Diego Pablo Simeone no ha podido empezar mejor su carrera como técnico. Sólo tuvo que esperar nueve meses para ganar su primer título desde el banquillo. Su próximo reto está en España y en Italia.
UN PLACER. Pese a que como jugador era un ciclón, un huracán que se llevaba por delante cualquier rival por duro que fuera, ‘el Cholo’ sigue manteniendo su otra cara cuando está vestido de calle. Entrevistar al argentino siempre fue una delicia porque habla de todos los temas, no los evita, y tiene unos argumentos, su verdad, que defiende hasta el final porque cree en ellos. Ahora que es entrenador nos encontramos el mismo Simeone pausado y reflexivo, que da la imagen de ser una persona muy segura de sí misma, con los objetivos claros, los cuales no esconde porque los plantea en público a tumba abierta. Lo dicho, hablar de fútbol con ‘el Cholo’, un placer.
DB.- De la Liga española, ¿qué equipos le agradan en estos momentos?
-El Barcelona creo que es el que más veces transmite buen juego, y el Valencia es un equipo que siempre me gustó. Me encantan jugadores como Vicente o Puyol.... ese tipo de jugadores son los que hacen tener esa esencia y ese espíritu, tanto en lo ofensivo como en defensa, para marcar los ritmos del juego. A Fernando Torres también lo incluyo porque es de esos futbolistas que te empujan y te llevan.
DB.- Pero, ¿qué tiene que ver la esencia y el espíritu de Vicente con el de Puyol?
-Vicente y Pujol son de características muy diferentes, sí, no tienen nada que ver, pero me interesan porque marcan el hambre y el andar de sus equipos. Tienen algo más, un plus.
DB.- ¿Qué va a pasar con su futuro? ¿Seguirá en Estudiantes a partir de julio tras el final del Torneo Clausura?
-Desde que llegué a Estudiantes vi la posibilidad de abrir un ciclo importante y estamos en ese camino. Tratamos de seguir creciendo. Ojalá que sigamos con la misma idea futbolística y profesional. Si mantenemos esa línea, no habrá problemas. Estoy muy metido con Estudiantes porque estoy ilusionado, ya que la afición está entusiasmada, al igual que los jugadores. Eso a mí me motiva mucho.
DB. -Entonces, ¿no se va ir al Atlético de Madrid tal y como algunos periódicos madrileños apuntaron?
-Leí y escuché lo mismo que usted. Me llamaron algunos amigos para avisarme de lo que salió en Internet o se publicó en los diarios, pero no hubo nada más. Voy a ser sincero. No puedo negar que me hace feliz ver mi nombre al lado de un club al que quiero mucho.
DB.- Pero...
-Pero hoy estoy muy bien en Estudiantes. Me siento identificado con este ciclo, este presente, y ojalá que sigamos así. Tenemos un camino muy largo por recorrer.
DB.- También jugó durante algunas temporadas en Italia, ¿le atrae menos probar suerte como entrenador en la Serie A?
-Mi objetivo en el futuro es dirigir en Europa, pero pretendo llegar con la experencia necesaria para reducir al mínimo cualquier riesgo.
DB.- Empezó el año 2006 como jugador de Racing y en 2007 le vemos como entrenador de Estudiantes con su primera liga en el palmarés. ¿Cómo valora un logro tan atípico en el mundo del fútbol?
-Me lo tomo como todas las cosas que me pasaron en la vida, algunas de ellas demasiado fuertes. Dentro de la aceleración en la que me ha tocado vivir, busco el equilibrio y entiendo que todo esto es un juego. Estoy acostumbrado a afrontar desafíos grandes.
DB.- ¿Por ejemplo?
-Por ejemplo, como cuando dejé de ser jugador de Racing para ser entrenador debido a las urgencias del club. A petición de la directiva, dejé de jugar y a la semana debutaba como técnico en un derby ante Independiente... O como cuando llegué a Estudiantes, en mitad de la Copa Libertadores de 2006. A veces, compensa arriesgar según el tipo de desafío que tengas delante.
