Abrazados a la Miseria

El Blog de Severino Lorences

Sobre mi blog

Todo escritor es también el primer lector de una obra siempre destinada a otros. Nadie escribe para sí mismo. Asumiré, por tanto, la hipótesis de que estas páginas van a ser visitadas. Es mi blog, pero también el de cualquiera que lo abra. Lo titularé como mi próximo libro: “Abrazados a la miseria”.

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julio 2007 - Artículos

Vampiros e idiotas

Empezó el match (o lo que fuere) y, sin darme cuenta, me puse a silbar irónico la música de aquella serie de dibujos animados de nuestra infancia: "¡Ya está aquí la diversión..!" Nada espera uno del Atleti, salvo quizá un plus de ridículo. ¿Cómo se las arreglará para sorprender al espectador más escéptico, a ese que cree haberlo visto todo? ¿Cómo escarnecerá esta vez a sus seguidores?

La gloria fue para el Bistrita (del búfalo caído en la sabana comen hasta los carroñeros más insignificantes), y el Atleti añadió otro jalón a su ya enorme historial de fiascos. ¡Un equipo de pueblo o de barrio, incapaz de elaborar una sola jugada, le hizo dos goles, sin que mediara combinación, centro o regate!¿Pero se puede confiar en un club que ha recompensado a varios de sus peores miembros con otra oportunidad? ¿Qué hacen vistiéndose aún las espantosas camisetas de Nike los Perea, Luccin, Mista, Petrov, Costinha, Jurado y Braulio? ¿Quién los puso ahí? ¿Qué hace en el Atleti un entrenador incapaz de percatarse de que Perea es todo menos un jugador de balompié (ya se cargó a Bianchi con sus garrafales despistes), Luccin, un pelagatos que jamás cubrirá con garantías la posición del mediocentro y Mista, un baúl que no vale para jugar en la delantera ni en ningún otra posición? ¿Es tan difícil de entender que la lentitud de un punta lo vuelve inútil para el fútbol de hoy, que los defensas que regalan goles no son defensas sino delanteros enemigos camuflados y que en ciertas zonas del terreno de juego sobran los hombres sin carácter y de nulo juicio? ¿E incluye la capitanía recién estrenada de Maxi la obligación de lanzar los córners? ¿Y por qué no acude también a rematarlos?

El Atleti, que semejaba el Carabanchel o el Ciempozuelos (equipos de regional a los que no tardará mucho en medirse, pues no merece otros antagonistas), cayó en el campo de unos autodenominados vampiros azules, criaturas en el fondo y en la superficie afables y vegetarianas. Drácula y sus adeptos ya no moran en Transilvania sino en el Calderón. (A diferencia del murciélago rumano, los del Atleti no son condes o príncipes, aunque lleven dos décadas con los colmillos en la yugular de un club ya exangüe.)

El Atleti es hoy sinónimo de improvisación y desbarajuste: las metástasis de un tumor que no respeta ninguna área de la entidad. Dos ejemplos: ¡hacen regresar de las vacaciones a Agüero y a Forlán porque temen caer ante el Gloria Bistrita! ¡¿Y no se empeñan en nacionalizar en tres días a Perea, a fin de que el 28 Aguirre pueda alinear otro extranjero?!

Concluye un periódico que algo en el Atleti se mueve porque algunas peñas (en este caso las de Galicia), hartas de las maniobras de Gil Marín para desactivar toda oposición, se han arrancado los grilletes del conformismo y de la abulia y claman contra los únicos (repito: únicos) responsables de la calamidad. No obstante, los espíritus rezagados todavía abonan la quimera del oro. Última versión:

