agosto 2001 - Artículos
El sábado a las 18:30 horas empieza un partido importantísimo. No sólo porque Ipurúa tradicionalmente es un campo difícil para los equipos que después ascienden (que llega además en la segunda jornada de Liga, sin que el equipo tenga mecanizados sus movimientos ofensivos), sino porque los enfrentamientos entre los teóricos rivales pueden permitir que el equipo abra una mínima brecha en la clasificación.
Esta jornada tenemos un partido entre dos de los descendidos del pasado año, Racing - Oviedo, además de un Salamanca - Albacete y un Recreativo - Numancia. Si el Atleti gana en Eibar, los 6 puntos harán mirar desde arriba a alguno de los futuros rivales directos (si es que este año los hay), puesto que sólo el Albacete fue capaz de vencer en la primera jornada. Como nuestros siguientes partidos son ante el Racing de Ferrol en el Calderón, Leganés fuera (casi en casa) y Levante en casa, deberíamos llegar al duelo de la sexta jornada en Salamanca con entre 12 y 15 puntos, lo cual otorgaría un colchoncito con que mitigar un posible fallo posterior (que sin duda llegará algún día), sobre todo al tener en cuenta que la tarde en que el Atleti se mida a los charros nuestro crack Fernando Torres estará dándole a
España su primer título de campeón del mundo Sub-17...
En Eibar vamos a valorar la profundidad de la plantilla, importante en una Liga con 42 jornadas más los partidos de la Copa (espero que uno más que el año pasado, y recuerdo que caímos en semifinales). Hasta ahora teníamos a Amaya, Juan Gómez y Luque lesionados, y no se han echado en falta porque Stankovic e Hibic parecen ya piezas básicas (sobre todo el primero). Tres bajas a las que en Eibar se sumarán Colsa (con los Sub-21) e Hibic (con Bosnia). Según lo visto, sus recambios serán Nagore y Santi. El resto, los 11 del Jaén con la inclusión oportuna de Dani y la posible presencia de Jesús en lugar de Aguilera, ya que el albaceteño es más valiente que nuestro capitán, de quien mucho temo que este año quedará para poco más que los partidos del Calderón, y casi ni eso.
También es un partido que servirá para ver los puntos que nos dará al final de Liga la presencia de Luis en el banquillo. Me explico: el año pasado nos dieron leña hasta en el carné de identidad, con la connivencia del árbitro de turno, el silencio cobarde de nuestro Cuerpo Técnico y Directiva (bueno... si el año pasado rajaba todo el mundo contra nosotros y nadie tuvo el coraje de salir a ponerle las pilas a nadie) y la falta de gallardía de los jugadores. Este año no puede suceder igual y Luis es el más indicado para cambiar la situación, insuflando ánimos en el vestuario y saliendo a la palestra si es menester.
Así, si a los 15 minutos ya han cazado dos veces al chaval, a Stankovic o al portugués Dani, nuestros tres jugadores más técnicos, urge una respuesta aguerrida por parte de Nagore, Movilla, Jesús, García Calvo, Carreras y Diego Alonso, sumada a la protesta inteligente de Luis desde el banquillo, persiguiendo si hace falta al colegiado al centro del campo y convirtiendo una cartulina amarilla en un atemorizado arbitraje posterior.
Este es un partido que hay que competir, jugando al fútbol: sin echarte atrás a defenderte de los pelotazos, metiendo la pierna cuando se debe, recuperando el balón en zonas de peligro para el rival, llevando la voz cantante la mayor parte del tiempo, defendiendo fuerte en los minutos de agobio, saliendo a la contra con inteligencia, sacando partido a los golpes francos, forzando tarjetas a los marcadores, aprovechando las 3 o 4 ocasiones de gol para hacer un par de goles oportunistas... Todo ello, con la premisa de regresar a Madrid con 0-2 en el marcador y 3 puntos en el zurrón.
Además, cabe decir que es el primer partido liguero del Atleti que será televisado por todas las cadenas autonómicas públicas, y tanto los atléticos de toda España como el resto de rivales verán el partido. No estaría mal que en los distintos hoteles de concentración muchos fueran comprendiendo que este año no se van a encontrar con una banda a la que se atemorizará con cuatro gritos y dos patadas, sino un equipo que viajará dispuesto a ganar en cada campo. Debe acabar eso de que cualquier patán se atreva a subir al ataque con la esperanza de ver luego su gol en Estudio Estadio, porque si metemos el miedo en el cuerpo a los rivales, de seguro viajarán al calderón como otros iban hace años al Bernabéu: a firmar la derrota siempre que no fuera por goleada.
Por último, estamos nosotros. El pasado fin de semana ha sido el último bueno en mucho tiempo. Ganó el equipo y gozamos con la derrota merengue. ¡No me digáis que en la oficina, la fábrica, el bar, el instituto o la Universidad no os habéis movido con mayor tranquilidad! Por eso este lunes tiene que volver a ser nuestro. Cuando otros comenten la clasificación de los de Camacho para el Mundial, nosotros diremos: "No vi el partido: estaba tomándome una caña a la salud de Fernando Torres. ¿Viste el golazo del niño en Eibar? Este año subimos en febrero".
Y AÚPA ATLETI
Nota para los lectores de Señales: 5 minutos después de acabar de escribir esta columna he leído una intervención de nuestro compadre Chinasky en el foro de Señales en la que se apuntaban la mayor parte de las cuestiones que he desarrollado. Por eso me he alegrado. Porque si nosotros tenemos clara la importancia del desplazamiento a Eibar, Luis no debe ser menos, y como tal se tomará el partido. En Ipurúa debemos ver ojos de concentración y responsabilidad en nuestros jugadores (tipo Cañizares en la final de la Champions). Las caras de temor, para los Figos o Zidanes cuando escuchan la respiración de Albelda... CHINASKY, COÑO, O TENEMOS TELEPATÍA O ENTENDEMOS IGUAL EL FÚTBOL
Tras el calvario Atlético del añito en el infierno, me incorporo a la magnífica página de Señales de Humo. Si hubiéramos ascendido por deméritos de los demás equipos (como pudo suceder según adelanté en mi carta del adiós temporal), el calvario hubiera sido el mismo Mi renuncia externa a la causa Atlética, se debió a que entendí que habíamos sido tratados con flagrante injusticia los atléticos: mala planificación de fichajes: jugadores y entrenadores; total despropósito en tácticas de equipo; carencia de espíritu Atlético y falta de calidad en nuestros jugadores (no sabían parar el balón y el 85% de los pases iban a los jugadores contrarios), etc, etc. De nuevo luzco mis mejores galas dispuesto a vivir la competición en toda su extensión: ilusiones, victorias, derrotas, ascenso o no... Evidentemente si no se asciende sería una tragedia auténtica, pero si el equipo ha dado sensación de tal y ha dado todo en el campo, estoy dispuesto a asumirlo. De momento, voy a vivir más descansado, dado que no he de perder inutilmente el tiempo (como el año pasado), lanzando mis tácticas a los entrenadores que embarullaban al equipo (excepto Cantarero). Esto es así, porque D.Luis sabe de fútbol y tiene sentido común. Solamente le pediría que no contara (y siento decirlo, con Santi y Roberto); no puedo superar la angustia que me hicieron pasar el año pasado. CAPITULO GIL: Olvidemos de una vez por todas la historia de la creación de la Sociedad Anónima, y si los seguidores estuvimos o no a la altura de las circusntancias. Lo positivo de áquello, es que en la próxima ocasión ( si es que se presenta) hemos de estar preparados para dar el do de pecho. Contra Gil se ha luchado a distintos niveles sin conseguir su marcha. Se ha visto que tiene partidarios y detractores; luego seamos tolerantes con los demás, y aunemos esfuerzos por el equipo. No está demás que le pidamos (yo si lo voy a hacer) sino señorío, que eso no se aprende, si compostura y educación. CAPITULO D. LUIS ARAGONES: Comentando con un amigo racinguista (yo creo que poco a poco se acerca a nosotros) su actitud al decidir entrenar a un segunda, pudiendo entrenar en primera línea y, además, por una cantidad de dinero inferior a la que sus representantes le habían conseguido, me comentó: “Es que es un Atlético”. ¡Qué satisfacción sentí al comprobar que personas no rojiblancas saben captar el espíritu Atlético!. CAPITULO JUGADORES: El equipo se ha hecho, más o menos, al gusto de D. Luís. Me gustan todos los fichajes, sin opinar sobre los jugadores albaceteños y el de Pindado por desconocimiento. He sentido verdadero placer por casi todas las bajas concedidas (excepto por la de Hugo), aunque aún quedan algunos jugadores que de marcharse (nadie los quiere), me producirían total felicidad. Al Racing ha venido Mena, que ya es criticado por venir con exceso de peso, por su violencia y porque pudo ser el autor del primer gol del equipo montañés en la competición: en propia. puerta Espero que Hibic se quede definitivamente. Con D. Luís, Dani puede ser la sensación futbolística del año; es vago por naturaleza, pero todo el plantel sabe que han de trabajar hasta la extenuación hasta en los entrenamientos. En caso contrario puede cogerte por las solapas, por muy fea que sea la acción. Estoy deseando volver a ver a Juan Gómez: mi debilidad. AFICION: Estamos con el Atlético cuando nos necesita. En los sitios más insospechados surge un Atlético. Estuve de vacaciones por los paises bálticos, teniendo como guía a Ernesto un chiquito de Madrid, magísimo y buen profesional. Parecía Atlético, pero no me decidía a preguntárselo por si acaso. Un dia no aguanté más y le espeté: “Tu serás del Madrid, claro”. “¿Yo?. Del Atlético y del Estu”. El conductor del autobús era un chaval vasco, de Bermeo. Muy majo también, pero al decir que se llamaba Begñé (más o menos), me puse sin motivo un poco nervioso. Yo hablaba con él, y un día le comenté que Ernesto y yo nos llevábamos muy bién por que eramos del Atléti. Me contestó que él también. Le repliqué: no hablamos del Atlhétic, sino del Atlético de Madrid. “Es que, repito, yo también lo soy”. Me enseñó un calendario de nuestro equipo. !!!!!!. Me decía que aguantaba como podía el tirón ante sus amiguetes vascos. FRENTE ATLETICO: Es imprescindible en la estructura del equipo, de manera que hemos de animarlos a que vuelvan a casa como el hijo pródigo. Que se olviden de Gil, que ayuden a que el equipo triunfe y que nos hagan disfrutar con sus cánticos y demás parafernalia. (A ellos me dirijo pidiéndoselo). REAL MADRID: Es natural y lógico el antimadridismo que por fín se hace notar en todos los rincones de España, y que tanto molesta a la inmensa mayoría de periodistas y comentaristas “deportivos” de todos los rincones de España. El trato de favor que siempre tuvo de todos los poderes fácticos, de arbitros, de prensa... La prepotencia de la mayoría de sus aficionados y la chulería de sus jugadores. El gansterismo del que siempre han hecho gala, entrando en casa de los demás para llevarse lo que no les pertenecía. (Ultimamente parece que quieren robar a Vicente). En nuestro Estu, entraban a saco como si de su cantera se tratara, cuando su sección de baloncesto siempre fue deficitaria. Por tanto, ese dinero procedía del fútbol, que también lo era. En definitiva, se hacían con jugadores estudiantiles con dineros públicos, procedentes de chanchullos. Poco a poco el personal se ha dado cuenta de que nadie está obligado a ser del Madrid, por mucha labor que hagan a su favor, áquellos periodistillas y por muchas banderas españolas que exiban cuando salen a Europa, o en el mismo Bernabéu. El equipo de España es su selección. En la actualidad, los aficionados del Madrid se van reduciendo a personas de la élite de Madrid y a personas ventajistas y aprovechadas del resto de España, que sin tener ningún lazo real con el llamado Real, se arriman a los poderosos para presumir de sus frecuentes éxitos deportivos, sin que ellos hayan tenido nada que ver en los mismos. (También conozco a seguidores blancos honorables). Yo no tengo ninguna envidia del Madrid. Lo que si añoro es que mi Atleti llegue a ser un equipo competitivo, que esté siempre en la cresta de la ola y que gane de vez en cuando la Copa de Europa. Si fuera envidioso habría cambiado enfilado mi afición hacia otros rumbos. Que los madridistas entiendan el antimadridismo, comparandolo de alguna manera lo que ellos sienten hacia el Barcelona. Perdón por la extensión de mi escrito. Eran muchas las inquietudes que se me amontonaban. ¡Unidad Atlética ante todo!. Un abrazo rojiblanco para todos. Modesto de Cantabria.
Hay mucha gente empeñada en montar enrevesadas teorías sobre cómo se ha de jugar al fútbol. Invocan factores de todo tipo, desde lo psicológico a lo mediático, pasando por apuntes absolutamente calenturientos. Me parece que nada más lejos de la realidad, porque el fútbol bien hecho es más sencillo de lo que mucha gente piensa. La temporada pasada nos bombardearon con la más que discutible teoría de la dificultad de jugar en Segunda División, de lo penoso que se hacía la categoría de plata, “mucho más difícil para el jugador que la Primera”. La cruda realidad fue otra bien distinta: el equipo empezó sin saber a qué jugaba, nos dieron tres o cuatro mamporros para abrir boca y para cuando quisimos levantar cabeza era tarde y con la losa de recuperar el mucho tiempo perdido. Zambrano no era entrenador para el Aleti y Marcos intentó organizar un poco el tinglado con el reloj en contra. Puso algo de raciocinio en el césped, pero para entonces todo el mundo estaba demasiado histérico mirando a la clasificación. Lo que mal empieza tiene pocas posibilidades de arreglarse si no hay bases sólidas. El primer partido de la temporada en el Calderón nos ha servido para ver más fútbol coherente que en todo el año pasado, aun con defectos que hay que corregir y que son lógicos y asumibles en el arranque de la competición. Esto de la pelota no es tan difícil si se usa la lógica. El señor Aragonés sabe de esto un poco y lo aplica: un equipo bien organizado es la base fundamental y ahí ya se intuye que nadie nos va a ganar. El equipo defiende bien y lo hacen todos, como debe de ser. El resto es querer jugar el balón con el compañero, a los espacios libres cuando se puede, saber sacar rendimiento a los balones parados , huir del patadón que ha tenido atemorizadas a todas las aves que viven junto al río estos tiempos de atrás. Con el equipo bien organizado y luchando al mismo nivel que el contrario, las innegables diferencias de calidad individual que hay entre los nuestros y el resto de equipos de la categoría tendrán que marcar las diferencias: ya era hora de tener un medio centro, Movilla, que mueva el balón rápido y siempre con criterio, de ver de nuevo centros de rosca desde la banda como los de Stankovic, de ilusionarse con los pasos de gigante de un Fernando Torres que cada día deja más señales de ir para un auténtico crack. Lo dicho: esto del fútbol no es tan difícil como algunos lo quieren pintar. Ir al Calderón últimamente era todo un suplicio, porque se maltrataba el balón con saña. Al menos ahora hay atisbos de que nos podremos divertir y empezar a parecer un equipo de verdad. Por mi parte, ir al fútbol tan solo para ver ganar a mi equipo no me vale. No es tan difícil, repito. Organización y saber aprovechar la calidad de tus jugadores es la máxima. Y eso lo sabe más que sobra el de Hortaleza, porque es igual en todo el mundo.