DB.- Hay entrenadores importantes, como el caso de Alfio Basile, que tuvieron que esperar 30 años para ganar una liga. Comenzar con el pie derecho debe ser un gran alivio, ¿no?
-Está claro que es algo importante. Tanto yo, como el resto de mis colaboradores, tenemos muy claro lo que queremos. A partir de ahí, todo se puede vivir con más tranquilidad.
DB.- ¿Puede usted repetir con Estudiantes el éxito del año pasado?
-Es bueno que todo deportista quiera llegar a lo máximo. Pero debe hacerlo sin olvidarse de que para llegar a ese final hay que pasar diariamente por un montón de obstáculos. Nuestro objetivo es seguir evolucionando como equipo. Si Dios quiere, eso nos llevará al final a las primeras posiciones.
DB.- A usted se le considera como un gran motivador de grupo, ¿cuál es su secreto?
-El entrenador debe encontrar algún botón en el grupo que haga despertar esa ambición, esa mística y esencia que lo haga sentir partícipe. Cuando el entrenador toca la tecla precisa, el equipo funciona solo.
DB.- Supongo que eso fue lo que pasó cuando, entrenando a Racing, dijo después de varias derrotas que “nos vamos a concentrar hasta que ganemos algo”...
-Puede ser. O como cuando en Estudiantes, después de que se acabara el partido que perdimos por penaltys ante el São Paulo, se me ocurrió decir “vamos a salir campeones”. La tecla sonó. Los futbolistas recogieron el desafío y lo consiguieron. Fue una demostración de que se pueden hacer ciertas cosas si uno se las propone.
DB.- Como entrenador, ¿se considera ofensivo o defensivo?
-Yo creo en los equipos agresivos, los que presionan, y quiero que el aficionado se identifique con ese estilo, que sienta que el futbolista se esfuerza. Un jugador puede estar bien o mal, pero la gente no se enfada si ve que se entrega.
DB.- ¿Qué técnicos ha tenido como modelos?
-Es importante sacar cosas de cada técnico. Incluso de los que consideras que son malos o no te caen bien. Estoy muy seguro de lo que quiero y trato de transmitírselo a los jugadores. Trato de tener un estilo definido y que se vea que el equipo juega a algo claro.
DB.- Me gustaría saber su opinión sobre algunas de las mejores promesas del fútbol argentino. ¿Qué me dice de Leo Messi?
-Messi está jugando al lado de grandes futbolistas y siempre será mejor porque lo tiene todo para ‘explotar’ y crecer. Pienso que todavía no tocó techo. El gol frente al Getafe fue extrordinario.
DB.- ¿Qué opina de Fernando Gago?
-Gago es un futbolista importantísimo en una función difícil de encontrar. No es fácil ver jugadores con esa habilidad para el pase vertical.
DB.- Usted jugó durante mucho tiempo al lado de Fernando Redondo, ¿le encuentra parecido con Gago?
-No. Para mí Gago no se parece a Redondo. Este último tenía la capacidad de hacer circular el balón hacia los lados y generar juego para que el equipo pudiera desequilibrar. Gago siempre tiene la mentalidad de jugar hacia delante; es mucho más vertical. Redondo lo que hacía era que juntaba más las líneas. Creo que cuando uno juega hacia los costados hace que el equipo no se parta, y la función de Redondo como volante central era que el equipo progresara paulatinamente en el juego. En cambio, Gago es más vertical, ‘rompe’ las líneas, y ese tipo de jugador tiene un plus favorable en cualquier equipo.
DB.- Es que hoy en día no hay muchos mediocentros que ‘rompan’ líneas...
-No, no los hay. Los volantes centrales de hoy marcan, o juegan para los costados y mantienen la posición, pero hay pocos que mantengan esa posición, jueguen para los costados y, sobre todo, sean verticales.
