Nada, hoy es imposible ponerle un pero. Hizo un partido bestial hasta que llegó un momento en el que, literalmente, petó. Agachado, cogiendo aire, mirando al banquillo pidiendo ayuda. Con el despliegue que hizo, con la de balones que robó, con la de salidas que facilitó, no le hacía ninguna falta dejar detalles de Estudio Estadio, pero aún así, para el que los necesite, ahí está el pase de 30 metros a Agüero nada más empezar el partido, el pase en profundidad a Forlán que acaba en gol mal anulado, el robo que acaba en el mano a mano fallado por Forlán, el pase de 20 metros a la espalda del lateral que solo el mal control de Agüero impide que se convierta en otro mano a mano. Todo lo que de sobresaliente hubo en el partido lo hizo él.
Esta es la tónica desde hace unos partidos y supongo que lo seguirá siendo hasta que acabe la temporada. Esa es la posición mejor cubierta del equipo y la única que está rotando, por lo que cada vez más, Tiago y Raúl, el uno y el otro, van destacando sobre el resto. Su diferencia física respecto a los Forlán, Simao o Agüero aumenta exponencialmente a cada partido. El partido que ayer hizo la linea de tres tras Agüero fue infame, de lo peor del año, y si no descansan no van a mejorar. Ahora llevamos 8 partidos seguidos, domingo-miércoles, y a partir de hoy y hasta el final de temporada jugaremos otros 12, incluída una final de copa y quizás otra de uefa, sin un sólo descanso. Así que a rezarle a Tiago los domingos y a Raúl García los miércoles.