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Las Perlas del Foro de Señales de Humo

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El Foro de Señales de Humo, a lo largo de su historia en múltiples formatos, siempre ha sido sinónimo, entre otras cosas, de calidad en los escritos de sus participantes. Aquí se ofrece el histórico de aquellos escritos que merecieron el "¡¡A Columnas!!" por parte del resto de foristas.

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febrero 2005 - Artículos

Gobierno de las cabras (27/02/2005)

Dos meses después de haber renovado a Ferrando, el Atleti filtra a los medios de comunicación que en junio el míster se irá.

Se cumple una vez más el viejo dicho: “la cabra siempre tira al monte”. Es algo muy propio de las cabras y no podemos reprochárselo. Ahora bien, no conviene permitir que esos simpáticos rumiantes administren clubes de fútbol. Y si el Atleti cabalga hacia la ruina a través del fracaso y el descrédito, buena parte de la culpa la tienen sus seguidores por haber consentido que lo desgobiernen personas con menos sentido común que las cabras. Ignoro cuántos entrenadores y jugadores han pasado por el club en las 17 temporadas que dura ya esta tortura china (¿dos centenares?). Los que no acaban de pasar a la Historia son los ineptos, los especuladores, los parásitos, que fichan montones de profesionales para comprobar, al poco de adquirirlos, que no sirven para el Atleti. (Gil lo hizo, pero por causa de fuerza mayor.)

 
Como la historia (al menos la historieta del balompié) es una fábula balbucida por tres o cuatro docenas de necios en estado puro, los que intoxican en favor de las cabras aducen una serie de razones (todas ellas insidiosas porque lo que importa es desacreditar al sentenciado) para justificar esa brusca pérdida de confianza en el coach: la falta de buen rollo mutuo, las desavenencias a la hora de traer jugadores, el aire de cabreo del míster, la caspa que macula sus trajes…  Y así, Ferrando, que era “el verdadero crack del Atleti 2004-2005”, el “gran fichaje” de este curso (más de un analista lo aseveró hacia octubre o noviembre, con la habitual escasez de escrúpulos y neuronas que impera en el gremio), ha devenido de la noche a la mañana en el único causante del mediocre Atleti actual. Según Cerezo, hay plantilla para jugar la Champions. Si la hay, ¿por qué no destituye al actual preparador y trae otro? Porque cuesta dinero.  Entonces ¿por qué no se calla y espera a que termine la Liga? Muy sencillo: ya está aquí el nuevo fiasco y se necesita un chivo expiatorio. Las cabras, no; las cabras son intocables.
Error de concepto (24/02/2005)

Al parecer, soy de los pocos que opinan que Ferrando no tiene la culpa del pobre rendimiento deportivo del Atleti. El mister valenciano no será una lumbrera, pero tampoco un cantamañanas como su predecesor en el puesto. La plantilla del club rojiblanco es mediocre y el equipo que sale de esa plantilla adolece de varios males: las bandas siguen por cubrir (en especial, la derecha); los medios son premiosos y atacan lo justo; la tarea de crear se reduce a la inspiración de Ibagaza y Torres; el gol es asunto casi exclusivo del propio Torres, que tiene días y días. (El domingo remató bien; otras veces maltrata a los porteros, que acaban con cardenales, los pobres, de los balonazos que reciben.) Ninguna de estas circunstancias son responsabilidad de Ferrando, salvo quizá la última. ¿Qué parte tiene el míster, por ejemplo, en que uno de los extranjeros no intervenga (por manta) y otro sea del montón? Los que contrataron a Richard Núñez y a Sosa le han segado la hierba bajo los pies.  
No obstante, el preparador del Atleti cometió contra el Villarreal una de esas equivocaciones de difícil disculpa por tratarse de un error de concepto: la alineación de Nano. El fútbol de hoy ejerce con usura el derecho de admisión. Y a los jugadores pesados y corporalmente torpes les da con la puerta en las narices. Nano no debe jugar ni un minuto en el primer equipo del Atlético de Madrid. En esto hay que ser fundamentalista porque se trata de una cuestión fundamental. El que fichó al ex del Barça no sabe una palabra de fútbol moderno, porque para calibrar lo que Nano puede dar de sí basta con verlo correr por el césped dos minutos. Y el problema del chaval no es de actitud o de inexperiencia, ni se subsana con un trabajo paciente. Es constitutivo, atañe a su cuerpo y carece de solución.

