Abrazados a la Miseria

El Blog de Severino Lorences

Sobre mi blog

Todo escritor es también el primer lector de una obra siempre destinada a otros. Nadie escribe para sí mismo. Asumiré, por tanto, la hipótesis de que estas páginas van a ser visitadas. Es mi blog, pero también el de cualquiera que lo abra. Lo titularé como mi próximo libro: “Abrazados a la miseria”.

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agosto 2008 - Artículos

Debut feliz

El conjunto del Manzanares se dio un festín a costa del Málaga en el primer partido de la Liga 2008-2009, y el público acabó desbordante de alegría, haciendo la ola (para subrayar su absoluta despreocupación por el resultado) y coreando el nombre de varios jugadores. ¡Cómo adoro equivocarme cuando se trata del Atleti! Me refiero en este caso a Assunçao, que no me había convencido durante el par de encuentros de pretemporada en que lo vi. No es Costinha II, ni por asomo, según afirmé en un artículo con harta ligereza; sabe actuar en esa delicada posición del mediocentro, que exige un gran equilibrio, una gran madurez; Assunçao no sólo es diligente en la recuperación de la pelota, sino que mueve el esférico con ritmo, inteligencia y precisión y no se esconde detrás de los rivales, como algunos de sus antecesores. Seguro en las entregas, se percata a la perfección de lo que sucede en el campo, auxilia a sus compañeros y tiene personalidad. Como la tienen también Heitinga y Ujfalusi.

Es verdad que el Málaga no era la piedra de toque idónea para calibrar las posibilidades del equipo de Aguirre en la temporada, pero todo indica que el Atleti se ha fortalecido por atrás y que el triángulo que forman los dos centrales y Assunçao (con el brasileño en el vértice superior) le confiere solidez. Hoy, además, rayaron a gran altura Simao y Forlán, muy bien secundados por Maniche.

Me gustó especialmente un detalle: los suplentes (Luis García y Sinama) saltaron al césped con la ambición de emular a los titulares. No atesoran la clase de éstos, pero fabricaron un buen gol y, sobre todo, desdeñaron limitar su concurso a la mortecina gestión de los minutos de la basura, como denominan en la NBA al tramo de los choques en que ya hay vencedor. Ellos también se sintieron obligados a demostrar que valen. Buenas noticias para el Atleti.

Veranillo de San Miguel

1.- La gesta

Discrepo de la mayoría de los comentarios leídos o escuchados sobre la clasificación del Atleti para la Champions League, los cuales han tirado por la fácil y perniciosa senda del ¡hosanna! y de la brillantina, y no puedo evitar que me venga a la memoria una frase del escritor austriaco Thomas Bernhard: "Todos los horrores provienen de los aplausos". Tendemos congénitamente a la euforia, a la vanilocuencia, al farde, y así nos va.

No fue, en mi opinión, un gran choque porque "Lo que no puede ser no puede ser y además es imposible". Se enfrentaban un Atlético descosido, gris en el eje y pobre en los laterales y un Schalke sin medio conjunto titular, aunque más rodado que su oponente. El Atleti exhibió la otra noche los mismos defectos que en pretéritas campañas: posesión inane del esférico, mucha distancia entre la vanguardia y la defensa, abuso del pelotazo… Y si al final aplastó al Schalke fue porque posee un jugador maravilloso, capaz de galvanizar a sus compañeros hasta medio dormido ("Estuve en los Juegos agarrando la forma", había declarado días atrás; pues bien, no la agarró del todo, pero es tan bueno…).

Por contra, el alabadísimo Forlán, que marcó un tanto excelente, combinó en un sinfín de oportunidades con los adversarios. A veces se le ocurren al charrúa cosas verdaderamente peregrinas: por ejemplo, un taconazo a la ciega al borde la frontal, frivolité que sólo vale para que el enemigo contragolpee inmisericorde. Pero luego lo arregla con un par de acciones meritorias y con el denuedo que gasta de vez en cuando. (Debería ser más económico con la pelota y no bajar nunca, ya que no sirve como improvisado medio de enganche.)

