Radamel
Falcao, el fichaje más caro de un club español este verano y la compra
más elevada del Atlético en sus 103 años, no debutará este mediodía en
el Calderón frente a Osasuna. Aunque era una de las principales
atracciones para las familias rojiblancas que tienen previsto acudir al
estadio en un horario tan inusual, el delantero colombiano tendrá que
esperar al menos hasta mediados de septiembre, cuando se retome la Liga
tras su interrupción por los partidos de la selección española contra
Chile y Liechtenstein.
Falcao, al que no le
afecta ningún problema físico, no podrá jugar porque el Oporto, 10 días
después de cerrar su traspaso por 40 millones de euros más siete
variables (Rubén Micael, cedido al Zaragoza y como él representado por
Jorge Mendes, fue incluido en el paquete por cinco millones), no envió
el transfer, el pase internacional.
El trámite
burocrático no cogió desprevenidos ni a los dueños del Atlético ni al
cuerpo técnico: Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado y principal
accionista (aproximadamente, el 72%, por el 19% de Enrique Cerezo),
llevó las negociaciones en persona. "Es un contrato muy complejo, con
muchos apartados", argumentan en los despachos. El Oporto exigió al
Atlético, entre otros puntos, tener de plazo hasta el 31 de agosto para
entregar el pase de Falcao como garantía de pago. "Se sabía y se
aceptó, pero, como parecía que la huelga de futbolistas continuaría
este fin de semana, creímos que no pasaría nada por aceptar esa fecha",
explica un alto cargo del conjunto madrileño.
El acuerdo entre la
Liga de Fútbol Profesional y el sindicato de jugadores, el pasado
jueves, colocó al Atlético en una situación incómoda. "Después de la
expectación generada, del éxito de su presentación, con más de 10.000
seguidores en el campo, alguien tendría que explicar por qué no jugaba
Falcao...", prosigue un empleado del club que reclama el anonimato. Las
llamadas al Oporto se multiplicaron, pero el presidente de los dragones, Jorge Pinto da Costa, se cerró en banda.
A
falta de una solución, tuvo que ser el entrenador, Gregorio Manzano, el
que dio la cara: "Estuve hablando hasta última hora de ayer [por el
viernes] con el consejero delegado. Estábamos pendientes de que esa
situación se hubiera resuelto para contar con él, pero el transfer
no llegó". Aun así, Manzano incluyó a Falcao en la convocatoria. El
colombiano, que el jueves decidió ejercitarse con los juveniles del
equipo B por su cuenta, ya que el viernes debía estar en Montecarlo en
el sorteo de la Liga Europa, acudió como uno más a la concentración del
plantel. "Es para que entre en la convivencia y en el ambiente de
grupo, lo que no ha podido hacer aún", matizó Manzano.
La
incertidumbre que rodea al fichaje de Falcao no acaba ahí. Su compra
para cinco temporadas provoca interrogantes. Un alto cargo reconoció
anoche que una firma estadounidense ha "prestado" 21 millones al
Atlético -tiene una deuda de 200- para facilitar la compra del
futbolista: "Falcao es 100% del club. Lo que hemos hecho es alcanzar un
acuerdo esta semana con una empresa que nos dará esa cantidad, que
debemos devolver en los próximos cuatro años con un interés del 8%". Se
trataría de un préstamo al consumo más costoso que el bancario.
La
misma fuente rechazó que se trate de un fondo de inversión, a los que
el club ya recurrió para hacerse con Elías (costó siete millones en
diciembre y ayer fue el extracomunitario descartado por Manzano) y
Silvio (ocho). El Atlético pagó la mitad de esas cifras. "Lo de Falcao
no actúa como un fondo. Nos da la liquidez que nos niegan los bancos
con la crisis que hay. Cuando se venda al jugador, si se hace, ellos se
llevarán su parte", sostienen en la ribera del Manzanares alegando que
esa es la única manera para "ser competitivos".
Mientras se
solucionan los papeles de Falcao y en el Atlético se aclaran en la
financiación de su fichaje, Forlán continúa sin cerrar su traspaso al
Inter. Aunque el acuerdo entre los clubes y el jugador es total, el
uruguayo exige el finiquito que le corresponde, ya que le quedan dos
años de contrato. La cantidad ronda los cuatro millones y Gil Marín se
resiste a pagarlos. "Diego se quedaría entonces en el Atlético, que
debería pagarle 4,5 millones netos por temporada. El equivalente a
siete brutos. Ellos verán...", advierte el círculo del futbolista.
El
resultado de la gestión de la parcela deportiva deja a Manzano con un
único punta disponible. Adrián volverá a ser, por tercer partido
seguido, el único delantero a mano.
http://www.elpais.com/articulo/deportes/estrella/juega/elpepidep/20110828elpepidep_14/Tes
Las garantías impiden que el delantero pueda debutar hoy