Cuando Nano sustituyó a Jorge, el Atlético, que ya pagaba con el agobio al que se veía sometido el hecho de no disponer de centrocampistas más veloces que Sosa y Colsa, incorporó a su Majestad la Lentitud. Fue, por utilizar una expresión del tenis, un error no forzado del míster. Ahora bien, lo que distinguía a Ferrando de Manzano era su sensatez, su tendencia a no meter la pata. El domingo la metió. Quizá el Atleti hubiese caído de todas maneras, pero esta vez fue su coach quien le puso la zancadilla, que conste.

   
¡Pulid el diamante en bruto! (18/02/2005)
Ferrando declaró no hace mucho que debemos aceptar a Torres con sus virtudes y sus defectos. En principio parece una afirmación sensata que incluye una fuerte dosis de cariño. Sin embargo, un segundo vistazo al asunto produce menos convicción. Veámos por qué. 

Todo futbolista profesional  —incluso el de más renombre— es fruto de un compromiso entre lo que tiene y lo que no tiene, entre sus habilidades y sus desmaños, entre sus dotes y sus carencias. El jugador perfecto no existe. De modo que siempre hay que conformarse con una cantidad de virtud y otra de tacha. Mirado así, Ferrando enuncia una tautología. Todo el mundo es como es y actúa como puede.


Ahora bien,¿cómo es nuestro Torres? A veces “genial” y, a veces, un poco “tuercebotas”; y los seguidores del Atleti , como queremos a Torres, disfrutamos con sus galopadas y regates y le perdonamos sus tremendas pifias ante la portería rival. Es nuestro Niño, y ya se sabe que los hijos de uno, los padres de uno, los amigos de uno, etc., son como son y no por eso renegamos de ellos.  Visto así, Ferrando, en realidad, nos exhorta a la indulgencia para con Torres. Pero esta actitud se me antoja sumamente discutible por una razón: el Niño —valga el juego de palabras— es todavía un adolescente y está en periodo de aprendizaje. Los que deseamos que triunfe creemos en un Torres crack . ¿Nos ciega la pasión? Opino que no. En el Niño hay objetivamente madera para una gran figura. De ahí que los técnicos del club no deberían aceptarlo como es ahora, sino como podría ser a tenor de su prometedor talento. En el orbe del fútbol percibo una arraigada tendencia a considerar que “lo que la Naturaleza no da Salamanca no lo presta”. (¡Y para qué diablos haría falta una universidad en Salamanca si no fuese para prestar lo que la Naturaleza no da ni puede dar nunca! Ya sé que el lema se refiere precisamente a las luces naturales, a la inteligencia en bruto, pero, por eso mismo, exhala cierto tufo a consigna anticultural.) Alguien apunta: “Fulanito no sabe chutar”. El coach se encoge de hombros como queriendo decir: “Es de nacimiento”. Pero Fulanito es un delantero que actúa en la Primera División; ¡diantre, está obligado a disparar bien! Seguramente, nada en el mundo va a transformar a Torres en un rematador del nivel de Romario, pero el Niño mejoraría y mucho si se filmasen sus equivocaciones, se descompusiesen éstas en sus factores primos y se elaborara el pertinente plan corrector. A Tiberio, inicuo emperador que en la juventud había sido un excelente militar, le enorgullecía  que sus legionarios comentasen: “Con Tiberio el adiestramiento es una batalla incruenta y la batalla, un ejercicio sangriento”. Perdonen ustedes mi osadía (al fin y al cabo, no soy más que un aficionado al balompié), pero ¿por qué no se prueba a exacerbar las dificultades del entrenamiento de Torres? Haciéndole, por ejemplo, golpear balones más pesados y pequeños (su tiro ganaría en potencia y precisión). U obligándole a ensayar los mano a mano contra dos guardametas; sí, contra dos al alimón. (Cuando en los partidos tuviese que afrontar a uno sólo, ¿no sentiría que ese problema es una bicoca al lado de los que durante la semana y en el baldío de Majadahonda  le plantean Leo Franco y Cuellar? No, lo que le conviene a Torres no son los tiernos arrumacos de los forofos y la asidua coba del míster, sino un plan que lo perfeccione como jugador, una Salamanca que le preste lo poco que la Naturaleza no le ha dado.
En el cementerio inglés (16/02/2005)