Al Schalke también le volvieron la espalda la fortuna y el referee. De modo que, sin jugar rematadamente mal y sin cavar una trinchera frente a su portería (que tampoco es el Bolton), sólo podía hacer pupa al "Pupas" en las jugadas a balón parado, o vivir de los regalos en la medular (del citado Forlán, de Maniche y de Raúl García; ¡prohibido perder el cuero ahí, carajo!), y de los laterales Perea y Pernía, que al principio atiborraron de balones al meta y a los zagueros del Schalke, pero que pronto dieron en cometer faltas bobas y en ceder saques de esquina absurdos. (Añádase al feo panorama la intermitencia de Simao y el aislamiento de Maxi en la banda derecha.) Pero los contraataques del conjunto de Gelsenkirchen murieron casi siempre en las cabezas de Heitinga y Ujfalusi. (La crítica y la afición coinciden en que el holandés y el checo son oro en polvo; sin embargo, uno aplazaría el incienso y la mirra hasta verlos medirse con delanteros a los que no les sobren pies.)

En fin, me encandiló Agüero pero no su equipo, y de mi disgusto no se salva el entrenador, pues Aguirre tardó en hacer los cambios y permitió que durante 10 ó 12 minutos el Schalke acorralara a su rival, el cual no se vino atrás motu propio tras una hipotética consigna medrosa del mister, como denuncian sus mecánicos detractores; el repliegue lo dictó la fatiga de Maniche y Raúl García, el miércoles, dos marines americanos con espíritu vietnamita. Por suerte para el once local, los ratos en que el Schalke dominó no fueron un zarandeo, sino el abrazo de un oso algo torpón y miope.

2.- Idioteces rituales

Así pues el Atlético ganó…"El partido más importante del año", "El partido del siglo", "El partido de nuestras vidas". Otros optaron por exacerbar el dramatismo avant match: "Un partido a vida o muerte", que evocaba cierto episodio (nacional) de la Guerra de la Independencia:

—Mi general, si nos vencen, ¿a dónde nos retiramos?

—Al cementerio.

Encuentros vitales los hay casi cada fin de semana (muchos de ellos resultan luego mortales de necesidad, por el aburrimiento con el que transcurren). Pero de tomarles la palabra a los hooligans de los periódicos, a partir de ahora habría que contemplar el futuro inmediato del Atlético de Madrid con infinita tranquilidad, máxime cuando hasta el próximo partido del siglo pueden pasar perfectamente otros 11 ó 12 años. Y quizá sea tal el mensaje subyacente a convertir la obligación en sueño y un mero match clasificatorio, en la madre de todas las batallas. El Atleti, nos indican los okupas y sus valedores, habría salvado el ejercicio; ya puede tumbarse cuan largo es y roncar a pierna suelta.

También Cerezo quiso sumarse al deporte de hinchar el perro y expectoró la siguiente gilidez: "Hay tanta responsabilidad que no hay más remedio que ganar". Recomiendo no darle muchas vueltas a los gatillazos mentales de Cerezo, porque no encierran más enseñanza que la de su propia ineptitud. Pero cualquiera podría inferir de lo sostenido por el presidente de las derrotas, que, hasta hoy, él y su compinche habían dado permiso a los jugadores y técnicos del Atlético de Madrid para ser irresponsables y, en consecuencia, fracasar.

3.- El pelota

Según Trotski, el partido bochevique, por los tiempos de la Revolución de Octubre, estaba mil veces a la izquierda del gobierno provisional y las masas, mil veces a la izquierda del partido bolchevique. He aquí el fragmento de un ultragil mil veces a la derecha de los okupas: "Han pasado once años desde la última vez que el Atlético jugó Champions. (se escribe ‘la Champions’, ¡borrico!) Mucho tiempo. Y algunos de los que vivieron en primera persona aquella experiencia ya no están con nosotros. Del primero que me acordé tras eliminar al Schalke (¿lo hiciste tú?, ¡acémila!) fue de Jesús Gil. ¡Cómo hubiese disfrutado de este momento! ‘La Liga de Campeones es rojiblanca. Que tiemblen todos’, diría. (No fueron esas sus palabras cuando el Atleti la jugó en 1986-87, ¡asno!; sino éstas otras: ‘¡Jopé, vamos a ingresar 2..000 o 3.000 millones de pesetas’.)… Me alegro por Cerezo, que da la cara cuando nadie quiere hacerlo. Y por Gil Marín. Esto no era lo suyo y ahora no puede ni ver los partidos. A veces también aciertan".