Esta columna está inspirada en algunas reflexiones que Factotum realiza en una columna muy acertada titulada “Partido tras partido” . Resulta conveniente leer su columna antes para conocer todo el contexto. De “Partido tras partido” lo que más me ha gustado y lo que más resalto es el tema de la “Gallardía”. Le doy toda la razón. Tenemos que ser orgullos y gallardos y jamás agachar la cabeza (creo que en líneas generales lo somos, sino sería difícil de aguantar nuestra inevitable afición). Debemos ser como ese Errol Flyn o ese Burt Luncaster que sonríen burlones y desafiantes desde la proa de su barco, avanzando contra el viento, cuando han perdido mujer, hacienda, nobleza y “título” en manos del malvado y perverso antagonista. Pero sonríen de esa manera porque se saben vencedores y porque no han perdido un ápice de su orgullo. Así debemos ser nosotros, de esa pasta de los eternos perdedores porque la vida y el destino se lo ha arrebatado todo, pero que en el fondo de su alma y a los ojos de los demás, hagan lo que hagan, siempre se convierten en eternos ganadores. La chica siempre quiere volver con ellos (pese al poder y el dinero del malvado), la hacienda les importa poco, porque saben que su hacienda es el mundo, y la nobleza..., la nobleza amigo mío, si se tiene es algo que nunca se pierde. Incluso el malvado anhela y desea ser como ellos. Tiene poder, tiene dinero, tiene muchísimas haciendas (la mayoría de ellas recalificadas o expropiadas con malas artes y con el apoyo del Gobernador de turno). Podría tener todas las mujeres del mundo que quisiera, pero en el fondo envidia a nuestros héroes (nos envidia), porque sabe que nunca podrá ser como ellos. Porque sabe que por muchas haciendas que robe o recalifique, por muchas mujeres que compre, o por muchos “títulos” nobiliarios que herede por no sé bien que derecho divino (o arbitral) siempre le faltará lo que su enemigo tiene de forma natural. La chica duerme en su lecho, pero sueña con Errol o con Burt, la libertad y el viento. Por eso él villano les odia, (nos odia), no les soporta e intenta humillarles siempre que puede, porque en el fondo siente envidia, envidia por lo que nunca podrá tener. Y sí, efectivamente, Chinasky, siempre Henry Chinasky, iniciando una y otra vez su inevitable senda del perdedor; (de los elefantes que decían hace algún tiempo, ocurrencia ésta que siempre he detestado y aborrecido. Como detesto y aborrezco el apelativo del “pupas” o detesto que nuestro estadio, el para siempre Estadio Vicente Calderón, no pueda estar situado en otra calle que no sea la Av. de los Melancólicos. Aunque ahora, tras los últimos dos años pasados y sufridos, ¿quién de entre nosotros no siente melancolía?). Efectivamente Factotum, lo has captado fantásticamente, yo soy Chinasky, porque quisiera ser una voz sorda, profunda y callada que aúlle por todos los Chinaskys del mundo. Henry Chinasky representa a todos los desherados de la tierra, a todos los “underdogs”, y sobre todo, en la genial obra de Bukowski representa el camino de los que no se rinden, de los que caminan con paso tambaleante, pero hacia una única senda posible. La primera frase del libro para mí lo dice todo: “La primera cosa que recuerdo es estar debajo de algo”. Yo también. En mi vida rojiblanca, la primera cosa que recuerdo es estar debajo. Debajo del Madrid en títulos y clasificación, por debajo en número de niños que éramos del Atleti, e incluso viendo como los demás (sobre todo los medios) te ponían debajo. Detrás en la información de los periódicos, después en los resúmenes deportivos, siempre debajo. Pero yo me revelo y deseo ser el primero, Chinasky se revela, la afición del Atleti, nosotros, nos revelamos y caminaremos siempre con orgullo y gallardía por la senda del honor, la gloria, la historia y el triunfo, para conseguir sólo una cosa, con un único objetivo final, que nuestro Atleti, nuestro querido Atleti jamás camine sólo. Iremos todos, juntos por la misma senda y en algún momento, antes de lo que todos imaginan, recuperaremos nuestra hacienda (que para siempre ya se llamará Estadio Vicente Calderón), recuperaremos nuestro infatigable compañero de viaje, ése que nunca hemos perdido pero que el villano nos tiene secuestrado y, como decía el otro día Foro-Fo, la chica será por fin, siempre nuestra. Entonces sonreiremos, como hemos sonreído siempre con esa superioridad natural, con esa gallardía tan nuestra y, sobre todo, con esa media sonrisa a la vez irónica, a la vez desafiante. ATLETI SIEMPRE!!!! Chinasky.
Con el tiempo justo de prepararme a una temporada de desalientos me sitúo frente al teclado buscando unas palabras coherentes que dedicar a esta columna. Y lo mejor que se me ocurre es reflexionar acerca del inminente inicio y las actitudes que observo a mi alrededor. Mis oídos pasean últimamente atentos a los comentarios del aficionado medio, y me sorprende ver tanta ilusión. La verdad, no me esperaba que nos ilusionásemos tanto simplemente por ascender y he de confesar que yo también lo estoy. Aunque, siendo honesto, también noto en el ambiente una sensación de exigencia. Una recriminación a nuestros dioses que nos abandonaron hace ya más de un año en un partido en Oviedo, dejándonos tendidos en la segunda división. El halo del perdedor nos viste todas las mañanas, esa podría ser la sensación de ser del Aleti, es tener la sensación de qué todo puede ir mal, confiar ciegamente en que va a ir mal, que ese caballo va a quedar tronchado tras la primera vuelta, y sin embargo apostar devotamente a ese caballo. Y es que es para quedarse pensando como el niño del anuncio. Entiendo el apodo de Chinasky, Henry solía gastar sus monedas en hipódromos con caballos equivocados, y además tenía un especial apego a los desheredados. Quizás sea especial ser de este equipo. No lo se, lo que si se es que los disgustos que nos da son épicos. Este Aleti resulta que desciende a segunda división justo un par de años antes de que comience la temporada del centenario. ¿Podemos imaginar algo más aterrador?, el pensar que equipos como el Barcelona o el Real Madrid haya podido disfrutar de su centenario en primera división mientras que nuestro Aleti pudiera ser que lo celebrase en un partido contra el Eibar me produce una desazón comparable al terror de un cuento de Lovecraft. Y empiezo a pensar que Jesús Gil pertenece al universo de los mitos de Ctulhu. Y esto solo podría pasarle al Aleti, y todos los del Aleti lo sabemos, pero quizás deberíamos mostrarlo de manera gallarda y con sentido del humor. No creo que nadie disfrutemos quejándonos miserablemente provocando la compasión de los merengues. Mejor que eso habría que sonreír y asentir que estamos donde estamos por méritos propios mientras que ellos están donde están por méritos estatales, municipales, arbitrales y demás cánticos que todos conocemos. Mejor sacarles de quicio que provocar su lástima. Mejor será que el Aleti recuerde una canción de los Rolling Stones que una de Roy Orbison, mejor una de los Beach Boys que una de los Righteous Brothers, mejor los Doors que Donovan, mejor los Ronaldos que la Oreja de Van Gogh. Así que olvidémonos de ser lastimosos salvo en privado, salvo con otro tipo que sea tan peculiar como para ser aficionado rojiblanco. Entre nosotros puede que nos entendamos merced a un código especial pero de puertas para afuera mejor reírnos de nosotros mismos que al fina tampoco es tan grave. Y hablando de lo meramente deportivo, si Fernando Torres se va al mundial, nos queda Diego Alonso y Correa, o quizás ahora entre Javi Guerrero en los planes. Pero lo espectacular es que ya dependemos de un jugados, del Niño. ¿No será otro error hacer recaer tanta responsabilidad en un chaval de 17 años?, ¿no será un error que se vuelva a depender de una individualidad?, ¿será otro Kiko? Estas preguntas y muchas más incógnitas que todos tenemos en nuestras mentes se irán resolviendo partido tras partido. Forza Aleti
Ya lo imagino...
