Señores, humildad, humildad y más humildad. Somos el Atlético, un grande de Europa, pero un grande que siempre ha triunfado desde la humildad. ¿Qué cojones queríamos, meterle 0-3 al Milán AC? ¿En virtud de qué? ¿Cómo y por qué, si en ese campo sólo han rascado resultados parecidos al de ayer equipos que arrasaban y hacían historia en Europa?
Hoy día, en un partido de ida, jugando fuera, ante cualquier equipo - Copa del Rey o Europa League, lo mismo da - se suele sufrir bastante. El otro aprieta y quiere sacar rendimiento del factor local. Pero es que lo de ayer era Champions, y el rival un mastodonte. Si, igual decadente, fuera de su mejor momento o aparentemente en peor estado de forma, pero joder, un mastodonte. Sin más cartas que jugar, alentado por su propio presidente, como se ha dicho antes, empujado por 70 y pico mil tíos, y con jugadores con muchísima experiencia. Esto que voy a decir a alguno le sonará a risa, pero, Kaká, por ejemplo, a pesar de su ridículo paso el trampa$ y su evidente declive, es un jugador de otra liga, otra calidad distinta de cualquiera de nuestros chavales (exceptuando Courtois). Y ojo, que yo no cambio a uno solo de los guerreros del Cholo.
Pues eso. Partido histórico para el Atlético, pero todavía queda mucha eliminatoria. Aún vamos a sufrir, y rezo porque Filipe regrese cuanto antes. Ayer fue exagerado como el Milan se iba a la banda de Insúa a buscar petróleo.