Conozco a un químico del Consejo Superior de Deportes, Ángel Galán, que utiliza para referirse a estos casos una perífrasis de su invención: "Un análisis detenido de la lengua de este sujeto revelaría sin lugar a dudas un rastro de heces". Pero la clave psicológica de tanta obsequiosidad pudiera ser el alivio experimentado por los pretorianos de los Gil, quienes creen que este marcador convalida todas sus patrañas. ¡Gracias, gracias, venerados amos porque, por una vez, no habéis dejado con el culo al aire a vuestros humildes servidores! Firmado: la moqueta humana.

4.- Regresos

La idea de que el Atleti ha vuelto al lugar que le correspondía es absolutamente falsa. No hay tal sitio reservado. (No en la vida seria; tanto menos en el juego deportivo.) "El que fue a Sevilla perdió su silla; el que fue a Jaén perdió el tren", canturreaban los niños de la posguerra. El Atleti se ha ido al garete por el socavón que han abierto a sus pies unos vulgares butroneros, y es de ilusos engolosinarse con la ridícula especie de que el Coruña, el Valencia, el Villarreal o el Sevilla no han hecho otra cosa todos estos años que calentarle el sitio.

En cambio, Torres sí regresa al Calderón, aunque no de visita, ni para quedarse. Llamado a ser el nueve de este club durante década y media y a formar un tándem memorable con Agüero, es ahora un adversario peligroso, por obra y gracia de los okupas, quienes, en su infinita sabiduría, han contribuido a armar al Liverpool, quizá porque ni siquiera imaginaban que el Atleti fuese un día a disputar la Champions.

5.- Algo de viento en las velas, pero…

No obstante, si el Atleti fuese un club normal, cabalgaría sobre el pony de este triunfo, como un delfín juguetón a lomos de las olas. Pero no lo hará porque, aunque lo trajeron al mundo para competir, largos años de pésima y delictiva administración lo han empequeñecido. De ahí que lo más probable es que esta minúscula victoria que abre un postigo al mejor fútbol europeo sea para mal. (El único precedente no es muy alentador. Recordad que el cuadro del Manzanares fue incapaz de subirse al bicampeonato del 96 (o se subió para precipitarse de cabeza al abismo); no hay razón para esperar que ahora vaya a suceder algo muy diferente. El Atleti, que ha ascendido a la primera división del fútbol europeo, no parece que tenga plantilla para ser alguien en la Champions. A última hora se ha fichado a Banega (de rendimiento incógnito), pero el verano se fue en un andorreo interminable detrás de un distribuidor consagrado. (La gente pedía un diez, pero toda la vida del Señor se llamó diez al interior zurdo) Uno, en vista de la incorporación de Banega, hubiese ido a por a Di María, (rompamos con Brasil y sumémonos a la feliz Argentina del "Kun"), otro veinteañero con clase y por ende zurdo. (Quizá el Benfica hubiese accedido a cambiarlo por Reyes, con las debidas compensaciones monetarias o en especie.) También me gusta Grosso, el veterano tres del Lyon, gran profesional que sube, baja, corta, centra… No, no creo que sea tan difícil hacer un buen equipo, incluso sin gastar demasiado, pero hace falta proponérselo, y los okupas del Atleti no están para bagatelas. Prefieren hacer otro uso del club.

La represalia

El Atlético de Madrid, en flagrante abuso del derecho de admisión, le ha negado el abono a José Luis Sánchez Ayuso, presidente de Señales de Humo. Se trata de una vulgar vendetta contra la asociación en la persona de su rostro más visible. Señales es una especie de tábano cuyos picotazos malhumoran al orondo buey. Por eso de tarde en tarde muge y tira coces contra el aguijón. Así, la famosa querella contra José Luis Domínguez (otro miembro de Señales) y ahora la cacicada de tachar a su tocayo.