DB.- ¿Qué dice del ‘Kun’ Agüero?
-Que me encanta porque es la expresión del fútbol caminando.
DB.- ¿Se le puede comparar, por su estilo de juego, a Romario?
-Sí, tiene características similares al brasileño. El ‘Kun’ Agüero es un jugador que tiene todo. Es un futbolista grandioso.
DB.- Otro de los argentinos que pueden dar pronto el salto a Europa es Rodrigo Palacio, de Boca Juniors. ¿Qué opina de él?
-Tiene verticalidad, distribución de balón... Aunque no tiene sus mismas características, es muy parecido a Stoichkov en explosión, velocidad y gol.
DB.- ¿Le ve algun parecido con Claudio Caniggia?
-No, le veo más parecido al búlgaro. Caniggia no tenía tanto gol como Palacio.
DB.- ¿Cree que se adaptaría con facilidad al fútbol europeo?
-Sí, con el tiempo necesario que le puede llevar a cualquier jugador. Es uno de esos futbolistas que marca diferencias.
DB.- De todas estas promesas, el único que estuvo en Alemania 2006 fue Messi. ¿Qué valoración hace del Mundial?
-Entiendo que Italia, más allá de la forma cómo ganó, fue la mejor selección. ¿Por qué? Porque fue campeón y yo siempre digo que el que gana es el mejor. Otra cosa es que cada uno se identifique o no con ese estilo de juego. Italia puso sobre el campo, más allá del sistema que utilizó, mucha gente ofensiva... Zambrotta, Grosso, Pirlo, Del Piero...
DB.- Siempre se suele decir que Italia es defensiva, pero usted está hablando de otra concepción de la ‘azzurra’...
-Sí, es cierto que el sistema fue defensivo, pero los jugadores que utilizó Marcello Lippi para llevar a cabo sus planteamientos fueron ofensivos. Por ejemplo, Grosso, que le hizo el gol decisivo a Francia en la tanda de penaltys, es un lateral con vocación más atacante que defensiva.
DB.- Ya que hablamos del fútbol italiano, ¿cómo ha visto a este Inter tan espectacular?
-Lo he visto muy bien. Su mentalidad arrolladora le permitió establecer un récord de victorias consecutivas interesante, y obtener un Scudetto que hacía años que no lograba. Me hizo feliz porque vestí esa camiseta y ahora hay muchos argentinos allí.
DB.- ¡Cuántas referencias en el Viejo Continente...! donde, como ha reconocido antes, está su objetivo profesional...
-No voy a negar que me ilusiona probarme, en un futuro, en Europa. Siempre he tenido en mente llegar a algún equipo europeo, pero también sé que la realidad no pasa más que por el hoy, y para lo otro hay que seguir mejorando y creciendo partido a partido.
DB.- Siempre ha estado muy unido al Atlético, ¿a qué equipo se le podría comparar con los que hay en Argentina?
-Creo que por sufrimiento, por su afición y su estado de ánimo se parece a Racing Club. Ambos tienen una hinchada parecida que acompaña al equipo en cualquier momento. Se juntan en la dificultad... siempre aspiran a salir campeón y se quedan en eso.
DB.- Usted inició su carrera como entrenador con una corta experiencia en Racing, ¿le gustaría volver a trabajar en el equipo de sus amores?
-En el momento en el que nos tocó trabajar en Racing, lo hicimos bien. Entregué, como siempre, lo mejor de mí y sé que volveré en algún momento. Ojalá que sea en el instante oportuno. A veces, los entrenadores tenemos la fortuna de llegar a los equipos en las circunstancias en las que puede pasar algo importante.
DB.- Que por suerte es lo que pasó a usted...
-Sí, por suerte, eso fue lo que me pasó con Estudiantes, pero yo no le tengo miedo a los desafíos. Mis ilusiones y objetivos siempre son grandes, y trato de ser cada día un poco mejor como entrenador.
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