"El proyecto en el que se trabaja ahora, tras el rechazo de los dos primeros, contempla la construcción de cinco torres, la más alta de 17 pisos. Ese complejo albergaría 1.600 pisos. Desde el Atlético se confirman los contactos con el consistorio sin más, pero se insiste en que para dar el paso definitivo y abandonar el Calderón se tienen que dar imperativamente ciertos requisitos (...) El primero es recibir un terreno o un artefacto (¡sic!) donde construir un estadio propio. Si el Consistorio quiere incluir el Estadio de La Peineta, el club del Manzanares no contemplaría la posibilidad de que éste tuviera pistas de atletismo, con la excepción de que Madrid fuera sede ol’mpica. En ese caso se accedería a que se dotara al complejo de tartán por un tiempo máximo de dos temporadas. El Atlético siempre ha calculado en torno a los 170 millones de euros la cantidad necesaria para acondicionar a su gusto el Estadio de La Peineta. Además, el equipo debería recibir un montante económico que le permitiera sufragar gran parte de la deuda que, según el club rojiblanco, asciende a algo más de 110 millones de euros (...) Los rectores del Atlético saben que la venta del Calderón sería una medida impopular entre una parte de su hinchada. La afición se haya emotivamente ligada a su actual estadio, sin embargo se insiste en que sólo se cambiaría para mejorar. Además, los dirigentes no contemplan la venta como una descapitalización. Desde el Manzanares se asegura que entre lo que se recibiría por el estadio más las 140 hectáreas de la futura ciudad deportiva de Alcorcón, el club sumaría unas posibilidades históricas. Por su parte, se espera que en marzo de 2008 se ponga la primera piedra de la ciudad deportiva”.

La vida contada por un idiota para otros como él. Supongo que lo del "artefacto" será algo así como una lámpara maravillosa que, al frote, dé futbolistas descomunales con sólo enunciar un deseo. Pero aceptemos provisionalmente las cuentas que nos propone el último cuentista: el Atleti necesita 170 millones para acondicionar el Allianz Peineta y debe 110 (aunque aquí cada cual pone la cantidad que más le gusta; la citada es de las menores que se han barajado).Total: 170 + 110 = 280. Supongamos que los 1.600 pisos del Calderón salen a la venta a 300.000 euros la unidad. El lote completo reportaría 480 millones. Supongamos que el promotor y Gil Marín van a medias. El okupa recaudaría 240 millones. Saldo de la liquidación del Manzanares y el traslado a La Peineta: 40 millones de ¡números rojos! (antes de impuestos). Ahora bien, ¿renunciarían el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid a su tajada? (En la Operación merengue la hubo y suculenta, y no olvidéis que las gradas semirruinosas del formidable estadio de la Comunidad de Madrid son de la Comunidad de Madrid y el suelo, del Ayuntamiento.) Como cualquiera puede comprobar, el Atleti habrá hecho el negocio del siglo.

La frase: "Desde el Manzanares se asegura que entre lo que se recibiría por el estadio más las 140 hectáreas de la futura ciudad deportiva de Alcorcón, el club sumaría unas posibilidades históricas, tiene varios inconvenientes. El primero, su innegable fealdad; el segundo, su origen. (Desde el Manzanares se han asegurado muchas cosas, sin que ninguna fuese segura, más bien lo contrario.) El tercero: las 140 hectáreas de la ciudad deportiva son exactamente la mitad: 70, pues de la otra mitad ya es dueño algún magnate del ladrillo compinche de los okupas, como debería saber (y quizá sepa) el sedicente informador. Pero es que la ciudad deportiva, cuyas obras iban a comenzar en mayo de 2007, está por construir desde la primera piedra hasta la última. (No han quitado ni los cardos del solar.) ¿Y quién la financiaría?, ¿el artefacto? Luego viene, last but not least, el asunto del equipo: ese fabuloso once capaz de codearse con las primeras potencias de España y del Mundo, según consta en el folleto que suele repartir el club a la puerta de asilos y manicomios. ¿Con qué fondos se acometerán los fichajes de Kaká, Ronaldinho, Eto’o, Rooney…., ¡perdón!, quiero decir de Simao, Santana, Abbiati, Luis García…?

