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El Foro de Señales de Humo, a lo largo de su historia en múltiples formatos, siempre ha sido sinónimo, entre otras cosas, de calidad en los escritos de sus participantes. Aquí se ofrece el histórico de aquellos escritos que merecieron el "¡¡A Columnas!!" por parte del resto de foristas.

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abril 2003 - Artículos

Motivos de un sufrimiento (29/04/2003)

 Aquí me pongo a contar

motivos de un sufrimiento

que no se puede aguantar.

Y es que no sé dar el tipo

del que se traga los cuentos

de quien dirige mi equipo.


 

 

 

 

Para entender lo que pasa

hay que saber quién

dentro del Calderón

que es mi propia casa,

ejerce como tirano

robándonos la ilusión

con su familia de la mano.

 

Qué manera de humillar,

qué manera de ofender,

qué manera de oprimir,

qué manera de insultar,

qué manera de ofender,

qué maneras las de Gil.

 

Qué manera de aguantar,

qué manera de perder,

qué manera de sufrir,

qué manera de hundir

a un equipo tan grande

como lo es mi Atleti de Madrid

 

No me pregunten por qué

tenemos a un delincuente

que nadie quiere tener.

Caduco, vulgar y viejo

es un canalla que miente

para salvar su pellejo.

 

Es un rufián lleno de odio

que nos ha dejado en cueros

por mantenerse en el podio.

Y entre sus grandes afrentas

nos multiplica por cero

y no le salen las cuentas.

Posted: 29 abr 2003, 12:00 por SDHEditor
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¿Atletista? ¡Masoquista! (28/04/2003)
 Viendo, escuchando y leyendo este duro fin de semana la catarata de insensateces y paparruchas que se han vertido a propósito del centenario del Atlético de Madrid, mi malhumor no ha hecho sino empeorar. Comienzo a creer, parafraseando a Valle Inclán, que hay dos clases de seguidores rojiblancos: en una estamos unos pocos, muy pocos; en la otra, todos los demás. Desde la boutade de la escritora Almudena Grandes: "Los atléticos hemos hecho de la derrota una pasión", hasta la dichosa letra del himno, en la que, por lo poco que pude oír, aparece, cómo no, la famosa alusión al "sufrimiento" que caracterizaría la vocación última de los aficionados de este club, pasando por los balbuceos definitorios (sólo tiene serrín en la cabeza y no de muy buena calidad) del insufrible mandatario, todo —insisto, todo—, ha sido tan para la vergüenza, tan para el rubor, tan para cambiarse de país y no volver, que únicamente resta confiar en que el olvido se adueñe lo antes posible del acontecimiento, sus promotores y ejecutantes y lo recubra con pudoroso y espeso manto ¿Es que este bochorno no va a tener fin jamás? ¡Señor, qué conjura de necios!

 

 

Porque, si la derrota fuese nuestra pasión —ya no secreta sino confesada—, lo cierto es que viviríamos las horas más felices de la historia del club. Porque, si los forofos de la camiseta colchonera fuésemos unos inveterados sufridores, las últimas temporadas habrían sido de puro solaz, habida cuenta del alud de desastres que ha sepultado al equipo. ¿Atletista? ¡Masoquista!

¿Qué no? ¿Que usted simpatiza con las pocas voces críticas que se levantan, con ese puñado de aguafiestas o, por mejor decir, "aguaentierros", que se niegan a admitir la incalculable dicha de perder y perder, y la gracia de bajar a Segunda y restregar la barriga por el lodo? Malas noticias: se ha equivocado de club. Ya puede ir dándose de baja.

Lágrimas rojiblancas (26/04/2003)
En estos momentos todos nos felicitan. Mis compañeros de trabajo no hacen más que comentarme: "La que estáis montando: Enhorabuena". Los atléticos estamos eufóricos y no por nuestra marcha deportiva, ni mucho menos por los dirigentes que en estos momentos están al frente del club que mañana se convertirá en centenario. Estamos eufóricos porque es el cumpleaños de un gran club: es el cumpleaños de nuestro Atleti.

