Que asco todo, somos el único equipo que, año tras año, empieza la temporada con menos ilusión. No mantenemos el bloque, no mejoramos lo que hay, tan solo creamos un sitio en el que los jugadores pasan, algunos con más suerte que otros, mientras dos personajes se lucran de todo este movimiento, atrayendo a su vez a los buitres y carroñeros que conocen la herida abierta de esta empresa de compra-venta en la que se ha convertido el Atlétcio de Madrid. La temporada no es más que una tasación para ellos de sus jugadores para luego sacar tajada. Algo que parece tan evidente es desconocido por la mayoría y encubierto por la prensa. Nosotros, los únicos perjudicados, seguimos acudiendo semanalmente al estadio o televisión para animar al nuevo grupo de cada jornada.
Si la ecuación monetaria de los indirigentes se basa en Golfos = Jugadores + Afición , hasta que no fallemos, ésto seguirá siendo su feudo. Nos duelen los números de socio, el no acudir a una final. Nos guste o no, reneguemos mil veces de ello, somos colchoneros y mientras el equipo mantenga el mínimo ápice de lo que fue, aunque solo sean los colores, vamos a seguir queriéndolo como un hijo descarriado del que nos queremos olvidar o reformar, pero no podemos, y acabamos acudiendo en su ayuda en los momentos importantes.
Hoy se va otra parte del club, y algún día el estadio, y otro dia...
¿Hasta cuando el golpe de efecto que haga girar a toda una afición que acude impasible a la mayor estafa vivida en una liga profesional? Se que muchos aquí lo dan todo cada dia para que esta situación cambie, cualquier persona que está en este foro merece mi respeto pero, queramos o no, hasta que el rebaño guiado por la familia Gil despierte, ellos podrán seguir robándonos estos"trocitos" atléticos que nos quedan, ese oasis en el que podemos tomar un sorbo y seguir adelante.
“Cuando desde fuera nos quieran dividir, nos quieran decir que las cosas van mal, quiero que os acordéis de cómo os sentís ahora, porque eso es ser del Atleti. Que nadie os quite ese sentimiento ni os haga sentir diferente”. Fernando José Torres Sanz