El Blog de Bernardo Salazar

febrero 2008 - Artículos

INDIGNANTE Y LAMENTABLE

Lo del pasado domingo ante el Athletic fue indignante, lo de anoche lamentable.

Se puede culpar a los jugadores, que son los que están sobre el césped. Al entrenador, que es el que les elige, les sitúa, y les corrige. Al director deportivo, que es el que configura la plantilla y lleva a cabo los fichajes y las bajas.

Desde que bajamos a segunda división hemos cambiado de jugadores a razón de diez o doce por temporada. Se han sentado en el banquillo, sabios, científicos e ignorantes; de alto copete o de baja estofa (con todo respeto, por supuesto).

Se han sucedido los directores deportivos, nacionales y extranjeros, atléticos de toda la vida y foráneos sin prestigio. Repasen la nómina de sus fichajes.

A pesar de todo ello, el fracaso para resituar al Atleti en el puesto que ocupó históricamente se repite una temporada tras otra.

Lo único que no ha cambiado en estos años es la cúpula dirigente de la sociedad anónima. La familia Gil, el presidente Cerezo y los consejeros Albarracín, Abásolo, Alonso y López siguen sentándose en la sala de juntas del Vicente Calderón año tras año, acumulando decepciones y, según dicen, perdiendo dinero a espuertas.

¿No serán ellos los culpables de que el club no prospere en lo deportivo?

En una revista del año 1920 puede leerse:

Al hacer el pase los delanteros deben de tratar que el balón vaya a un compañero en las mejores condiciones, imponiéndose por lo tanto, de ser posible, el pase por bajo, que permitirá recoger el balón con facilidad. De llegar el balón botando o por el aire, será más difícil dominarlo y se tardará más en hacer la jugada.

Al hacer el pase por bajo ha de tenerse en cuenta que no se debe enviar el balón a los pies del compañero, sino algo más adelantado, para que este pueda recogerlo y continuar la jugada en velocidad.

El tirar bien a goal es un arte muy difícil que se aprende y se perfecciona en los entrenamientos. Hay jugadores que tienen gran facilidad para darse cuenta instintivamente de la situación de la portería adversaria y de la colocación del goal-keeper. A esto es debido en gran parte el por qué algunos delanteros marcan más goals que otros. También los delanteros que saben dar al balón lo mismo de bolea, media bolea o bote pronto, que a balón parado o sin levantar del suelo y que tiren a goal lo mismo con el pie izquierdo que con el derecho, serán los que más goles marquen.

¡Cuántas veces vemos en los campos de fútbol a delanteros solos enfrente del goal y cuando todos pensamos en ver el goal hecho, quedamos estupefactos al ver que el balón va por alto. Esta mala jugada tiene su explicación y los delanteros al entrenarse debieran pensar en el por qué de este defecto grave y tratar de corregirlo.

Las razones de por qué tan bonísimas oportunidades se pierden lastimosamente, son las siguientes:

En primer término, al tirar a goal se debe mirar al balón; de lo contrario, lo mismo se le puede dar arriba que abajo o a los lados. Mirando al balón se da uno cuenta de la clase de bote o efecto y no se pega a ciegas.

Muchos delanteros tienen también la manía de tirar con toda su fuerza y, al hacerlo así, levantan demasiado la pierna y el balón toma la dirección del pie, o sea la de abajo hacia arriba. Si al tirar a goal no levantaran tanto la pierna, y, además de mirar al balón, dieran el golpe seco, el balón no se levantaría. En vez echar el cuerpo hacia atrás debe inclinarse ligeramente hacia adelante.

Para marcar goals es necesario tirar mucho a goal. Cuantas más veces se tire, más probabilidades hay de marcar y por esto aconsejamos a los delanteros que no desaprovechen las oportunidades y que en cuanto están en posición de tirar a goal, lancen el shoot.

   Estas recomendaciones se hacían a futbolistas que no cobraban un euro, que jugaban por el honor de sus colores, apenas entrenaban, y practicaban el fútbol en terrenos y con materiales que hoy rechazarían hasta los más modestos escolares. A unos futbolistas que ganaron la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Amberes.

Han pasado más de ochenta años y los jugadores rojiblancos, los que ayer fueron eliminados por un modesto conjunto inglés, cobran al año lo que muchos aficionados no cobrarán en toda su vida laboral.

