Un lema de los hinchas argentinos dice que "siempre estuvimos en las malas, las buenas ya van a venir". Después de 10 años, la final de la Copa del Rey tan brillantemente alcanzada es una pequeña recompensa que la afición del Atlético de Madrid se mecece. Nos merecemos. La ASdH quiere pues hacer llegar sus felicitaciones a todos sus compañeros rojiblancos por este logro y por la magnífica victoria lograda ayer ante el líder y vigente campeón, el FC Barcelona.
Felicitaciones que no incluyen al director deportivo Jesús García Pitarch cuya planificación deportiva de este verano ha quedado desacreditada en la primera mitad del campeonato y para solucionarle nos hemos visto obligados a acudir al mercado de invierno y a depositar la portería del Atlético de Madrid en los hombros de un muchacho que a principio de temporada estaba destinado a la grada. Ni tampoco a su mentor, D. Miguel Angel Gil Marín. A cuya ilegítima gestión esperamos poder dar cumplida respuesta a lo largo del año en curso.
Incluye sí, al Señor Cerezo, en cuyo debe figura no haber sido elegido democraticamente por los dueños legítimos del Club, sus socios: la afición. Esperamos que todos sus problemas sean repartir adecuadamente las entradas de las finales.
Estamos de enhorabuena. Unidos. Y preparándonos, con la respiración otra vez contenida, para la próxima espiral que se avecine.