Columnas del Foro

Dios Mío ¡Qué equipo! (31/03/2004)

           Coño, que yo no quiero que juegue al fútbol como el Arsenal, el Milán, el Depor, el Zaragoza…

            Pero si querría que después de treinta partidos el equipo hubiera adquirido cierto estilo de juego. ¿Al patadón, al contraataque, a sobar y sobar el balón para no perderlo aunque no se ganen metros, a presionar, a…?.

            Es cierto que hay no sé cuantos equipos con menos puntos que nosotros, pero casi todos ellos tienen “estilo” de equipo y juegan, con sus carencias, más o menos bien o mal; pero juegan: Celta, Zaragoza, Español, Bilbo, Valladolid…

            Sucede que en el fútbol de hoy existe bastante igualdad en cuanto a preparación física y los goles escasean. En el Atleti existen tres o cuatro jugadores que estorban o roban en última instancia balones a los delanteros contrarios y entorpecen su eficacia cara la gol.

            Ese es el motivo de que no hayamos perdido más partidos.

            En el partido de hoy oíamos desgañitarse a Paquito motivando a sus jugadores, mientras el profesor Manzano (este escrito se lo envio hoy) con los brazos cruzados sobre su chaquetón de cuero, miraba y miraba el partido sin expresión. ¡Claro!, luego salen “el hombre que surgió del frío: Novo, pierde el balón y se queda quieto (¿los jugadores Atléticos no se han caracterizado tradicionalmente por dejarse la piel en el campo?; el canario Jorge, que va como los relojes canarios: una hora menos y el brasileño Rodrigo a ritmo de samba, pero sin bailar con el balón. Unelos al correcaminos sin sentido: De los Santos (por lo menos se entrega); al inútil “pierde sitio” Gaspar; al conformista e inútil Paunovic (creí que había sido sustituido, cuando de pronto volvió a aparecer en el partido con su pelo sin despeinar); Ibagaza (al no haber sistema de juego, ni compañeros que se desmarquen, acaba perdiendo el balón: se ahoga)…

            Nos quedan como jugadores de fútbol: Aragoneses (magnífico); Lequi, Garcia Calvo, SERGI (un monumento como jugador de fútbol por su calidad, entrega y pundonor!!!), el citado Ibagaza (en otras circunstancias) y Torres (¡como brillaría con otros compañeros!; pero eso sí, en el Atlético).

            Por cierto el pundonoroso Fernando presiona a portero y defensas contrarios, cosa que le honra, pero inútilmente, ya que el resto de compañeros no suben a presionar a los centrocampistas del equipo rival. Estos pequeños (o grandes detalles), son los que se le pueden exigir al entrenador.

            Por terminar con el partido de ayer, no quiero confundirme, pero a puerta se tiró ¿una vez sola, la del poste de Torres?. ¿Nadie sabe disparar desde fuera del área?.

            Más detalles a considerar: en los numerosos córners que sacamos (yo habré visto tirar más de cien) ¿no puede haber tácticas para que alguna vez rematen nuestros jugadores?. Desde el gol de Aguilera al Valencia y uno del Paunovic reciente, no hemos rematado a puerta. ¿Por qué los saca Ibagaza si sus balones o bien se “quedan” en el primer palo para los defensas contrarios o llegan “muertos” al área pequeña para el portero. ¿Por qué cuando los contrarios ejecutan faltas directas, Aragoneses se vuelve loco llamando a voces los compañeros para que le hagan caso y sitúen bien la barrera?. ¿Por qué cuando un jugador “pasa” el cuero a otro, se queda parado en ligar de ir a buscar hueco y ofrecerse?. ¿Por qué no se animan con la voz unos jugadores a otros?.

Da la impresión de que para la mayoría de los jugadores llegar a jugar en el Atleti culminan sus carreras y se acomodan a la vida cómoda. ¿Es que no hay quién les “lea la cartilla” con energía y les toque el bolsillo por falta de entrega?.

Pero como estará nuestro equipo si a mitad de temporada han tenido que ir a buscar un portero al Getafe!!!. ¿No hay planificación ni a corto plazo?. ¡Que me dicen a mí que Toni está haciendo una excelente labor…

Bueno, a esperar al domingo con la esperanza de que sumemos con enorme o gran sufrimiento puntitos. Por lo que es verlos jugar al fútbol… Dios mío (te vuelvo a nombrar) jamás vi equipo que juegue pero al fútbol. ¡Que angustia de espectáculo!.

Modesto de Cantabria.  

Nuestra realidad (29/03/2004)

En mis treinta y pico años atléticos sólo he ganado dos Ligas, la del 76-77 y la del doblete, y un puñado de Copas del Rey, de modo que no estoy precisamente acostumbrado a ganar. He visto buenos equipos, aquel que ganó con Ayala, Leivinha, Pereira y compañía, más adelante el que iluminaban Schuster y Futre, el del doblete,... Y otros bastante malos aquellos en los que los Julio Prieto, Mínguez, Ruíz, Cabrera, Uralde eran titulares, los de Segunda, el del año pasado, el del presente año,... He visto el campo lleno, de crío, con apenas seis años, más atento al marcador simultáneo (Suyvalen-Jause) que al terreno de juego, excepto cuando venía Esnaola, fuera con la Real o con el Betis, que siempre se llevaba cinco o con aquella goleada al Madrid que cruzamos el río -entonces no había puentes- gritando aquello de "que no han sido uno, que no han sido dos, que no han sido tres, que han sido cuatro", y el año del ascenso. Y lo he visto vacío, en los últimos y agonizantes años de Calderón y durante muchos de los años de Gil.

