Adrián se gana el sitio
El punta del Atlético aprovecha la irregularidad de Falcao y firma su mejor inicio goleador
JOSÉ MARCOS - Madrid - 30/11/2011
Gregorio Manzano recibió este verano a Adrián López
con cierto escepticismo, toda vez que entendía que no sería titular.
Recién aterrizado en el Atlético, al técnico jiennense no terminaba de
convencerle el atacante, de 23 años, al que el club echó el lazo sin
pagar un euro al Deportivo. Lo mismo daba que El Guaje de Teverga
hubiera acabado la temporada como un tiro. Bota de Oro en el Europeo sub
21, sus cinco goles en cinco partidos fueron decisivos para que el
plantel de Luis Milla levantara el título y limaron su imagen de
repartidor de asistencias encerrado en el cuerpo de un delantero. Casi
seis meses después, el "atípico" punta asturiano, según él mismo
reconoce, es uno de los referentes del club del Manzanares, que esta
tarde visita al Celtic de Glasgow (19.00, Cuatro) en la Liga Europa.
Ajeno al desaliento, Adrián renunció a los 10 días de
descanso que le concedieron tras proclamarse campeón en Dinamarca. En
vez de apurar las vacaciones, viajó a Madrid en el más absoluto secreto y
se encerró en un gimnasio, donde se machacó con la única compañía de su
fisio de confianza. La recompensa -facilitada también por los
traspasos de Agüero y Forlán y la lesión de Diego Costa- no se hizo
esperar. Adrián y Reyes fueron las dos piezas fundamentales del conjunto
rojiblanco en la pretemporada. "Tiene un nivel de crecimiento muy
grande, independientemente de su trayectoria. Si se asocia con más
jugadores ofensivos, todavía sus movimientos y capacidad van a
sobresalir más", le ensalzó Manzano después de anotar tres goles y dar
cuatro asistencias en las dos rondas previas de la Liga Europa. "Es una
máquina. Lo mismo se ofrece que mete goles", apunta Domínguez. "Te
facilita la vida", agrega Mario Suárez.
En lo alto de la ola,
Adrián cerró agosto como irreemplazable en el ataque y risueño por el
salto deportivo y económico: el Atlético le multiplicó por cuatro los
300.000 euros que tenía de nómina en A Coruña, donde era de los
futbolistas peor pagados. La vida parecía sonreírle hasta que se
concretaron las incorporaciones de Arda Turan y Falcao.
Las seis
dianas en los primeros cuatro partidos del colombiano -lleva nueve en
14- tuvieron sus daños colaterales. Adrián pasó de fijo a secundario. Ha
sido suplente en siete de los 11 partidos de la Liga y en dos de los
cuatro de la fase de grupos de la Liga Europa. "Jugué mucho al principio
e intenté aportar. Luego, no participé tanto, pero también traté de
ayudar", resume Adrián. Aunque muchas veces su única salida ha sido
jugar tirado a una banda, aprovechó las lagunas del Tigre -no anota
desde principios de mes- y sus problemas musculares para firmar el mejor
arranque de su carrera: 10 goles en 19 duelos, uno cada 117 minutos.
Más y mejor que Falcao (141). "En toda la temporada pasada hizo 11... A
Radamel le ha salido competidor", celebran en el banquillo.