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El pan que me alimenta por Rubén Uría en Eurosport

Por su interés reproducimos el siguiente artículo de Rubén Uría publicado en Eurosport.

El pan que me alimenta

Miguel Ángel Gil Marín emplazó a algunos periodistas - no a todos- a un desayuno sin cámaras ni grabadoras de por medio, donde al parecer, anunció que emprenderá acciones legales contra "Señales de Humo" y el bufete Cremades & Calvo Sotelo, por su informe jurídico-económico, donde se denunciaba que el Atlético de Madrid tenía una deuda de 782 millones de euros. Gil Marín avisó de que también se celebrará una reunión en el Consejo de Administración para decidir si también se inician acciones legales contra las informaciones de Señales de Humo y Cremades. En ese escenario, tendrán que ser los tribunales de justicia los que decidan qué versión es más fidedigna, si la oficiosa o la oficialista. La mediación de un juez en este asunto es, en todo caso, una noticia que congratulará a los aficionados atléticos, que arden en deseos de comprobar quién miente y quien dice la verdad, al margen de poder conocer, de una vez por todas, cual es el estado real de su club. Dicho todo eso, tres aspectos dignos de ser destacados: Uno, que Gil Marín tiene derecho a querellarse; dos, que habitualmente las querellas se ponen y después se anuncian a la prensa, y no al revés; y tres, que hasta la fecha, cada vez que "Señales de Humo" ha tenido que acudir al juzgado, ha sido declarada inocente en los procesos, imponiéndose las costas del juicio a la parte demandante.

Tampoco conviene olvidar algunos hechos, públicos y notorios, que los lectores deben conocer: Miguel Ángel Gil Marín entró en el Atlético en 1992 y ocupó un despacho en las oficinas del Manzanares, al abrigo del clan familiar. Se hacía cargo de la dirección general de la recién constituida Sociedad Anónima llevada a cabo por su padre y por Enrique Cerezo, que se harían con el club gracias a un delito de apropiación indebida, según sentencia del Tribunal Supremo. Miguel Ángel subió como la espuma. Sus retribuciones, también, como publicó el diario "El Mundo" en el año 2000. MAG cobró en 1994 la suma de 5.115.966 pesetas. En 1995, fueron 6.114.220 pesetas y en 1996, 7.162.354 pesetas. En los dos años siguientes, en 1997 y 1998, la nómina creció todavía más: De los 7,1 millones de pesetas que cobraba en 1996, pasó a ganar 12,6 y sólo doce meses después - doce meses, una causa-, sus retibuciones casi se doblaron,  hasta los 21 millones de pesetas anuales.

En septiembre de 2000, también "El Mundo" publicó que Anticorrupción presentó un informe muy completo, donde constaba que Gil Marín había reformado algunas de sus propiedades con dinero del club, haciendo obras y reparaciones. En el transcurso de esa investigación, El Corte Inglés aportó a la Fiscalía facturas por 45 millones de pesetas, de las que 15 no correspondían a gastos del Atlético, sino a "ropa de bebé, perfumería, baterías de cocina, lencería de noche o bodys de señora, etc...". También aparecieron facturas por las que Gil Marín había llegado a pagar el reportaje gráfico del cumpleaños de su niña con dinero del Atlético. Y el caso más llamativo fue el pago con dinero del Atlético - el dinero de los accionistas- de unas obras valoradas en 100 millones de pesetas, donde había "varios retratos de Franco" y "una vidriera emplomada con el escudo de Gil Marín".

Woody Allen solía decir que "el dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia". Con el paso de los años, Miguel Ángel Gil experimentó esa sensación parecida a la felicidad. La deuda del Atlético de Madrid SAD crecía, pero su nómina también. Todo pudo haber sido bien distinto gracias al "Caso Negritos", por el que Gil Marín fue condenado por la simulación de contrato de cuatro emigrantes de color que fueron fichados por el Atlético a cambio de 2.700 millones de pesetas. Aquella sentencia condenatoria no alteró la tónica habitual Gil Marín, ni tampoco su sueldo a cargo del club. Él se se autoconcedió un fijo de 1.000.000 euros (166 millones de pesetas ) anuales, y después se autoimpuso otro aumento, pasando a ganar 1.200.000 euros al año, como reflejan las cuentas del club. Con la mosca detrás de la oreja, "La Gaceta" denunció que Gil Marín había cobrado una prima tres veces mayor que la recibida por la plantilla, porque "él decidía unilateralmente las primas a cobrar", según fuentes internas del club. El sueldo de Gil Marín, faltaría más, se podía constatar en las cuentas de la campaña 2007-08, en "información relativa al Consejo de Administración".

Después de cerrar la 2008-09 con pérdidas reconocidas por valor de 10 millones de euros, y después de que Gil Marín renunciara a la parcela deportiva, muchos pensaron que no sería capaz de volver a subirse el sueldo. Se equivocaban de cabo a rabo. Miguel Ángel Gil Marín, a pesar de tener menos atribuciones en el funcionamiento del club, se volvió a incrementar el sueldo, pasando a cobrar la cantidad de 1.350.000 euros anuales. En clave de antiguas pesetas, Gil Marín cobra 224 millones de pesetas al año, por cortesía del Atlético de Madrid. Una cifra que llama la atención si nos atenemos al incremento de su sueldo durante el tiempo transcurrido entre 1994 y 2011. En 1994, cobraba 5 millones de pesetas; en 2011, cobra 224 millones de pesetas. Negro sobre blanco, el que fuera estudiante de veterinaria ha multiplicado por 50 su sueldo de 1994. Como el dinero del pobre va dos veces a la tienda, los socios del Atlético de Madrid pagan el sueldo de un gestor cuya nómina crece mientras el club se arruina.

Alguien se preguntará ¿es legal el sueldo de 1.350.000 euros al año que percibe Gil Marín? Llegados a este punto, la Asociación "Señales de Humo" y el bufete Cremades & Calvo Sotelo sacan el conejo de la chistera: Los artículos 217 y 218.2 de la LSC, la Ley de Sociedades son contundentes a la hora de explicar la retribución de los miembros del Consejo de Administración.

 

Pero hay más. ASDH, en colaboración con Cremades & Calvo Sotelo, también denuncian que los propios estatutos del Atlético de Madrid SAD especifican que Gil Marín no puede cobrar su actual salario ni percibir cantidad alguna, porque la sociedad no ha repartido beneficios. Hace años que el Atlético genera deuda.

 

Los hechos contrastan con la reflexión del fallecido ex jugador del Atlético, Juan Carlos Arteche, que fue explícito en "La Gaceta" del 21 de octubre de 2009, condenando el ultraje a la afición rojiblanca: "Nunca se ha fichado lo que el equipo necesitaba, sino lo más interesaba a la familia Gil. Sigo sin entender dónde está el dinero que se ha movido en este club en los últimos 20 años...(...) ...Si los actuales dueños tuvieran un poco de dignidad, estarían pensando cómo dejar el club, porque son los verdaderos culpables, después de tanta especulación, de la situación lamentable, en la que se encuentra el Atlético de Madrid".A mi trabajo acudo, con mi dinero pago el traje que me cubre y la mansión que habito. El pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

Rubén Uría / Eurosport en TWITTER y en FACEBOOK

URL de la noticia: http://es.eurosport.yahoo.com/futbol/ruben-uria/article/20930/

Comentarios

 

Marcial Pina ha opinado:

Una vez más, más que razón que un santo.

marzo 1, 2011 10:17

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