Pues estos millonarios, todavía no se han aprendido una lección tan sencilla como antigua

RIGOR y FIABILIDAD
Compromisos familiares me impidieron ayer seguir el partido del Atleti en Santander. Supe que llegamos al descanso con empate a cero y que cinco minutos antes de finalizar el encuentro íbamos ganando por cero a dos. Por la noche pude ver el resumen, los dos goles de Forlán y varias jugadas meritorias que no acabaron en gol. Me alegro porque siempre me produce alegría el triunfo rojiblanco. También por el uruguayo, que rompió su sequía goleadora y obtuvo el premio que sus esfuerzos merecen. Después de una extraña semana donde García Pitarch, primero, y Aguirre, a continuación, han llenado varias páginas en los periódicos sin decir apenas nada, era conveniente un triunfo que devolviese el sosiego a jugadores y aficionados ante el duelo con el Bolton. Las de uno y otro merecen un detallado análisis.
No será fácil el partido en Inglaterra, pero más vale ir con buen ánimo que con las alforjas repletas de desilusiones. En fin, veremos qué pasa el jueves.
La lectura de la prensa vuelve a brindarme una imagen triunfalista que en esta ocasión no puedo discutir. Me fío de lo leído. Jugamos muy bien en El Sardinero y hasta el mismo entrenador racinguista proclama que fuimos superiores y merecimos la victoria. 
 
Pero esta mañana me ha entrado de nuevo la neura por la información que recibimos los aficionados.
He tenido que ir al Corte Inglés de Nuevos Ministerios a recoger un encargo y he aprovechado el tiempo para visitar la anunciada exposición fotográfica que el MARCA expone en dicho centro comercial con motivo de su 70 aniversario. Aniversario que no corresponde al diario, nacido el 25 de noviembre de 1942, sino al semanario aparecido en San Sebastián durante la Guerra Civil el 21 de diciembre de 1938.
Efectívamente, en el edificio donde estuvo Celso García y que el Corte Inglés dedica ahora a juguetes y deportes, en su primera planta, se haya expuesta una colección de fotografías bajo el título 'La Historia del Deporte en Imágenes'. Muchas y buenas imágenes.
La desilusión, mi preocupación, llega al leer el texto de cada una de ellas. A simple vista, de memoria, he visto más de setenta errores. Unos simplemente son ortográficos. En otros se escriben mal los apellidos de las personas fotografiadas. En otras se omiten todos los nombres o el de alguno de los retratados, o se dan en orden diferente al que aparecen en la imagen. Peor sucede en aquellas donde se cambia los nombres de las personas retratadas. En bastantes casos la fecha de la fotografía no se corresponde con la del año en que se plasmó. En algunas con tres, cinco o incluso cuarenta años de diferencia (hay una foto del Tour fechada en los setenta que pertenece a los años veinte).
 
Supongo que después de 70 años el archivo fotográfico del MARCA debe de ser importante, magnífico.
Sin embargo, o no está bien documentado o las personas que han redactado los textos son unos ignorantes de tomo y lomo. Esta parece ser la tónica general en las nuevas generaciones de profesionales. ¿Kubala en el Barça en 1947? ¿El Alemania - España de 1942 se jugó en Milán? ¿Emilín fue el jugador que marcó de penalty el gol español ante Alemania? ¿Un jovencísimo Matías Prats pudo retransmitir en 1951 un inexistente España - Portugal? ¿Los delanteros (nueve, cuyos nombres no figuran: Eulogio Martínez, Suárez, Di Stéfano, Puskas, Gento, Del Sol, Adelardo, Peiró y Collar) se entrenaban en 1963 para ir al Mundial de Chile - 1962? y así una tras otra, incluso de tiempos bastante recientes. Lamentable. 
 
Con estos 'profesionales' ¿podemos confiar en que la información que actualmente se nos suministra tiene la fiabilidad que merecemos los lectores?   
Bueno, el Atleti ganó en Santander y jugó estupendamente.
SELECCIÓN ESPAÑOLA

Anoche la Selección española derrotó a Francia gracias a un gol de Capdevila. En el periodo previo al encuentro y durante el discurrir del mismo no se les caía de la boca a los informadores mediáticos lo de la categoría amistosa del partido, su carácter de venganza de la última eliminación mundialista y el tema ya cansino de la ausencia de Raúl.

Sigo con fervor la trayectoria de nuestro equipo nacional desde que en la primavera de 1948 asistí en el recién estrenado Chamartín al España - Portugal que ganamos por 2-0 a nuestros vecinos. Era una  época en que se jugaban pocos partidos internacionales y además no había televisión. Si España no jugaba en Madrid había que seguir las incidencias a través de la radio y posteriormente con la lectura de los periódicos y algunas imágenes en el No-Do.

En aquellos tiempos nunca se llamaron partidos amistosos a los encuentros entre dos selecciones nacionales y con árbitro designado por la FIFA, aunque no perteneciesen a ningún torneo oficial (sólo existía  la Copa del Mundo). Los partidos amistosos eran los que enfrentaban a nuestros posibles internacionales con equipos de club, bien fuesen españoles o extranjeros, y generalmente con gran afluencia de público. Lo mismo los rivales eran el Valladolid, Alavés, Osasuna o Plus Ultra, que San Lorenzo de Almagro, Stade de Reims, Bayern de Múnich o Ajax. Esos sí eran partidos amistosos y no computaban en el palmarés de nuestra Selección.

