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Las Perlas del Foro de Señales de Humo

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El Foro de Señales de Humo, a lo largo de su historia en múltiples formatos, siempre ha sido sinónimo, entre otras cosas, de calidad en los escritos de sus participantes. Aquí se ofrece el histórico de aquellos escritos que merecieron el "¡¡A Columnas!!" por parte del resto de foristas.

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agosto 2007 - Artículos

La teta de la que mamé el Fútbol
No es que fuera de una leche limpia y cristalina. Ya empezaba a echar cuajarones, y perdía por momentos esa fluidez que le daba verse de la mano jugadores y aficionados, después de concluir un partido en el Metropolitano. Inundando Reina Victoria de rojiblancos colores, fundidos los unos con los otros, acompañandose hasta el portal. Cuando un pelotero tenía que tirar un penalty con un dedo roto. O volver a la Pradera con los hemisferios de la cabeza reunidos con un vendaje de lino...
 
 

En "mis" tiempos, ya se tiraba de réflex. Se simulaban caídas como si Neptuno les hubiera metido el tridente por el ojo ciego. Se comenzaba a trabajar la pizarra, y se recurrían a guerra de guerrillas para contrarrestar el potencial enemigo, más allá de la patada y tente en tieso. Se lo digan a la Bélgica del mítico Gerets, con escuadra y cartabón para tirar el fuera de juego, que luego incorporaría a su decálogo Sachi, vía Baressi.

Sí, que no era lo mismo. Existían prolongaciones, recogidas de testigos con sello, reencarnaciones, si se prefiere llamar así, como Griffa en Arteche. O como Collar en Futre. Hasta un tal Ben Barek, todo elegancia y magia que cuentan las crónicas y las memorias, en la figura de otro tal Kiko... Haberlas, haylas. La mente del atlético entrado en años, recorre caminos muy distintos, que pretende hacer coincidir con la forma de gambetear. De llevar el balón pegado al pie. De soltarlo y echarle un pulso al defensa rival en la carrera. De parar el balón como si el melón con nieve se convirtiera en un melocotón ralentizado en un momento matrix. De la perfecta ecuación de tronco-cuello-cabeza para resolver con brillantez una dejada con la frente al fondo de las mallas... Todo tuvo un principio, y sobre él se van sumando figuras, en vertiginosas comparativas. Los Ruete (jugador), Olaso, Elizalde, Fajardo, Triana...ya no poseen apenas ojos en vida para dar testimonios de ellos. Los mismos Mendonça, Juncosa, Vidal, Escudero, campos o Silva, van comprobando como las pupilas rebosantes de brillo infantil, se van apagando o usando vidrios de por medio. Aún suenan con fuerza los Adelardo, Luis, Gárate, Pereira; y con estruendo los Arteche, Marina, Ramos, Landáburu, Cabrera, Rubio, Navarro... Los Futre, Schuster, Kiko, Pantic, Simeone, Caminero, son de antesdeayer. Pasada la esquina.

Así es que, el camino colchonero continúa su peregrinaje. Los jugadores se extienden en otros a través de generaciones, como sellos de identidad que tienden a compararse entre nietos y abuelos. Las rayas rojas sobre el tejido albino, se reducen o se ensanchan; cambian últimamente cada temporada sobre aquellas genuinas venidas de Southampton. Una palabra de la pérfida albión, conocida como "marketing", las va estrujando hasta hacerlas dos mitades. Se pretende que vistamos como un club de Rotterdam. Madroños del Guadarrama. Que son más auténticos que las naranjas de la China.

Por aquél entonces, gustaba de celebrarse, justo antes del comienzo de la Temporada de Liga, un trofeo del que, como con Juncosa, se terminará perdiendo la memoria. Me refiero a la viva, a la que late, y no duerme en los libros o los recortes de prensa. Se llamaba "Villa de Madrid". Jugado por equipos de prestigio internacional. Con un oso y un madroño de plateadas formas y descomunales proporciones, que servía para honrar al que consiguiera la victoria en aquella Pradera, tan cercana a la de San Isidro. Tan próxima a los corazones... No lo busqueis ya, hace unos años que nos lo quitaron del folclore atlético. Debía de molestar. Casi tanto como el Escudo en la parte que la Camiseta toca el corazón.

El Estadio, también será carne de cañón. Con la de botes que ha aguantao, se vendrá abajo por la coordinación de cuatro excavadoras, y tres martillos pilones a lo bestia. ¡Hay que joderse!... Las lágrimas, se irán por el Río, junto a aquella penita-pena; aquella venganza en tareas pendientes que nunca cumplirá: ver a su Equipo campeón de Europa... ¡Cuánto hubieras fardao, Amigo de Cemento y Voces, con ese galardón en tu pechera de lobo!... Ya, claro; lo del de O,Donnell, el Metropolitano y todas esas leyes de vida. Sí, sí, qué ójala. Ójala se pueda ver Fútbol, en vez de hípica. Por los prismáticos, digo. Ójala se enjugue parte de la deuda "histórica" (Directiva dixit). Entendiendo por "histórica" desde que se fué el interventor (unos ¿400 millones?). Ójala se tenga en propiedad, y con un cartel que rezume rojiblanco en sus letras. Ójala sirva para atraer mediante el cadáver del Sagrado, jugadores acorde al nivel del Club. Ójala las plusvalías esas reviertan en el apellido de la división inmobiliaria. Atle... de Madrid, por más señas. Ójala nunca cambiemos Neptuno por un parque de nuevo cuño (aún con nuestro Nombre). Y que le visitemos bastante más a menudo. Ójala que desde el nuevo palco, ningún presidente insulte gravemente a un aficionado. Ni le pida meter goles... Ojalás, a mansalva.

La afición, desde toda la vida de dios, debe de ser custodio de los valores de un Club. De sus símbolos, sus rasgos, sus distintivos, su sentimiento, su tradición. Ninguna marca, ni ningún advenedizo al olor de la carroña monetaria o de escaparate, va a cumplir esa función. Es más, pretenderá pasarla por encima, si sus intereses comerciales o particulares verdaderos encuentran un obstáculo en ella.
Hasta que global y mayoritariamente, no cumplamos esa función dentro del seno del Club, me niego a escribir esa palabra con mayúsculas. Es una G...ipoyez, bastante significativa.
Que nos la han metío doblá SADs mediante.

El odio eterno al Fútbol moderno, no es una cuestión de carcas o pasaos de moda. En mi vida particular, también me enfundo unos Levis, me calzo unas Reebok o me gustaría tener el último modelo de la Mercedes. Es cuestión de que los pantacas sean de tela vaquera, y no de papel cebolla. Que las zapas estén tejidas en microfibra, y no en plástico sudoroso. O que el buga lleve un flamante volante en piel, en vez de un jostyck.

Que con esta excusa de la "modernez", se pueden deslizar rabos talla XXL, que cualquiera luego para sacarselos del culete...

S I E M P R E A T L E T I
Posted: 08 ago 2007, 12:00 por SDHEditor
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