 

Estos días, cuando uno ve los programas que se emiten sobre el Atleti, cuando uno ve las alharacas que nos hacen los dirigentes políticos, cuando uno nota el cariño que se tiene por este Club, cuando todo el mundo tiene en su boca al Atleti para ensalzar a su afición. en estos momentos recogemos los frutos de lo plantado por los sufrimientos de esta gran afición, a la que me enorgullezco de pertenecer, y se nos saltan las lágrimas de emoción.

También contemplamos a nuestros jugadores, en activo o retirados, que vienen a celebrar el Centenario del Atleti y se nos saltan las lágrimas otra vez recordando su juego, las alegrías que nos han dado -más que a ninguna otra afición- recordando sus hazañas. A todos ellos nuestro recuerdo y agradecimiento.

Vamos a demostrar a todo el mundo que el Atlético de Madrid es lo que es su afición. En la Caravana Atlética, montada por aficionados del Atleti, iremos muchísimos atléticos y por ese día olvidaremos el momento por el que estamos pasando. Olvidaremos que la cúpula directiva del Atleti está condenada por estafa; que los dirigentes actuales siguen estando ahí pese a la condena. Pero vamos a recordar a todo el mundo que una afición que es capaz de hacer lo que hizo, ha hecho y hará no se merece a estos dirigentes, ni se merece la situación por la que está pasando el Club.

A partir del día del Centenario volveremos a la carga para recuperar para la afición lo que siempre debió ser de la afición: EL ATLETI

La letal mística del perdedor.Hay vida después del 26-A... (25/04/2003)
Señores: estos días me embarga un doble sentimiento en torno a nuestro venerado club. Por un lado, la alegría de cumplir 100 años, que estimula actividades como las programadas; muy bien, sí, esas canciones, esas mega-banderas, esos desfiles o esos vídeos magníficos, que a uno le hacen sentir escalofríos cuando se ve lo que hemos sido y lo que gracias al Miserable que todos conocemos hemos dejado de ser. Estupendo, especialmente lo que tiene que ver con recuperar a nuestros mitos, sea de modo personal o en imagen. Aunque sólo sea para mostrar a las nuevas generaciones educadas en un Atleti INOFENSIVO, GRACIOSETE Y CON LA ETIQUETA DE "PRINGAO" PERDEDOR (gracias de nuevo, Canalla e hijo, como también a vuestros mariachis mediáticos...) lo que este equipo fue a lo largo de casi un siglo de existencia.

 

Pero el sabor amargo de todos estos fastos permanece, porque, lejos de invitar al optimismo, el futuro, a corto, medio y creo que también largo plazo, no ofrece muchos motivos para la esperanza.

El club parece haberse instalado en el pelotón de los torpes, donde no se juega por nada, y donde los mediocres viven plácidamente. Se me argumentará que venimos del abismo, y que "hace falta tiempo", pero me pregunto cuánto. Un club verdaderamente grande estaría preparando su reingreso en la élite. Y aquí resulta de una obviedad palmaria que se sigue, y se piensa seguir chapoteando en la charca de los "tercerones".

Todo indica, y ello pese al excelente trabajo de Luis (que bastante hace con las medianías que tiene) que
nos acomodaremos en la zona media, algo IMPENSABLE Y QUE HABRÍA SIDO UNA HEREJÍA HACE SÓLO UNOS AÑOS.
El Cáncer nos ha vaciado la caja, no hay un maldito euro y por si fuera poco, la metástasis amenaza con otro par de añitos de cuitas judiciales mientras el equipo vaga por parajes yermos en los que volveremos a ser noticia sólo por cuestiones extradeportivas.

