Columnas del Foro

Las Perlas del Foro de Señales de Humo

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El Foro de Señales de Humo, a lo largo de su historia en múltiples formatos, siempre ha sido sinónimo, entre otras cosas, de calidad en los escritos de sus participantes. Aquí se ofrece el histórico de aquellos escritos que merecieron el "¡¡A Columnas!!" por parte del resto de foristas.

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noviembre 2004 - Artículos

Las rebajas (30/11/2004)

Agotadas por resquebrajamiento del firme las usuales vías de presunción, arrumbados en el desván de los juguetes rotos los sueños de grandeza y fichajes, que otros roncan mejor, la alegre muchachada de los informadores que cubren y animan la gris trayectoria del Atleti, ha dado en celebrar el rendimiento de Gabi en el Getafe, la renovación de Jacobo por el B y el entrenamiento de cuatro o cinco cadetes con la selección sub-15. ¡Esto es rumbo, sí señor! ¿Y por qué no alaban lo bien cortado que está el césped del Manzanares o se felicitan por la ausencia de lamparones en el traje de la mascota?


Sin embargo, son de agradecer estas rebajas por liquidación del pequeño almacén al que se le ha puesto muy cuesta arriba competir con las grandes superficies. (Peor aún: como somos la tienda de chuches “Herederos del tío Gil” , no sólo nos desbordan los previsibles embates de los Carrefour o Alcampo; es que, como sigamos en esta línea, nos puede quitar de en medio hasta el primer coreano que inauguren.)

En el Atlético todas las pompas, incluidas las de jabón, suelen ser fúnebres. De ahí que uno prefiera esta modestia a regañadientes veteada de puerilidad a los ridículos excesos de los cantamañanas, uno de los cuales ha decretado de ayer para hoy la divinización de Torres.

Ahora que para boato con sordina —del tipo “porque no quiero que si no os ibais a enterar”— una frase en la que relumbra la labia de Cerezo: “Nos estamos planteando seriamente no fichar en diciembre”. ¡Toma y yo! Yo me estoy planteando pero que muy seriamente no comprar un Ferrari y no quedar este fin semana con Angelina Jolie.

Sé de fuentes bien informadas el nombre de un crack que vendrá al Atleti no bien abran el mercadillo de invierno: se llama “Bobinho” y, por desgracia, no mete goles ni los evita. ¿Y si no lo pone Ferrando? No importa, ya le buscarán acomodo en la redacción de algún periódico.

Pésimo partido (28/11/2004)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

P.D: No se qué poner , porque se le queda a una la cara de tonta viendo hoy el partido que he visto.

Posted: 28 nov 2004, 12:00 por SDHEditor
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Ningún seso (26/11/2004)

Ha bastado una victoria contra el gran Numancia —obtenida de un modo más que discutible, pues en el primer tanto Salva arrolló a un zaguero rival— para que un simplón optimismo se propague entre los comentaristas filorrojiblancos, tan forofos como sus colegas merengues, pero, por lo general, más idiotas, si ello es factible. Así, uno de esos turulatos impenitentes nota una mentalidad distinta en el equipo. Según él, en la campaña anterior el Atleti hubiese perdido de todas todas ante el Numancia —¿cómo lo sabe?, me pregunto—; y de tan irracional supuesto deduce un porvenir exitoso.

 


Otro nos ve en el buen camino —¿no será un sendero de cabras?—; un tercero sostiene que, al estar diez conjuntos muy igualados, las posibilidades de que el Atlético sobresalga son mayores, morrocotudo delito de lesa lógica que no le costará el puesto porque para hacer lo que él hace los buscan de mollera asaz torpe.

Si no, ya me dirán de qué modo beneficia al Atlético el que se hayan unido el Betis y el Español a la pelea por las plazas que dan derecho a jugar en Europa. Con un poco más de caletre tan eximio analista se habría percatado de que la mala racha del Valencia y del Coruña quizá haya concluido por lo que resta de temporada, y lo más probable es que los cuatro grandes —o sea, los dos citados, el Madrid y el Barcelona— finalicen la Liga encaramados a los puestos que dan el honor y los millones, los únicos en verdad apetecibles, por lo que es sumamente dudoso que el once del Manzanares pueda sacar provecho del flojo inicio coruñés y de la ofuscación valencianista durante octubre y noviembre. Tuvo una oportunidad y la desperdició.

