Abrazados a la Miseria

El Blog de Severino Lorences

Sobre mi blog

Todo escritor es también el primer lector de una obra siempre destinada a otros. Nadie escribe para sí mismo. Asumiré, por tanto, la hipótesis de que estas páginas van a ser visitadas. Es mi blog, pero también el de cualquiera que lo abra. Lo titularé como mi próximo libro: “Abrazados a la miseria”.

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mayo 2013 - Artículos

Madrid, la nuit... magique (apunte)

 

El precedente épico (o hípico, porque se suele impetrar la intervención de la caballería, ya que en este tipo de remontada la coz y el galope son esenciales) no lo representaban el Derby County, el Anderlecht o el Borussia Mönchengladbach (nadie lo confunda con el grande, el de los años 70; se trataba de uno tierno y paliducho que vino después), ni tampoco el mediocre Inter de los ochenta. No, el precedente épico lo representaba el Alcorcón, un equipo de Segunda B a quien el incomparable astro Guti, con espíritu de rufián, llegó a prometer en público una manita; luego encajaría un gol y de casualidad.

Los sucios periódicos antideportivos, infestados de necios hooligans, tocaron a somatén. Se trataba de resucitar las supuestas proezas de la época de María Castaña protagonizadas por Santillanas, Juanitos y Gallegos. Para preparar el clímax fueron de asilo en asilo en busca de la declaración auspiciosa de los viejos derrotados, bastantes de los cuales, a juzgar por lo que afirmaban, seguían tan idiotas como de costumbre, pero entonces surgió aquel ex jugador del Inter, participante en una de las noches mágicas del Bernabéu, para divulgar la fórmula secreta de tanta heroicidad: "Organizaron la caza del hombre". O sea, no el dos de mayo, sino más bien la jauría humana.

"Un final grandioso", "Se rozó la gesta", "Yo creí", "De milagro no hubo milagro".  Siempre tan hiperbólicos cuando el grande abusa del pequeño, esta vez dieron por buena la derrota y se contentaron con el lavado de imagen. Además, ya habían disfrutado hasta el paroxismo con los infortunios del Barça. (Imperecedero aquel titular de un diario capitalino de cuando las semifinales de Copa: "El Madrid desnuda y aniquila al Barça".)

El rival europeo era un equipo bisoño que ha costado 38 millones de euros, fletado por un club cuyo presupuesto es sólo un poco superior al de varios conjuntos de España que no son el Madrid y el Barcelona. Este Dormund ha batido al todopoderoso merengue, lo ha derrotado dos veces en cuatro partidos y lo ha eliminado con todo merecimiento de la Copa de Europa. De modo que la chequera explica algunas cosas sobre las que no abundaré, pero no todas, ni siquiera la mayor parte.

Es más: lo que ha mantenido al Barça en la cumbre durante estos años no ha sido su estupendo budget (el segundo más abultado del balompié planetario, tras el del merengue enriquecido una y otra vez por las autoridades golfas de Madrid; la corrupción no es de ahora), sino su formidable cantera. Sin la Masía, los culés hoy no pasarían de ser un equipo caro y segundón, como tantas veces en su historia y, lo que es más significativo aun, sin la Masía, el Barça no hubiese vertebrado la magnífica selección española actual, cosa que, por cierto, jamás hizo el blanco victorioso de la raza superior.

Según el clan de Mourinho es difícil que un portugués triunfe en España. Sin embargo, aquí han actuado varios futbolistas lusos, y algunos de ellos llegaron a ídolos de la afición: "Levas pretas" Alves (un excelente medio de enlace que actuó en el Salamanca), Futre, Duda, el propio Ronaldo..., por no hablar del extraordinario angoleño Jorge Mendonça. Caen mal (salvo en el Real Madrid donde los adoran) los chulos que además se hacen las víctimas; los agresores que sollozan (como Pepito, el hermano mayor de un tal Diego Costa, otra alhaja) y los ventajistas que mendigan equidad y hallan jurisprudente la ley del embudo.

En fin, Mourinho quería que el fútbol hiciera justicia, y el fútbol obedeció; no siempre los dioses hacen oídos sordos.