Sábado 25 de agosto, 17:45 horas, Atlético - Jaén. Sale el equipo a calentar con Luis detrás vistiendo su tradicional camisa de manga corta en tonos blancos con finas rayas azules, de esas de oficinista en época veraniega, portando una ya archifamosa carpetilla de comercial y luciendo su pelo canoso que denotan sus cumplidas 63 castañas. A pasos cortos y cansinos se acerca al banquillo con esa cara de mala leche tan suya, ahora acentuada por su reciente operación de peritonitis, no del todo curada...
Y entonces el estadio se viene abajo... Niños y mayores nos ponemos en pie, dejamos a un lado banderas y bufandas y comenzamos a aplaudir al abuelo Luis. Un aplauso de agradecimiento por no habernos abandonado en estos difíciles momentos, justo antes de que empiece la temporada, y sin saber el resultado de la temporada, porque él ha tenido los cojones de coger el toro por los cuernos y se ha dejado de zarandajas económicas, currículums de tres al cuarto y ha venido al Atleti. Ni club grande ni gaitas, simplemente, el Atleti. Nada menos. Nuestro Atleti, su Atleti. Regresa a su casa y se lo hacemos saber, tanto a él como a las decenas de fotógrafos y cámaras de televisión que lo enchufan y que preferirían otro tipo de carnaza que vender...
Cuando tras dos minutos de ovación todos los que estamos en el estadio comenzamos a cantar orgullosos el himno del Atleti, el anciano Luis puede retirarse a su banquillo, escondiendo en plan machote las lagrimillas que le caen se sus ojos, para recuperarse minutos después, cuando saldrá casi hasta el córner a ponerle las pilas al linier que nos ha pitado 3 fueras de juego y que, a partir de ese momento, no se va atreverá a menear el brazo...Cuando tras sumar los 3 primeros puntos frente a los jienenses con gol salvador de Torres en las postrimerías del partido los periodistas lo asalten en la rueda de prensa, Luis se hará el loco si alguien le pregunta por el recibimiento, las lágrimas, y hablará de que ya sabía cómo es la afición rojiblanca y contestará con alguna de las suyas: "Tengo el culo pelado como los monos; en cuanto perdamos algún partido tendré que mandar a freir espárragos a alguno de la grada; ¿Lágrimas? No me haga reir... Será que se me había metido una brizna de césped...".
Por la noche, después de ser entrevistado por El Butano, el abuelo Luis recordará emocionado el aplauso del Calderón y dormirá y soñará con que vuelve a ganar con el Atleti el título de campeón del mundo de clubes, como ya hiciera 25 años antes... Y nosotros, igual que él.
Somos la avanzadilla, somos atrevidos y jóvenes, estamos de vuelta...
Siempre estaremos con el equipo, adonde vaya, haciendo ruido, se nos verá...
Si en nuestra vida somos bastante macarras, más lo seremos por el equipo...
No todos somos fascistas, aunque eso es lo de menos. Pero sí somos españoles, y a mucha honra...
Algunos fumamos canutos, otros toman pastillas, muchos no. Pero beber, hasta reventar...
A las 8 de la mañana en el autobús. Pocas pelas en la cartera, ganas de juerga y parafernalia.
A las 10 ya hemos repasado el material y los cánticos. Donde vamos, la peña flipará...
¡¡¡DESPLAZAMIEEEEEENTOOOOO!!! ¡¡¡DESPLAZAMIEEEEEENTOOOOO!!!
A las 12 paradita en la gasolinera. Pillamos unas botellas. Yo no pagaré la mía, ¿y tú?
Nos paran los picos 30 kilómetros después. Fijo que el gasolinero los llamó.
Cabrón...
Documentación a la vista. Agente, no sé quién asaltó el puesto de Repsol.
¿Altercados? ¿Deuda?
Escoltados hasta llegar a la ciudad. Y el culo pegado al asiento, joder.
Aquí hace falta marcha.
Dispositivo: más lecheras aparecen a 2 kilómetros del estadio. Echaba de menos a los de siempre...
¡¡¡AQUÍ ESTÁN, ESTOS SON, LOS HINCHAS DEL CALDERÓN!!! ¡¡¡ATLEEEEEEEETI!!!
Revisión de mochilas, cacheo. Me quitan la navaja del abuelo. Era para partir el bocata, claro...
Nuestros amigos saludan: "Que paséis". Íbamos a beber unos minis... "Que paséis". Primer porrazo.
600 kilómetros, 5.000 pelas la entrada; acceso infecto, ubicación fatal, trato de animales, cerco policial.
No le quemo al hijoputa ese la pancarta porque estoy rodeado: "ATLETI, DE SEGUNDA ES". Cabrón.
Gritar, hijo putas, gritar, QUE OS VAIS A ENTERAR... ¡OS VA A CAER LA DEL PULPO!
Sale el equipo... ¡ATLEEEEETI! ¡ATLEEEETI! Saludito desde el medio campo y poco más. Cabrones.
Nos cae el primero, nos baila el rival, atraco arbitral. Atleti, me matas.
¡PESETEROS, CORRER MÁS!
El madero de delante me mira mal, fijo que hoy me dan. "Adonde vas". Al servicio. De eso, ni hablar.
Los moñas de los ultras del rival rebuznan y huelen mal. ¡PALEEEETOSSS! ¡PALEEEEETOSSS!
GOOOOOOOOOOOOL DEL ATLEEEEEETI. Saltos, abrazos, esto es la polla... ¡ A POR ELLOS!
Primera carga. Al Pecas le rompen la cabeza, a mí me dan un toque, Ventu sale ileso, y el Portu igual.
¡LA, LA, LA, LA, ATLEEETI, ATLEEETI, ATLÉTICO DE MADRID...! (HIMNO, Y VAMOS YA...)
GOOOOOOOOOOOOL DEL ATLEEEEEEETI. Avalancha, esto es la polla... ¡VAAAMOS, ATLETI!
Me cago en la puta. Nos empatan. Diez mil pringaos saltan y nos insultan.
"Gritad ahora". Por supuesto.
¡...LA AFICIÓN SE ESTREMECE CON PASIÓN CUANDO QUEDAS ENTRE TODOS CAMPEÓN!
Dioooss. Nos hacen el tercero. ¡ TONI, CABRÓN!¡Zambrano, mueve el banco!
Sale Carcedo. Horror.
¡VAMOS, DALE, ATLETI, TE SIGO A TODAS PARTES, YO TE QUIERO...!
DESESPERACIÓN.
Cinco minutos. ¡Zambrano, joder, mueve el banco! Sale Correa. Dioooooosssss, NO.
Prolongación. Balón a la olla, ¡Venga, Kiko, solo, solo, fuera! Nooooooo. ¡
PESETERO, CABRÓN!
Final. 20:00 horas. Mierda. Derrota. Los jugadores se van. Pasan de nosotros. MIERDA PA ELLOS...
21:00 horas. Hay que cantar, hace frío. No nos dejan salir, no hay bebida, sólo cánticos, y madera...
Por fin al autobús. Mañana curro, y el Púas tiene clase... Nos quedan 6 horas... ¡ATLETI O MUERTE!