Recuerdo las dificultades para conseguir entradas ante un choque con Argentina, Alemania, Inglaterra... cuando únicamente estaba en juego el prestigio de nuestro fútbol; ni más ni menos que el prestigio de nuestro fútbol. 

Ahora todo lo que no sea competición organizada parece que no es más que un trámite y que fundamentalmente estorba. La responsabilidad no sólo recae en los medios de comunicación y la ignorancia de sus colaboradores, sino también en nuestra Federación y sus hombres. Más que un partido serio parece que organizan una pachanga verbenera. Algún día analizaré seriamente este tema.

Ayer jugamos contra Francia, últimamente gran potencia del fútbol mundial. Ganamos y en ningún caso se puede considerar venganza de nada. De entrada no me gusta el término venganza. En el deporte no hay venganzas. Hay desquites, partidos de revancha, devoluciones de visitas deportivas...

Me sorprendió, supongo que a todos, la vestimenta de nuestro equipo nacional. España siempre jugó con camiseta roja desde su debut en los Juegos Olímpicos de Amberes (1920), excepto en la inmediata posguerra que lo hizo de azul (1941-46).

Cuando había que cambiar de colores para evitar confusiones con los del equipo contrario lo hizo de blanco o de azul. ¿A qué obedece salir de dorado-amarillo cediendo al rival nuestro tradicional uniforme? ¿Es otro negocio más de las personas que rigen los destinos de nuestro fútbol?

Me costaba seguir las evoluciones del juego en la pequeña pantalla sin confundir a los nuestros con los rivales. Tenía que hacer un gran esfuerzo mental para reprimir mi susto ante un ataque de los ‘amarillos' sobre la portería roja o mi decepción por un remate fallido de los ‘rojos' sobre la puerta dorada. ¡Qué patético!

Referente al problema Luis - Raúl estoy curado de espanto. He visto a lo largo de los años como la prensa quería y a veces lograba meter a Molowny en nuestro equipo nacional por encima de hombres mucho más completos para la función de interior, como Herrerita, Panizo, Arza, Igoa, Hernández o Venancio. He visto jugar en nuestro equipo representativo (sobre todo si el partido era en Chamartín) a jugadores del club blanco que no eran los mejores españoles en sus puestos. Repasen la lista de nuestros internacionales y adivinarán sus nombres.

Mayoritariamente nuestros seleccionadores han pagado ese peaje para contentar a los poderes mediáticos, madridistas principalmente. Todavía el año pasado se pedía la inclusión del lateral blanco Miguel Torres después de jugar sólo cuatro partidos en el primer equipo merengue y hace un par de temporadas se solicitaba la llamada del defensa Pavón. Hemos visto a Raúl Bravo hacer el ridículo en la Eurocopa de Portugal o a Iván Campo fracasar rotundamente como lateral ante Nigeria. Ninguno de ellos tenía (tiene) lo que antes se llamaba clase internacional.

¿Hay que recordar las grandes enemistades que se ganó Clemente por eliminar de su equipo a los componentes de ‘La Quinta del Buitre'?   

Luis Aragonés se equivocó al llevar al Mundial- 2006 a un Raúl ya en la cuesta abajo de su carrera y apenas repuesto de una grave lesión. ¿Fue una concesión mediática? Pues le salió muy mal. No se lo agradeció nadie salvo Raúl, bueno, parece ser que ni Raúl.

Los mismos que el año pasado (ver hemeroteca) pedían la suplencia de Raúl en el once madridista, son los que ahora piden su inclusión en el equipo que debe acudir a la Eurocopa. Todo porque ha marcado varios goles a comienzos de temporada. El más listo de la clase lleva dos meses en los que sólo ha logrado un gol (precisamente ante el Atleti), a pesar de jugar en el equipo líder y, de nuevo, en su puesto preferido de segunda punta. Las presiones de todo tipo sobre el seleccionador son tremendas ¿Terminará Luis bajándose los pantalones? Por si acaso le han preparado otra disyuntiva, la de Guti. Un jugador que a sus 31 años no ha sido titular fijo en su equipo con ninguno de los ocho o nueve entrenadores que en estos últimos años se han sentado en el banquillo merengue. Por algo será.

Desgraciadamente Luis Aragonés da pie a numerosas críticas con un comportamiento que me resulta extraño. Llegó al cargo de seleccionador aplaudido por todos y va a dejar su puesto con más adversarios que defensores. ¿Le pesan los años?

Continuará.