El hijo mayor de Simeone está convencido de que no habría ningún club
en todo el planeta que pudiera encajar mejor con los sentimientos del
Cholo.
Giovanni surgió en River y ahora
marca goles con la camiseta de Banfield. Pero tiene algo con mucho más
peso: el apellido Simeone. Abre las puertas de su casa a MARCA no sin
desear algún día reencontrarse con su padre.
Pregunta. ¿Cómo es llevar un apellido tan importante en el mundo del fútbol?
Respuesta. Desde chico conviví con ello, no me cayó
de golpe. Tiene sus puntos buenos y malos. Si te va bien, te va a ir muy
bien. Pero si te va mal, te va a ir muy mal porque siempre resaltas.
P. ¿Cuál es su primer recuerdo con el Atlético de Madrid?
R. De mi papá como jugador tengo pocos. A lo sumo
uno borroso de un día en el Calderón en el que fui recogepelotas. Como
entrenador, me sé todos sus partidos. A donde vaya, voy. Soy muy
fanático.
P.¿Qué recuerda de la final de Champions?
R. Mis hermanos (Gianluca y Giuliano) fueron a
verla. Yo estaba concentrado con River porque estábamos a punto de ser
campeones. Tuve que verlo por televisión y me quería morir. Cuando me
enteré del resultado dije 'no puede ser'. Pero el fútbol es así y
siempre da revancha. Esa clase de partidos sirven para esforzarse más.
Todo lo que vino después se trató de un lindo desafío, más grande, para
mi papá.
P.¿Qué le cuenta su papá cuando lo va a visitar?
R. Me explica cómo se maneja un grupo, sus
pensamientos sobre jugar de una u otra manera. Aprendo un montón.
Simplemente escucho. Ojalá, si tengo la posibilidad, pueda llevar a la
práctica todo lo que me enseña. Consejos no le doy.
P.¿Cree que su padre encontró su lugar en el mundo en el Atlético?
R. Es un club que da con su perfil. La carrera de un
jugador o entrenador no sólo se basa en eso, hay una vida detrás. Es
muy lindo vivir en Madrid. Me doy cuenta cómo vive y le gusta. Es
similar a Buenos Aires y la gente le hace sentir muy bien. Sin duda, mi
papá en el Atlético encontró su lugar en el mundo.
P.¿Qué significa para él el Atlético de Madrid?
R.Es todo, le gusta donde está y me parece que no se
iría nunca. Vive del fútbol las 24 horas. Tal vez es el más
profesional, incluso más que los jugadores. Sabe lo que representa el
club y se nota. Es muy frontal y considera esa institución como una gran
familia.
P.¿Le gustaría que le dirigiera algún día?
R. Sería una linda experiencia. Como técnico es uno de los mejores del mundo y me gustaría. Cualquier jugador te diría que sí.
P.¿Su futuro también está allí?
R. Me gusta, veo muchos partidos y son ambientes
diferentes. De todas formas siempre digo que para llegar a Europa me lo
quiero ganar y no que me lo regalen.
P.Su tatuaje de la Champions le delata.
R. Sí, me lo hice con permiso de mi mamá y
desacuerdo de papá. La llevo en la piel. Jugar un partido de esta
competición es un sueño por cumplir y cuando anote un gol en ella le
daré su primer beso al escudito. Todavía no lo hice, por eso ese gol
será especial.
P.¿Aceptaría una oferta del Real Madrid?
R. Qué situación complicada. Cualquiera ante esa
posibilidad lo pensaría, pero es difícil. En mi familia somos todos
hinchas del Atlético y no creo que fuera al Madrid. Por todo lo que le
debo a mi papá y allegados más que nada. Con el Real no se negocia nada,
sería una traición.
P.¿Cuáles son sus próximos objetivos con Argentina?
R. Estuve en el Mundial sub 20 con Correa. Tenemos
la obligación de ir a por más. Mi papá siempre sostiene que el trabajo
es la base de todo.
P.¿Cómo es Correa?
R. Una gran persona. Ha pasado por distintos
momentos en su vida y siempre mantuvo la humildad. Cuando supe que a mi
papá le interesaba le conté cómo es Madrid.
P.Su papá desea a Augusto.
R. Le encantan los jugadores sudamericanos. Hacen
que el equipo se sienta más familia. A Augusto lo conozco de cuando
estaba en River y yo era más chico. Fue campeón con mi padre en 2008.
P. ¿Qué sueño le queda por cumplir en Argentina?
R. Desde que llegué a Primera fui cumpliendo
objetivos. Lo primordial era llegar y ganarse un lugar. En River me
costó pero en Banfield lo estoy haciendo. Tengo en claro que el fútbol
siempre da revancha y a Europa voy a llegar a base de goles y mucho
trabajo, con humildad.