El recuerdo que tengo de mí mismo durante tantísimas temporadas es el de llegar a estas fechas sin nada que jugar como pauta habitual. Y cuando digo sin nada que jugar era sin aspiraciones al título de Liga, porque nosotros, hasta el año del descenso, siempre nos hemos visto, y nos han visto, como aspirantes, con el Barça, el Madrid y algún otro circunstancial, a ganar la Liga. Pero luego nunca era real, salvo en los dos años que la ganamos y otros dos o tres (el de Cabeza, el del cante de Abel y alguno más que no recuerde) en los que tuvimos opciones reales serias. En el resto, en marzo-abril para nosotros ya no había Liga y nos resignábamos en el grupeto de los que jugarían la UEFA, competición habitual para nosotros salvo algún año de fracaso real. Así que ese título de aspirantes al título que nos poníamos y nos ponían no se ha ajustado casi nunca a realidad desde finales de los setenta.

En estos años hemos vistos "Mandriles" horrorosos, el de los Garcías que "sólo" llegó a la final de la entonces Copa de Europa que perdió con "mi" Liverpool, y Barças desquiciantes, como el del año pasado. Pero hemos visto también quintas de buitres y fichajes multimillonarios dominadores durante largos, larguísimos años, y el Dream Team, que hizo otro tanto. Han emergido, algunos para quedarse arriba, Real Sociedad, Athletic, Deportivo, Valencia,...

Nosotros, los aficionados, hemos estado, nos hemos ido, hemos vuelto, damos vergüenza en momentos como cuando votamos a Cabeza o a Gil o como cuando permitimos que se jugara sin  rechistar aquel partido contra la Real tras al asesinato de Zabaleta, y damos ejemplo, cuando nos apuntamos en masa en nuestro momento más doloroso, no el del descenso, sino el de la continuidad en Segunda, y cuando le hacemos un homenaje a los muertes en el salvaje atentado del 11-M como el del día del Betis. Colocamos en Segunda a nuestro equipo como el tercero en pinchazos en pay per view, y aunque nuestros partidos ya no están los primeros en el share de audiencias, estamos a la cabeza esta temporada en partidos televisados por la FORTA y Canal +. Pero cada vez hay más niños del atleti solitarios en sus clases, el mío, por ejemplo. 

Con esto que he visto, tengo claro que me engañaría si por presente y pasado reciente dijera que mi atleti tiene que ganar la Liga este año. O el que viene. Me temo que ni puede pelear por ella hasta el final. La verdad es que este año sería un sueño, que durante una semanas fue realidad, la Liga de Campeones, pero es tan verdad como que quedarse fuera de la UEFA sería un fracaso, como lo era en los ochenta y los noventa del siglo pasado.

Si nos exigimos mucho más de lo que podemos lograr, como no llegaremos, lo que consigamos siempre será un fracaso y eso nos hará daño como afición. Esto es aplicable a la crudeza con la que enjuiciamos a Manzano. Por aquí, casi todos de la mano del nefasto Gil, han pasado entrenadores muy malos y no creo que Manzano esté entre los peores. Cogió un equipo que lo pasó muy mal el año pasado con Luis -su horrorosa temporada no empaña para mí el reconocimiento histórico que merece- y con jugadores mediocres con la única salvedad de Torres tiene en este momento al Atlético en el puesto más alto al que puede aspirar. El fútbol que practica el equipo es malo, pero al menos consigue resultados para aprobar. No me parecería insensato que se le diera continuidad un año más, para no empezar como siempre un nuevo proyecto, reforzando un par de puestos, mediocentro y un jugador de banda que rompa, por ejemplo, y así, con un par de mejoras por año, estar en dos o tres temporadas luchando con fundamento por la Liga.

Pero todos sabemos que esto no podrá ser. Y no podrá ser mientras Gil siga siendo el dueño del club, con una gestión pésima e impidiendo la regeneración que supondría la entrada de dinero y personas nuevas. Este es nuestro problema real, un dueño que nos tapona. Gil es el peor de todos, pero Cabeza y Calderón en sus últimos años acabaron con aquel Atlético histórico que cuando al principio de la Liga se decía que aspiraba a ganar la Liga aspiraba de verdad.

Las cartas sobre la mesa (26/03/2004)

Ha comenzado, por tanto, la partida. Lo que vaya a ocurrir desde ahora, señores, o sea, lo que vemos que ya está ocurriendo, es lo que ocurre siempre que la negociación se centra única y exclusivamente en el dinero: que se pone en juego no otra cosa que la muerte de aquello sobre lo que se negocia.

Eso mismo que está poniendo en juego Camba con su silencio. Aquel que en su momento anunció una nueva oferta para principios de año parece haber cambiado de opinión sin mediar explicación alguna a medida que se sucedían los malos resultados del equipo, tal vez persuadido de que, privado de los ingresos soñados por su participación en la Champions, la viabilidad económica de un Atleti medianamente competitivo es para los Gil, sencillamente, una quimera.

He aquí, pues, al máximo accionista sin otra salida para seguir adelante que la descomposición del Club y a la espera -conviene no olvidarlo- de una sentencia firme más que probablemente condenatoria. Es decir, en la peor situación posible a la hora de afrontar negociación alguna. En la mejor, por tanto, para la otra parte negociadora.  