Los trapicheos fantasmagóricos de los okupas van a dejar al Atleti para el arrastre, no por casualidad su política ha consistido desde siempre en cobrar primero e incumplir después las promesas de un futuro para el club como no vieran los siglos: ese porvenir a la vuelta de la esquina, alicatado de gloria y llave en mano. No habrá ciudad deportiva o la habrá en miniatura y por lo que se refiere al nuevo estadio, ni será nuevo ni del Atleti. Pero para entonces Gil Marín y Cerezo habrán emprendido la huida, si antes no lo impiden los fiscales.

(Sandez de concurso.) "Una crisis de resultados (¡sic!) traería a Riquelme". Así pues, lo de la última década no es una crisis de resultados. Carecen por igual de vergüenza y de seso.

Florilegio banal

Creo que la cabeza de los personajes deportivos, con los periodistas en lugar destacado, es un adorno inútil. (Quizá la han perdido y lucen una postiza.) Ved si no.

"El Atleti, club sin rostro" ¿No lo gobiernan dos caraduras?

"La cantera (del Atleti) pierde peso". ¿Alguna vez lo tuvo?

"Nos vamos a codear con los mejores; lo digo en serio, muy en serio". Firmado: Pompoff y Teddy (uno de los caraduras, el cual supera en comicidad a los dos clowns citados).

"Nos queda mucho por hacer aquí y no vendemos". Otra de Pompoff y Teddy, sólo que en la versión del muñeco diabólico. Hay que entender que aún no han hecho todo el daño que pueden.

Un primer comentarista a propósito del Atleti: "Ahora es obligatorio entrar en Europa". ¿Era antes optativo?

Un segundo, sobre la misma materia: "…tendremos que ir a retirar los abonos a la ajetreada ribera del Manzanares, de momento al menos. ¿Y para qué?, se preguntará usted conmigo. Pues porque es nuestro sino. Y ya que lo es, será mejor mirar para adelante". Todo buen pastor lleva sus ovejas al matadero procurando que no se lastimen ni angustien. Pero éste es un aprendiz de iluso, y actúa de rabadán de sí mismo por un estipendio. No obstante, es ilegítimo que utilice el plural mayestático. ¿Qué derecho tiene a ignorar que 3.000 abonados (según las minimizadoras cifras de los okupas) han dicho basta? Luego será su sino, no el de todos.

"¿Jugará Cuaresma el derby?" Quizá, pero ¿con qué camiseta? Este engañabobos de Quaresma ya dura demasiado tiempo. El compinche de Pompoff y Teddy, Zampabollos y Nabucodonosorcito (el señor de la deuda), se ha tirado dos semanas de vacaciones en New York. Mientras él se relajaba, los imbéciles de los periódicos insistían en fichar más jugadores para el Atleti. Que no se fatiguen ni fatiguen en vano a su público: la campaña de renovación de los abonos concluyó tiempo ha.

Además, se las han arreglado para que cale entre la afición un dilema absurdo: ¿a quién preferís renunciar, a Quaresma o a Riquelme? ¿Acaso juegan de lo mismo? Pues yo no traería a ninguno de los dos, sino a Dani Alves.

He aquí una reflexión en verdad honda: "A principios de campaña nos deshacemos en elogios hacia los jugadores que se van incorporando a los sucesivos proyectos del Atlético…" Lo enuncia como si fuera su deber, el muy necio; "…pero luego, conforme avanza el año, los elogios se van tornando en críticas y de la esperanza inicial se pasa a la desilusión ya casi habitual". Justo castigo por haberse equivocado de profesión.

Una gran nueva: "Silvio Berlusconi ha amenazado (¡sic!) con pagar íntegramente la cláusula de rescisión de Dinho (125 millones de euros a tocateja), si el Barça no se aviene a negociar las condiciones del traspaso". O sea, si el Barça no accediera a desprenderse del crack por 40 ó 50 millones de euros, Berlusconi se enfadaría y pagaría 125 millones. ¡Qué inmundo extorsionador! ¿Qué os apostáis a que el Barça no da su brazo a torcer? Será muy capaz.

