El Kun aún sueña con que Basile lo llame para la Copa América aunque, ni loco, se baja del Mundial Sub 20. Por la celeste y blanca se adapta a lo que le pidan...
Y Kun? Parece que el Coco Basile prefiere que vayas a Canadá y no a Venezuela. ¿En qué Selección te gustaría jugar? ¿En el Sub 20 o en la Mayor?
—¿Elijo yo? Primero está la Copa América y después el Mundial Juvenil. Si Dios y el Coco quieren que esté en Venezuela, mejor, je. Así voy agarrando experiencia entre los grandes. Bueno... Si la AFA me cita para viajar con el Sub 20, vale lo que diga el club, el Atlético de Madrid, y yo. Y voy a ir: con la camiseta de la Selección voy a todos lados...
—Entonces, cola de león o cabeza de ratón, a vos todo te da lo mismo...
—Mirá, en la Mayor, con un solo minuto, estaría contento. Me da igual si no juego todo el rato. Sólo con estar... Pero jugar los 90 minutos de cada partido y en otro Mundial, con chicos de mi categoría, estaría buenísimo. Vos te ponés esa camiseta y sabés, a cualquier edad, que estás representando a uno de los mejores países del mundo. Bah, al mejor. Y no te olvides que, hace dos años, ya me perdí el Sudamericano Sub 17 de Venezuela... ¿Y te acordás cuando decían que me llevaban a Alemania? Yo, tranquilo. Sabía que quedaban varios mundiales por delante. Lo lindo es jugar para la Argentina.
Cuesta discernir, en planos psicológicos, en planos futbolísticos, dónde está el límite preciso entre la adolescencia y la adultez, entre ser un player juvenil y un absoluto, como dicen en España. Todavía tiene 18, Sergio Leonel Agüero y, al menos en el ala Colchonera de Madrid, es tan rey como Juan Carlos I, más allá de que el presente se empeñe en esconderle la corona. Y claro, su cabecita aún no sabe para dónde arrancar. Pensar que, en agosto pasado, mientras debutaba en el Vicente Calderón, cualquier pibe de su edad estaba haciendo bolas de nieve en Bariloche, en pleno viaje de egresados... Igual, en Campo del Espino, la ciudad deportiva del Atlético a escasos 20 minutos de la capital española, el pibito del trono rojiblanco, es un plebeyo más, tal como siempre, en otro mano a mano con Olé.
—¿Era lo que creías el fútbol español? Nadie te imaginaba suplente...
—Ojo, el técnico (Javier Aguirre) me fue llevando de a poco y es jodido entrar pocos minutos, con el partido empezado. En Argentina estaba acostumbrado a no salir. En la Liga hay mucha movilidad. Allá, vos estabas parado en un rincón y no te marcaban. Entonces era más fácil. También en España debía adaptarme a las canchas. Las mojan antes de cada partido y la pelota te viene muy rápido. Debés tener bastante técnica para pararla. Tuve que trabajar un montón y recién ahora le agarro la mano.
—Otra historia, otra vida.
—Igual, este fútbol está bueno de verdad. Hay equipos muy fuertes, poderosos, con grandes jugadores. Y cómo no te va a gustar enfrentarlos... Aunque, por televisión, se veía distinto. Yo pensaba que había más espacios. Pero si no te movés durante diez minutos, por 10"" no tocás una...
—Así es difícil mantener la idolatría que traías de Independiente, ¿o no?
—Mirá que la gente me trata muy bien, eh. En el campo siempre me alientan. No es el "Agüeeeeero..." de allá. Pero repiten "KunKunKun...". De locales, tienen canciones de nuestro estilo. Y no paran de gritar durante todo el partido. Te sentís medio en la Argentina. Por suerte, acá en España, me tratan de diez.
—Igual, te fuiste de Avellaneda en un gran nivel y acá todavía se preguntan por vos... ¿Qué pasa?
—Bueno... Es otra cosa. Es otro fútbol. En Europa hay rivales importantísimos y por eso creo que todo toma más valor. Acá hay tipos que son grossos, eh.
—¿Y quién te hizo abrir la boca en una cancha?
—Cuando jugamos contra el Barsa, Ronaldinho. Cuando lo veía en TV me preguntaba "¿tan bien juega?" Y sí, en la cancha jugaba igual, je. Por suerte, me tocó hacerles un gol. Después, en la Selección Mayor, Henry... Son impresionantes. Te da alegría verlos y está bueno jugar contra ellos.
—A Dinho también te lo cruzaste en Londres, en tu debut en la Mayor... Mirá los lujos que te estás dando con 18...
—Estar en una Selección te pone refeliz. Siempre soñás con transpirar esa camiseta y se me cumplió. Contra Brasil me temblaban un poquito las piernas pero, al toque, se me pasó. En París, contra Francia, ya estaba bien. Claro, si por dentro me decía, "¿para qué me voy a poner así si esto era lo que yo quería?".
—¿Y el Coco Basile? ¿Qué onda? ¿Tipo padre protector o un tío piola?
—Las dos cosas. Es divertido a la hora de divertirse y, cuando se tiene que poner a trabajar, se muestra serio. Nos llevamos muy bien. A todos nos dice cosas graciosas. Es jodón, como muchos otros técnicos. Y compinche. Vos te das cuenta de que él disfruta al vernos contentos.
—Bueno, si te querés divertir jugando, por ahora vas a tener que seguir dándole a la Play Station... ¿Europa te trajo otros gustos, Sergio?
—No, sigo con el Liverpool. Antes elegía el Arsenal pero mis amigos me lo quitaron. Y quiero exclusividad. Me pasó lo mismo con la Juve, con el Chelsea... El Lyon también está bueno pero me quedo con el Liverpool. Pongo cuatro en el fondo, doble cinco, dos volantes bien abiertos, un enganche y un delantero.
—¿Y hay Selección?
—Sí.
—¿Y si fueses un Coco Basile virtual, a quién ponés arriba? Un juego...
—Hmm. A Crespo de punta punta. Y por afuera meto a Tevez por un lado, y por el otro, a Messi. Sin dudas.
—¿Qué? ¿Vos te vas a quedar afuera? ¿Sos el técnico y no te incluís?
—El equipo lo armo yo aunque primero pongo a los más experimentados. Después, yo entro en el segundo tiempo, je, para poder moverme descansado entre una defensa cansada.
—Bueno, menos mal. Con Lio sería un afano...
—Me gustaría, aunque no sé si sería robo. Ya jugamos juntos en el Mundial Sub 20 de Holanda, en el 2005. Nos hicimos muy amigos y nos queremos mucho. Es un gran jugador. Pero afano... Claro, haríamos las cosas muy bien. El golazo que le hizo al Getafe creo que te lo dice todo...
—Tal vez vio el gol que le hiciste a Racing, el 4 a 0.
—Lo vio. Pero nada que ver.
—Justo ahora se viene el clásico. Cuántos recuerdos... Decí que la tabla...
—Ojalá que podamos volver a ganarles. Sigo cada fecha lo que pasa con el Rojo. Se sufre un poco la realidad del equipo. Y uno lo siente. Pero ya vamos a mejorar.
—A esta altura de tu carrera, un gol a Brasil debería significarte tanto como uno a Racing...
—Sí. Están parejitos. Hacerle un gol a Brasil me pondría bien, porque si hacerle un gol a Racing me hacía muuuy bien... Son clásicos.
Fecha Noticia: 16-05-2007
Fuente: MARTIN MACCHIAVELLO mmacchiavello@ole.com.ar
URL de la noticia: http://www.ole.clarin.com/notas/2007/05/15/01418977.html