En esto consistía esa "estrategia de la araña" a la que me referí hace meses. Ahora, claro, debería venir la oferta y el proyecto. Y deberían venir ahora porque bien pudiera ser que si no adquiere presencia una alternativa real a los actuales propietarios, la afición vaya acostumbrándose a cuanto esas noticias ya están adelantando. Es un simple hecho lingüístico que nombrar algo es ya dotarlo de un cierto estatus de realidad por más que luego se niegue, y tanto más cuanto más se niegue. Por lo que, particularmente en lo que atañe a la venta del Estadio, no es de descartar que, tras la consabida labor "educativa" llevada a cabo por los medios de comunicación, esa operación termine siendo aceptada por la afición como el mismísimo signo del inicio de una nueva era victoriosa.

Claro que también pudiera suceder que el amigo Camba quiera dar una última vuelta de tuerca y esperar a que el Tribunal Supremo dicte su sentencia.

Claro que también pudiera suceder que el amigo Camba haya decidido apartarse de la lucha y dedicarse, cual aquel Atico corresponsal de Cicerón, "al cultivo de un ocio decoroso", como ya dije una vez, entre condones suizos y relojes de látex, y que al leer este mensaje, si lo hiciere, se parara a considerar, sin dejar de esbozar una sonrisa, la extraña manera que tenemos algunos de ver llegar el alba.

Cucos granujas (24/03/2004)

Es muy deprimente comprobar cómo los globos sonda que los Gil y compañía lanzan al azar hallan eco en la prensa. ¿El último? La venta de Torres. Ya no hay día en que Torres haga algo destacable sin que el epílogo a su meritoria actuación no lo pongan los rumores sobre su inminente marcha al extranjero. Y esos rumores se difunden desde el propio club.

Acabo de leer un texto garrapateado por una de esas luminarias que da la prensa deportiva (¡por qué no las confundirá el diablo!). Dicho texto contiene una tesis: el Atlético está ante un dilema: o vende a Torres o kaput. “No hay un duro —dice el plumífero— y la UEFA es una ruina”.  (Tarde se percatan de que la UEFA es hoy un torneo desprestigiado y poco rentable. Empero se nos ha dicho centenares de veces que lo importante era estar el año próximo en Europa. ¿En qué quedamos?).

Claro que —Gil aprieta pero no ahoga— el brillante gacetillero, después de pintar el futuro con los turbios colores del Apocalipsis, nos facilita generoso un “a menos que…”. A menos que los seguidores rojiblancos se rasquen el bolsillo —¡faltaría más!— y acudan a la famosa ampliación de capital, que no es “dinero para los Gil” —añade el muy lince— sino para la supervivencia de la entidad.  Como extorsión no está mal, pero es el timo del tocomocho, y el pseudoperiodista actúa de gancho.

De modo que ansiamos competir en la UEFA, pero disputarla sería una catástrofe. No tenemos un duro, pero se anuncian los fichajes de E’too, Emerson y no sé cuántos jugadores más. Es la intoxicación por la intoxicación. No obstante, en ese aparente caos hay método.

La maniobra de los Gil es diáfana: se trataría de instilar en la cabeza del aficionado, a fin de que éste tenga tiempo para digerirla, la idea de que el Atleti tarde o temprano deberá prescindir de Torres porque el Atlético no puede pagar cracks. Puesta entre la espada y la pared —o sale Torres o cerramos el club— la gente elegirá la pared. (Aquí se esgrimen los ilustres precedentes de Peiró, Mendoza, Hugo Sánchez, pero no los de Alemao, Baraja, Solari, Valerón, Vieri, Hasselbaink, Molina…). Aunque claro, si los abonados apoquinaran el dinero que se necesita para retener a Torres….

¿Y quién calcularía el montante de ese Domund y lo recaudaría? Gil, por supuesto.  Ahora bien, si la operación fracasara, ¿sobre quiénes recaería la culpa? Sobre los opositores que han impugnado la ampliación de capital, esos antiatléticos que minan la institución y son un verdadero cáncer.

A mi entender, los Gil están locos por deshacerse de Torres, pero no ahora, no aún, pues esperan que su cotización suba por las nubes y, además, temen a los seguidores del Atleti. Y si usan a sus lacayos de los periódicos es para asustar a la pobre gente colchonera. ¿Qué se ponen nerviosos? A lo mejor les sacamos una pasta. ¿Qué se resisten al tirón? Ponemos en el mercado a Torres y nos vamos a jugar a la Peineta.

¡Vigilad, que son muy granujas y carecen de escrúpulos!

Los otros (23/03/2004)

Modesto de Cantabria.

Telesensaciones (21/03/2004)

No es lo mismo vivir un acontecimiento in situ que a través de la pantalla de televisión, y sobre todo si quien pone la voz de la retransmisión es el tal Grande o Grandes. Pagaría un suplemento porque todos los partidos se retrasmitieran sólo con el sonido ambiente; los de la 2 muy especialmente.

Uan gran demostración de humanidad, la que ayer dio ese entrañable pedazo de mi Madrid que es el Aleti y quienes conmigo lo convivís. Me emocioné con el silencio, y muy especialmente con las cartulinas de los crespones, pues me simbolizaban el sentir colchonero y la humanidad de un grupo que ya forma parte de mi vida cotidiana más íntima. Gracias sinceras, Mindundis.

Lo del Frente, qué decir. Espectacular. Cuando uno es habitualmente protagonista por llenar un gran espacio, una ausencia es la más apabullante presencia. Excesiva la pancarta sobre la pena de muerte. Creo que fue un lapsus demasiado grande, que restó algo (¿o bastante?) credibilidad a la brillante idea.