Un titular muy, pero que muy, bueno porque revela al gracioso que maldita la gracia tiene: "A por la gloria sin gladiadores" ¿Qué gloria? El (la) Gloria Bistrita, claro, que otra podía ser. Más melodramático o histérico, un colega suyo editorializa: "El Atlético se juega la vida en Transilvania". A juzgar por la cantidad de veces que he leído esta expresión u otra semejante (sólo cambia el teatro donde los colchoneros se juegan a la vida a vida o muerte, supongo), el Atlético ya debe de haber perdido las vidas de setenta gatos. Los comentaristas, cultos ellos, insisten en que el duelo a pistola va a ocurrir en la patria chica de Drácula. Sin embargo no reparan en que nada mejor para combatir a un vampiro que otro no muerto que acude a todas partes con su ataúd a cuestas: el Atleti.

Gil Marín (en su avatar de Twistface) proyecta sobre los 100 años del club las tres copas y la liga que fueron a parar a la sala de trofeos del Manzanares en la primera década de la okupación, y le salen unas cuentas de fábula. En cambio, de la segunda mitad de la era Gil lo calla todo. No proyecta, por ejemplo, los dos años en segunda o los siete consecutivos sin jugar en Europa, ni los 250 jugadores contratados, los 49 despidos de mister, la monstruosa deuda, la grosería universal de su progenitor…

Un locutor de Radio Real Madrid, que ha asistido a la Asamblea de la Federación Española de Fútbol, sostiene que el organismo está en quiebra técnica (debe 6 millones de euros) y que a Villar le asustan los periodistas que le hacen preguntas enojosas (o sea, él). Además critica acerbamente el fondo y la forma de los discursos del mandatario, quien no valdría nada como hombre público, etc. etc. El jefe del anterior tachó no hace mucho de okupa (¿de dónde habrá sacado la palabra?) a la presidenta del Bilbao, que lo era en funciones o poco más, y solía atacar a Piterman (indeseable sujeto al que jamás debimos permitir que se introdujera en el fútbol, etc., etc.). ¿No os entran ganas de proyectar tan audaces palabras, tan inapelables juicios, sobre el Atlético de Madrid? ¿Por qué nunca lo harán esos paladines del deporte y de la libertad de expresión?

Por lo menos un diario ha tenido a bien entrevistar a Gabriel Camuñas, al que bastó un cruce de saludos con Gil Marín y Cerezo para calarlos: "No saben de fútbol". ¡Toma!, ni quieren saber; acaso porque el negocio de los dos compadres presupone esa alegre ignorancia. Camuñas no les hizo una oferta por el club porque desconoce el estado de las finanzas colchoneras. Los otros le dijeron que no piensan salir del Atleti y después le preguntaron –pura curiosidad– cuánto están dispuestos a apoquinar los inversores yankees que lidera el antiguo diputado de la UCD y el PP.

Lo que expone Camuñas dista mil leguas del bla, bla, bla habitual en los dos cofrades araña. Pero, lo confieso, en un punto me decepcionaron sus declaraciones. Afirma comprender a los que se manifiestan contra los okupas, aunque él no lo haría. Sólo se me ocurre un motivo para tal alarde de tibieza: el dinero ama el orden… del dinero; sólo confía en el dinero. Camba pensaba lo mismo y así nos fue.

Con la venia

1.-(Epílogo.) Escribí "El Rojo y el Blanco" para que lo que pensábamos muchos viera la luz pública. Y no se trataba sólo, ni principalmente, de que una parte de la afición al balompié, harta de tanta leyenda blanca, de toda esa inflación denominada "Real Madrid", protestase con voz audible, sino de ofrecer, por contraste, otro modo de contemplar el fútbol.

