Bacharach: Cobarder: Si tu pareja de baile es Cata, practicando lo que vas a conseguir es llegar al concurso, a la gran noche, con los pies hechos polvo. Para mi gusto, jugar más partidos abre la posibilidad de cagarla más y generar más desconfianza, no de mejorar la compenetración.
"La compenetración funciona en sentido inverso a la costumbre". Bueno, pues vale, es una teoría como cualquier otra, pero supongo que entenderás que haya gente que no la comparta. Yo prefiero que el entrenador de mi equipo funcione ligado a ideas un poquito más convencionales.
No es una teoría general, es una visión de un asunto concreto, justificar la presencia del cata para preparar la copa. Perder potencial defensivo 4 o 5 partidos (ya llevamos semanas de "rodar" al Cata, que ya es un canto suficientemente rodao de por sí) para que la pareje funcione mejor una noche en concreto es mucho gasto para poca chicha. Una gente que entrena juntos todos los días -por más que la competición sea otra cosa,de algo servirá entrenar- y dos jugadores que no son ningunos novatos no creo que vayan a dar un salto de calidad en 300 minutos juntos.Y todo para una noche, porque el Cata, obviamente, seguirá siendo suplente después. No he visto mejora apreciable en las prestaciones del Cata cuando ha jugado más, igual que no creo que alinear a Asenjo le haya servido a nadie. Ni a él, que sigue su caída en picado, habiendo llegado al fondo sigue su marcha inexorable hacia el mismo centro de la tierra. Ni al club, porque se devalúa cada vez que juega. Ni al equipo, que ha encajado más de lo esperable. Ni a Courtois, que no se cansa demasiado al jugar.
Y sobre la costumbre: que dos centrales se acostumbren a perder juntos -y viendo la convocatoria y el planteamiento pienso que es probable que ocurra- no me parece un gran bagaje: lo suyo sería que se acostumbrasen a ganar. Poner al Cata junto a todos los titulares es una cosa. Ponerlo con Asenjo, Cisma, Cebolla, etc. es otra. Resulta que en Valladolid, con todo el arsenal, no juega, pero el jueves sí, siendo la alineación de Valladolid mucho más similar a la previsible en copa. Me parece que en nuestro afán de justificar al cholo vamos más allá de lo que va él mismo. Simeone confía -más o menos- en el Cata, y desde luego lo prefiere a Pulido. Yo disiento, y también de algunas de sus rotaciones. Él decide, y yo opino, que es el papel que nos toca a cada uno. Y él ha decidido que la EL es un lastre, y yo me quejo porque no era eso lo que nos había contado al principio.