Y aún cree algún comentarista que Gil Marín y el otro son unos gestores algo vagos que, como él cuando era estudiante, incurren en chapuzas por mera desidia. (El sujeto les imputa algún defectillo imaginario que sirve para enmascarar los vicios reales.) No, hombre: Gil Marín y el otro son muy diligentes. Algún día contaremos por lo menudo la historia de la okupación del Atlético de Madrid (esperemos que para entonces la entidad no sea un fiambre), y se comprobará que la familia no ha dado una puntada sin hilo. Lo que ocurre es que entre sus horizontes (estrechos como la madriguera de un topo) nunca figuró hacer del Atleti un club de primer orden, sino montar un próspero chiringuito de compraventa de futbolistas a comisión, birlar un estadio, etc. En otras palabras: Gil Marín y el otro serían pésimos gestores para un equipo de fútbol, pero estupendos para un puticlub, justamente lo que es el Atleti hoy. Y si hasta el presente han operado a sus anchas es porque al Real Madrid le viene de perlas que el insigne tándem de tontos útiles mangonee a orillas del Manzanares. La escasa oposición o ha sido espontánea (las pancartas de los seguidores lúcidos, que los esbirros del club se han encargado de quitar y destrozar), o la ha ejercido y ejerce Señales de Humo. Como disfrutamos de una prensa a la que la libertad de expresión le importa una boñiga de buey (es lógico: su vergonzoso y estúpido menester no la requiere), estas tropelías no hayan el menor eco (o lo hayan muy tenue, casi inaudible) en los medios deportivos, o sea: en los periódicos merengues. Por su parte, el analista de la galbana, perezoso incorregible, se limita a desear para el Atleti un ruso podrido de millones, a la par que subestima a los particulares que se atreven a decir lo que él y sus colegas callan, sin duda por pura astenia canicular. Y hay ingenuos que piensan que el pollo se está metiendo con los okupas, cuando lo único que hace es emitir un débil quejío: ¡Ay, ojalá que mi amo tuviera petrodólares! Pues nada, hasta que los tenga, punto en boca.

 

Los alegres cofrades del "más cinco" (o la cumbre mundial del desahogo)

1.- (Villalonga acusa.)

Este conocido especulador y "tiburón de las finanzas" ha errado el salto del tigre sobre el Valencia, pero en las declaraciones posteriores a la intentona atacó ante la opinión pública al hombre fuerte (ya muy debilitado) del cuadro che con argumentos de sorprendente actualidad. No haré un juicio de intenciones, pues ignoro si Villalonga se disponía a cometer las mismas fechorías que denuncia u otras similares, pero sus palabras, que tienen la virtud de exponer el modus operandi de cierta clase de dirigentes futboleros, revelan sin lugar a dudas que conoce el oficio y se sabe todos los trucos. Villalonga afirmó temer que "se perpetúe en el Valencia un modelo basado en la ausencia de gestión y la cultura de la pillería y que continúe la decadencia económica y deportiva del club"(…) "La preocupación no es sólo mía, hay valencianistas de corazón como yo que están horrorizados y escandalizados con las decisiones que se están tomando". Para Villalonga la situación del Valencia es "una huida hacia adelante", y no le extrañaría que [Soler] pretenda montar su chiringuito con las famosas idas y venidas de los intermediarios de rigor tan conocidas y desacreditadas en el mundo del fútbol". (…) "Ojo a todos los seguidores y aficionados del Valencia … porque está en juego nuestro club, ya que al no disponer el gestor del capital necesario para hacer frente a su pagaré está dispuesto a hipotecar nuestro patrimonio empezando por los jugadores más importantes". (…) "Las negociaciones para la venta de Silva están muy avanzadas por 25 millones de euros más cinco, y digo más cinco porque ya saben a lo que me refiero". ¿Habrá estudiado Villalonga a los Gil o habrá estudiado Soler con ellos?

2.- (Twistface, en forma.)

