Puede discutírsele a Abel algún aspecto muy concreto, como dejar al único no punta con gol en el banquillo cuando juegas como has jugado hoy. Puede lamentarse que el Kun siga sin coger este año la forma que el pasado lo encumbró como futbolista (¡ay, esa puntita de velocidad con la que rompía a los rivales en su primer o segundo toque!). Y poco más se puede discutir.
El partido de hoy ha sido casi un calco de aquel jugado hace cuatro meses en Anfield, que tantas alabanzas despertó. Bien organizados defensivamente; seriedad y concentración en los jugadores; y apenas fallos a los que imputar un resultado pobre, en aquel caso, o malo, como el de ayer. Son partidos que se deciden por lo normal en una o dos acciones puntuales. Allí en Inglaterra, un 'error' arbitral nos privó de dos puntos. En Sevilla, probablemente, el gol cantado fallado por Forlán, que es tan inexplicable que sólo cabe atribuirlo a algún extraño del balón.
Desde luego, no ha sido un partido brillante, pero a mí no me ha resultado aburrido. Hasta Pérez Lasa ha cumplido, con el único reproche de que no haya sacado una tarjetita al Niño Jesús de Nervión y, quizá, que haya picado en las tarjetas a Pernía y López. El gol podía haberlo anulado, pero tampoco era tan clara la jugada como para decir que nos han atracado.
Esto es lo que da de sí esta plantilla, señores y señoras. Si te estiras, se te ve el culo; si te encoges, apenas sacas la cabeza. Con este plantel de centrocampistas es lo que tienes. Maniche es un deshecho; Raúl García se ha quedado en nada; y en consecuencia, a Forlán sólo lo ha acompañado un Simao que trabajó mucho en tareas de cobertura, pero a un precio muy alto: conforme ha ido transcurriendo el partido, ha ido desapareciendo. De López como centrocampista, qué decir: más de lo visto ya en Huelva; es decir, bien para tapar, pero muy poquito hacia delante, como era de esperar. Repito para terminar mi único reproche al míster: en esa línea me faltaba hoy Maxi y claramente sobraba Maniche. pero no estoy muy seguro de si haber hecho esa modificación habría cambiado el desenlace.
¡Ah!, se me olvidaba. Para mí, queda confirmado que los dos pufos del año son los centrales (de Banega, ni hablo). Me quedaba la duda del checo, al que no sabía si calificar de futbolista corriente o flojo. Vistos los córners en contra de ayer, el gol del Geta de hace siete días y su contumacia en regalar cada día un balón al contrario, cada vez me inclino más por la segunda opción.