Aranjuez:
Como
jugador Paolo Futre dió mucho al Atletico, no vamos a negarlo... pero el hecho
de que lo que se trataba era de grabar un "publireportaje" personal
para la televisión portuguesa creo que cambia bastante el asunto. ¿Que estuvo
en la grada junto al pueblo llano?... Si, pero por que necesitaba poner un
decorado vivo como fondo a su película. Entonces hay que poner en
cuarentena su repentino entusiamo atletico de un sólo dia.
Somos
un poco fáciles entregando toda nuestra devoción a personas de carne y hueso,
que como humanos no son perfectos. Luego pasa, por ejemplo, lo del
señor Aguero que de la noche a la mañana pasan de ser ídolos amados
por la grada a convertirse en traidores a los que se desea lo peor. Y
otros ejemplos tenemos muchos y recientes. Jugadores jaleados por la grada que
a los tres dias suspiran por irse a otro sitio.
Yo
a todos los jugadores que han vestido con dignidad y con honor la camiseta del
Atletico les tengo aprecio y respeto, pero ninguno lo pongo en un
altar y lo convierto en "dios". Para mí lo que está por encima
de todo es el Atletico de Madrid a secas.
Además
en lo concerniente a Paolo Futre quisiera recordar que en su momento fué el
caramelo envenenado con el que el señor J. Gil logró alcanzar la presidencia
del Atletico. Luego de ésos polvos vinieron éstos lodos.
Esta
es mi opinión.
Pues
yo estoy muy de acuerdo con ella.
Al
parecer, se confirma que la presencia de Futre en el Fondo Sur se debe a un
reportaje para una televisión portuguesa, lo cual es una tremenda decepción, al
menos para mí.
Una
decepción que es continuidad de otra que tuve en su día y que también tuvo de
protagonista al portugués: cuando anunció que se quería ir del Atleti. Para mí
cuando era un crío Futre era un ídolo, era más que Dios como decía aquella
pancarta, por lo que cuando anunció su deseo de marcharse al Benfica recibí uno
de los golpes más duros que me han dado como aficionado rojiblanco: no podía
entender cómo un tipo al que se le idolatraba como no se había idolatrado a
nadie en este país (lo más parecido quizá fuera Maradona en Nápoles) quería
irse de este club, que por entonces todavía estaba entre los grandes de Europa
(Calam no había iniciado su desguace todavía). ¿En qué sitio le querrían más
que aquí? Estuve tocado durante varios días, me costaba comer, y decidí que
nunca jamás iba a consentir que un mercenario –porque todos lo son en mayor o
menor medida- me volviera a hacer tanto daño como aficionado. Desde entonces les
tengo más o menos cariño a nuestros jugadores, a unos más y a otros menos, pero
no consiento que se diga que uno de ellos es uno de los nuestros. No señor, de ninguna manera. Nosotros nos
chupamos miles de kilómetros, nos dejamos la garganta, hacemos un esfuerzo
económico para poder pagar nuestra entrada, nuestro abono, algunos haciendo
auténticos encajes de bolillos quitándose de cosas que a lo mejor objetivamente
sean más necesarias, en teoría más imprescindibles, para poder ir a ver a su
equipo. Y más con la que está cayendo.
Futre desde entonces despierta en mí sensaciones contradictorias. Por un
lado está su juego, sus goles y sus títulos, a los que se une un detalle que
siempre ha destacado: el tratamiento exquisito que siempre ha tenido con los
aficionados. Posiblemente el jugador del Atleti más amable y cariñoso en el
trato directo con la afición: recuerdo cuando la “oficina” del F. A. estaba
enfrente de las puertas de las oficinas del club, más o menos donde está ahora
la oficina de La Caixa, recuerdo que los chicos del Frente estaban preparando
tifos y salía Futre de las oficinas del club saludándonos con gran simpatía –hasta
luego, chicos, hasta luego, adiós, chicos, hasta luego… –, no se fue
despidiendo de uno en uno, pero casi… O años después, cuando los aficionados
volvíamos de un desplazamiento de Europa (Champions, creo recordar, ¿o fue a la
vuelta de eliminar a la Roma en el Olímpico en UEFA?) y Futre (creo que ya en
el organigrama del club) nos saludaba y firmaba autógrafos y se hacía fotos con
la misma cordialidad, simpatía y amabilidad de siempre, y siempre con la mejor
de sus sonrisas.
Sin
embargo, por otro lado tampoco olvido que siempre tuvo el sueño de fichar por
el Trampa$$, se le hacía el culo Pepsicola. Además de que fue el caballo de
Troya por el que se nos coló el cáncer del gilismo, algo que no conviene
olvidar.
No
sabía lo del Petete Correa: eso es amar unos colores, y no una pose como lo de
Futre para una tele. O de otros paseando una bufandita (que, vaya hombre qué
causalidad, no sacó en la celebración en Sudáfrica, sacó la de otro equipo inglés, se la debió de dejar
olvidada en el hotel): prefiero la
sinceridad de unas lágrimas como las de Tiago en Barcelona, qué se le va a
hacer, que ésas no se impostan (salvo que seas un actor profesional, que no es
el caso). Y pensar que hay gente que le critica por ello llamándole “llorón”…
Saludos
en rojo y blanco.