Aunque sea OT, el artículo de OLÉ sobre el partido es muy chanante, deja clara la rivalidad con los brasileños...
Empieza con...
Los brasileños ya no nos gritan oooleee. Los
brasileños ya no nos gritan que Pelé es mejor que Maradona. Los
brasileños ya no nos cantan “Chile, Chile, Chile”. Los brasileños ya no
nos recuerdan que son brasileños con muito orgullo, con muito amor. Los
brasileños, faltando cinco minutos para el final, ya han dejado el
estadio, decepcionados. No están. Se fueron. Hasta hace un rato habían
gozado del toqueteo de Argelia, disfrutaron del desconcierto argentino,
ovacionaron la expulsión de Cuesta, deliraron con el gol del 14 (qué
brasileño sabía que ese muchacho se llama Sofiane Bendebka y juega en el
Na Hussein Dey). Pero está bien. Está bien el hostigamiento. Si los
Juegos se desarrollaran en Buenos Aires, Mar del Plata o en Chañar
Ladeado, ellos sufrirían la misma persecuta: insultos, gritos, silbidos... (...)
y termina con...
(...) ...Los argentinos cantan que somos locales
otra vez, que Maradona es más grande que Pelé y que tomala vos, dámela a
mí, el que no salta es de Brasil. El estadio está casi vacío. Los
brasileños no están. Se fueron (antes). Cuando ya se dieron cuenta de
que Argelia no podría empatarlo. O no hay que ser malpensados: tal vez
se fueron antes porque no llegaban a ver un partido de badminton o de
waterpolo.
Chanante.
Por cierto, el artículo se titula: Olarticorrea, y lo escribe Mariano Murphy