El Butano dice no sé qué de altercados en una gasolinera y el Gordo le sigue la bola. Os vais a enterar.
Parada a coger bocatas. Si quiere, que los pague el Butano, y si no, el Gordo. CABRONES TODOS.
Un cliente listillo saca el llaverito del Trampas y se parte la polla...
Tres dientes menos. Te jodes.
¡¡¡ITO, ITO, ITO, PAPEO GRATUITO!!! Un coche con una pegatina merengona.
Pobre, qué pringao.
30 kilómetros después vuelven a pararnos. ¿Violencia? No joda. ¿Madridista
herido? ¿Coche roto? No sé.
MULTA DE LA COMISIÓN ANTIVIOLENCIA: 250.000 CUCAS. DOS SUELDOS. ESTOS FLIPAN.
En casa a las 2 de la madrugada. El viejo dice que lo ha visto en el Plus.
¡Y me quiere contar el partido!
¿Movida? Ninguna. Los antidisturbios, que se dedicaron a repartir. Mira la espalda. Jesús, hijo, Jesús...
Lunes por la mañana, en AS. Kiko: "Esto sólo lo podemos arreglar los jugadores". VETE A CAGAR
Lunes por la mañana, en Marca. Gil "Vivimos por encima de nuestras posibilidades". VETE A CAGAR
Lunes por la mañana. El jefe: "Desde luego, los del Atleti tenéis una moral...". VETE A CAGAR
Lunes por la mañana. Mamá: "Deberías tener cuidado. No sé qué se te ha perdido..." QUE SÍ, MAMÁ...
Lunes por la mañana. La piba: "No me llamas, y encima te dan. ¿Por qué no dejas de viajar?" YA, YA.
¿Palos en Alcalá? ¿Movida con los Ultra Sur? ¿A un poli le rompen la mandíbula? ¿Pero no llevaba pipa?
Es el tema. ¿El Frente? Ni peor, ni mejor. Del Atleti. En todas partes cuecen habas. Mentalidad ultra, con fecha de caducidad. La piba: "No me llamas, y encima te dan. ¿Por qué no dejas de viajar?" YA, YA...
Cien años de club, y 20 de ellos presumiendo todos de Frente Atlético. Casi na. Pues con ellos. Que son nuestros.
Y AÚPA ATLETI
Decía alguien que los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla. Verdad o no, creo que sería mejor que los seguidores de este club, que a veces nos lleva por la calle de la amargura pero al cual queremos de un modo inexplicable, deberíamos intentar no olvidar nuestra historia más reciente, para así intentar que no se repitiese. No se si esta frase es una filosofía vital, por mi parte la acogeré simplemente como una descripción literaria de aquella más vulgar y campechana del ‘tropezar dos veces en la misma piedra’. El año pasado por estas fechas todo eran parabienes sobre el equipo, no tanto sobre el técnico del cual todos ignorábamos su valía. Zambrano lo intentó, no abusemos tampoco cargándonoslo. Quizás la directiva confió en exceso en alguien que no estaba arropado por un historial de éxitos. Este año, sin embargo, sobre el equipo vuelve a haber todo un vendaval de elogios pero además Luis Aragonés tiene el apoyo popular. Pero no vendamos las pieles de osos que aun andan rondando por el bosque. Creo que hay demasiada ceguera en cuanto al equipo, frases como ‘Movilla es un talento natural’, ‘Colsa es internacional y el futuro de la selección absoluta’ o ‘Fernando Torres va a ser la punta de lanza de la nueva generación de futbolistas de este país’, empiezan a resultarme cargantes. Todavía hay mucho que demostrar. Es por eso que creo que algo de moderación no vendría mal en el maltrecho ánimo colchonero. Parece que con cualquier cosa nos ilusionamos y ya he leído cosas como que en la temporada del centenario estaremos jugando Champions League. Entonces yo me pregunto ¿se le olvida a la gente que estamos en segunda por causas propias?. Me suena a triunfalismo populachero digno de la más rancia de las campañas de publicidad, me resulta demencial insistir en dichas frasecitas dignas de la guía del buen vendedor de alfombras zamoranas. ¿Dónde estamos?, me pregunto. O es que la realidad es invisible a aquellos que viven solo para unos colores. La realidad es la que es, y a veces esto no gusta, no se desea ni oirla ni verla, mejor nos inventamos un paraíso, un mágico mundo de luz y de colores donde somos los buenos y el malo siempre pierde. Garfio pierde y Peter Pan triunfa. Yo también quiero ser Peter Pan,...pero en la vida que vivimos solemos ver como hay muchos Garfios triunfantes y la verdad va por un camino distinto a aquel de baldosas amarillas que tanto amamos. Y al final...el afilado filo de lo real termina por clavarse en nuestros deseos. Podemos echarle la culpa al presidente, al secretario general, al secretario técnico, al entrenador, a un jugador o a todos, pero al final resulta que es verdad, que estamos en segunda y que resulta dramático que así sea pero hay que admitirlo. Esto también va un poco por las palabras del pobre verborreico de Goicoechea, el entrenador del Rayo. Este técnico aún no ha demostrado gran cosa, salvo que no es capaz de dominar la cortesía de las palabras. Y, sin embargo, tiene razón al afirmar que el Atlético de Madrid no es rival para el Rayo Vallecano. Eso es cierto a día de hoy. ¿O acaso el Getafe es rival para el Atlético a día de hoy?. Y esto es independiente del resultado del partido entre ambos. Después del encuentro, el Rayo seguirá en Primera y el Atlético en Segunda. Puede que estemos de acuerdo en que en próximas temporadas el tiempo pondrá a cada uno en su sitio, que el Rayo baje y que el Atlético de Madrid esté luchando por el campeonato. Puede que razones históricas nos coloquen una venda en la razón para afirmar que actualmente somos mejores, pero no es así. Ahora no somos mejores, somos un club más grande, con más títulos, más historia, más peso específico nacional y continental pero ahora somos peores porque así lo refleja la clasificación. Me quedo con las palabras de Luis Aragonés, “el Rayo es un club de Primera División y el Atlético de Madrid de Segunda” ¿Se puede ser más claro?, ¿se puede negar la evidencia? Scott Fitzgerald, uno de los escritores que mejor ha reflejado el auge y la caída, el triunfo y la desolación, uno de los grandes que me provoca el llanto y la sonrisa cada vez que mi mirada se desliza entre sus palabras, decía Scott Fitzgerald que él hablaba desde la autoridad que le concedía el fracaso. No nos vendría mal un poco de esa autoridad a aquellos que somos del Aleti, empleémosla con inteligencia y no dejemos que las ansías de éxito nos ciegue y nos conduzcan otro año más a este infierno que de Rimbaudiano tiene poco.
El cántico de guerra para "Superlópez" quedará ya como un recuerdo, como el "Ole, ole, ole" del Cholo Simeone. Y es que Juanma López se retira del fútbol. Bien , porque parecía el Relaciones Externas del Palco VIP del Vicente Calderón, como anfitrión de las visitas de Jimmy y compañía...
Muchos dirán ahora que López es un símbolo, que si se ha jugado la pierna por el club, que era el más valiente, el más rojiblanco, que la lesión truncó una prometedora carrera y demás historias. Historias, porque López sólo ha sido capaz de jugar 155 partidos en 11 años en el club (a una media de 14 partidos por temporada), durante las últimas 4 ha vegetado e impedido su recuperación con su comportamiento fuera del campo, y jugado 11 partidos por los que se ha llevado una pasta que no se había ganado, salvo por ser su padre socio de Gil en negocios marbellíes y actuar en el vestuario como chivato del presidente.
