Como es sabido a mí no me gusta como futbolista porque no me parece un futbolista. Técnica y tácticamente es de lo peor que he visto en un terreno de juego y a veces llega a darme pena y vegüenza ver las carencias que tiene, por ejemplo el día del amistoso en Vallecas, no me digáis que no daba pena ver que es incapaz de controlar un balón que le centran flojito y a 5 metros, y no por despiste, sino por incapacidad absoluta, o verle pegar pases y pelotazos a la nada, que a veces, por pura estadística, por matemáticas, dentro del espacio de ocurrencia posible resultan que caen al rematador o al receptor, pero es puro principio de incertidumbre, casualidad.
Una vez dicho esto, me cae bien, me parece un buen tipo, un buen profesional, que suele darlo todo, cabezota, tenaz, preocupado por su trabajo (que en el mundo actual ya es muchísimo), al que no se le puede poner un pero en ese sentido. No, no me sobra en el Aleti, hasta le tengo cariño por todas estas cosas, porque se lo ha currado todo lo que ha podido y nunca ha arrastrado la camiseta ni la ha insultado como han hecho otros muchos, al contrario, y eso es mucho. Pero no puede ser ni el lateral, ni el central titular. Es un especialista y así deberá ser utilizado, cuando se requiere su velocidad y pesadez en la marca.
Pero nadie puede discutir que no es un futbolista. Un tipo que no es capaz de controlar bien un balón que se le envía raso desde 5 o 10 metros (muchas veces es incapaz, le rebota en el tobillo y se le escapa, aunque suele recuperarla por su velocidad, pero es incapaz, y eso nos ha costado goles), o de dar un pase a más de 3 o 5 metros, no es un futbolista.