Y del partido, qué decir. Para lo que estamos acostumbrados, bastante bien. Muchas ocasiones de gol, lo cual siempre pone salsa y alegra el espíritu, y clara superioridad sobre un rival en teoría peligroso.

No tanto me alegran los gravísimos fallos defensivos, que a punto estuvieron de privarnos de una victoria merecida e importante, pues anuncian sufrimientos inminentes, del estilo de los ya padecidos en San Sebastián. Alarmante la caída en picado de Lequi, quien parece desquiciado y empeñado en mostrar ahora todas sus carencias. Aragoneses me pone los pelos como escarpias cada vez que un balón sobrevuela el área.

El centro del campo en su línea habitual, sólo que con más lucha y presión. El único que demostró algo creativo, también para variar, Ibagaza, que, en mi opinión, sigue siendo gravemente perjudicado por el esquema de Manzano. Pero es el único capaz de dar cuatro o cinco pases con buen sentido y que suelen ser ocasiones de gol. Jorge no sólo no lo mejoró, sino que lo empeoró. Aguilera, pese a su encomiable entrega, salvo el centro inicial de gol, volvió a dejar patente que ya no está para estos trotes. Sus gritos de dolor mortal cada vez que va al choque y cae, son todo un canto de cisne. Y qué comentar de Nano. Conforme se le dan minutos, demuestra más a las claras por qué lo dejó marchar el Barça. O sea, que ya podemos ir buscando otros interiores para el año que viene.

Arriba, muy bien. Espléndido Torres, que remontó el vuelo tras una serie de partidos decepcionantes. Paunovic volvió a estar a un excelente nivel. Ojalá que nos desmienta a casi todos, y acabe demostrando ser un jugador válido para el Aleti. Sobre todo porque así me ahorra el padecimiento que me produce ver el vivaqueo del gladiador griego sobre el césped. Por cierto, ayer pudo verse bien a las claras, por si había dudas, dónde rinde mejor Torres (en punta) y qué es lo que necesita como compañía (un decente 'media punta').

A ver qué pasa la semana que viene contra el Villarreal. Partido importante.

¡Tan, tan idiotas! (19/03/2004)

Somos tan dichosos —¡hay que ver cuánta felicidad!— que nos da igual que el trofeo se haya ido a Zaragoza. A lo mejor los vencedores, en un arrebato de munificencia, nos regalan un asa. Además, como nos sobran medioscentros, qué mejor que prestarle uno a un equipo que pelea por no descender a Segunda. ¿No es raro que la prensa, en vez de entrevistar a Gil —el gran triunfador de la noche—, gastase el tiempo en loar las proezas de los Magníficos? ¿Es que nadie se ha dado cuenta de que nuestro bienamado club ha salvado ya la temporada por obra y gracia de una inteligentísima permuta invernal —la que puso a Movilla en Zaragoza y trajo de Turín al Pollo Olivera?  

Señores, pregunto cuándo nos olvidaremos del Real. Los merengues —permítanme que insista— no juegan en nuestro campeonato, que es el de los uefos contra los intertontos. Y me pregunto también cuándo dejaremos de insultar a los futbolistas del Madrid. (Roberto Carlos no es un macaco sino un formidable jugador que ya hubiésemos querido en el Atleti para un día de fiesta.)

El Imperio, Movilla y el Atleti (18/03/2004)

Fui uno de los muchos que participaba del pronóstico abrumadoramente favorable los merengues -de su 'favoritismo', que decía Míchel, en uno de esos lapsus tan propios de su repulida incultura-. De hecho, no me puse a ver el partido hasta el segundo tiempo, cuando supe por el teletexto que al descanso los maños iban por delante en el marcador.

Como cabe suponer, la alegría de ver caer derrotado al Imperio fue grande, y más cuando comprobaba la rabia llena de soberbia que destilaban los patadones impunes del calvo marsellés, o la conducta antideportiva de esa fugaz nova del firmamento futbolero con pinta de Pájaro Loco que responde al nombre de Portillo.

Pero mira tú por donde, el bueno de Movilla vino a aguarme involuntariamente la fiesta. ¿No se le ocurrió nada mejor a este gran chaval que dedicar la victoria a la hinchada colchonera? Me sentí fatal, como uno más de los cientos de miles de aficionados de cualquiera de los llamados equipos modestos -segundones, tercerones o cuarterones- que llenan la geografía española. De esos que en las grandes citas siempre han de participar vicariamente, porque su equipo ni está ni se lo espera como protagonista de tales eventos.

Gracias por tu magnífico detalle, Movilla, que dice mucho de ti como persona, pero con él, desgraciada e inintencionadamente, me hiciste ver la pequeñez, la insignificancia, a que nos vemos condenados hoy, y quién sabe cuántos mañanas más aún, los seguidores del Aleti.

