Y el niño dejó de serlo... (13/01/2003)
Y el ñino... dejó de serlo.
Ayer Fernando Torres entró en la historia del futbol español y en la del Atlético de Madrid en particular.
Ya no es una promesa, ya no es un chaval que comienza, ya no es un jugador al que se le pide más de lo que puede dar, entre otras cosas, ser idolo de una afición desquiciada. No, ya no. Ahora es un jugador de primer nivel, envidia de todos los rivales, de carroñeros que ya le colocan en el Barca, que airean que lo quiso y quiere el Madrid -donde en realidad debe de jugar, dicen- o en el Milan.
Torres ya no pinta nada en la sub-20 sino que tiene sus sitio esperándole en la absoluta -cosa que nos viene de perlas puesto que si no le perderíamos cuatro partidos dentro de unos meses para jugar con la 20- y si Jose Mari jugó de titular con la selección ¿a qué espera Torres para debutar?
Todo estupendo. Además os recuerdo su fidelidad, la portada del Marca con su imagen y la frase : "Es fiel. El niño hace oidos sordos al Madrid" Sin duda lo es más que lo fue Raul en su momento que salió corriendo hacia el Bernabeú -con el beneplácito y la desidia de Gil- En este caos de club que vivimos eso es lo peor, que no tengamos la seguridad de no encontrarnos con una gilada que nos amargue la existencia.
Pero yo veo a Torres muy atlético, la verdad. Un chaval que ha mamado el colchonerismo desde abajo -me recuerda a muchos chavales de la cantera que ahora tiene 12 o 13 años y que son más atléticos que todos nosotros, que no temen al futuro, que no rabian con la derrota, que no consderan una humillación bajar a Segunda, porque por encima de todo son rojiblancos y de ahi no les mueve nadie, dando un día si y otra también una lección de como ser atletico en los malos momentos- dudo que acabe con los ciervos. Es posible que le veamos partir -¿quien sabe? tal vez no- pero su destino no es el Bernabeu por mucho que se empeñen los periodistas. El es nuestro lider ahora y no nos traicionará.
Sería bonito, si, sería un buen regalo de Centenario. 0-2 Torres y Jose Mari.
Forza.