Así pues, queridos amigos, y sin ánimo de perturbar vuestro festivo ánimo, ME SIENTO TRISTE, PORQUE SÉ QUE EL DÍA 26 PASARÁ, EL CIRCO RECOGERÁ SU CARPA Y UNA VEZ MÁS, COMO EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS, NOS QUEDAREMOS EN UN DESCAMPADO CON UNA MANO DELANTE Y OTRA DETRÁS, ESPERANDO UNA NUEVA PUÑALADA TRAPERA DEL ORONDO Y CORRUPTO SHERIFF DE NOTTINGHAM.

Gracias por leer este desahogo de un atlético en el exilio (territorial y sentimental) rojiblanco.
Saludos, y FORZA ALETI.

PS: me permito reproducir el primer y SUMAMENTE REVELADOR párrafo de un artículo escrito por J.M Rodríguez (periodista de la COPE asalariado del falso de Abellán), y publicado hoy en "Libertaddigital.com":

Cien años en rojo y blanco
Juan Manuel Rodríguez


Cuatro días antes de que el Atlético de Madrid cumpla cien años me reúno con Isacio Calleja, "Cacho" Heredia y Luiz Pereira, historia vivísima del equipo rojiblanco, para hablar del club de sus amores. Entre los tres cumplen veinticinco años jugando con aquellos colores –el rojo y el blanco– que convirtieron al Atleti en un equipo emblemático. Los tres se sulfuran mucho cuando dejo caer lo de "pupas" ("eso fue un invento de don Vicente Calderón"), y en concreto Pereira se lo toma como una cuestión personal: "yo soy un ganador nato amigo. También fui un ganador cuando jugué en el Atlético de Madrid".



(YO TAMBIÉN MUERDO CUANDO ESCUCHO LA GILIPOLLEZ DE "PUPAS", EL CALIFICATIVO EXPLOTADO HASTA LA SACIEDAD POR LOS DE SIEMPRE, Y QUE HA UTILIZADO EL LADRÓN DE OTRO MODO, PERO MUY ARTERAMENTE DESDE HACE TRES LUSTROS).

QUÉ GUSTO LEER ESO DE ESOS MONSTRUOS.

ESA ES MI GENTE, ESE ES MI ALETI. ¿QUÉ SOMOS AHORA? POR FAVOR, REFLEXIONAD SOBRE ELLO

Posted: 25 abr 2003, 12:00 por SDHEditor
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Me pondré frente a ella (25/04/2003)
Mañana es viernes. Quedarán 24 horas. Me levantaré como siempre, una ducha rápida, un afeitado y saldré a trabajar.

 

Mañana viernes sólo pensaré en ella. Todo mi pensamiento estará en ella. Porque estoy enamorado de ella.
Cuando regrese, haré lo habitual, procuraré dejar atadas para el siempre sacrificado lunes, aunque lo es mucho menos, cuando mi equipo vence, mis últimas gestiones de trabajo para dejarlo todo encarrilado.

Me pondré a jugar con los niños. Ayudaré en mi casa en las tareas domésticas y tras la cena, me acostaré.
Será una noche larga seguro. Pronto la veré, el sólo pensamiento de poder mirarla con devoción, con pasión, me hará seguramente conciliar más tardíamente el sueño. De hecho, no sé si conseguiré dormir. Porque tengo una cita muy importante al día siguiente y llegará el alba y con ella la luz del día 26.Repetiré la operación del día anterior. Después iré a mi armario. No tendré ninguna duda. Ni tendré que hacer ninguna consulta sobre que corbata ponerme. Iré hacia ella. La miraré, con ojos de amor. Cuando la vea, muchos recuerdos vendrán a mi mente, porque no he dejado de quererla nunca. Me ha dado muchas alegrías. También sinsabores, pero es de ley que así sea, porque eso es el amor.
La cogeré entre mis brazos. La besaré, con ternura, con delicadeza, con fruición y luego, porque es muy frágil y necesita de mucho cariño, la colocaré sobre la cama, bien colocada, para que no sufra, para que esté bien.