El amigo de Soler, retoño y heredero del fundador de la alegre cofradía del "más cinco", está en plena temporada y mucho más rodado que el primer equipo del Atleti, al que forzó a hacer una gira absurda y semiclandestina por México (notorio desdén el de las televisiones), que no puede haber servido para la preparación de un conjunto con las responsabilidades competitivas del colchonero. A Gil Marín le reprochan que con el dinero de la excursión no haya ni para el papel y el jabón de los mingitorios del estadio, pero sus detractores incurren en un error de concepto. Tres o cuatro millones constituyen una cantidad irrelevante para la economía de un club de primera división, es verdad, pero si Gil Marín distrae 200.000 para sus gastos… Mirada así, la cosa cambia mucho. ¿Y habrá colaborado Esperanza Aguirre, como cuando el viaje a Shangai, con aquella su famosa ayuda para la exportación (uno de los procedimientos mediante los cuales esa gran liberal redistribuye entre su clientela afín el dinero público)? Hablando de Esperanza Aguirre: le ha concedido a Cerezo, en aras a la pluralidad informativa, una licencia para abrir un canal de televisión. Ahora veo el sacrificio que entraña ser presidente del Atlético de Madrid. ¡Cuántos sudores para tan poco rédito!

En cuanto a los fichajes, Twistface ya no se atreve a contratar directamente a un jardinero de Pernambuco y a un albañil de Senegal (el caso "negritos" es la cima de un ochomil en bribonadas balompédicas), pero el chiringuito de las famosas idas y venidas de intermediarios (Villalonga dixit) continúa a pleno rendimiento. Otra característica de las pretemporadas a lo Gil: las incorporaciones al ex eterno rival de futbolistas que simula pretender el Atleti. Se trata de un asunto casi tan previsible como el estreno de la nueva parida de la Señora Rushmore, de la que me ocuparé más adelante.

¿Queréis no gestión? Hela aquí: la ciudad deportiva se retrasa por enésima vez. Ya referí en mi libro que la primera promesa que hizo el difunto fue una ciudad deportiva para disfrute de los señores socios. Han pasado 22 años desde la baladronada, pero para los medios de comunicación del Foro las promesas incumplidas jamás prescriben y nunca se convierten en timos o estafas. (Y luego hay aficionados que piden un ‘diez’. Yo pediría más bien un presidente y un consejero delegado y otros periódicos, pero sería inutil por lo que me ahorraré la plegaria.)

3.- (La llaga.)

Tanta patraña y tanta avilantez no pueden durar eternamente y menos aún el club sometido a ellos, aplastado bajo su peso. Churchill denunció una vez: "La mentira recorre el mundo mientras la verdad aún se está calzando las botas". Eran los infames tiempos de Hitler, que también tenía sus señoras rushmore trabajando full time para él y su proyecto aniquilador. (La esencia de la propaganda es la falsedad, no el arte o la información, como creen los modernos. Mentir con arte no atenúa el engaño ni nos informa de nada.) La nueva campaña de ridiculización pública del Atlético de Madrid, que he tenido el disgusto de contemplar, agravia a la vida seria y al juego mezclándolos de un modo torticero. Al confundir el drama como juego con el juego como drama, al utilizar elementos de una realidad atroz para referirse a otra banal, eleva la mentira al cuadrado o al cubo. Para colmo, el protagonista de la aberración es en verdad ¡un capitán del ejército abonado al Atlético de Madrid!, e ignoro por qué se ha prestado a tan nauseabunda comedia, que le han permitido desempeñar sus superiores y que deshonra su misión como casco azul. Se diría que lo que define o identifica a este militar es su simpatía hacia un equipo de fútbol y que lo demás, empezando por su carrera y acabando por lo que sea que haga en su actual destino, es algo circunstancial y de segundo orden.)

Los spots de la Señora Rushmore, las caridades con el dinero de otros, los institutos universitarios, los brindis al sol en Kosovo, forman parte del entramado malhechor cuyo descrédito da por seguro Villalonga (con toda probabilidad porque lo juzga no inmoral o contraproducente, sino anticuado, desfasado). El mangante al que él se enfrenta es un tembloroso Soler que ha tenido que fingir o exagerar una enfermedad para que lo deje en paz la indignada afición valencianista. (Se rumorea que otro granuja en apuros, Lopera, pretende ¡venderse el club a sí mismo, y quedarse en él ¡disfrazado de conserje!) Soler, Lopera y los Gil se resisten a retirar las zarpas del lacerado lomo de sus clubes. Tienen, en la jerga de Cerezo, un proyecto. Pero el más próspero y descansado de todos los proyectos con diferencia es el del Atleti. Nadie lo impide o estorba; al revés, disfruta de la complicidad de los mismos periódicos que soliviantan a los seguidores del Valencia y del Betis.

