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El Foro de Señales de Humo, a lo largo de su historia en múltiples formatos, siempre ha sido sinónimo, entre otras cosas, de calidad en los escritos de sus participantes. Aquí se ofrece el histórico de aquellos escritos que merecieron el "¡¡A Columnas!!" por parte del resto de foristas.

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abril 2005 - Artículos

Gato encerrado (30/04/2005)

Hace tiempo que lo digo, aunque en vano: no hay prensa deportiva digna de tal nombre en este país. O si queréis: la prensa deportiva que hay en nuestro país es un simulacro, una falsificación, una cosa espuria servida por dos clases de pájaros de cuenta: los forofos con carné de periodistas y los ideólogos del gran club.  
Analizad el párrafo con que se descuelga uno de esos astutos majaderos, más preocupados de defender a Gil Marín y a Cerezo y de propagar la chaladura entre la afición que de contar lo que pasa realmente.  “Pensé que ya estaba curado de espanto y que había vivido de todo siguiendo la actualidad del Atlético. Pero me equivoqué. Este club sigue siendo a día de hoy una caja de sorpresas y de imprevistos que le convierten en un club singular. La semana pasada ha conseguido hacerse un hueco en la lista de los peores momentos de la historia más reciente del Atlético. En sólo cinco días, el futuro más esperanzador pareció desvanecerse por completo y una nueva era de sombras volvió a adueñarse del Vicente Calderón. Todos contribuyeron a alimentar este clima de pesimismo que, al fin, comienza a disiparse con los esfuerzos de cuantos integran el mundo rojiblanco”.  ¡De modo que sorpresas e imprevistos! ¡De manera que un club “singular”! Yo emplearía otros términos, no sé: pozo de inmundicia, frenopático, albañal…; cualquiera vale, a condición de que sea suficientemente peyorativo. El sustantivo ‘sorpresa’ y el adjetivo ‘singular’ son neutros desde el punto de vista de su carga semántica. Utilizarlos en este contexto equivale a abrazar el peor de los embustes.  Además, ¿existe en el caso que nos ocupa el derecho a recurrir a la palabra ‘sorpresa’? El Atleti de hoy no es más que un envase vacío con alguna brizna de materia putrefacta y, por mucho que nos lo acicalen y perfumen, hiede. ¿A qué? A una incompetencia cuyos resultados son harto fáciles de prever. Aquí, este cerebro de mosquito, muy en su papel de tropa de choque de la necedad ambiente, gracias a la cual la empresa que le paga confía en vender periódicos, inmola su sentido común —si es que alguna vez lo tuvo— en aras de un bien superior. ¿Referir los hechos? De ningún modo. ¿La causa rojiblanca? Nanay, porque a la causa rojiblanca sólo coadyuvan los que no escamotean la verdad. El bien superior es la estulta preservación de un optimismo horro de todo fundamento. Éste y no otro es el fin que “justifica los medios” (título del bodrio que me he rebajado a glosar no sin repugnancia).  “En sólo cinco días, el futuro más esperanzador pareció desvanecerse por completo”.  ¡El futuro más esperanzador! ¡Qué desenfado en la estupidez! ¡Mira que cifrar el porvenir del Atlético en lo que puedan sacarle al solar del Calderón dos especuladores de mala muerte! (Porque no creo que se refiriera a la trayectoria deportiva del club.) Pero lo increíble del asunto es la utilización del verbo ‘parecer’  en lugar del verbo ‘ser’ ¡y, para colmo, en pretérito! O sea, se trataba de una pesadilla, de un mal sueño que, por suerte, quedó atrás y ya forma parte del irremediable ayer. En tres líneas mal contadas hemos pasado de uno de los “peores momentos de la historia reciente” del club a la disipación mágica de la “nueva era de sombras”. ¡Esto es Hollywood!  ¡La situación —la triste, la caótica, la vergonzosa, situación del Atleti— convertida en guión de una película de Doris Day! ¡Y con un final feliz a la par que edificante!  “Todos contribuyeron a alimentar este clima de pesimismo que, al fin, comienza a disiparse con los esfuerzos de cuantos integran el mundo rojiblanco”.  ¡Todos eran culpables y todos son inocentes! ¡Todos han causado el mal pero todos han contribuido a remediarlo! Apesta a llamamiento a la unidad. Pues bien, me sumo: todos contra los Giles y Cerezos y contra los mentecatos que les guardan las espaldas.