Me colocaré frente a ella y me inclinaré. Le susurraré palabras de amor y me la pondré. Así pondré sentirla más cerca de mí.

Pondré la mano sobre mi corazón y saldré hacia la Fuente de Neptuno.

Posted: 25 abr 2003, 12:00 por SDHEditor
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Latidos de corazón rojiblanco (I) (20/04/2003)
 

26 de abril de 2003. 9:00 a.m. En algún lugar de la capital de España suena un despertador

-Joder, que dolor de cabeza. Sabía que la última copa me sobraba, lo sabía.

Camina como un zombie hacia la cafetera con la toalla colgada al hombro. Asoma su mirada por la ventana y observa que hace un gran día, o al menos así se lo parece. Bajo la ventana se escucha a las vecinas más madrugadoras comentar sobre menganito y fulanito. Para no escucharlas e intentar levantar el ánimo busca un viejo cassette. Prácticamente desmonta la habitación en la búsqueda, pero hoy siente que esa es la música que a de sonar en su habitación, en su casa, en su barrio.

-Por fin, su puta madre.




La ducha y el café ayudan a despejarlo un poco. Ya tiene un tono de voz aceptable y se dispone a llamar. De fondo, a toda hostia, se escucha el himno del Metropolitano. Las vecinas ya tienen un nuevo tema de conversación, ya está el golfo del vecino otra vez montando de las suyas.

-Oye, ¿qué tal? Dime dónde hemos quedado. Bien, pues allí estaré.

Hoy toca hacer una de las faenas más importantes de su vida, para ello desempolva su traje de luces preferido, quizás no era el más bonito pero sí el que mejores recuerdos le traía......


..... El pase fue magistral, con un solo toque me libre del defensa central, la portería esta diáfana, solo me queda el portero, el estadio se pone en pie. Un dolor intenso recorre mi cuerpo, me habían cazado otra vez. Don Evelio es rígido, muy rígido diría yo, de un solo capón me había privado de culminar la jugada de mi vida. La suerte esta conmigo son las cinco y la sirena me libra de una bronca segura, mi casa no queda lejos del colegio, pero no se como me apaño para tardar una eternidad en llegar a casa. Cuando llego a casa le pregunto a mi madre por la merienda. Tenía prisa pues el Rubio ya estaba en la puerta del portal botando el balón. Fue entonces cuando llegó mi padre y me dijo que pasara al cuarto de estar. Allí estaba mi madre cosiendo algo. La recuerdo sentada con la camiseta entre sus manos mientras que con la aguja estaba uniendo a ella algo. Cuando estuve lo suficientemente cerca me di cuenta que era aquello. Sin pensarlo agarré aquella chamarra y la estreché contra mi pecho. Creía que no podía sentir mayor emoción, era la camiseta del Atleti, eran los colores que más quería. Sin embargo, mis sentimientos se dispararon cuando la giré. Era el nueve, era la camiseta de él, del mejor delantero que ha habido en España, era la suya, la de Gárate. No sé si lloraba o reía pero era la hostia, tenia la camiseta del mejor jugador del mundo. Rápidamente me quite lo que llevaba puesto y me enfunde la elástica colchonera. Aquel día batí el record del mundo en descenso de escaleras, tenía que enseñárselo al Rubio y el resto de la panda. Todos hicieron un corrillo a mí alrededor. Como en los toros, aquél fue el día de mi confirmación de alternativa....

-piiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. “Gilipollas, a ver si miras por donde vas”

-¿Cómo? Hijo puta, vikingo.

A pesar de estar a punto de morir bajo 10 toneladas de camión, se sentía reconfortado por el recuerdo que acababa de tener, incluso alguna lágrima estuvo a punto de escaparse hacía las mejillas. Hoy todos sus recuerdos iban encaminados hacia un solo sitio, hacia ese sentimiento que compartía con otras muchas personas.