Pues bien, la única parte de la obra que interesó a los pocos medios informativos que se hicieron eco de su existencia resultó ser la del antimadridismo, quizá porque halagaba la vanidad merengue (¿qué os voy a contar?, ya conocéis la monserga: "¡Nos envidian; nos aborrecen; cuán importantes somos!"), o tal vez por que le presuponían un aire de rareza freaky. Pues bien en "El Rojo y el Blanco" había un epígrafe titulado "Épica para Goliat" que no ha envejecido. Creo recordar que la víspera del último Racing – Real Madrid, un periódico tituló: "Duelo de colosos" (¡sic!), y la victoria del conjunto de Capello en el Bernabéu contra el enorme Mallorca, aquel 3 a 1 que le daba el campeonato, fue calificada de épica, cómo no.

No acabo de ver por ningún sitio la hazaña del Real en la liga 2006-2007. Se quedó antes que nadie sin obligaciones competitivas (cayó pronto en la Champions y en la Copa), tuvo mejor salud que sus adversarios (Barcelona o Valencia, por ejemplo) y ganó (o no perdió) dos o tres partidos sobre la hora, mientras que al Barça un par de rivales le empataron también en el descuento, cuando iba por delante en el marcador. En Zaragoza, por ejemplo, el Madrid tenía que vencer y no pudo, pero le dieron otra oportunidad, como a la rubia del chiste. En la racha ulterior, se enfrentó a equipos peor clasificados que prefirieron reservar a varios de sus mejores hombres (pienso en el Español) a fin de acudir a otros compromisos más importantes (la final de la UEFA). De sus adversarios, el Barça, que consiguió los mismos puntos, jugó cinco meses y medio sin Eto’o, cuatro y medio sin Messi, prácticamente toda la temporada sin Edmilson o Belleti y al final, para colmo, perdió a Márquez, que tanto contribuye a su equilibrio defensivo.

En cuanto al Sevilla, nunca creyó en sus posibilidades. Club pequeño, se dejó deslumbrar por el engañoso brillo de los trofeos menores. Pobre invitado a la mesa de los ricos, se puso ciego de entremeses y perdió la gana de comer.

2.-(Ninguneo.) Pero en "El Rojo y el Blanco" las peores cosas no se decían precisamente del Real Madrid o, para ser más precisos, de "lo" Real Madrid. La diatriba contra Gil o contra los periódicos, mucho más virulenta, fue ignorada.

Los hechos en el deporte de masas son ya de una delgadez fantasmal; hasta tal punto que uno tiene la sensación de que podrían llegar a desaparecer por completo; han quedado reducidos a ese mínimo denominador común imprescindible que representan la competición y el score, cuya evidencia —los partidos se disputan y hay un resultado— aún no ha habido modo de desmentir o negar. Y por eso no sorprende que algunas de las cosas que son vox populi nunca formen parte de la actualidad, que es la parte o faceta de lo real que trasciende gracias a los medios de comunicación (de ahí que en buena medida éstos contribuyan a configurarla; para empezar, seleccionan sus ingredientes). Pero si la actualidad es un trozo del presente que logra trascender, lo que no pasa por el cedazo de los medios de comunicación no existe, aunque suceda (o no sucede, aunque exista), al menos para la opinión pública, y por tanto resulta social y políticamente ineficaz, pues cualquier acción que pudiera ser emprendida con arreglo a los hechos revelados (a lo que se va sabiendo) exigiría no sólo que mucha gente los conociese, que fueran de algún modo vox populi, sino que el instante de la revelación tuviese carácter público.