Ahora escribe un tal JGM en el diario MARCA que López lo deja pese a tener ofertas del Manchester City (2ª División) y de la Liga de EE.UU. (ofertas que no se las cree ni quien lo escribe) y quedarle un año de contrato en el club, que ha facilitado su marcha, para iniciar una "nueva etapa profesional en una empresa de representación e intermediación de jugadores que ha creado y que ha empezado a poner en funcionamiento. Por tanto, seguirá vinculado al mundo del fútbol y puede seguir prestando sus servicios al Atlético de Madrid, realizando operaciones para su equipo de toda la vida, al igual que para el resto de equipos". ¡MUCHO ME TEMO QUE SERÁ EL TESTAFERRO DE GIL MARÍN (O SU SOCIO) EN LA EMPRESA QUE HA CREADO PARA CUANDO LA FAMILIA PIERDA EL CLUB!
En realidad, podemos estar de enhorabuena: las palabras de Luis Aragonés ("deberá marcharse la mitad de la plantilla porque no cumplió con el objetivo") están causando efecto. Primero fue Kiko, a quien ojalá podamos ver alguna última cabriola, si es que le quedan (espero que sí); luego Toni; ahora López... Ojalá sigan sus pasos Lardín (12 partidos y ningún gol los dos últimos años), Fresnedoso (que ha jugado unos 20 partidos y marcado 2 goles cada año de los 6 que ha disfrutado en el club, cobrando como si jugara 40 partidos y marcara 10 goles), Mena (3 goles en 50 partidos en 3 años)), Correa (17 goles en 4 años) o Santi, aunque éste (185 partidos en 6 temporadas, a 31 partidos por año) siempre me ha gustado, más como complemento que como líder de la defensa, pese a que patosos compañeros de
línea, tipo Gamarra o Torrisi, y vagos medios centros tipo Bebjl que nunca bajaban acabaron por crucificarlo).
La cuestión es limpiar un vestuario viciado, formado por vividores a quienes todos hemos encontrado alguna vez tomado copas en Kapital, Joy Eslava o Barnoon, o cenando a cuerpo de rey en el Asador Donostiarra o Jockey,
incluso cuando estaban lesionados y debían descansar para recuperarse. Y con Luis eso es fácil, porque si hay algo que le asquea son este tipo de jugadores, a pesar de que se diga que él era un futbolista sinvergüenza. Lo único cierto es que Luis, con 36 años, marcaba goles de falta en finales de Copa de Europa, y estos otros se arrastran desde que cumplen 28 años y agotan la fuerzas de su juventud.
No es malo fichar a futbolistas de 29, 30 o 31 años, no. No si para entonces siguen en forma. Basta con mirar a Carboni, Angloma, o Djukic, quienes han metido al Valencia en dos finales de Copa de Europa consecutiva, por no
citar a Donato. Luis ha tenido este año a Engonga con 36 años y a Nadal con 34 (ahí está su rendimiento, regreso a la selección incluido), y lo tiene claro: los equipos ganadores se forman con 15 jugadores: 11 titulares fijos y 4 que entran para suplirles por motivo de sanción, lesión (1, 2 partidos, que el jugador que pasa más de 30 días lesionados no es apto para el fútbol de elite salvo que sea porque le rompen la tibia) o convocatoria por su selección. Así ganó Antic el doblete.
Notas características de Luis, como las de cualquier entrenador ganador: el portero es el mismo todo el año (Burgos), en defensa hay una par de centrales que no se tocan (García Calvo y el que decida), en el lateral jugadores defensivos (Carreras y Otero) que tapen al rival e inicien la contra tocando al interior (Stankovic y Armando), quien a su vez debe ser capaz de centrar a la perfección, con un centro del campo formado por dos hombres que presionen fuerte y no pierdan la posición (Movilla y el que decida), y arriba dos hombres rápidos, eléctricos, con pegada y calidad. Ahí tenemos el problema, aunque creo que Torres se lo va a resolver, porque juega justo en la posición y de la manera que a Luis le gusta, y si echa mano de un joven siempre es arriba, donde se necesita explosividad. Así pues, creo que a Luis le falta ver quiénes serán los puntas: Javi Guerrero y Chelo Delgado si se marcha Salva (ojalá que no), con Fernando Torres para las segundas partes, marcando una decena de goles mientras se forma con Luis; el acompañante de Movilla en el medio, que serán Jesús o Colsa (si se cierra la operación), aunque desearía que fuera Dani (Luis sacaría partido a este tipo de jugador vaguete y técnico, como ha hecho con Ibagaza en Palma); y el central que juegue con García Calvo, que puede ser Juan Gómez, Santi o incluso Amaya (espero que no).
Con esto, y sin chorradas por parte de nadie, empezamos la temporada de una manera normal, sin perder el tren de la Liga al principio, llegamos a la 2ª vuelta en una posición de ascenso consolidada, y rematamos la faena en las 15 últimas jornadas marchándonos de los demás y celebrando el campeonato y el ascenso en abril (recordad que la Liga acaba en mayo), con 4 meses para planificar nuestro regreso a la Primera División. Si además disputamos la final de Copa, que este año será en miércoles y en Madrid, para arremeter todos contra los secuaces del alcalde merengón, mejor que mejor.
Áupa Atleti, y hasta otra.
PD.: No he comentado nada sobre Aguilera. Lo dejamos para otro día...
Hola a todos nuevamente. Vuelvo a dirigirme a todos vosotros desde está tribuna de privilegio que es “Señales de Humo”. Como ya os comenté en mi anterior artículo, José Luis me pidió que recordara buenos momentos de nuestra vida rojjiblanca porque la lectura de mi “Por qué soy del Atleti” le había traído muy buenos recuerdos. En la primera columna quise mostrar un compendio de lo que para mí era el sentir rojiblanco, que sirviera para posicionarme y para que conocierais cuál era mi pensamiento en lo que respecta a distintos temas críticos que ahora mismo afectan a nuestro club, además de aprovechar para hacer un pequeño repaso crítico a la actualidad. Pero como estamos en época de verano y salvo los fichajes y algún tema puntual que pueda surgir, no hay demasiadas noticias de las que nutrirnos o sobre las que opinar, hoy quiero contaros un relato veraniego. Una especie de historia fragmentada y entrelazada, formada por tres refrescantes historias de verano tituladas respectivamente: “Prensa estival”, “El virus vikingitus terribilis” y “Trofeos para el recuerdo”. La época estival es extraña para un buen aficionado del Atleti, (para cualquiera en general, pero más si eres del Atleti, por lo que ahora voy a contar). Recuerdo que a lo largo de mi vida el verano se ha convertido en una de las épocas en las que más he avivado mi sentir y espíritu rojiblanco, a pesar de no haber fútbol y de no tener prácticamente nada que pueda llamar nuestro interés como ávidos consumidores de noticias futbolísticas, o más bien sobre el mundo rojiblanco. ¿Por qué? Pues la respuesta a priori no parece sencilla ni evidente, pero si te paras a pensarlo es cierto y real. Durante el verano las ilusiones se mantienen intactas. Si los fichajes y la plantilla que se construye dan motivos para la esperanza, te ilusionas y te auto-convences de que el próximo será un gran año. Pero si piensas que los nombres que se asocian con el equipo son mediocres (como el año que fichamos a Pedro, Pizo, Abadía, Orejuela, Bustingorri, etc., por petición de Don Javi, “el Divino Vasco” y la madre que lo parió, o prácticamente cualquiera de los últimos años), también llegas a pensar que quizás esos sean los mimbres que necesite ese entrenador y que esa temporada seremos el equipo revelación, e imaginas como la prensa ensalzará la labor del equipo, habiendo sido capaces de conseguir mucho más de lo que de ellos se esperaba. Lo que sea con tal de ver a tu equipo en lo más alto y mantener intacta la capacidad para ilusionarte. Todo buen aficionado se niega a pensar en algo que no sea eso. Además de todo esto no tienes la presión de los partidos y tienes un margen y una tregua para ser feliz con tu afición sin ningún problema más. Sabes que el lunes irás al trabajo, a