Aragonés: 'El jugador prefiere la Eurocopa a la Liga de Campeones'
* 'Lo más importante no es el sistema, sino la elección de los futbolistas'
* 'Tenemos tanta ansiedad que queremos meter el segundo antes que el primero'

ORFEO SUÁREZ
MADRID.-
Luis Aragonés es el primer protagonista de una nueva serie en la que se
intenta reflexionar sobre el fútbol en profundidad. Más que entrevistas
en busca de la última polémica, se trata de conversaciones que intentan
desentrañar interioridades del trabajo de los profesionales del balón,
eso sí, sin eludir ninguna arista. Los encuentros, llevados a cabo por
Orfeo Suárez, serán siempre con entrenadores o jugadores relevantes, en
activo o retirados, españoles o extranjeros. El seleccionador español
atendió a EL MUNDO antes de viajar a Islandia.
Al proponer a
Luis Aragonés hablar de fútbol, sin prisas, con el objetivo de
reflexionar y no de poner titular a una polémica con el primer disparo,
el hombre asiente con un 'rictus' dividido entre la incredulidad y la
desconfianza. Otro más que me tiende una trampa, barrunta
probablemente. Es comprensible después de medio siglo en un mundo con
la dinámica de una noria, que puede dejarte sin una neurona en su lugar
si no te blindas contra el exterior.
Luis lo sabe, y por ello
toma esa pose de estar de vuelta de todo, incluso de la selección, que
juega en Reikiavik ante Islandia, camino de una Eurocopa para la que ya
tiene trazada la velocidad crucero, sin Raúl, sin Guti. Después de ese
torneo, dejará el equipo nacional, aunque advierte que no se retirará,
porque en su interior bulle una pasión por el fútbol que sólo una larga
conversación, sin un rumbo concreto, logra descubrir. La primera
pregunta lo encuentra en un sugerente fuera de juego.
Hábleme de su trabajo, de cómo era en los clubes y cómo es en el equipo nacional, de la soledad de un seleccionador.
Luis
se relaja, porque advierte que su interlocutor quiere mover la pelota
sin la pretensión de ganar el partido. "La diferencia es el tiempo, ya
que un mes de un club es como un año de una selección. Lo más
importante no es el sistema, sino la elección de los futbolistas. En
una selección no tienes tiempo de trabajar los automatismos. Por
ejemplo, el movimiento de una defensa adelantada. Yo lo intenté al
principio, pero es muy arriesgado. Por eso se vive del jugador más que
de la táctica. La única ventaja es que puedes disponer de los mejores
jugadores del país".
Esa razón explica el juego más plano de la
selecciones, pero usted, en cambio, se ha decidido por un juego de alto
riesgo, con mucha posesión y transición en el centro del campo, donde
otros sólo buscan cortar y salir rápido.
Luis vuelve al
principio para hacer frente a la contradicción que se le plantea. "Ya
lo dije otras veces. Si no tenemos una gran condición física de base,
pero la tocamos bien, apostemos por tener el balón más que el
contrario. Caímos ante Francia, un equipo con cuatro o cinco
futbolistas fuera de serie, pero en mi etapa llevamos 38 partidos
jugados y sólo cuatro perdidos, que es una media parecida a la que
tienen Argentina, Brasil o Italia. Es cierto que muchas selecciones
buscan jugar a la contra, porque tienen delanteros altos y gente muy
rápida, pero ésas no son nuestras virtudes. A nivel técnico, en cambio,
estamos a muy buena altura. No sé si a la de Brasil, pero algunos de
nuestros futbolistas sí lo están. Somos, en cambio, mejores
técnicamente que Inglaterra, que Alemania, pero no tenemos su
fortaleza".
El seleccionador sugiere que eso cambiará en el
futuro, seguramente por la incorporación de los hijos de los
inmigrantes, pero con la boca pequeña. Después de su error con Henry,
no quiere hablar de la raza.
El técnico madrileño no está
demasiado de acuerdo en que la Liga se encuentre en la misma línea
argumental que la selección, a pesar del Barcelona o el giro dado por
el Madrid. "Los entrenadores buscamos el equilibrio antes que nada, y
en eso no hay diferencias entre unos y otros...".

