reimon: Al hilo de lo que comentas, lee esto, a ver qué te parece:
Aunque no destacó individualmente, la presencia del sanluqueño en el
medio hizo mucho más fluido el juego rojiblanco, agilizando la
circulación y amenazando con pases interiores que no se producen con
los pivotes habituales.
Ese comentario lo firma el de las dos hijas.
Pues básicamente que como ya no saben que poner, y no pueden decir que jugó muy bien en el partido más cómodo que hemos tenido en mediocampo en toda la temporada, el menos exigente al menos, pues tiene que decir una entelequia de esa magnitud. Y ojo, que utilizo el término entelequia incluso en su concepción más clásica, más aristotélica...
"El término entelecheia hace referencia a cierto estado o tipo de existencia en el que una cosa está trabajando activamente en sí misma" (y yo añadiría, y jamás en ayudar al colectivo). "en oposición al concepto de potencialidad la entelecheia es un trabajo activo hacia la consecución de un fin, intrínseco a la misma cosa" (es decir, Juraguti trabaja por y para Juraguti y jamás para obtener una potencialidad o para aunar esfuerzos que se alejen de la consecución de sus propios objetivos y beneficios).
En resumen y como también diría Leibniz, "puede denotar una fuerza que tiende a la propia realización de las cosas y no al estado final perseguido". Es decir, en román paladino, o como también diría otro filósofo: "Por y para sus gónadas".
Es que es para partirse de risa. Debería haber escrito:
"Jurguti" ese ente que con su sola presencia hace que el fluir y el devenir del juego rojiblanco se agilice, circule con precisión y amenace (nunca mejor dicho, amenazar, amenaza mucho, pero resolver, nada) con pases interiores (jajajajajaja) que no se producen con los pivotes habituales (afortunadamente, añadiría yo).
O también hubiera valido: "Juraguti, ese futbolista que entre posturita y posturita se tira pedos con olor a colonia que sólo es capaz de oler el mismo".
En fin. Le falta añadir al de las dos hijas que si no es por el sacrificio y disciplina táctica de Assuncao y Camacho y la genialidad natural de Aguero hubiéramos palmado como cucarachas.