Bacharach:
vafe:
No entiendo que os cebéis en Perea.
Joder, vafe, que ha ido a despejar un balón y ha fallado y le ha partido el esternón a un padre de dos hijos. Qué menos le puedes pedir a tus futbolistas que parecer eso, futbolistas, y no protagonistas de un gag de Benny Hill.
La verdad es que Perea, como lateral, es indefendible. Es un puesto en el su mejor cualidad, la velocidad, se convierte en su peor enemigo pues, como llega antes al balón que nadie, queda al descubierto que no sabe qué hacer con él.
Supongo que acabará jugando Seitaridis pero, en su defecto (como me parece que su caso es un "caso Maniche" algo más tapado) no conozco lo suficiente a Ujfalusi; pero en realidad pienso que cualquiera sirve más que Perea.
De Antonio López pienso justo lo contrario y lo escribo hoy, cuando estoy entre perplejo e indignado, por su tremenda irresponsabilidad. De todos modos, me ha alegrado algo la noche negra, el geniazo ese que defiende a Pernía "porque por lo menos hizo algo en Getafe". Ya, ya, no como Antonio, que ni jugó años espléndidos en el filial y en el primer equipo, ni tampoco se marcó unas temporadas cojonudas en Osasuna. Ya, ya ... ya se que Osasuna es "el equipo invisible" y que los triunfos allí no cuentan, ni computan.
Es lo malo que tienen los jugadores, en contraste con lo gozosos que son los muñequitos de la play-station: tienen un valor 85, por ejemplo, y es estupendo, porque se les lleva con los manditos y siempre son los mismos. No como las personas de carne y hueso, que sienten, padecen, pasan rachas buenas y malas, y eso es un auténtico coñazo. Habría que fichar robots, para que los nenes no pataleen.
(...) Nosotros, que somos de Gárate, despreciamos el modelo actual de sociedad anónima deportiva basado única y exclusivamente en criterios mercantiles y cortoplacistas, en sacar el máximo rendimiento de lo que se tiene aunque esto se haga en claro menoscabo de la identidad del club, y de la afición, y del proyecto deportivo (...) "Nosotros, que somos de Gárate" - Carlos Fuentes - El Rojo y el Blanco