Érase una vez un niño muy chiquitito que vivía en una barrio de Madrid, su infancia fue normal, con sus momentos de ternura y cariño, pero también con momentos de travesuras propias de la edad. Ese niño empezó a caminar con una caja de zapatos, más tarde a correr, a darle patadas a un balón y por fin un día se vistió de futbolista. Su traje era a rayas y con un pantalón azul marino. Ese traje se lo compró su padre y el niño ardía en deseos de ponerse el traje y soñaba con emular a Joao, Heraldo, Rubén Hugo, José Eulogio y todos aquellos que entonces eran sus idolos y que hubiera dado cualquier cosa por verlos y darles su mano.

 


 

Por aquel entonces, ese niño cuyo germen rojiblanco ya se había apoderado de su  ser, no tenía la posibilidad de poder acceder al interior del estadio, primero porque no era socio y segundo porque le enseñaron a no colarse en los sitios sin entrada. Ante tal circunstancia, cuando el Atleti (su equipo del alma) jugaba de local, aprovechaba para ponerse su traje y convencer a su padre, a su primo y su tío para ir lo más cerca que podía  del estadio. Se conformaba con oir el bullicio del interior, con oir a la gente gritar gol, con imaginar las jugadas de sus ídolos y con ver por el resquicio de las esquinas del estadio a parte del público dentro. Para ello se iba a un parque próximo y junto a la tapia de un cementerio, miraba, miraba fijamente a ese coloso en forma rectangular y cuando oía "GOOOOOOOOOL"  su corazón infantil estallaba de júbilo. Ya no importaba nada, no importaba si tu primo te había regateado o había marcado más penaltis que tú en la portería "fabricada" por dos troncos del viejo parque de San Isidro.

Cuando el niño escuchaba GOOOOOOOOL, era feliz, le entraban más ganas de ir al cole al día siguiente y de presumir de su traje de algodón.

Allí permanecía hasta el fin del partido, dejándose meter los goles que el jodido primo quería. Él prefería perder y que ganaran los suyos, aquellos por los que estaba en el cementerio inglés cada quince días.

(Este texto va dedicado a todos los niños atléticos del mundo y en especial a uno, al que no conozco, pero al que ví llorar el otro día porque su padre le decía que no volvían más).

Posted: 16 feb 2005, 12:00 por SDHEditor
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14 de febrero (14/02/2005)

Te veo ahí, inconsciente, con esa respiración asistida y me pongo a llorar. Se te ve tan débil, tan frágil, tan diferente a como eras cuando te conocí, cuando me mostraste tu orgullo y me enamore de ti, que me es difícil reconocerte.

Aún recuerdo como me enamoré de tí el día que viniste a mi ciudad. Como todos me dijeron que me buscara otro equipo, que lo nuestro era un amor imposible que acabaría mal. También recuerdo los momentos dorados de nuestra relación, aquel mayo del 96, o las visitas a Zaragoza y Amsterdam. Te acuerdas? Espero que sí.




