Ayer Simeone estuvo fatal. Y lo estuvo por hacer precisamente lo que piden sus críticos: atacar más, jugar "siempre así", meter a los jugadores de "más calidad". Los comentaristas estaban encantados con el correcalles en que se iba convirtiendo el encuentro, claro. Y acabamos palmando en medio de un caos muy ofensivo. La primera parte jugamos bien: sólidos, sin conceder, aguantando el esquema defensivo (porque teníamos a los dos centrales titulares y el portero que es nuestro jugador mejor pagado lesionados, que parece olvidarse). Se concedió poco, se llegó varias veces con peligro y tuvo que generarse mayor ventaja tanto por un penalti escandaloso como por las incontables faltas. Partido duro, de ir madurando, arrastrando un arbitraje dañino que nos obligaba a una guerra de trincheras, ir sacándoles amarillas, desgastando, y ver si podíamos ganar. El otro partido del grupo hacía el empate muy bueno. Y de repente en la caseta mandamos todo a tomar por saco, como si hubiera sido una primera parte desastrosa.
- ¿Saúl por De Paul? Regalar el centro del campo sacando a un jugador intenso, fuerte y que va bien por alto para meter a un mediapunta flojo, que presiona tarde, mal o nunca. En teoría es ir a ganar, buscar potenciar el ataque, pero en la práctica es jugar a a ruleta rusa. Diría que fue el peor cambio posible, si no fuera por lo que vino después.
- Griezmann por Molina. Molina no estaba fino, pero es que llevarse a Llorente al lateral es dejar a Koke vendido sin los dos compañeros que estaban sosteniendo la sala de máquinas. ¿Qué consigues? Mejor circulación al precio del descontrol creciente. Y aparte, se lo sabe todo el mundo, es el cambio que sorprende a nadie, y ya solo por eso, malo
- Reinildo por Carrasco. La verdadera tragedia. Reinildo con su velocidad era el que daba equilibrio a la línea, sin él quedan dos tractores y un loco que siempre arriesga. El mozambiqueño no tiene que operar de lateral, está claro -mejor Hermoso por fuera si se quiere poner a los dos- pero sacarlo fue poner una autopista al rival, que no paró de explotar la debilidad. Aparte, Carrasco no hizo nada en defensa, pero tampoco en ataque. Tanto Antoine como Yannick estrecharon el campo por jugar a pierna cambiada, generando atascos increíbles.
- Doble cambio de ataque. No creo que fuera malo en sí, pero impidió arreglar el desaguisado que había atrás, que era evidente. Parece un cambio más político que técnico.
En resumen, el problema es considerar mala una primera parte muy sólida, y la obligación de ir a por el partido en el 60 porque sale el Deseado AG30, que luego tampoco es que resolviera ni generara mucho más. No sé si fue el arbitraje que desesperó a Simeone o qué le pasó por la cabeza. Que se centre, sí. Y que vuelvan los cambios defensivos y de refuerzo del medio campo, por favor. El no perder en 15 minutos lo que nos ganaste en 75.