2 como 200 (14/03/2004)

La foto de los 200

200 lineas de resolución la foto 

la sonrisa satisfecha, el aire mece el cabello

como la onda mecio los cabellos atrapados -quemados-

la sonrisa satisfecha ante la Historia

triste narracion de los hechos en las estaciones conmocionadas

esa mirada que ve mas alla del momento

ciegos tus ojos ególatras ante la barbarie  próxima

el click de la camara perpetua para siempre el momento

como los detonadores perpertuaron para siempre en nuestras memorias

como dormir se dice dando vueltas entre la sedosas sábanas

como dormir decimos sentados ante los tanatorios

entre ellos, dos

similares a los otros -muertos, victimas -

dos del fondo

movieron sus bufandas como movemos las velas -a un lado, al otro-

tal ven repasaban en sus corazones los motivos cuando sonó  

sonó el estruendo

ellos tal vez pensaban en el Niño en esa jugada

o en el amor que les esperaba a la vuelta o en la llamada que harían a la caida de la tarde para conquistarlo 

dos como doscientos, sólo son dos ceros más después del primero

brotó y era roja como la otra, su anhelo rojiblanco brotó con ella

y surgió la foto con el estruendo

como el del fondo con el tifo, el estruendo

el estruendo escucharon

en sus dos corazones como doscientos

rojiblancos chavales

esas flores en el corner 

al mirarlas pensaremos. 

El día después (12/03/2004)

En cualquiera de ambos casos, el resultado es el terror, la creación de un difuso y generalizado estado de terror. Y en ello, justamente, está el objetivo del terrorismo, de cualquier terrorismo. El moderno, o posmoderno, según se mire, que hoy nos aflige y aterroriza, necesita para ello, para alcanzar la sublime aspiración que lo alimenta, de los medios de comunicación, que son su auténtica onda expansiva, y sin la cual no tendría sentido.

Muchos dirán, ¡ah!, pero ¿el terrorismo tiene sentido? Sí, desgraciadamente lo tiene. Es no ya humano, y bien humano, sino social, muy social, y además, éste que hoy destroza vidas por cientos o por miles, uno bien moderno. Es falso que el terror nacionalista, extremista o fundamentalista, sea un mero residuo de una barbarie precivilizatoria. ¿Podemos entender el terror nazi con ese esquema, o el del bolchevismo y su hijo el estalinismo, o el del maoísmo y su hijo camboyano? Creo que no. Pues tampoco estos terrorismos de nuestros días, y en concreto el de ayer.

Es cierto que, en términso político-electorales, no es igual o indiferente quién o quiénes sean los responsables directos de la matanza de ayer. Pero esperar, y hasta desear, que sea uno u otro, para así cargar la responsabilidad política de un lado u otro, según la inclinación propia, creo que no es demasiado inteligente en este preciso momento, sin entrar en valoraciones morales.

Cierto es que la política exterior de Aznar nos ha metido en un berenjenal de consecuencias hoy por hoy imprevisibles, y que algún día –el domingo u otro posterior- le acabará pasando factura al PP. Pero mucho cuidado, ante todo con esa idea, tan española y franquiana, de pensar que, quien no se mete en líos, nada tiene que temer. ¿Tampoco las víctimas de Bali, de Estambul o de la sede de la ONU en Bagdad? ¿Eran ellas o quien mandaba en sus países aliado de primera fila de Bush? El triste protagonismo de Aznar en todo el asunto de Irak lo único que hace es aumentar la probabilidad de que seamos objetivo del terror fundamentalista islámico, pero si no lo hubiera tenido, tampoco estaríamos a salvo. De hecho, ¿dónde parece que se preparó gran parte de la operación del 11-S? En España. Si nuestras fuerzas de seguridad actuaran eficazmente contra la red que en nuestro país a buen seguro sustentó la trama, y que a buen seguro también aún subsiste o se ha reconstruido, ¿qué nos depararía? ¿El cortés y deportivo reconocimiento de Bin Laden y secuaces de que hemos cumplido con nuestro deber y nada hay que objetarnos? En un mundo global como el nuestro, nadie está realmente a salvo del terrorismo global.

No menos cierto es que la posición adoptada por una buena parte del progresismo de este país tiene una responsabilidad cierta en el crecimiento y desarrollo de ETA. Yo mismo asumo mi cuota de responsabilidad. Rehenes de nuestra propia historia y de nuestra biografía, muchos hemos pensado, demasiados mucho más tiempo del razonable y por ello admisible, que los ibéricos nacionalismos eran una causa justa y digna de apoyo, o al menos merecedora de simpatía. Pues bien, a este respecto no voy a abundar en lo que un colega y tradicional enemigo intelectual mío, Mariano Fernández Enguita, escribió con gran tino anteayer en El País, o en lo que hoy en este mismo diario dice otro con quien tampoco comulgo ideológicamente, pero que en este asunto cuenta desde hace tiempo con todas mis bendiciones, Fernando Savater. Me limitaré, por ello, a reproducir el último párrafo del artículo de éste, porque condensa muy bien mis propias conclusiones: "Es precisamente aquí, donde el nacionalismo obtiene tanto reconocimiento y parabienes, donde también florece el terrorismo más sanguinario de Europa. Y aquí ETA sirve de diosa tutelar a todos los nacionalismos, lo quieran o no, dándoles el suplemento de seriedad social que nunca se habrían ganado ni por sus ideas ni por sus propuestas. El terrorismo es un proyecto de domesticación social, por medio del cual los totalitarismos consiguen la obediencia de la democracia carente de virtud cívica: en el País Vasco ya han conseguido en gran parte su propósito, en Cataluña llevan buen camino para logralo pronto y después... El resto no será silencio, sino más mentiras, mucho diálogo y bandas de música tocando himnos patrióticos".