O sea, que el futuro del Atleti en la presente competición se reducirá, si los dioses no lo impiden —y yo no les rezaría, por si acaso atienden la plegaria—, a competir por el quinto o sexto lugar, con el Sevilla, el Betis, el Zaragoza, el Español, el Villarreal… La elite del balompié, sin duda.

Timadores y tontorrones (23/11/2004)

Les contaré una historia que les sonará. Cuando los merengues ficharon a Anelka por 5.000 millones, Gil Marín, ducho siempre en hallar fórmulas que humillan a la afición del Atlético, dijo que era un gran negocio porque se iban a vender muchas zamarras del club blanco. Luego el crack fracasó —no sin antes salvar los muebles del Real en Munich— y fue traspasado a un club francés. Gil Marín encomiaría más tarde las contrataciones a precio fabuloso de Figo, Zidane, Ronaldo, etc. Sin embargo, a él jamás se le ha pasado por la cabeza emular al Madrid. Se conoce que desdeña hacer buenos negocios.


El timo de hoy es la anunciada intención de contar con simples —aunque acaudalados— particulares para obtener la pasta con la que adquirir las figuras que necesita la entidad colchonera. Es una genialidad, como nadie ignora, sólo que Gil Marín será el último en ponerla en práctica. Ya es bastante sospechoso que la haya difundido tan generosamente, porque nadie va por ahí regalando fórmulas que propician el veloz enriquecimiento de sus semejantes.

No, el timo aquí consiste en especular con el futuro, encerado siempre virgen en el que se pueden escribir las más disparatadas fantasías, a sabiendas de que, para borrar los garabatos resultantes, basta con tres o cuatro enérgicos golpes de cepillo —los que suministra la realidad—.

Muy otra es la estrategia del madridismo tontorrón —disculpen la redundancia—, que, tras la pequeña debacle de la otra noche, se puso trágico y anunció nada menos que el fin de una época. Naturalmente, si la pérdida de dos partidos merece el nombre de crisis, ¿cómo no denominar al suceso del sábado “el fin de una época” y, si me apuran, del mundo? Pero incluso esos cerebros privilegiados saben que en el deporte profesional de hoy no hay épocas que valgan —el propio Barça ha salido en cuestión de meses de la fosa en que lo había enterrado Gaspart—; de modo que lo que pretenden con semejante exhibición de desánimo es que el Madrid reaccione y tire de la Visa Oro.

Por supuesto, para la prensa deportiva de la capital de España el Real está en la historia y el Atleti en el limbo. En el limbo no hay épocas, ni crisis, y da igual ganar que perder. En el limbo sólo hay angelotes babeantes que pintarrajean absurdas consignas en pizarras de agua. Nadie allí tiene edad, por lo que es imposible averiguar si se trata de un asilo o un orfanato. Patrocinan ese cotolengo imbécil filántropos de la calaña de Gil Marín.

La conspiración (17/11/2004)

Ustedes conocen la tesis del club: el Atlético está como está porque el Difunto quiso meterse en política (vicio muy feo que ya desaconsejaba Franco). Los que vemos algo más allá de nuestras narices fechamos los males del Atleti en el instante en que el Difunto y la compaña forzaron la puerta de la institución para colarse dentro. Pero lo que importa no es lo que opinemos nosotros porque –como es público y notorio– sólo nos mueven la envidia y el rencor que la envidia engendra, sino lo que crea la masa de los abonados. A la masa de los abonados le han dicho que hubo un complot para que el Atlético bajase a Segunda y no con el fin de perjudicar al Atlético sino con el de hundir al Difunto. Lo extraño no es ya que semejante patraña la aireen Gil Marín, Cerezo y sus amanuenses de los periódicos antideportivos, sino que la abonen rojiblancos notables —aunque no lleguen ni al aprobado— sin vínculo ostensible con los okupas del club.


 

Yo también huelo la conspiración, pero la veo de modo bien diferente. Forman parte de ella, por ejemplo, los pupistas –o sea, los que achacan los males de club a una especie de mal fario congénito–. También, los beatos de la derrota –yo los llamo fracasarios–, que estiman más meritorio (y como moralmente superior) perder que ganar. Y los ilusorios, que combaten el vértigo que produce asomarse al socavón de la realidad colchonera con hueros eslóganes del tipo: “Atleti for ever”.