Luis charla con Orfeo Suárez. (A. Cuéllar)
¿Ni entre Capello y Schuster?
(...)
Luis advierte que no quiere personalizar y concluye: "Los técnicos
dependen de los futbolistas que tienen. Por eso España juega a lo que
juega, a tocar...".
A tocar, pero sin Guti.
La segunda
interrupción no le altera: "Sin Guti y sin otros que también son muy
buenos, porque España está sobrada de jugadores en esa posición. Yo
traigo ocho, pero sólo juegan cuatro".
Hace ya tiempo que Luis
llegó a la conclusión de que el fútbol no era lo primero en la vida de
Guti, algo que él no podía entender. De ahí nace un desencuentro
elevado a público por los ataques del futbolista. "No me molestan
porque he sido jugador. Entiendo su rabia".
El técnico no cree
que la superpoblación de centrocampistas se deba a una forma de
trabajar, ni siquiera en el caso del Barça, la factoría de cuatros. "La
idiosincrasia de los equipos depende de la tradición. El Madrid ha sido
un equipo ganador siempre, porque tuvo un jugador, Di Stéfano, mi
ídolo, y un presidente (Santiago Bernabéu) que dejaron esa impronta.
Todo se hacía en función de cómo ganar. El Barcelona ha tenido grandes
equipos, antes y después de Cruyff, porque es el que ha jugado siempre
el mejor fútbol de España".
¿Y cómo enriquece a la selección la idiosincrasia de la Premier que ya comparten varios españoles?
"Mucho.
Para empezar, conocen otros códigos. Allí manda un manager y todos
obedecen; en otros países mandan los futbolistas. Ven la fuerza de un
club unido, de un colectivo que conoce su pasado. Luego está la mezcla
de estilos, con equipos que han incorporado jugadores o técnicos de
otros países, como Manchester o Liverpool, y otros más pobres que se
mantienen fieles a la tradición del fútbol vertical, de la segunda
jugada. La prueba es que un córner en Inglaterra genera la excitación
de un gol. Nunca fui un fan del fútbol inglés, pero reconozco que su
intensidad lo hace muy atractivo".
Sobre Torres, tiene claro que
el cambio es para mejorar. "Lo veo realizado, con la exigencia de estar
en un equipo que tiene que ganar, no con la ansiedad de ir para atrás".
"También –continúa– le pasó a Xabi Alonso. Cambió su posición en el
Liverpool, pero sobre todo su mentalidad. Ahora lleva interiorizada la
necesidad de ganar".
Con esa exigencia ha vivido siempre Raúl. ¿Volverá a la selección?
Esperaba
la pregunta. "Yo sería injusto si un jugador español está muy bien y no
lo llamo, pero ahí están Silva, Villa, Torres... Un ex jugador me decía
que también hay que tener en cuenta la implicación del futbolista con
España, pero yo le dije que hay que escoger a los que están más en
forma, porque estoy seguro de que todo el que viene está implicado.
España está por encima de todo para los jugadores. Si preguntas a
cualquiera si prefiere ganar la Champions o la Eurocopa, te dirá lo
segundo".
Conseguirlo en Suiza y Austria, dando por hecha la
clasificación, depende de variables que Luis considera "dignas de
estudio, porque no es normal lo que nos ha pasado en los grandes
eventos". "En España tenemos tanta ansiedad por ganar que queremos
meter el segundo gol antes que el primero y, a veces, hay que ganar
sabiendo no perder".
Con respecto a su equipo, Luis desearía
"más profundidad y mejor equilibrio atrás". El resto de trabajo, en su
opinión, está hecho. Después dejará paso al siguiente, pero no se
retirará: "Voy a seguir en el fútbol". "Llega Hierro a la Federación
para hacer un trabajo importante, pero no conozco los detalles", dice
resignado. De su Liga, lo mejor es el Sevilla, porque "domina todas las
velocidades", aunque el Madrid le deslumbró en Villarreal: "Estuvo
rápido, equilibrado. Jugó un gran fútbol".
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