Perea tiene cualidades sobradas para ser defensa del Atleti. En los mejores tiempos, he conocido defensas infinitamente peores que él, con muchísima menos velocidad y con tan escasa calidad técnica, que sin embargo recuerdo con cariño y agradecimiento; porque sin duda triunfaron.
Una vez, una Eliminatoria de Copa frente al Barça fue resuelta, en la prórroga, gracias a una inaudita arrancada por la banda de Tomás Reñones, que no sólo se recorrió la banda a la velocidad del relámpago -algo habitual- sino que encima hizo al menos tres regates -algo inaudito- llegó hasta la línea de fondo y colocó un centro preciso que remató alguien. La reacción fue una mezcla de alegría, euforia, pasmo y, finalmente, cierto descojone: jamás se había visto a Tomás en una de esas, tras casi una década de titularidad y triunfo absolutos ... lo que no quita para reconocer que ese triunfo fue indistutible: nadie le pidió jamás a Tomás que hiciera malabarismos, sino más bien que persiguiera a los contrarios como un poseso, que les acojonara echándoles el aliento en la oreja y que no pasara ni uno por su sitio; cosa que consiguió con un porcentaje altísimo.
Fue una maravilla disfrutar aquí de Luiz Pereira y, en la lejanía, de gente como Beckenbauer, Baresi o Maldini. Sin embargo, no creo que sea ni lo normal ni una medida justa para valorar a un defensa. De toda la vida de Dios, los defensas han sido futbolísticamente justitos y técnicamente unos paquetes. Para empezar, atléticos ilustres como Griffa, Calleja, Ovejero, Iglesias, Capón, Arteche, Juanma López o el citado Tomás. ¡Coño! ¡A ver si ahora va a resultar que eran unos virtuosos!.
El problema de Perea, como el de Pablo, es el sistema y la falta absoluta de apoyo de la línea media. Han funcionado como pareja en otras temporadas, con equipos muy inferiores y, sin embargo, con bastantes más apoyos; lo que me lleva a pensar que su problema no es de valía.
La simple aparición de Camacho (no quiero exagerar con él, pero tampoco ignorar su evidente influencia en el mejor funcionamiento del equipo) ha mejorado el rendimiento de la pareja y, por un lado, me gustaría ver a Ruiz y Arteche, por citar un dúo que funcionó muy bien durante muchos años, defendiendo en un sistema 4-2-4, en el que uno de esos dos fuese Cléber, sin un lateral derecho claro y con las intermitencias ya conocidas en el lateral izquierdo. Y encima, exigiéndoles que saquen el balón con calidad y precisión.
Puede haber pitorreos hasta la extenuación, con la coincidencia de nombres y colores entre Luiz Pereira y Luis Perea. Sin embargo, es un defensa puro y duro, de lo mejorcito que hay en la Liga española y aprovechable sin duda alguna. También lo es Pablo, internacional fijo a criterio de nuestro Luis y, en todo caso, será dudosa su compatibilidad y, desde luego, muy mejorable su acompañamiento.
(...) Nosotros, que somos de Gárate, despreciamos el modelo actual de sociedad anónima deportiva basado única y exclusivamente en criterios mercantiles y cortoplacistas, en sacar el máximo rendimiento de lo que se tiene aunque esto se haga en claro menoscabo de la identidad del club, y de la afición, y del proyecto deportivo (...) "Nosotros, que somos de Gárate" - Carlos Fuentes - El Rojo y el Blanco