Posted: 20 abr 2003, 12:00 por SDHEditor
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Latidos de corazón rojiblanco (II) (20/04/2003)
La melodía de su móvil le alerta. Observa en la pantalla que se trata de su hermano.

-Dime. Sí, voy camino de Neptuno, me queda un poco. Vale, pues ahí nos vemos. Hasta luego.

... la televisión echa humo. Bueno, la tele y nosotros. En casa estoy con mis hermanos pegado al sillón, observando con orgullo un campo francés lleno de colorido rojiblanco. Increíble ver a aquellas gradas, saber que todo el vecindario está pendiente de nosotros, de esos que están defendiendo la casaca rojiblanca. Antes del partido la gente hace comentarios sobre las ganas que tienen de que perdamos ¿Estos son los que nos acusan de antimadridismo? Supongo que están contentos pues no pudo ser en el plano deportivo, sin embargo hubo una nueva victoria de sentimiento. Mis hermanos y primos sentimos que esto no puede quedar así. Nos bajamos a la plaza del barrio con una bandera y bufandas mientras entonamos cánticos a favor de nuestro amado club. Algún cornudo se asoma e intenta reírse del espectáculo de orgullo que observan con envidia. “Tres-cero y Fillol de portero”, lo que es rápidamente contestado con descripciones sobre el noble empleo de su madre, su mujer y de sus cuernos. Algún otro futbolero, no vikingo declarado pero sí de corazón, también se asoma para atacar lo intocable. Rápidamente unas frases “cariñosas” responden sus aseveraciones. No podíamos hacer menos después de ver a toda la squadra rojiblanca desplazada a Lyon. Compartíamos el mismo sentimiento de frustración, la misma sensación de ver que se escapaba una nueva oportunidad. Y eso mismo fue lo que a muchos nos sacó a la calle a gritar “Atleeeeeeeeeeeeti”, era una nueva oportunidad de demostrar de que pasta estamos hechos, de nuestra incondicionalidad, de lo que es el amor a unos colores no a unas copas.....



Ya caminaba por la Plaza Castilla, aun le quedaba un buen trecho para llegar a su destino. Cruza el semáforo y se sitúa en la placita que está frente a los juzgados. Mientras se enciende un cigarrillo se detiene a mirar las Torres kyo...

....Acabamos de llegar. Serán como las 13.00 horas del 27 de junio de 1992. Creemos que hemos llegado demasiado pronto, pero antes de dos horas la plaza se convierte en un mar de color rojiblanco. Camisetas, bufandas, gorras y trompetas hacen las veces de mosaico, se huele en el ambiente que algo grande puede suceder. A las 17:00 horas un impresionante contingente policial nos obliga a hacernos a la calle, ya vamos camino de la gloria o Dios sabe qué. Me encaramo al monumento que hay en el centro de la plaza y quedo completamente asombrado. Somos muchos, muchísimos más de lo que creía en un principio. Una vez más nos unimos todos ante la adversidad puesto que hoy todo pinta a encerrona. Siento el orgullo de estar aquí, de ser participe de estos momentos trascendentales que ya estamos viviendo, reivindicando una vez más lo nuestro, nuestro espacio y nuestra identidad. Mi hermano me pasa el mini de birra y yo se lo paso a un colega que no es del Atleti (es del Barça) pero que respira antimadridismo por todos sus poros. Él está viendo el espectáculo desde fuera, en cuanto a sentimiento, y queda impresionado. El camino hacía el estadio innombrable, que en principio parecía un vía crucis, se convierte en una demostración de orgullo. Recuerdo aquellas gentes que se asomaban a las ventanas moviendo sus banderas, estirando sus bufandas. Nos saludaban como a aquellos que marchaban a Cuba a aquella guerra que se sabía perdida pero la cual había que librar por mero orgullo patrio. Entre aquella colmena rojiblanca se asomó algún zángano despistado que se equivocó de hinchada. Mientras, la columna de sentimiento ya vislumbra al fondo el campo de batalla, allí se medirán dos fuerzas muy distintas, la del peso del talón contra la del peso del corazón.... De vuelta al barrio, completamente orgasmeados, se suceden los cánticos, las risas, los abrazos, los bailes en el capó del coche de mi primo. Algún cornúpeto, lleno de rabia taurina, nos increpa. Con increíbles dosis de alcohol en las venas nadie se siente con fuerzas de ir hacia él y cruzarle la cara, decidimos seguir encima del capó...

