"La flor de aguirre"
Odio la floricultura en particular y la botánica en general, al punto de que ello es una causa de frecuente desavenencias conyugales. Por ello, en ningún momento creo haberla mencionado. El asunto Aguirre no es si tiene fortuna, es que vive entregado a ella, porque ha construido un equipo (me es indiferente si por gusto o por acomodaticia impotencia) que es una auténtica ruleta. Y lo peor es que sólo sabe jugar a rojo o negro, a par o impar; en cuanto la circunstancia le demanda apostar más ajustadamente, tararí. Le basta luego con aparecer de buenote, de tipo sano y campechano, que a los entendidos suena como buen conocedor y manejador de los llamados "códigos del fútbol".
"con el sistema del Manchester y las ambiciones del Barça, y cuidadito con el que se lo piense un poco, que aquí no queremos amarrateguis"
Qué poderoso es el ambiente y cuán bien se aclimata a él. Me gusta esa sugerencia de un entrenador entre reptiliano y máquina trivial, sin funciones internas que no sean la pura y mecánica transformación de inputs en outputs. Pero por más que me guste, no me la creo. ¿Nada suyo hay en lo que hace? ¿Todo es pura imposición del medio? ¿Su gusto por jugadores de banda (que no tiene), su desprecio por ocupar el centro del campo son meras imaginaciones mías? Pero, eso sí, trabaja la estrategia, lo que pasa es que tiene tanta mala suerte que en dos años y pico con todo lo que ha pasado por sus manos, aún no ha conseguido que alguien le haga caso. ¿En qué quedamos, entonces? ¿Piensa y existe, o sólo existe (y cobra)?
"Este es flexible en lo táctico y en lo humano, es de los de limpiar los trapos sucios en casa, es de los de apañarse sin quejarse con los futbolistas que le den... Sí, el ideal. Para tener otro entrenador necesitarías otro club."
El junco Aguirre. ¿Flexible en lo táctico? Pero ¿no habíamos quedado en que con este material no había lugar a la conformación táctica? ¿Y flexible? No me jodas... Le faltan tres de sus mejores futbolistas arriba, que ha de suplir con tres tuercebotas, y plantea el partido contra el Barça como si fuera "el Manchester" -por cierto, no sé a qué Manchester te refieres, porque al de Ferguson que yo veo, no le conozco esa especie de alegre e indiferente condición de castizo batallón de Custer que le atribuyes, dispuesto a morir con las alpargatas puestas-.
Y sí, para tener otro entrenador, necesito (necesitamos) otro club. Pero un zoquete es un zoquete. En este club o en otro.