Claro que pupistas, ilusorios y fracasarios desempeñan en esta trama un papel subalterno. Son la tropa de choque que ni siquiera sabe que lo es, pura carne de cañón. Eso sí: no cuesta vaticinar lo ofendidos que se van a sentir muchos de ellos cuando el Atlético eche el candado. Su enojo no conocerá límites y más de uno propondrá alguna burrada; si no, al tiempo. 

No, la conjura contra el club se fragua en el club y sus aledaños. El comité ejecutivo de esa mafia lo componen Gil Marín y Cerezo, y la intoxicación corre por cuenta seis o siete pseudoinformadores que se han vendido por un puñado de falsas exclusivas. Y el Atleti, que sobrevivió a Di Stéfano y a la prosperidad merengue de entonces, no podrá con los Gil Marín, Cerezo y sus fieles cotorras. El loro del pirata Flint graznaba: “¡Piastras, piezas de a ocho!” Las gallináceas que revolotean en torno a esos tunantes cacarean: “¡En dos años volveremos a la cumbre!”,  pero 2007 es el horizonte del choriceo, no el de la restauración de la entidad. ¿Y el rojiblanco sensato? Ese está que trina.

¡Cariño, he encogido al equipo! (15/11/2004)

Mira que son malos, desorganizados y tienen la moral por los suelos los del Mallorca. Pues nada, ni por esas.

El primer tiempo es..., bueno, no voy a decir que de juzgado de guardia, porque luego no admitirían la denuncia por algún defecto de forma, o declararían el delito prescrito, por muy de lesa majestad que sea –que lo es-. Casi indescriptible. ¡70% de posesión de la pelota y sin saber qué hacer con ella! Tácticamente y en los movimientos, rígidos y fijos cuales jugadores de futbolín. La actitud, como la velocidad, o sea, peor imposible.


 

 

El segundo caminaba por los mismos derroteros, hasta que salió Ibagaza. Decepcionará, por no llegar al nivel esperado, fallará muchos pases –entre otras cosas porque arriesga con ellos-, pero su visión del juego y la velocidad que le imprime, lo hacen imprescindible en este equipo.

Tres ocasiones y media siendo dominadores casi absolutos del balón, y las dos mejores a balón parado. Pero lo mejor ha venido después del 1-1: ¡se han conformado!, y a puntito que han estado hasta de perder. El detalle de la última jugada –muy mal, Ibagaza-, lo resume a la perfección todo: un equipo encogido hasta el ‘liliputismo’, y no sólo por carencias posicionales y falta de calidad. Este entrenador, para mí, ya ha demostrado todo lo que tenía que demostrar: tal para cual en relación con la plantilla.

ORACIONES DEL DÍA

Para que Velasco, Sergi, Aguilera y Paunovic no vuelvan a vestir esta camiseta, te ruego Señor, óyeme.

Para que Jorge entienda que jugar en primera división exige algo más que dar pases horizontales o hacia atrás y moverse como un conejo con mixomatosis, te ruego, Señor, óyeme.

Para que Torres deje de tirarse y quejarse cuando no debe, porque luego, cuando es de verdad, la canalla arbitral ya tiene excusa para ignorarlo, te ruego Señor, óyeme.

Para que alguien enseñe a rematar de cabeza a ese estupendo jugador que es Pablo, te ruego, Señor, óyeme.

Para que alguien explique a ese no menos excelente defensor que es Perea, que nunca debe despejarse por abajo de frente, te ruego, Señor, óyeme.

Para que no vuelva a ver arbitrar al Aleti a Pino Zamorano, te ruego, Señor, óyeme.

Y por último, y como siempre, para que se vayan o se los lleven de una bendita vez a los apropiadores indebidos y estafadores, culpables de todos nuestros males, te ruego, Señor, óyeme.

Posted: 15 nov 2004, 12:00 por SDHEditor
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Un hidalgo llamado Atlético de Madrid SAD (13/11/2004)

Hidalgo: Dícese de la persona que por su sangre  es de clase noble y distinguida.