En la fábula del rey desnudo, los cortesanos lo ven sin ropa, pero, como el soberano insiste en que está vestido, cada cual teme incurrir en su ira, si le lleva la contraria, y, como los demás tampoco se hacen cargo del escandaloso hecho, llega incluso a creer que la desnudez regia es fruto de su propia imaginación. "Veo visiones; tal vez esté loco; disimularé, no me vayan a incapacitar mis herederos", piensa para sí. Pero cuando alguien se atreve a declarar en voz alta (en público): "¡El rey está desnudo!", la vox populi deja de ser algo que pertenece al fuero interno de los individuos o un murmullo cuchicheado por unos pocos, y se convierte en certidumbre pública y por ello en principio de acción.

Si nos referimos a la esfera del deporte, y dentro de ella al mundillo del fútbol español, yo no hallo un caso igual de ninguneo que la situación del Atleti. Del club del Manzanares se habla, mucho o poco, pero se habla. Ahora bien, todo cuanto se dice es mentira, peor aún: consiste en una cháchara petulante, sentimentaloide, plagada de bulos y eslóganes y huera de todo sentido común, cuyo propósito no es únicamente rellenar el silencio con algo mil veces peor (lo cual acontece con el deporte en general, que hoy es poco más que otra forma del ruido) sino ignorar o desvirtuar los hechos de manera sistemática.

3.-(Cauta toma de conciencia de que el rey está en paños menores.) La Asamblea de Peñas del Atleti, refiriéndose a la temporada recién concluida, dixit: "Ha sido un fracaso a nivel deportivo. Pedimos que la planificación de la siguiente se haga como le corresponde a un club centenario como es nuestro Atlético y que estemos en lo más alto de una vez por todas y luchemos por todos los títulos, con una plantilla amplia y cualificada, ya que la afición se encargará de poner su granito de arena, animando al equipo como siempre lo ha hecho. Tanto la plantilla como el cuerpo técnico no han estado a la altura, siendo obligación de los estamentos directivos que les exijan un grado de compromiso y profesionalidad y que vuelen por los valores que siempre ha tenido este club".

O sea: "Con la venia, señor conde. Nosotros sólo queríamos sugerir, con todos los respetos y sin que vuecencia lo tome a mal, ¡mano dura con el servicio!". ¡De modo que este año el Atleti ha fracasado en lo deportivo! Dicho así, parece como si en los ejercicios precedentes hubiera correteado a sus anchas por senderos de gloria y que en lo económico y en lo social las cosas presentasen un cariz más halagüeño. La plantilla no ha dado la talla (quizá no fuese tan buena como se propaló), tampoco el mister. ¿Y la afición? ¿Ha dado la talla la afición? ¿Y la directiva, que lleva 20 años en el machito? ¿Y los tarados de la prensa deportiva? ¿Han cumplido ellos? Me temo que sí, que todos estuvieron formidables.

Las masas de seguidores del Madrid y del Atleti son idiotas. La del Madrid no sabe ni ganar ni perder y atribuye éxitos y fracasos a factores peregrinos; la del Atlético olvidó hace mucho lo que es ganar y le da lo mismo perder. La primera no es exigente, es niñata; la segunda, cínica. A la primera la idiotizó la abundancia; a la segunda, la miseria; a las dos, unos medios de comunicación que entierran los hechos bajo toneladas de sandeces.

El orgullo según Cerezo

Los rojiblancos viven inmersos en la actualidad… ¡del Liverpool!, ¡qué ilusión! ¿Piensan vender Gil Marín y Cerezo la camiseta de los reds con el dorsal número 9 en la tienda del Atleti? Quizá no fuese una tontería; a lo mejor se agotaba. Todo es proponérselo a Benítez, que no tardó ni una hora en convencer a Torres de que lo mejor para él era dejar el Manzanares. Claro que ya es casualidad que Hacienda llamase dos veces a la puerta del Calderón y que, aproximadamente a la misma hora, le entraran a Torres unas súbitas e irreprimibles ganas de jugar en Inglaterra.

