EL ATLÉTICO DE MADRID
'Quique tiene las manos libres'
- La directiva del Atlético apoyará cualquier medida que decida el entrenador
- Le reprocha la alineación de Huelva, pero creen que no se atreverá a hacer
nada
- Tensa reunión en el vestuario y frío y nieve en el entrenamiento
Actualizado viernes 08/01/2010 00:52 ( CET)
EDUARDO J. CASTELAO
MADRID.- "Si por él fuera,
seguro que se cargaba a la mitad. El problema es: ¿a quién pones?". En estas
palabras, de Enrique Cerezo, se resume el día de ayer en el Atlético de Madrid,
el posterior a la, probablemente, derrota más humillante de la última década
(junto al 5-1 de Santander, en Liga, el curso pasado). La directiva, poco
receptiva hasta la fecha con las peticiones de los entrenadores, parece
dispuesta a hacer con Quique lo que no hizo con Aguirre y Abel. "Él tiene las
manos libres para hacer lo que quiera, y nosotros como directiva lo apoyaremos",
explica el propio presidente. [OPINIÓN,
por Quique Setién] [Debate:
¿La solución?
Esa declaración de intenciones exige una cuarentena pues no siempre fue así.
De hecho nunca ha sido así. Sobre todo a la vista del papel del otro accionista
mayoritario del club, Miguel Ángel Gil, hasta la fecha siempre más cercano al
futbolista que al banquillo.
Los que mandan en el Atlético atraviesan el peor momento desde el descenso.
Tienen las manos atadas y no pueden despedir ni a Jesús García Pitarch, al que
una parte del consejo considera responsable último, ni por supuesto a Quique,
que lleva dos meses y medio en el cargo. Eso sí, desde los despachos ayer salían
reproches hacia el técnico. "El partido lo empezamos a perder con la
convocatoria y la alineación", explica un directivo. Algunos no entienden porqué
Sánchez Flores dejó en el banquillo a hombres como Assunçao o Simao, cuando la
Copa "era la vía perfecta para recuperar primero prestigio, segundo dinero y
tercero Europa". "Con los jugadores no hay nada que hablar. Ya les dijimos de
todo en la última reunión y mira cómo estamos", cierra Cerezo.
Quique Sánchez Flores se arrepintió de lo que dijo un minuto después de
abandonar la sala de prensa del Nuevo Colombino. Habló de cirugía en el
vestuario, de falta de profesionalidad y de jugadores que le han defraudado.
Inmediatamente se dio cuenta de que había sido un error decirlo en público. Lo
piensa, y de hecho ayer se lo repitió a la cara a todos en la charla, tensa,
previa al entrenamiento, que se prolongó durante una hora y en la que sólo
hablaron Quique y Ujfalusi, éste para pedir perdón a sus compañeros por la
expulsión. Pero el técnico se dio cuenta de que había sido un error darle
altavoz a sus pensamientos porque sabe que eso le ha costado la enemistad de
casi toda la plantilla. Y aunque el cuerpo le pide dejar a alguno un par de
semanas en casa, probablemente no lo haga porque no tiene de dónde tirar. Eso
sí, ayer, después del rapapolvo, los mandó a correr al monte contiguo al campo
de entrenamiento en mitad de la nevada. Eso se llama castigo.
No será culpa suya, será de los responsables de comunicación, pero un detalle
que habla de cómo está la plantilla es que ayer fue Sergio Asenjo quien habló en
rueda de prensa. Asenjo juega mañana contra su ex equipo, y eso está muy bien,
pero no disputó ni un minuto en Huelva. Por supuesto, ninguno de los capitantes
(Antonio López, Simao y Forlán, por este orden) pidió salir a dar la cara.
En todo caso los futbolistas saben que el partido del miércoles los señala
directamente. Ocurre que, en un grupo desunido, cada uno mira al de al lado para
ver si da un paso adelante y asume las consecuencias. Como nadie lo da, todo
sigue igual. Eso sí, le han hecho la cruz a Quique, y no tanto por sus palabras
en Huelva como porque, antes de las Navidades, cuando hubo una reunión entre
plantilla, cuerpo técnico, Pitarch y Cerezo, Quique, a juicio de los muchachos,
se puso de parte de la directiva y los señaló como culpables de todo. «Es como
si nosotros salimos a reprocharle que quitase a Cedric un minuto después de
hacer el penalti», se justificaba uno de ellos ayer.
Aunque su forma de ser hace que le de exactamente igual lo que digan de él,
el director deportivo del Atlético no lo está pasando bien. Cerezo, que ayer
estaba desquiciado pidiendo explicaciones y movimientos, le aprieta para que
cierre las llegadas de Tiago (Juventus), un mediocentro cuando hay cuatro en el
plantel y Salvio (Lanús), un mediapunta (hay hasta tres que pueden jugar ahí). http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2010/01/07/futbol/1262903455.html
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