Así define el Diccionario de la Real Academia de la Lengua dicho término, acuñado en el siglo XVII para definir al  noble que, conservando  guardando su sangre azul económicamente venía a menos, pero siempre  mantenía con orgullo su rancio abolengo. Hoy el Atlético es el hidalgo del siglo XXI en el mundo del fútbol se entiende. Orgulloso de su pasado, descontento por su presente y triste por su futuro. Instalado en el cómodo sillón de la mediocridad desde hace varios años, ya pocos argumentos futbolísticos  quedan  a un equipo invadido por  la archipobreza y la protomiseria en todos los órdenes deportivos y económicos.

 


 

Eso sí gallardía propia de la hidalguía sobra entre su gente, los aficionados de a pie que  con tesón  incansable siguen mostrando con altivez su militancia a las filas rojiblancas, rebelándose al degradado papel que desempeña  el club de sus pasiones. Pero no deja de ser eso, no querer reconocer lo que hoy es el Club Atletico de Madrid SAD. Con paso firme hacía la "espanyolización" ( entiéndase símil a lo sucedido con el RCD  Espanyol de Barcelona) por    la futura venta del estadio Vicente Calderón único patrimonio que ya les queda a estos dilapidadores que tenemos como gestores,  poco queda  que ilusione en  esta entidad.  

En definitiva   el Atlético es,   como dijo hace cuatrocientos años la ilustre pluma de la lengua española Don Miguel de Cervantes Saavedra un "hidalgo de los de lanza en astillero, rocín flaco y galgo corredor". Nada   más, pero poco menos .   

Posted: 13 nov 2004, 12:00 por SDHEditor
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Verano en invierno (11/11/2004)

Los primeros fríos serios, traídos por los vientos del noroeste y respaldados por tempranas blancuras cimeras, me dicen que llega de verdad el invierno.

Queda ya atrás un otoño que ha sido lenta y suave despedida de un verano más bien templado. Se fueron pues los fuertes pero cálidos vientos del oeste y suroeste, esos que por aquí llaman de castañas. Y con ellos el tiempo de magüestu y esfoyaza, regados con dulces sidras recién prensadas. Mas llegan los de variadas polientas y sabrosos picadillos, adobos y callos, acompañados de tinto y tomados al calor de un buen hogar.

 


 

No soy de los que odian el invierno, no. Más bien lo contrario. Para un paladar futbolísticamente bien educado, es época de apetecibles manjares. Mejor dicho, lo fueron.

Cuando era mozalbete, días como estos eran especiales. Días de fútbol europeo. Cierto que los platos fuertes solían llegar cuando el invierno se despedía o ya dominaba la primavera, pero no hacía yo ascos a aquellos miércoles invernales en el Calderón. No había grandes llenos, sino todo lo más medias entradas. Bajaba la llamada camioneta de la peña a medio llenar, pues muchos mayores, si iban, lo hacían directamente desde sus trabajos. Eran los días en que más que un alegrón era probable toparse con un disgusto. Pero eran días de fútbol europeo.

Y es que, para el amante del fútbol, hablar de verano es como hablar del desierto, cuya travesía sólo se soporta gracias a las expectativas de refuerzos. Era antaño el tiempo que, como la noche para quien tiene verdaderas ganas de vivir, lo mejor que tenía era su fin, el de la obligada tregua recomponedora de ilusiones.

Pues hoy, amigos colchoneros, a la llegada del invierno meteorológico, y ante la ausencia de miércoles invernales de bocata y buen abrigo como aquellos, me siento como en pleno verano. Sólo que este verano colchonero es una abrasadora e inacabable canícula. Y ni siquiera tenemos algún refrescante fichaje que llevarnos a la vista, por mucho que me digan que el nómada Muñoz recorre sin cesar remotos países en búsqueda de néctares futbolísticos. Puros espejismos producidos por la deshidratación futbolística, que hace especial mella entre los muchos necios de solemnidad que pueblan la mansa grey rojiblanca.

