HONORIS CAUSA: Pregunta para los que habéis estado en las dos finales de Hamburgo y Barcelona: ¿hubierais cambiado el haber estado en Hamburgo por lo vivido en el Camp Nou? Es para situarnos mejor los que no pudimos ir a Barna...
Yo he estado en todas las finales que ha jugado este equipo desde la Intercontinental, incluida, salvo la de Valencia porque después del descenso me negué a ir, era demasiado el dolor acumulado, ni siquiera me sentía con ganas de ganar y festejar nada.
Te diré:
La Inercontinental era demasiado pequeño, pero mis pocos recuerdos son de gran fiesta.
La mayor alegría, por la edad y porque era la primera vez que era plentamente consciente de ganar un título fue la que le ganamos al Bilabo en la cuadra. Ese partido fue enorme y además la edad era un incentivo muy grande y el primer título de plena consciencia, también. Además en esa ocasión estábamos en minoría en las gradas y fue cuando empecé a conocer lo que era una grada y, lo que es más importante, lo que es una grada siendo seguidor del Aleti.
El mayor orgasmo: La cuadra nuevamente, contra los fuleros. Eso es el éxtasis deportivo no comparable con nada. Más si cabe por quiénes metieron los goles, a quiénes se los metían, cuando se los metían y dónde se los metían.
La consecución de la felicidad, del por fin, del joder coño sí: Albacete en el Calderón, previo paso por Zaragoza.
Hamburgo: No lo cambio por nada. Barcelona: No lo cambio por nada.
No soy capaz de discernir o separar Hamburgo de Barcelona. Para mí ya siempre serán un todo. Una final complemenenta a la otra. El triunfo en una cura en parte el dolor de la derrota en la otra. El orgullo tras la derrota da sentido al triunfo conseguido y lo magnifica porque las lágrimas vertidas y la alegría sentida eran más que justificadas. Ese orgullo final, ese sentimiento de éstos son los míos, son mis hermanos, son con los que siempre quiero estar, ganando o perdiendo, es impagable.
Como decía en mi escrito, en Hamburgo lloramos, por muchos motivos y la alegría fue inmensa. La rabia contenida durante tanto tiempo y por tanta gente, salió a flote. En Barcelona, el orgullo que sentí y el día que viví, es impagable. Nunca he vivido un sentimiento de exaltación del Aleti igual, sólo comparable al día del Centenario, pero lo de Barcelona, lo supera y lo supera creo gracias al haber conseguido la victoria en Hamburgo. Es complejo, pero a la vez fácil de entender si te quedas con las palabras de Fu: Todo esto lo he vivido con mis hermanos, con mi familia rojiblanca, aunque en muchos casos no haya estado físicamente con ellos, pero sabía que estaban allí. Y con la familia se está siempre, en las buenas y en las malas y eso es lo que lo hace más grande todo. Como decía Oze, necesitábamos una fiesta así, como la vivida en Barcelona, y añado que, necesitábamos un título así, como el ganado en Hamburgo.
Por completarlo todo, los peores momentos: Zaragoza, con la Real. Uno de las peores derrotas que he vivido, por lo duro e injusto de la misma. Lyon, aunque como Barcelona, mereció la pena. Y dos que no son finales, las semifinales de la Recopa con el Parma. Estaba seguro de que nos íbamos a Wembley, a la catedral, a ver jugar una final europea del Aleti allí, un sueño... y nos quedamos en tierra. Uno de los peores desengaños. Y por supuesto, el peor de todos: Oviedo y el día que el felizmente finado ganó las elecciones, aunque en ese momento no fuéramos realmente conscientes de lo que significaba, pero a la larga, la más dolorosa.
P.D. Gracias a vosotros, yo sólo he intentado ponerle palabras a lo que vivimos allí. Los sentimientos los ponéis vosotros, porque están en vosotros.