A mí el partido del atleti no me gustó, pero me dio buen rollo. Por fin vemos un partido en un campo difícil en el que, sin jugar nada bien, apenas pasamos apuros. Esa es una excelente noticia. El Arsenal del sobrevaloradísimo Wenger es un equipo de cartón piedra, montado para tener el balón pero no para hacer gran cosa con él, y por eso mientras parece que te están bañando resulta que las únicas ocasiones las tienes tú. Y eso que los tres que jugaron tras Agüero: Sinama, Reyes y Forlán, hicieron un partido calamitoso, esperemos que el uruguayo vuelva pronto a la tierra. Pero en defensa no pasamos ningún apuro, sólo recuerdo, hasta que con los cambios llegó la feria, la de Van Persie y dos disparos al muñeco. Metiendo a Heitinga y Domínguez dejamos de sufrir con faltas y balones cruzados, y aunque Ujfalusi siempre sufre frente a delanteros pequeños, Juanito le complementó a la perfección, con anticipación, mando y sacándola con bastante criterio, lástima el cagadón del último minuto.
Luego, con los cambios, aquello se convirtió en un correcalles que tampoco dice gran cosa. Y, por cierto, no sé qué objetivo tenía Abel al desnudar la banda izquierda en los últimos quince minutos, dejando a Cabrera en mano a mano jugada tras jugada, ¿tan mal le cae?