¿Y mañana?, preguntarán algunos. Mañana, amigos, ¡ay mañana! Nos espera algo muy parecido a eso que llaman un "bolo de verano", sólo que en invierno, lo que no me acaba de gustar. Barrunto serio desastre. Bueno, lo que en aquellos tiempos ya tan lejanos hubiera sido considerado un desastre –me acuerdo del Basconia–. Hoy, desdichadame

Posted: 11 nov 2004, 12:00 por SDHEditor
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No mentarás a Bogart en vano (10/11/2004)

Ignoro si Bogart representa la épica del fracaso, como quiere Garci. Si rebusco apresuradamente en mi memoria, hallo imágenes de tres películas protagonizadas por el gran actor estadounidense: “El Halcón Maltés, “La Reina de África” y “Casablanca”. Puede que en esos filmes exista eso que Garci llama “épica” —aunque ignoro si la suficiente como para que nos pongamos metonímicos y tomemos la parte por el todo—; lo que no veo por ningún lugar es el fracaso, al menos en los papeles estelares que  Bogart incorporó en dichas películas: el mecánico borrachuzo de “La Reina de África”, el detective Marlow de “El Halcón Maltés” y el dueño del cafetín en “Casablanca”. A los tres personajes la vida les propone un dilema;  ellos eligen y no se equivocan; además, los tres se salen con la suya. Pero con ser muy dudoso el aserto de Garci a propósito del cine de Bogart, el parangón de éste con el Atlético de Madrid se antoja totalmente erróneo, por no decir ridículo. Los fracasos del Atlético de hoy nada tienen de épico, ni entrañan poesía alguna. Son de lo más corriente; de hecho están escritos en un castellano menos que mediocre: el horrísono que farfullaba el Difunto.


Precisamente uno de los máximos responsables de la cadena de despropósitos que han colocado al club al borde de la desaparición es amigo de Garci. Al parecer hablan con frecuencia de balompié. ¡Qué peligro! Porque el cineasta dice que Sosa le recuerda al primer Simeone. Le debe de fallar la memoria: el primer Simeone era un interior rápido y con hambre de gol. Sosa es un mediocentro lento y sin shoot (no quiero escribir ‘chute’; no me da la gana). Sólo se parecen en la excesiva leña que reparten.

Garci también opina que a Torres le deberían preguntar Gil Marín y Cerezo con quién desea jugar y concederle los compañeros que pida. Ahora me explico algunas cosas, entre ellas por qué Cerezo no termina de aprender una sola palabra de fútbol. Pero no importa porque, aunque caigamos envueltos en la bandera de la ineptitud, siempre podremos decorarla con el rostro de Bogart.

Ya se sabe: las grandes palabras sirven casi siempre para disfrazar hechos mezquinos.

Flechazo (06/11/2004)

Toni Muñoz ha ido a Brasil y ha vuelto prendado de un tal Robinho. Siempre es una satisfacción que suenen nombres de brasileros para reforzar al Atleti, pero en esta oportunidad no me sumaré al general entusiasmo. Verán ustedes por qué.

Recuerdo que, cuando Calderón fichó a Pereira y Leivinha, nadie se enteró—y  los periódicos menos que nadie— hasta que el traspaso fue firme. Era, huelga decirlo,  una época mejor para el Atleti. Ahora basta con mostrar interés por un crack para que entre la gente cunda igual regocijo que si la figura en cuestión ya perteneciera al club.


De modo que los periódicos saben que Toni se ha dejado en Brasil un jirón de su alma de cazatalentos. ¿Y cómo lo saben? Porque Toni, nada más bajar del avión, se lo soltó  a algún amiguete de la prensa. Allí, en la cafetería del aeropuerto, supongo que entre lágrimas de whisky y románticos suspiros, vino a confesar que, en adelante, la vida para él no tiene sentido sin el as del Santos. ¡Cómo le comprendemos! Acostumbrado a Novos, Nanos, Musampas, Simeones, Sosas y demás artistas del balón, el tal Robinho tuvo por fuerza que causarle arrobo. Según parece, corrió al club y se puso a saltar como un perro faldero alrededor de Gil Marín. ¡Jefe, contrate a Robinho! ¡Jefe, contrate a Robinho! Pero Robinho nos dará calabazas, ¿qué nos apostamos?

Forma parte del guión. Al Atleti los impostores vendesueños le suelen enjaretar pesadillas, la más recurrente de las cuales consiste en abrirle el apetito con la promesa de algún suculento fichaje, para luego plantarlo con la boca hecha agua y sin un chusco al que hincar el diente.

