Y el ñino... dejó de serlo.
Ayer Fernando Torres entró en la historia del futbol español y en la del Atlético de Madrid en particular.
Ya no es una promesa, ya no es un chaval que comienza, ya no es un jugador al que se le pide más de lo que puede dar, entre otras cosas, ser idolo de una afición desquiciada. No, ya no. Ahora es un jugador ...