Excelente planteamiento de partido de Don Diego Pablo. Se
jugó exactamente a lo que quiso. En el debe, quizá, la salida de balón en la
última media hora. Los nervios y, por qué no decirlo, la presión del bar$a
hicieron que tuviéramos pérdidas cerca de nuestro área que pudieron hacernos
daño (en esos momentos me acordé de Tiago).
El primer cuarto de hora fue muy bueno, con dos claras
(una de Gabi, alta, y un cabezazo de Griezmann). Visto que no conseguimos
adelantarnos, cabeza y a darles el balón, para que lo marearan y que Ter Stegen
engordará sus estadísticas de pases completados. Quedaba mucho. El gol, golazo,
de Antoine premiaba a quien lo merecía.
Tras el descanso, misma salida. El Atlético intentó poner
el segundo, pero el larguero se lo impidió a Saúl. A partir del minuto 60, el
bar$a, viéndose fuera, nos empujó hacia nuestro área, pero no concedimos
ocasiones claras (si acaso, un punterazo de Luis Suárez). Con el 2-0, vino la
mano de Gabi, que lo fue, pero hay que recordar que Rizzoli había perdonado
antes al bar$a: expulsiones de Neymar, el psicópata uruguayo (en esta
eliminatoria debía haberse ido con un mínimo de tres rojas) e Iniesta.
Grandioso el partido de Saúl, Koke, Augusto y, sobre todos,
Gabi. Pero el mejor jugador de todos fue la Afición, comandada desde la Grada: su
nivel anoche, INSUPERABLE.
Gracias, Dios mío, por nuestro mayor título: seguidores
del Atlético.
NUNCA DEJES DE
CREER.
¡FORZA ATLETI
SIEMPRE!
Saludos cordiales.
Algún día volverán las barbacoas en nombre de Dios; rezad lo que sepáis, porque yo seré el Inquisidor.