Algunos seguidores del Atlético nos sentimos como esos sapos que agonizan al borde de un camino y a los que una caterva de brutales mozalbetes hostilizan, hasta que un adulto piadoso decide intervenir: “¡Dejad en paz al animalito, que nada malo os ha hecho; id a enredar a otra parte!”. Es lo que yo me pregunto: ¿por qué no se van a joder a otro lugar Toni Muñoz, Cerezo, Gil Marín y su claque de portavoces falsarios?
El Canto del Loco (05/11/2004)

Miró por la ventana y se le caían las lágrimas.

Era un enano pero luchaba contra ellas, con todas sus fuerzas. Sorbía los mocos y con el dorso de la mano se las retiraba del rostro. Escuchó pasos al otro lado de la puerta acercándose por el pasillo y se rehizo, recompuso sus ánimo y levantó la cabeza sin apartar la vista de lo que el paisaje le brindaba a través de la ventana, aquellos bloques de pisos de Fuenlabrada. 


 

La puerta se abrió y el rostro de su padre asomo. El chaval se giro y le miró a los ojos retador.  El hombre no dijo nada. Entendía con verle, allí con su camisola rojiblanca, lo que pasaba por su corazón y la punzada que debía sentir en el pecho. Fernando se giro y miro de nuevo hacia la lejanía mientras escuchaba la puerta cerrarse a sus espaldas.  

Las nubes manchaban el cielo  y oscurecían de sombra el otero que marcaba la frontera con el campo y los olivares. Repaso sin cerrar los ojos las imágenes que se agolpaban en su mente y trato de reproducir en su interior los sonidos que debían acompañarlas. No quería perderlas. Sabia que la memoria era traicionera y perezosa y que pasados un tiempo aquellas imágenes serian reemplazadas por otras y, de ellas, solo quedarían descoloridas instantáneas que tardarían de resumir aquellos momentos. Y no quería. No quería perderlas. Quería que siempre quedasen dentro, que se grabasen en su alma- ¿tenía?- hasta el día que se fuese definitivamente con las nubes hasta el otero.

El había elegido. Eso decía en voz alta, pero aunque no era mas que un chinorri, sabia ya que ni de coña era verdad. No había tenido elección. Había nacido así y no había otro camino ni elección. Era así y así seria siempre. Por eso sorbía las lagrimas, aunque sentía un placer inesperado sentirlas correr por las mejillas ahora que la puerta se había cerrado. Ese era su padre y debía agradecerle muchas cosas, pero entre todas ellas, la que mas, que nunca se acercase a susurrarle al oído como hacia Robert Reford con los caballos. No lo necesitaba.    

Miro su camiseta y sintió un escalofrío cuando la aparto de su pecho para verla bien, con los dedos por debajo de las rayas, poniéndola frente a sus su ojos. El no lo sabia todavía - no era mas que un niño- pero pocos escalofríos parecidos iba a sentir a lo largo de su vida, los abrazos de una mujer, el contacto de sus labios, su perdida o la lejanía que les impondría la vida.   

Luego se acerco al equipo y busco la canción. Pincho y por lo altavoces surgió la voz. El subió el volumen. Se acerco a la ventana y miro siguiendo imperceptiblemente el ritmo de la música. El Canto del Loco era el grupo de su ídolo, El Niño, de su equipo, sus letras reflejaban tan bien lo que bullía dentro...

Pensó : seré siempre. Se dijo: siempre.  Pase lo que pase estaré contigo. Se juramento. Pase lo que pase- y se acordó de la canción de Moulin Rouge- pase lo que pase... siempre... siempre...

Miro el póster encima de la cama y la posición acrobática de Torres y se sintió orgulloso y tranquilo. Por el momento aquello era lo mas importante de su vida - no sabia que a lo largo de los años, ese sentimiento no le abandonaría jamás-

En la cocina el hombre abrió una cerveza y bebió. Escuchó la música y supo que el chaval estaba tranquilo. A el también le gustaban. Recordó como la otra noche mientras Fernando dormía, el había recordado aquellos viejos tiempos inolvidables escuchando aquellas canciones.

El Canto del Loco. Le gustaba el nombre. ¿Acaso no estamos un poco majaras? 

Para ti.

 

Posted: 05 nov 2004, 12:00 por SDHEditor
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