Desde Señales de Humo, asociación de aficionados del Club Atlético de Madrid, queremos comenzar expresando, no sólo nuestro apoyo incondicional a las futbolistas españolas que mantienen un pulso con la Federación Española de Fútbol para conseguir que cambien las rancias y absolutistas estructuras del fútbol patrio, sino también nuestro más sincero agradecimiento por su valentía y determinación.
Lo vivido en el día de ayer en el seno de la RFEF no es más que otro ejemplo de gatopardismo que rige nuestro fútbol: “Cambiar todo para que nada cambie”.
El delfín de Rubiales, Pedro Rocha, no está legitimado para presidir el máximo órgano del fútbol porque no deja de tener las mismas maneras de quien le puso de vicepresidente. Ayer quedó patente cuando, tras emitir un comunicado en el que se afirmaba que “es evidente que la Federación, la sociedad y las propias jugadoras están alineadas en un mismo objetivo: la renovación y el inicio de una nueva etapa donde el fútbol sea el gran beneficiado por todo este proceso”, acto seguido presentó a la nueva seleccionadora Montse Tomé, segunda del destituido Jorge Vilda, quien dio una convocatoria sin consensuar ni informar previamente a las jugadoras, que se enteraron de la misma a la vez que el resto de la ciudadanía.
Esto acredita que el clima de concordia y alineación en los objetivos ofrecido por la Federación, no dejaba de ser una tapadera para intentar sacar adelante la convocatoria, único interés que primaba en ese momento, a pesar de que el viernes, treinta y nueve internacionales habían suscrito un comunicado instando cambios estructurales en diversas áreas federativas para lograr la protección de la dignidad de las mujeres y la necesaria transparencia, a saber:
• Reestructuración del organigrama de fútbol femenino
• Reestructuración del gabinete de la presidencia y Secretaría general
• Dimisión del presidente de la RFEF
• Reestructuración del área de comunicación y marketing
• Reestructuración de la dirección de integridad
Sin haber movido un dedo al respecto ni anunciar ningún tipo de medidas, salvo una llamada genérica y meliflua al diálogo, la Federación y su instrumento, Montse Tomé, ponen en un brete a las futbolistas convocadas, con evidente mala fe, además de, paralelamente, anunciarse querellas por parte de los cargos afectados contra las 39.
Evidentemente, las jugadoras que no acudan a la convocatoria, que esperamos sean todas las que forman parte de esa lista, no pueden ser sancionadas por ser la convocatoria extemporánea, al no respetar el plazo legal previsto que establece una antelación de 15 días.
Como quiera que la Ley del Deporte no ha obtenido por parte del Gobierno el desarrollo reglamentario necesario, no existe normativa vigente en nuestro derecho sobre el modo de realizar la convocatoria, de manera que hay que acudir a la normativa FIFA, dado que según el art. 1 de los estatutos de la RFEF, esta se compromete a "c) Respetar en todo momento los estatutos, reglamentos y decisiones de la FIFA y de la UEFA".
Resulta, pues, de aplicación, el artículo 3.2 del Anexo I del Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores de la FIFA, que establece que “(…) Las asociaciones que deseen convocar a un jugador para la competición final de un torneo internacional deberán notificarlo por escrito al jugador al menos 15 días antes del comienzo del periodo de liberación correspondiente. Al mismo tiempo, se deberá comunicar por escrito la convocatoria al club del jugador (…)”
Es claro y meridiano el flagrante incumplimiento por parte de la Federación de dicha norma, que hace que la convocatoria sea ilegal y, por tanto, las jugadoras no tengan por qué atenderla.
También es obligado decir, al respecto de las palabras de Víctor Francos, Presidente del CSD, en el programa radiofónico El Larguero, afirmando en tono amenazante que “si las jugadoras no se presentan tendremos que aplicar la ley”, que el desconocimiento de la ley a aplicar por parte del representante del Gobierno parece supino, lo que deja en bastante mal lugar al órgano que dirige el deporte español y al propio Gobierno, siempre de perfil en este asunto salvaguardando exclusivamente el rédito político.
Acabamos de la misma forma que empezamos, mostrando nuestra absoluta solidaridad con las 39 valientes y con aquéllas convocadas que decidan no acudir a la irregular cita, mientras no se adopten con firmeza y contundencia, las pautas necesarias para llevar a cabo las medidas instadas en su comunicado del pasado viernes.
No obstante, exigimos, además, la dimisión de Pedro Rocha y de Montse Tomé o, en su caso, la separación de sus cargos, al quedar evidenciado que no representan más que el execrable continuismo de sus antecesores, tanto en las formas como en el fondo.
#SeAcabó