Pienso, en definitiva, que ayer, cientos de personas en sus destrozadas carnes, miles por afinidad afectiva en sus corazones, y millones por vivir aquí y ahora, simplemente, en sus espíritus, son –somos- víctimas de un proyecto totalitario que busca domesticarnos; o sea, que, aterrorizados, presionemos a nuestros gobernantes para que se rindan ante sus sublimes objetivos; y/o que demos rienda suelta a nuestra agresividad y sentido de la justicia, buscando al objeto sobre el que materializarlo -un vasco, un moro-, de manera que se realimente el círculo infernal del odio en el que tienen su más fuerte apoyo.

Yo, ante esta tesitura, sólo se me ocurren algunas cosas: seguir viviendo todo lo honradamente que sé, acompañar en el dolor a las familias destrozadas, mostrar mi admiración a la gente que ayer dio todo lo que podía para ayudar a las víctimas (un saludo Southampton), ir esta tarde a la manifestación en mi ciudad y reafirmarme en ese insulso y poco contundente artificio que es la democracia y sus esqueléticos valores. Sé, como bien dice hoy otro que tampoco es santo de mi devoción (J.L. Cebrián), que esto no constituye la solución de nada, pero también creo con él que es la condición para todo.

No digas que fue un sueño (11/03/2004)

Joder la cosa está jodida.

Es dificil darle una vuelta a lo que nos pasa a todos, club, afición, jugadores, medios, con el Atleti.

Necesitamos un  cambio con urgencia. Esa afición unica, bullanguera, simpatica, leal, musical, imaginativa, joven, enamorada de sus colores, vive un momento terrible, sin bulla, sin risas, dubitativa, callada, defraudada, nostálgica, adormecida, triste.

Sí. La culpa es de Gil, pero con Gil llevamos muchos años y con el puto gordo sentado en el palco hemos cantado, ganado, triunfado, subido al cielo, todo eso que ahora nos parece tan lejano... ¿Ocurrio alguna vez?

Y nuestra salud mental comienza a desquebajarse, empezamos a dar sintomas preoucpantes, mitad depresión, mitad esquizofrenia, aderazada con obsesión.

Ha llegado un momento en el que parece que no podemos diferenciar al Atletico de Madrid del Atletico de Gil. Ese drama hay que apuntarselo tanto al odiado gordo como a los medios de comunicacion que nunca nos han echado una mano para diferenciar esos dos "aletis" que ya parecen uno solo. Esto nos hace dudar muchas veces y cada dia que pasa nos vemos mas alejados de lo que antaño era el amor de nuestra vida, el club rojiblanco, ése que era capaz de hacernos sentir algo sin igual, ése que hacía que llevásemos a nuestra chavala al Manzanares orgullosos de llevarla a un lugar diferente donde la pasion y lo autentico se daban la mano. Esa tarde ganásemos o palmásemos eramos unos chuletas con la piba del brazo, que presumiamos de ser atleticos. El mismo amor que nos llevaba a poner a nuestros hijos con el nombre de esos jugadores que con su juego y entrega habian elevado ese orgullo que sentiamos por ser atleticos a nuestra vida personal. Sentiamos la envidia en la mirada de los madridistas, envidia por esa chulería nuestra, por la diferencia, por no plegarnos ante nada, por ser del aleti, por el color de nuestra camsieta y por ese galgo que corria la banda y se la daba a ese 9 que la fusilaba. 

Eso pasó y se murió. ¿Cuándo? ¿Dónde? Ahora nos sentamos en la grada con distancia, no logramos conectar, vemos la presencia de Gil como algo eterno, incuestionable, irremediable, y nuestro subcosciente nos dice que ese Aleti no es el nuestro y que apoyarle es apoyar a los Gil, a Miguel Angel cara-torcida, a Cerezo, a futuro presidente Oscar Gil, a toda esa panda de personajes infames, cuya represantacion mediatica es la famosa Marta, una rojiblanca que no representa en absoluto lo que nosotros somos ni lo que sentimos y lo que siempre fuimos y llegamos a ser. Cuando la vemos con su camiseta atletica enfundada, paseandose por lso platós de las televisiones, sentimos que ésa  no es como nosotros y que esos colores no son los nuestros. Es la representacion viva del Atletico de Gil, ése que empezamos a desdeñar por no decir odiar y que es desgraciadamente nuestro Atleti convertido en la cucharacha de Kafka.

Entonces, en ese punto ya nada vale. Estamos vacíos, vacís de sentimientos, de cánticos, de ilusiones. Ya no llevamos a la tronca a fardar al Calderón, ya no queremos que nuestros hijos vengan a perder el tiempo, a sentirse diferentes sí, pero viéndose reflejados en comparación con el otro equipo de la ciudad o en el de la Coruña, que más da. "¿Por que a mi?" es la pregunta que flota en el coche de vuelta a casa, despues de espectáculos como el del otro día, "¿Por que yo?" "¿Por que de este equipo y no de otro cualquiera?" "¿Que tiene de especial?" todo eso dicen los ojos de los chavales de 10/12 años cuando vuelven a casa, los labios sellados. "¿Donde estan esas bonitas historias que tantas veces me has contado?"  "¿Existieron?" Venga, viejo, no jodas. ¿Y tu fardabas una tarde en el Calderón? o subiendote al tercer anfieteatro del Bernabeu?" Será verdad, no lo niego, pero ahora eso está miy lejos de ser cierto.