-¿Tienes hora?

-Sí. Son las 11:00. ¿También vas para neptuno?

Era un chico de unos 16 años quien le preguntaba la hora. Vestía de rojiblanco. Una bufanda cubría su muñeca y una gorra en la que se podía leer “SIMEONE” tapaba su cabeza.

-Sí. Voy a lo de la Caravana.

-¿Vas sólo? ¿No tienes ningún hermano o amigo del Atleti?

-Que va, soy el único. En mi casa se ríen de mí, menos mi tío que también es del Atleti.

-¿Y por qué no vas con tío? ¿Quedaste con él en la plaza?

-No. Mi tío está enfermo y no ha podido venir, pero me ha dicho que yo tengo que venir por él y por mí, por los dos. Él es el que me lleva al Calderón.

... “Oye, que ha llamado tu tío para decir que estés listo a las cuatro que te va a llevar al fútbol”. Joder, voy a ir al Calderón, voy a ver Atleti en directo, voy a ver al Cholo, a kiko, a Caminero, a Pantic. Era el día más emocionante de mis nueve años de vida. Recuerdo que mi tío llegó a casa con una bufanda del Frente y me la ató al cuello. En el coche llevaba un banderín que colgaba del parabrisas que decía “Este año sí”. Me contaba que copió el lema de una pancarta que había en el campo, que luego la vería. Y la vi, la miraba con admiración. Era una pancarta vieja, descolorida que llevaría colgada como una década. Para mí era sorprendente ver eso “Este año sí”. Llevábamos 20 años pensando eso y este parecía que era el de la verdad. Ya suena el himno, se me contrae el estómago. El campo lleno, todo el mundo cantando y dando palmadas. Ya salen, Dios, joder, “Atleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeti, Atleeeeeeeeeeeeeeeeeeeti” Estaba en otro mundo, los 6 sentidos centrados en aquel rectángulo verde, mi corazón a 100, las piernas me temblaban. Mi tío descompuesto desde el primer pitido. Recuerdo que durante todo el partido delante de mis ojos corría un hilillo de humo, el humo de los 20 cigarrillos que se fumó. Menudo bautizo de sangre, quedan 10 minutos y vamos 2-2. Joer, aquí a la peña le va a dar algo. Es increíble como la grada va ganando terreno, el rectángulo verde ahora parece más chico. Aquí está jugando todo el mundo, todos patean el balón, todos rematan, todos sufren. “Goooooooooooooooooooooooooooooooooooool” Recuerdo que mi tío gritó gol una vez, luego su boca quedó abierta pero no salía ningún sonido de ella. Parecía que ponía todas sus fuerzas en intentar repetir el grito pero nada, no salía un solo tono de su garganta. Me agarró y me estrujó contra su pecho, luego se abrazó al de al lado, con los de más arriba, era un loco, bueno allí había miles de locos. Caminero nos había devuelto la esperanza. Me fui con el lema de aquella pancarta grabado en mi memoria “Este año sí”...

Posted: 20 abr 2003, 12:00 por SDHEditor
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Latidos de corazón rojiblanco ( y III) (20/04/2003)

-Eh, chaval. ¿Estas bien?

-Sí, sí. Es que me había quedado pensando en cosas mías. Recordaba un partido que vi el año del doblete. Ese sí que fue un año de la hostia.