"En un primer momento pienso que El Niño les sirve para enjugar su deuda, pero aparece Hacienda y reclama 28 millones a cuenta de los casi 200 que el Atleti debe al fisco (…) Algunos aún se creen que Torres costea los fichajes. No. A Forlán lo paga el otro símbolo: la venta parcial del Calderón…".

El fragmento pertenece a un escrito de Javier Hernández, abonado y accionista del Atlético de Madrid. Comoquiera que el texto apareció el 5 de este mes en uno de los diarios más condescendientes con los okupas, me pregunto si no deberemos a la feliz negligencia de algún becario (que no habría sometido esas líneas a la censura de sus superiores) el que, por fin, un poco de luz ilumine la realidad del Atleti.

Más preguntas: ¿van a reeditar alguna vez la "Antología del disparate"? En tal caso, ¿le reservarán una separata completa a Cerezo? "Es un día para estar contentos porque hemos vendido a nuestra estrella a un club grande" (¡sic!). ¿Se la podíamos haber vendido a un club pequeño? ¿Es la finalidad deportiva del Atleti criar astros para que otros los disfruten? ¿Deberíamos enloquecer de felicidad cada vez que abandone el club un buen jugador?

Las neuronas de Cerezo sufren interferencias: no en vano, son dos décadas poniendo un rostro presuntamente afable (él que lo tiene muy duro y muy poco agraciado) a la estupidez, la mentira y la bribonada, y empieza a dar señales de agotamiento. Pero no creáis que lo que sale por su boca es la verdad, siquiera en forma de lapsus, sino un embuste de segunda generación, por así decir. (Es como esos impostores que en las películas del Oeste venden específicos para el corazón y, cuando se les acaba el brebaje, se ponen a cantar las excelencias de un crecepelo para cardiacos.)

Así pues, el proyecto del Atleti sería ahora el engorde de estrellas que difundiesen por doquier el buen nombre de la granja. Los okupas comprarían pollitos y venderían gallos de corral, e invitarían a la afición colchonera a sentirse eufórica, como los paletos condenados a permanecer en el villorrio, mientras un convecino, que ha mostrado inteligencia y aptitud para el estudio, se marcha a la universidad. "¡Fiera, vete a Madrid y enséñales lo que vale Valdeporrillo!" Este nuevo elixir de orgullo (tan barato y fraudulento que produce humillación) sustituye a la vieja pócima que, una vez ingerida, hacía figurarse a los más bobos que eran seguidores del tercer club de España.

La gran baza propagandística de los okupas este verano no ha consistido en comprar cracks sino ¡en vender a Torres! Han logrado que se hable mucho del Atleti, sí, sobre todo en la web del Liverpool.

Ceremonia del adiós

Se consumó el enésimo trapicheo: los okupas cambian a Torres por 30 miserables kilos y Luis García. Y es en este punto donde resplandece en todo su siniestro fulgor la peculiar falta de lógica de los reporteros, que no halla incompatible el que Torres tenga que irse debido al pequeño tamaño de su club con el augurio del vertiginoso crecimiento del Atleti, a consecuencia precisamente de la partida de Torres. Como la entidad del Manzanares pagará 21 millones al Villarreal por Forlán (cinco años mayor que el "Niño" aunque, por ahora, un poco más goleador), os basta con restar y comprobaréis que, con el dinero sobrante del trueque de cromos (nueve millones), hay más que suficiente para romper el mercado (¡oh, sí!). ¡Y nos dijeron que la salida de Torres era la condición necesaria para armar un poderoso Atleti!

A la ganga (para el Liverpool) del traspaso de Torres, que denuncia la impaciencia de los okupas por deshacerse del jugador, añadid la llegada de Luis García, que nunca fue un crack y que quiere retirarse en La Peineta. Del Atleti jardín de infancia pasaremos al Atleti asilo en un santiamén.