la escuela o donde sea y no estará el típico pesado vikingo dándote la tabarra y tocándote los huevos, haya pasado lo que haya pasado durante el fin de semana y básicamente porque en verano es imposible salir derrotado (además para más hostias, ese tipo que nos incordia suele ser un individuo que no ha ido a un campo de fútbol en su puñetera vida, que no sabría decirte cuatro jugadores mandriles seguidos ni de coña y que suele estar todo el tiempo diciendo, -sobre todo si ha perdido el Mandril-: “No, si a mí no me gusta el fútbol” o lo que es peor y más cobarde, un tipo que no tiene ni pajorera idea de basket y te suelta: “no si yo ya paso de fútbol, a mi lo que me va es el baloncesto", para una vez que su miserable equipo ha perdido porque el arbitro no se ha dado cuenta de que se acababa el partido y no le ha dado tiempo de pitar un par de viles penaltyes que asegurasen una nueva y rastrera victoria. Es la hostia, son cobardes y necios hasta en eso. Lo que nunca suelen añadir este tipo de individuos/as, y mira que tienen motivos para ellos es: “No si yo sólo soy un auténtico gilipollas descerebrado, sin ningún tipo de criterio. Si yo soy del Mandril porque soy un cobarde que no sé ser otra cosa que un tocahuevos arrivista de un equipo que debe ganar muchos títulos y tener mucho dinero, - por lo que dice la prensa – y como yo soy un miserable perdedor sin criterio y toda la vida lo seré, no me importa ser de un equipo que gana los títulos a base de talonario y hurtos, apoyado por todos los poderes fácticos y mediáticos de este jodido país. Además como soy tan necio y tan gilipollas hablo de cosas de las que no entiendo y me meto con gente que si tiene ideales y principios, y además defienden sus ideales y su equipo hasta la muerte”. En mi opinión ésa es la verdadera diferencia entre cualquier aficionado del Atleti y cualquier aficionado del Mandril. Y lo que es peor, si es un mandril de provincias encima viene acompañado por unos aires que se asemejan mucho a los de la mezcla de sensaciones avergonzantes que pueden llegar a proporcionar un nuevo-rico, cuyo mundo se reduce a cuatro kilómetros a la redonda, y un pobre limítrofe. Ésos son los peores, no intentéis ni acercaros. Su universo se reduce a Figo-Dedo y a Bo-Raúl-chuzo. Suelen ser individuos de entrecejo poblado, grandes orejas y pronunciada barriga (no sé muy bien por qué, no hay una explicación científica, pero os juro que es así, debe de ser algo genético, seguro). Tienen andares patizámbicos y torpes, (andan como intentando engañar a las baldosas), y en verano suelen pasearse por las ciudades, pueblos y lugares costeros con bermudas, chanclas y sobre todo y con todo (da igual que vayan de traje), la camiseta conmemorativa de la copa champiñones (si además de todo eso son cutres, la camiseta suele ser la de la séptima, con el nombre de Mijatovic en la espalda. Si son modernos y les queda algo de pudor, Raúl-chuzo y la octava. Además, este año sueñan con que el tío Floren les conceda una de las 300.000 camisetas que dice va a vender con el nombre del Jodido ZZ Gabacho –tiene nombre de insecticida el cabrón– ). Pues lo dicho, a éstos, ni os acerquéis, o mejor dicho, no permitáis que se os acerquen. Ni se os ocurra. Pueden resultar contagiosos ya que portan un extraño virus que les hace ser como son. Si queréis estar prevenidos y poder cambiaros de acera antes de que se os acerquen, les podéis distinguir de lejos porque irán cantando entre dientes una extraña musiquilla cuya letra dice algo así como: “ala mandril, ala mandril”. Es una especie de misa ritual o reclamo sexual para el apareamiento de monos (por ejemplo, con Roberto Carlos, el macaco claro, no el cantante, les dio buen resultado, según parece). Por cierto, como anécdota científica y culturilla general, creo que el virus se llama: “vikingitus terribilis” y la enfermedad “demencia vikinga degenerativa”. Terrible ambos dos, aunque creo que los atléticos desarrollamos hace muchísimos años una serie de antígenos que nos hacen inmunes a ambos, pero por si acaso, no tentéis a la suerte. Pero siguiendo con las historias del verano, al mismo tiempo, tal vez porque en verano también hay menos ocupaciones y se dispone de más tiempo libre, nos da por consumir mucho más periódicos. Ya no recuerdo la cantidad ingente de “Marca” o “AS” (ojeaba los dos y siempre cogía el que más pequeña dosis de insignificante información pudiera tener sobre el Atleti,), que cada verano habré tirado indignado a la basura, prácticamente sin leer, después de pasar desesperado las ocho páginas dedicadas al Mandril y ver que sólo había media página sobre el Atleti . Ya sé que miles de veces me hice la promesa de no volver a comprarlos más, pero al final, acababa comprándolos casi cada día. La necesidad de tener información sobre el Atleti y el sentir rojiblanco eran más fuertes que la indignación. Lo mismo ocurría con los programas de radio. Tenía memorizados todos los diales y a que hora se emitían los programas deportivos para ir enlazando uno tras otro. Después de escuchar mil veces las mismas entrevistas a jugadores vikingos. Después de oír las mismas noticias sobre el Mandril doscientas mil veces, al final, conseguía escuchar dos minutitos de actualidad rojiblanca. Pero daba igual, cada día repetía la operación. Sinceramente creo que esté acto de masoquismo sin límite era una manifestación solemne de mi amor por el Atleti. Por fortuna, todos estos problemas con Internet y páginas web como “Señales” se han terminado. Ya hace mucho que no compro periódicos y cada vez escucho menos los programas deportivos de radio (sólo en el coche y a ratos por la noche, simultaneado con la televisión. Volumen de la radio bajo y si por despiste algún programa habla del Atleti, la subo). Toda la información la puedes obtener condensada en un solo medio. Con todo esto que os he contado quiero llegar a la conclusión de que los atléticos somos fieles y sufridos hasta en verano. Y en la mayoría de los casos no es porque queramos saber todo sobre el mundo del fútbol, ni porque necesitemos
Hola a todos. Me presento, soy Nacho Chinasky y hace unos días decidí escribir a Señales de Humo un texto explicando por qué era del Atleti o más bien por qué no podía ser nada más. Ya había pensado escribir hacia algún tiempo, puesto que sigo el discurrir de la web (sinceramente creo que es la mejor que hay sobre nuestro amado equipo), pero por motivos de trabajo y tiempo no había podido hacerlo antes. Después de recibir y leer el artículo, José Luis me ha ofrecido la posibilidad de escribir una columna más o menos fija en la que pueda expresar mi opinión sobre los sucesos rojiblancos y en la que recuerde muchos de esos momentos de éxtasis y sufrimiento que he vivido a lo largo de mi vida rojiblanca. Los momentos de sufrimiento y dolor son insoportables cuando se producen, aunque lo cierto es que, a la larga, son los que más se recuerdan, o por lo menos, son los que te hacen querer más al Atleti. ¿Por qué? No estoy seguro. Probablemente por ese sentimiento seudomasoquista que cualquier buen aficionado al Atleti debe poseer, o tal vez, porque esos momentos de sufrimiento suelen venir de situaciones realmente injustas (bien porque se producen mediante robos descarados, bien porque son injustos en su propia naturaleza, el típico “jugamos como nunca, perdimos como siempre”, o bien porque proceden de manipulaciones o actuaciones injustificables de los medios de comunicación o de los poderes fácticos de, iba a decir nuestro país, pero actualmente vienen más bien por parte de nuestro ayuntamiento o comunidad). Ésta segunda causa hace que los atléticos tengamos ese punto de rebeldía inexistente en el resto de aficiones, imprescindible tan bien para ser un buen rojiblanco, o mejor dicho, intrínseco a cualquier rojiblanco de verdad.