-Joder, ya te digo. La final de Zaragoza, madre de Deu, inolvidable.




... recorremos una calle de Zaragoza, una zona de copas por lo que nos han dicho. Alguien nos avisa de que la gente del Atleti está en la Plaza del Pilar. Nos ponemos de acuerdo y decidimos bajar a juntarnos con los nuestros. Sin embargo, mientras descendemos hacia nuestro destino, muchos nos avisan de que el lugar está tomado por gente del Barça, que no hay nadie del Atleti. No hacemos ni puto caso y seguimos descendiendo hacia dicha plaza. Cuando llegamos nos damos cuenta de que no nos habían mentido, ahí hay miles de personas con la camiseta blaugrana. De forma inconsciente, todo sea dicho, decimos desplegar nuestra pancarta en todo el centro y empezamos a cantar. La gente empieza a girarse y a mirarnos, verdaderamente no sabemos si nos van a fostiar o que va a pasar. Seguimos con nuestra retahíla de cánticos hasta que uno de nosotros entona el ya famoso “quien no salte madridista es, es”. Toda la plaza comienza a saltar y a seguir nuestro cántico. Ya sabemos que no nos van dar una paliza, o eso parece. La gente comienza a acercarse más y a hacernos fotos, como si fuéramos protagonistas de algo. Una vez más la afición colchonera demuestra de que pasta está hecha y porque es admirada. Nos rodean y la gente comienza a pasarnos cervezas, whisky, etc... hay buen rollo...

-Pero coño ¿Qué haces tu por aquí? ¿De dónde sales?

-Joder, voy a lo de la Caravana ¿Y tu?

-Lo mismo. Me he juntado con este chaval que también iba solo.

-Pues nada, vamos los tres juntos. ¿Qué te pasaba cuando he llegado? Estabas como ensimismado.

-Sí, me estaba acordando del viaje a Zaragoza, cuando la final de copa y el gol de Milinko.

-Joder, que recuerdos. ¿Era la primera vez que viajabas fuera del Calderón?

... La emoción de ver al Atleti fuera del Calderón me quitó el sueño durante toda la semana. Por fin llegó el día. Desde muy temprano estuve preparando mi mochila. No llevo gran cosa, un bocadillo, la bufanda y lo más importante, la ilusión de ir a animar a mi equipo fuera de casa. Suena el timbre y un escalofrío recorre mi cuerpo. Rápidamente me pongo mi camiseta rojiblanca, me despido de mi madre y voy bajando las escaleras de dos en dos. Bien abrigados mi primo y yo, nos dirigimos hacia el Calderón, punto de partida de la expedición hacia Vigo. Al ver llegar a los primeros seguidores rojiblancos y empezar a corear cánticos nos hace entrar en calor rápidamente. Llega la hora de subir al autocar. La mayoría no nos conocemos personalmente, pero todos sabemos que estamos en los mismo, que nos mueve lo mismo para estar sentados en el mismo vehículo. Pronto empezamos a hablar y bromear como si nos conociéramos de toda la vida. Después de viajar toda la noche y de dar una vuelta por Vigo, ya nos encontramos en Balaidos. Un ensordecedor grito de “Atleeeeeeeeeti” acompaña la salida de nuestros jugadores. Me siento extraño al verme rodeado de gente que no es de mi equipo, pero los trescientos atléticos que allí nos hemos dado cita formamos una piña y no nos dejamos impresionar. Solo quedan quince minutos para que esto acabe. Ahí llega Futre y “Gooooooooooooooooooooooooooool”. La locura nos invade, “joder, viva la madre que nos parió” Abrazos, saltos e incluso besos, todo vale en ese momento. Alfaro marca el segundo y nos da la tranquilidad. Llegué a Madrid a las doce de la mañana del lunes, hecho una mierda por cierto. A veces me pregunto “¿Qué es lo que nos empuja a pegarnos esta paliza, pasando frío, sueño y demás calamidades? En mi opinión porque es un privilegio sentir el orgullo de defender estos colores haya donde vayan ...