Y luego están las grimosas circunstancias que envolvieron el negocio: los alevosos embustes de Gil Marín y Cerezo. "Conservaremos el 90% de la plantilla", cacareó "Twistface". Ya han reformado la cuarta parte y aún no ha concluido la revolución. "Torres seguirá con nosotros muchos años", apostilló el magnate de la lengua larga y bífida, mientras el club ultimaba el acuerdo con los Reds.

Torres y Raúl han sido los dos únicos futbolistas de renombre que ha dado la cantera del Atleti en la ominosa era Gil. Al segundo lo abandonaron junto al Bernabéu, sin cestita de mimbre (que tampoco era Moisés), pero con una nota en el pañal: "Es gratis; que os aproveche", y al primero lo traspasan hoy a precio de centrocampista trotón no exento de clase (y ni siquiera: Essien le costó al Chelsea 36 millones), o de central para el Madrid de Florentino, aquel ser superior (Samuel, Woodgate...). Es una vergüenza que no sonrojará a los okupas ni a su cohorte de abogados en los medios de desinformación (¡cargue con esos mantas el demonio!). Pero así es la vida: Gil Marín prefiere comprar caro y vender barato, quizá porque de las compras saca él los mayores pellizcos.

Ya sólo queda el Calderón y no por mucho tiempo. Cuando se lo pulan y las plusvalías hayan ido a parar a las carteras de los abnegados desvalijadores, tal vez se larguen con viento fresco. De todos modos, admira la impunidad con la que operan. Están habituados a hacer y deshacer sin que nadie se lo estorbe, sin un mal gesto por parte de la masa social, sin que los comentaristas objeten nada. Incluso Torres se ha prestado a la comedia del "hasta luego". ¿Va a volver si fracasa en Anfield Road? ¿Va a volver cuando esté viejo y harto del fútbol? (Qué detalle por su parte. No, muchas gracias.)

Según Torres fue él quien pidió al club que atendiera la oferta del Liverpool. Y Gil Marín habría accedido, con la sumisión de un esclavo de "Las mil y una noches": "Oír es obedecer". De ahí que la ceremonia de la despedida abundara en besuqueos y arrumacos. ¿No comprende Torres que tanta concordia y buen rollo lo convierten en cómplice de los okupas, que su consentimiento supone un espaldarazo a los destructivos incompetentes que se han cebado con el club durante dos interminables décadas? (No descarto que ayer fuese sincero, pero entonces le falta un tornillo.)

Tampoco comulgo con las zalemas que muchos aficionados y algún periodista medio imbécil le prodigan al ya ex capitán colchonero en la hora del adiós. El jugador mejor pagado de la historia del Atleti no ha sido el mejor jugador de la historia del Atleti. Y Torres no ha sacrificado nada por estar en el Atleti, ni nos ha hecho ningún favor. (Es una estupidez pensar que los futbolistas renuncian a algo por amor al arte; ni deberían, que conste.) El Atleti le dio fama y dinero. Él creció en un club gobernado por una banda, no cabe duda, pero una afición incondicional (temo que demasiado) lo arropó contra viento y marea y lo convirtió en ídolo. El Atleti y Torres están en paz. Ojalá las cosas le salgan a pedir de boca en el Liverpool. Pero, si eso ocurre, parte del éxito se lo deberá a los años desastrosos en el caótico Atleti de los Gil, pues le han de haber servido para fortalecerse y madurar. Conocí muy pocas figuras con talento suficiente como para hacer de un club mediano otro grande (Di Stéfano, Pelé, Cruyff, Maradona y …se acabó). Torres no llega a ese nivel, pero es uno de los delanteros más prometedores del fútbol del Viejo Continente. A poco que no le vuelva la espalda la fortuna, diosa con aspecto de ramera, y si logra pulir sus defectos, demostrará que los okupas han hecho lo contrario de lo que debían. Y asaz tarde, como siempre, el tiempo dará la razón a los sensatos y a los que dicen la verdad y se la quitará a los majaderos y a los mentirosos. ¡Ay!, asaz tarde.