Replicante: rossobianco:
yerry: como para llevarle la contraria al forero Rossobianco......
Qué va, querido Yerry. Cuántas veces he encontrado buenos amigos a partir de una diatriba. Pero se deben dar las circunstancias.
Si hay algo que admiro, por este orden, es la santidad, la nobleza de ánimo y la inteligencia. Por otra parte, también por este orden, lo que más denigro es la malvacidad, la mezquindad (léase también como ingratitud) y la estupidez. Esta última me mueve, sin embargo, a la compasión. Y no dejo de pensar que un imbécil podría dejar de serlo apenas alguien se ocupara de enseñarle cómo salir del pozo de su majadería. Pero estoy hablando de la idiotez modesta, humilde, "no virulenta", digamos. Cuando el memo enarbola con vanagloria su bandera de sandez, tal stultus maximus orgulloso de serlo, como ya he dicho otras veces, me provoca bascas y regüeldos. No lo puedo evitar. Y lo peor -para él- es que en estos casos hablamos de un cretino terminal, sin ninguna posibilidad de cura. Lo que añade impotencia a mi zozobra, hasta hacerla insoportable. Que me revienta los huevos, vaya.
Con un abrazo.
Querido Rosso, sin otro ánimo que el aclaratorio porque me ha resultado curioso, ¿podrías definir lo que entiendes por santidad?
Un cordial saludo.
Pdta. Hay discusiones que no llevan a ningún lado. Partiendo de la base que de que el título del post ya habla de rumorologia (humo, más bien) todo lo demás no puede ser tratado como certeza, sobre todo cuando este club está regido por quien está y se acelera de cero a cien en tres segundos en función de la comisión que se sustancie que cada fichaje.
Encantado de responderte, querido Replicante.
Por santidad quiero decir justamente lo que la palabra indica: bondad y generosidad extremas, total desapego al propio bienestar para sin embargo luchar incansablemente por el del prójimo, absoluta austeridad personal, ejemplaridad en cada uno de sus actos.
He tenido la inmensa fortuna de conocer a algunos de estos santos, a otros los he admirado desde los libros. Son siempre los mismos: modestos ángeles que pasan a tu lado de puntillas intentando que tu vida sea más feliz sin que notes su presencia. Y pasaría inadvertida (como ellos desearían) si no fuera porque llenan de luz allá donde están. Cuando descubres uno de ellos, solo te queda amarlo, admirarlo con reverencia y aprender en silencio de su ejemplo.
Y no es fácil quererles. Porque muchos desalmados se aprovechan de ellos y los maltratan sin que muevan un dedo para defenderse. Y entonces uno echa mano a la espada para intentar protegerles, lo que provocará su inmediato rechazo. No puedes sino sufrir, porque no se dejarán amparar por tí. Solamente te quedará el consuelo de ver que a pesar de su vida extraordinariamente difícil, siempre ilumina su rostro una sonrisa tan plena y sincera que resulta extraña. Y descubrirás que son innmensa e inverosímilmente felices, mucho más de lo que cualquiera de nosotros lograremos ser en ningún momento de nuestras vidas imperfectas.
Sí, los adoro. Seguro que tú también has encontrado alguno de ellos. Dios les bendiga.
Con un abrazo.