A riesgo de pecar de un optimismo excesivo, creo que la victoria de ayer es mucho más importante de lo que parece. Puede ser un punto de inflexión, por varias razones:
1. Estaba comenzando a nacer un sentimiento bastante negro y deprimente entre la gente, no sé si por lo de la grada, la falta de alegría o el palmar otra vez en casa después de milenios, y este sentimiento no estaba en absoluto justificado. Estamos ahí, arriba de la tabla, donde el Atleti debe estar, y primeros de grupo en Champions y con un rival en octavos que, partido a partido mediante, puede resultar asequible.
2. Ayer el equipo demuestra que tiene el ánimo y la mentalidad para repetir lo de otras temporadas. Se empieza palmando, en un campo hostil, con un primer tiempo espantoso y dos bajas extremadamente importantes, tu máximo goleador y el cerebro y mejor jugador de tu equipo. A pesar de todo ello, se remonta, y con solemnidad y categoría.
3. Un tío que se supone que tenía que aportarte algo, te lo aporta. Griezmann, goles y velocidad para el contraataque.
4. Hemos conseguido puntuar con esa horrorosa camiseta, esto es un hecho notable, yo nunca lo hubiera creído posible.