En el texto de “¿Por qué soy del Atleti?” enumeré los momentos cruciales a lo largo de mi vida rojiblanca, hechos que se me quedaron grabados a fuego y que hicieron que mi pasión por estos colores fuera en constante aumento. Evidentemente hay muchos más, pero tampoco quise extenderme demasiado porque para esa sección, creo que mi texto ya era demasiado largo. Probablemente los aficionados con más años a las espaldas que yo, echaran de menos otros momentos que probablemente para la historia global del Atleti fueron tan o mucho más importantes, pero no eran los míos. La final con el Bayer, el famoso robo de Guruceta, la final de la Recopa con la Fiorentina, el histórico día (por lo que me han contado) que obtuvimos la Interconental contra el Independiente a falta de cinco minutos para el final (cuanto lamento haberme perdido ese momento), son sólo algunos ejemplos de grandes y pésimos momentos que no cite. Pero cuando pienso en esos momentos mi cabeza rojiblanca siente gloria o pesar porque completan nuestra brillante historia, pero mi corazón se queda más o menos frío. El Atleti no consiste sólo en ver partidos de fútbol, hay que sentirlo, hay que vivirlo, y yo todos esos momentos no los viví, por lo que no forman parte de mi colección de grandes recuerdos. Pero para seguir recordando, recuerdo una de mis primeras visitas al Calderón siendo todavía muy pequeño (apenas tendría seis u siete años). Fui con mi abuelo y con mi hermano (una oveja negra, por decirlo de alguna manera suave, porque a fin de cuentas es mi hermano, aunque el corazón en ese sentido me invita a llamarle de otra manera). Desde una semana antes había estado pensando constantemente en el partido. Me lo imaginaba una y otra vez (joder, han pasado casi treinta años y todavía lo recuerdo con una claridad meridiana, a eso es a lo que refiero). El estadio, las luces, los colores, el olor. Ya había ido muchas otras veces al campo, pero la diferencia estaba en que siempre había ido de día, por la mañana o a las cinco, pero nunca había asistido a un partido nocturno (en aquella época era más bien raro que se jugara un partido por la noche y además yo era pequeño para poder campar por el mundo a esas horas). Pues bien todo lo que había imaginado quedo pequeño. El verde espléndido del campo, el estadio inmenso (fuimos al anfiteatro y yo todavía era muy pequeño por lo que me parecía todo mucho más grande), la mezcla de olores. El olor a hierba, a puro, a pólvora. La gama inmensa de colores sobre los que predominaban el rojo y el blanco de las bufandas y las banderas. Todo era espectacular. Pero lo que se me quedo grabado por encima de todo fue la salida al campo de los jugadores y sobre ellos, como con vida propia, la camiseta rojiblanca, esa camiseta que me he puesto tantas veces con verdadera veneración. Allí no me di cuenta porque era demasiado pequeño y todavía me dejaba deslumbrar demasiado por el alo de grandes estrellas de los jugadores, pero luego he entendido que lo único que importa es esa camiseta y la gente que la veneramos con auténtica reverencia desde la grada. No importa que mercenario se la enfunde, aunque desde luego siempre será mucho más bonito que la lleve un chaval como el que vio todo aquello, que la sienta y que la idolatre, que un desertor o un mercenario. No importa cuantos millones cueste alguien que quiera ponérsela y que le jure amor eterno por un puñado de dólares (y nunca mejor dicho, ahora todo se paga en dólares). No importa quien intente ser el dueño del club, ni quien intente aprovecharse de él para su propio beneficio (nos guste o no siempre ocurrirá, es la ley de la jodida vida). No importa que estemos en primera, en segunda o en tercera (ahora si ocurre, os juro que los lincho), lo único que importa es eso, nuestro escudo, nuestra camiseta, nuestros colores. Y desde aquí hago un llamamiento a todos para que luchemos contra las injusticias, contra los mercenarios, contra los directivos y contra todo lo que intente perturbar el buen nombre y lo que representan esos colores. Podemos hacerlo, somos el Atleti, como reza la canción, “nosotros somos el Atleti”, somos la grada y la grada está siempre obligada a dictar sentencia. Pero no lo olvidemos, nosotros no podemos fallar. Si fallamos, nos fallamos a nosotros mismos, fallamos a nuestra esencia, fallamos a lo que más queremos, fallamos al Atleti. No debemos permitir que la temporada que viene el Calderón este medio lleno los primeros partidos (el año pasado fue así) y nos dediquemos a increpar a la tribuna en vez de animar. Tenemos que conseguir que sea un fortín como lo fue durante la segunda vuelta (salvo el desastroso día del Murcia, aunque creo que fue más motivado por la ansiedad, la necesidad, la urgencia y las prisas, que por falta de animación o esfuerzo). ¿Vosotros sabéis lo que es para un futbolista del Nástic o del Egido (por cierto, a éstos espero que los recibamos como se merecen, es decir, como verdadera basura, sino preguntadles a nuestros chavales), salir a un estadio como el nuestro con 50.000 almas rugiendo? Se lo tienen que hacer encima. Tenemos que conseguir que el añito en el infierno lo sea para los visitantes, no para nosotros. Vislumbro buenos mimbres (sobre todo si nos hacemos finalmente con “el Chelo”, porque especialmente Colsa, Jesús – para los que no les conozcáis, yo lo que le he visto bastantes minutos, y veo mucho fútbol, y me ha gustado bastante, rápido, fuerte y con regate, aunque no sabe centrar-, Garcia Calvo (es medio vikingo, pero no deja de ser un mercenario más que sabe jugarla) y sobre todo Stankovic –creo que su fichaje es un grandísimo acierto, tiene un guante en la zurda y estoy hasta los huevos de ver como durante años nadie ha sido capaz de sacar cómo Dios manda un corner o un libre indirecto – (otro día dedicaré una columnita a las cualidades técnicas de los futbolistas, son patéticos, la verdad) – Necesitamos como el agua a Movilla o a un tipo similar, pero Movilla sería perfecto porque está muy acostumbrado a hacer jugar a un equipo en segunda. La temporada del Málaga en segunda daba gusto verles jugar y estaba acompañado por siete u ocho amiguetes. Cubillo me gustaría que triunfara, porque además es amiguete mío, pero no acabo de verle cogiendo las riendas. Tiene dos problemas complementarios y no son técnicos: le falta carisma para echarse el equipo a la espalda y cuerpo para ser un guardaespaldas de lujo tipo Vizcaino). Yo estoy convencido que subiremos a primera y volveremos a ser un grande, y volveremos a luchar por la liga y, probablemente, pueda sentir de nuevo no lo mismo que sentí el año del doblete, porque eso es imposible, pero sí una alegría enorme, y lo celebraré con todos vosotros, porque en el fondo somos como una gran panda de colegas a los que sólo nos une una cosa, pero esa cosa es la más importante de nuestra vida. Y más adelante, seguro, algún día ganaremos la Champiñones Luis, y ese día dejará de llamarse así y pasará a llamarse la gloriosa Champion Luis (esperemos que nos aguante hasta entonces). En relación a esto último, otro dato fundamental es que debemos impedir por todos los medios que a los Gil les de