-Eh. Que ahora te has quedado tu gilipollas. Vaya día llevamos todos, parece que tenemos el “mono”. Joder, a ver si espabilamos. Venga, vamos a tomar una caña a este bareto.

-Anda jódete, sí es una peña del Atleti.

El bar, como toda peña que se precie, tiene sus paredes forradas de fotos de equipos emblemáticos, de jugadores que han marcado época, de banderines, etc...

-Je, je. Creo que están las fotos de todos los equipos que ha tenido el Atleti menos la del que bajó.

-Pues es verdad.

... Estamos en la peña, frente a la televisión fijamos nuestros “Su puta madre” “no podía ser de otra manera”. Acabamos de fallar el penalti que nos devolvía la vida, era la última bombona de oxígeno y la habíamos desperdiciado. Todo se iba a la mierda. Un silencio sepulcral invadía el local, todo estaba perdido. Aquello que parecía imposible se había hecho realidad, ya no estábamos en primera división. Solo nos quedaba la resignación y a eso nos aferramos. Al día siguiente los de siempre se acercaban, aunque bien es verdad que con precaución. No está el horno para bollos, el orgullo herido pero no muerto, eso nunca. A partir de ahí comenzó una nueva etapa en la historia de mi vida, en la historia de nuestras vidas. Dos años en el infierno o como lo quieran llamar. ¿Una cura de humildad? Quizás, pero lo que sí fueron esos dos años es una prueba más para mí, para toda la hinchada rojiblanca. No me perdí un solo partido y en todos sufrí como si en lugar del córdoba estuviera en frente el mismísimo Ajas. En todos sentí mi compromiso con estos colores, en todos sentí que aquellos que estabais allí erais parte de mí y que todos éramos parte de ti, de ti mi querido Atleti ...

-Espero que esté llena la plaza.

-Somos del Atleti, confiar en eso y se llenará seguro.

... Ahora nos toca demostrar de nuevo que somos, que fuimos y que queremos ser. El día 26 es nuestro día, es nuestra nueva prueba, es nuestra obligación, es nuestra fiesta. No podemos fallar, allí tenemos que estar todos. Que no falte nadie, hagamos lo imposible pero es el día, así lo creo, más importante de nuestros 100 años de historia. Sí el 26 no logramos impresionarnos a nosotros mismos sentiré algo raro. Me puedo imaginar al Atleti en segunda, ganado la copa de Europa, pero no me puedo imaginar a mi Atleti sin todos vosotros pues entonces no sería ese club al que tanto quiero, sería otra cosa. Vosotros, nosotros somos la esencia de esta entidad y debemos llenarlo de sentido todos los días, pero insisto en que el 26 es el día más importante para nuestro sentimiento rojiblanco. Es el día para demostrarnos que estamos vivos y dispuestos a dar mucha más guerra que nunca. Veamos y que vean que con nosotros no puede ni el infierno, ni ningún impresentable. Que vean algunos que este sentimiento no se puede comprar, que es nuestro. Que vean al Atleti ocupando el espacio que hay entre Neptuno y el Calderón ...

Todo lo aquí escrito son hechos reales vividos por algunos de los miles de personas que aman estos colores. Algunos los viví en primera persona y otros me los contaron. Así vivieron algunos atléticos ciertos acontecimientos. Después de haber escrito esto me queda una cosa clara, soy un privilegiado por sentir estos colores.
Gracias a Víctor y a Rubén que me ayudaron con sus comentarios a componer este escrito y enhorabuena por todo lo que vivieron y lo que les queda por vivir. Gracias a todos los atléticos, a los que estuvieron, a los que están y a los que vendrán.

Iván

Posted: 20 abr 2003, 12:00 por SDHEditor
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