La depre se instala en nosotros, entonces. ¿Cambiara esto algun dia? ¿Me iré al otro barrio -dentro de muchos años eso si- y seguiran la maldita saga soriana sentada en el palco? ¿Verán mis hijos un Atleti libre? ¿Volveran las oscuras golondrinas? La desazón del tiempo pasado, de aquellas tardes, de aquellos dias de gloria. Ahora todo gris, frio, perdido, sin brillo, derrumbándose y nosotros pobres ilusos impotentes ante lo que ocurre delante de nuestros ojos y dentro de nuestro corazón. Estamos perdiendo el amor, desenamorándonos, y cualquier día de estos vemos a otra por la calle y nos apetece irnos de juerga con ella. ¡Ah, de juerga! ¡Que tiempos aquellos! De juerga, dice. ¿Donde queda eso?

Sentados en la grada empezamos  a asimilar -porque le queremos como a un hijo, tal vez porque llegó en un momento negro para nosotros, tal vez porque nunca dio muestras de duda y fue el mas fiel hijo que un padre quiere y desea, tal vez porque sabemos cuanto quiere al Aleti, tal vez porque se ha portado como un tio con pelotas, tal vez porque sabemos que le está pasando como a nosotros-  por todo eso empezamos a comprender que tal vez sea mejor para él irse y triunfar, salir de esta atonía, de este muermo, irse a Inglaterra, lllevarse a las guiris de calle, ser adorado por la afición, salir en las portadas, ser un rey, lo que nosotros fuimos un dia, un tio diferente, magico, único. No queremos verle desesperarse, aburrirse, no recibir balones, no conectar con nadie en el campo, empezar a escuchar silbidos. No jodas. Hijo, lárgate. Se que siempre llevarás grabado en el corazon el escudo de tu Aleti. Vete, que todos iremos un poco contigo alli donde vayas. Tu triunfo sera nuestro triunfo, tu felicidad la nuestra. No nos olvides y se que no lo haras nunca. Nosotros mientras tratremos de aguantar el tirón, aunque la cosa esta muy fea, la verdad.

Algunos de los que visten la camiseta hoy en dia, merecen ese camiseta, aunque parezca paradójico. Hacen lo que pueden, que es muy poco porque no hay más donde rascar. hacen lo que saben. Es decir poco. ¿Que mas podemos pedirles? Otros, ayer semicracks, no entienden que ocurre, infectados por ese maldito virus de mediocridad que rodea el club y que llega sin remedio a sus venas. Otros, los chavales, disfrutan jugando en su Majadahonda o en la sub17/19/20/21 lejos del tufo podrido del clan, lejos del runrun deprimente de una aficion que no sabe que hacer para cambiar el curso de la cosas. Ellos, el futuro, se estan quedando en parco prsente, estan sufriendo en sus carnes la locura que es el Atleti de Gil, ese que consigue que ni siquiera nos interesen y que como le ocurrio a algun compañero anteriormente, nada, ayer mismo,  la ilusion  que despiertan cuando debutan se esfume en un solo partido.

No digas que fue un sueño. Ocurrio, ocurrio durante décadas, cada temporada, cada domingo, en cada final. No, no fue un sueño. Fuimos grandes, muy grandes, antes de morir, antes de transformarnos en esta basura,  que ahora es una pesadilla.

Gato.  

Futurismo de cajón (10/03/2004)

Sí, mal asunto el de saber con total certeza lo que va a ocurrir; no en vano, la matriz de toda certidumbre es la muerte, de la que solemos ignorar sus pormenores y la fecha exacta —salvo los condenados a la silla eléctrica, claro está—; pero como no quiero ponerme macabro a la hora del desayuno, me entretendré con algunos pronósticos de menor cuantía. Allá van.

Tanto si el equipo logra colarse en la UEFA como si finalmente recala en la Inter-tontos, los esbirros de Gil en lo medios de difusión entrarán en combate contra el sentido común para persuadirnos de que esta temporada ha sido la del afianzamiento definitivo del club en Primera. “Un indudable paso hacia delante”; “un año muy positivo”, salmodiarán los muy bellacos.

Como el hincha reclama su dosis de ilusión en diminutas gominolas, comenzará en breve el runrún sobre las figuras contrastadas —no menos de ocho o diez— que la secretaría técnica tiene ya in mente cara al año próximo. (Prepárense para el culebrón E’too. Puede ser un gancho estupendo cuando se abra el plazo de renovación de los abonos, como lo fue en su día el “Piojo” López.)

Manzano —del que un propagandista de los Gil con un severo déficit de neuronas afirmó recientemente que “con él, el conjunto es otro; le ha dado un aire nuevo” (¡sic!)— continuará porque, para Gil, es un tipo dialogante y que actúa con sentido común. (Se lo traduciré al román paladino: incompetente y gran tragador de carros y carretas.)

Lo que no sale en los posos de mi café es la formidable patada en el culo a que toda esa buena y bienintencionada gente se ha hecho acreedora por parte de la afición. ¿Será mi café un vulgar poleo?

Milagro a las 11 (09/03/2004)

Hace tiempo que ya no siento lo que debería sentir.

Hace tiempo que las victorias en el último minuto me parecen una derrota.

Hace tiempo que sangrar ya no me alarma pues siempre se podrá ocultar con una venda inútil.

Ayer me encontré naufragando en medio de un silencio ensordecedor.

Ese silencio que denota el hastío, pero no la revolución.

Ese silencio que anuncia la tormenta que nunca descargará.

Reducido pues a un mero interrogante mi corazón sólo pudo a duras penas murmurar un leve GOL cuando Nano perforó la portería contraria.

Es cuanto menos descorazonador que sólo la suerte explique que aún estemos 6º en la clasificación.