 

4.- (El Schalke ad portas)

Ciñéndonos al aspecto deportivo de la cuestión, que es consecuencia del institucional y no al contrario, el Atleti 2008-2009 no ofrece a sus seguidores muchos motivos para la confianza. Aunque la gira por México, extemporánea y huera de buenos resultados, no permite concluir si este Atlético es mejor, igual o peor que el del ejercicio anterior, por lo poco que pude ver en el primer partido y en el amistoso contra el Rayo (no presencié el match de Genselkirchen), yo diría que Heitinga y Ujfalusi saben jugar la pelota; sin embargo, no me atrevería a afirmar rotundamente que son los defensas seguros que el equipo necesita. Temo que Assunçao sea la mitad o la cuarta parte de un mediocentro (Costinha Segundo, si hemos de adoptar la terminología de los pelotaris y sus sagas) y Coupet un guardameta como muchos otros. Sinama "Poco Gol" está más cerca del paquete contrastado que del punta eficaz (no ha nacido el cirujano capaz de enderezarle las piernas; y, puesto que el Atleti carece de sección de Atletismo, me pregunto qué pinta en sus filas un mediofondista cortito de clase y sin puntería). En mi opinión, se ha fichado como de costumbre, tarde y mal, y el cuadro adolece de los mismos o parecidos defectos que en anteriores campañas; los análisis de sangre arrojan un exceso de mediocrito (¿lo admitirían en el Tour? Pues en la Champions, tampoco). No hay zurdos, los laterales son malos (es increíble que una institución de primer nivel se atreva aún a presentar a Perea en su alineación, y Antonio López es un representante de la cantera tristón, despistado y blandito: un genuino suplente que actúa por falta crónica de titular); varios jugadores que tenían cierto cartel cuando arribaron al Atleti, ahora se arrastran o no cuentan: Seitaridis, Maniche y Reyes. Yo me hubiese tomado algo de trabajo en recuperar al tercero mientras observaba, procurando contener el escepticismo, la evolución de los otros dos. Sin embargo, el club se inclinó por la solución inversa. Maniche ha vuelto con las orejas gachas porque nadie lo quiere; Seitaridis sigue ahí fantasmal, anodino; en cambio, Reyes se marchó al Benfica. Es zurdo, es joven y tiene clase, pero necesita un preceptor severo con dotes de psicólogo. Aguirre no lo es. (Este entrenador ha hallado en la falta de ambición del club un pretexto excelente para limitarse a cumplir unos objetivos irrisorios, de una pequeñez y un cinismo miserables y patéticos.) "Mister Ni" (ni motiva, ni alinea, ni corrige, ni administra) ha pedido un mediapunta. Es un snob, y si el año pasado tocaba imitar al Barça, obligando a Reyes a desenvolverse por la derecha, como si fuera Messi; este año toca imitar a la Selección Española. (Un parche al problema del medio del campo, puesto que no hay fondos ni gusto para fichar, hubiera podido consistir en robustecer el once por el medio: Heitinga –no Assunçao–, Raúl García, Maxi, Simao y Reyes, actuando con un solo delantero, ya que más vale un ariete bien alimentado que dos en ayunas, e invitando a subir a los laterales –el citado López y Seitaridis o Valera–, lo que más les gusta y menos torpemente hacen. Pero Aguirre ha presentado la dimisión, aunque siga como entrenador para salvar las apariencias.)

Así, la eliminatoria contra el Schake 04, el tercer o cuarto equipo de la vulgarota Bundesliga, se antoja todo un desafío: The ultimate contest. Por eso, muchos colchoneros se pusieron a gritar nada más conocerse el nombre del adversario del Atleti: "¡Aníbal ad portas! ¡Aníbal ad portas!", como los niños de Roma después de la batalla de Cannas; no hombre, sólo es el Schalke, pero claro se enfrenta al Atleti.