Que con una plantilla como ésta ya sea reconocida por todo el mundo como una quimera la ilusión no ya de títulos sino de luchar por algo que por herencia nos corresponde, la Champions.

Pero lo más desolador, lo que azota sin duda cualquier ánimo a trabajar por ese cambio no ya necesario sino imperativo es observar por quién estás luchando.

Mirar alrededor y ver la nada, el vértigo de la soledad comunitaria. La pequeña filia que sustenta una llama diminuta que apenas ilumina para ver los ojos de mi compañero.

Y me convenzo que lo hago por mí y por lo que mi padre me enseñó de este club. Y que lo hago por mí y por lo que mi abuelo me alentó.

Y que lo hago por mí y por los que juntos luchamos pues todo ésto no sólo me ha traido sinsabores sino también conocer nuevas personas que con el tiempo se llaman amigos.

Y me digo a mí mismo que sí, que la verdad está de nuestra parte y eso nos hará libres....

Pero es tan duro creer que sólo por eso lograremos algo.

Es tan duro e ingrato sentirse sólo en un océano de incomprensión cuando no de rechazo.

Ayer volvió a mi mente la primera vez que fuí al estadio.

Apenas tendría 4 ó 5 años.

Jugábamos contra el sporting o el Zaragoza.

Era media tarde de un domingo de Septiembre. El sol acariciaba lánguidamente nuestros rostros, y en el ambiente ese maravilloso perfume a césped que acababa de descubrir.

Finalizó el partido con 2-1 a favor del Atleti. Entonces mi padre me cogió de la mano para salir del estadio.
Yo me resistía por lo que mi padre sorprendido me preguntó qué me pasaba.

A lo que yo le dije...."¿cuándo le dan la copa?, ¡¡¡¡quiero verlo!!!!"

Mi padre esbozando una sonrisa contenida de amor y cariño ante mi inocencia infantil resolvió por asegurarme que el siguiente partido lo vería.

Ayer volvió a mi mente esas palabras que acompañaban el declinar del sol de una tarde de otoño en Madrid.
Decidme...¿qué preguntan hoy los hijos a sus padres en el Calderón?.

Porque entonces sí que habré encontrado un nuevo motivo para seguir caminando.

Pues no podría perdonarme que no hubiera hecho nada para cambiar de los labios de un niño la interrogante que hoy en día plantean: "¿Habrá otro milagro a las 11, papá?"

Aleti de Madrid (05/03/2004)

Ya lo tengo

A la Peineta que se vaya su p... madre y con ella Gil y Gil y familia.

Fernando, Arizmedi, Gabi, Toche, Molinero, Niko-el veterano- y algun otro mas los chavales de la cantera nos quedamos en casa y jugamos en Majadahonda o en el estadio del Pegaso.

Nos llamamos Atleti de Madrid o aun mas castizo Aleti de Madrid.

Nuestra camiseta es roja y blanca, a rayas mas bien finas, pantalon azul medias azules con vuelta roja

Mantenemos el himno en honor al Calderón pero lo canta La Cabra.

Presidente de honor un historico, el que mas os guste. Me da lo mismo. Hay donde elegir.

Presidencia colegiada entre peñas y accionistas. Asambleas quincenales. Prohibimos la entrada al Bizconde, Manolete, segurola, y demas geniecillos.

Entrenador un tio que sepa de esto. Hay que contar con que empezamos en Tercera Regional.  

Gilito que se quede con su club en la Peineta.  

Poco a poco ganamos en socios y a los pocos años estamos jugándonos el ascenso a Segunda.

Nos llueven las ofertas. PPV nos firma un pedazo de contrato. Fichamos de perlas. Nos salimos de la tabla.

Gilito ve como la gente se le va del estadio. Todos se marchan con el Aleti de Madrid. El gordo le cambia el nombre al suyo que pasa a llamarse Atletico de Gil. Bbajan a Segunda y luego a Tercera.

Nosotros somos imbatibles. En asamblea cambiamos al club el nombre que pasa a llamarse Atletico de Madrid   

Nos negamos a jugar en la Peineta, ni como visitantes. Nos jubilamos y nuestros vastagos cogen el relevo y tiñen el pelo de azul a toda la plantilla.

Hundimos al Madrid. Europa da la razón a nuestro litigio y declaran las torres blancas de La Castellan ilegales y deciden derribarlas. Florentino se retira de la vida publica acusado de corrupción.

Ronaldo por fin se retira a los 50 junto al macaco Roberto Carlos.

Señales bate a Marca en ventas diarias y en tirada.

Rojiblanco escribe con minusculas y es feliz. Jose en Lugo descubre que Fraga es atletico. Nacho acierta un fichaje -no te mosquees- es coña.

Un gol del hijo de Torres nos hace ganar la Liga. Le llaman el Bebé en honor a su padre, el Niño. A pase de Kikito el chaval del gaditano.

Yo voy y me despierto en la playa. Vienen corriendo como locos hacia mi. Me incorporo. Son mis colegas. ¿Que pasa? pregunto.

¡¡¡¡Gooooooollll!!! !Gooooooool de Torres!!!! ¡Golazo de Torres! !0-1!

¡Minuto 92! Me imagino la cara del Zapatones, ése que decía que Torres no era nadie y aconsejaba al Gordo venderlo. Pues ya ves.

Nos tomamos una birras celebrandolo.

Mañana es lunes.

Gato 

¡Muera la inteligencia! 03/03/2004