Espero que no recuerdes solo los malos momentos, que los hubo y muchos: la pelea en Oviedo, donde queríamos romper, las discusiones y desconfianza, el "Ya te lo decía yo" de familiares y amigos y sobre todo aquella crisis de Las Palmas donde casi acaba todo. Aquel 1-2 que te ha dejado en coma hasta hoy. Aquel dia en el que casi te me vas, aquel dia donde la enfermedad que sufres desde el 87 y que hasta entonces nunca vi, casi te mata.

Porque es inexplicable que sigas con vida despues de aquello y para muchos quizás sea un incordio, no se como superaste la crisis y te aferraste a la vida. Dicen que es un milagro, si creyera en Dios, igual yo también lo diría.

Desde entonces estás ahí, inconsciente, en esa cama que se lleva por delante tu orgullo y dignidad y no puedo separarme de tu lado. No puedo dejar de apoyarte en tu lucha contra esa enfermedad que te atenaza y que cada día odio mas. A pesar de que saliste del estado crítico, a pesar de que los médicos no se ponen de acuerdo en cuanto te queda de vida y a pesar de que algunos quieren desconectarte y otros hasta expoliarte, yo sigo a tu lado. Muchos me piden que tire de ese cable que te esta uniendo a la vida, a veces me entran tentaciones, lo reconozco, a Cristo también le entraban, pero de momento aguanto.

De momento les digo a todos que ese cable es sagrado, que mientras yo viva nadie lo va a tocar ni mover, ni a el, ni a ti, que estarás inconsciente, pero no has muerto. Que algún día volverás a respirar y reviviremos nuestro amor como aquel dulce mayo del 96. Que esa cama lastrará tu orgullo y dignidad, pero que te sigo queriendo como el día en el que me fijé en ti. Y que cada vez que pienso en ti el corazón vibra con aquel ritmillo con el que vibraba el día que les dije a todos lo que te digo ahora ti: Que te amo y que te amaré hasta el día de mi muerte, que será muy anterior al día de la tuya.

Feliz San Valentín, Atleti.

Posted: 14 feb 2005, 12:00 por SDHEditor
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De qué hablan cuando de futuro hablan (11/02/2005)

Naturalmente, de eso que tú y yo estamos pensando, aunque todavía no te des cuenta. Porque, mira, si el futuro es aquéllo que no ha pasado -pues ni ha llegado ni llega nunca, que entonces ya no sería futuro-, es a la vez aquéllo que tiene que pasar y que precisamente por ello es el tiempo mismo, el tiempo puro, el tiempo todo o, para llamarlo mejor -verdad que ya lo estabas adivinando-, la muerte. Así que quien dice futuro está diciendo tiempo, palabra vicaria de la muerte y todos sus nombres. Y por eso de que es el tiempo todo, el tiempo perfecto -pues ni ha llegado ni llegará nunca, que entonces ya sería vida-, también es todo y perfecto lo que de él se dice como posibilidad: el más perfecto miedo, la más perfecta esperanza.

 


 

Sólo de ésta, naturalmente, nos dan noticia en estos momentos los dirigentes del Atleti cuando nos anuncian el mejor equipo, el mejor estadio, la más saneada economía, la mejor ciudad deportiva para la felicidad de todas las familias, y así hasta que nos cansemos, pues, en su cara luminosa, nunca se da esto del futuro sin dinero ni felicidad ni cualquiera de ellos sin los otros dos.  

En fin, que esto lo dice muy claramente Agustín García Calvo y, si me apuráis, hasta Fernando Torres, cuando declara que nunca ha visto un partido de fútbol por televisión, que a él lo que le gusta es jugar y celebrarlo con la gente, que el resto, lo que rodea al fútbol, es justamente lo que no le gusta, en que viene, por tanto, a incluir por encima de todo a la televisión, o sea, al dinero, al poder, al futuro.

Menos mal que nosotros ya estamos teniendo en cuenta que en las palabras mismas de alguien que habla del futuro -no de hoy, ni de mañana, ni del verano, cuando volvamos al mar- está latiendo el vacío, es decir, la aciaga consecuencia de haber sin duda naufragado y no querer saberlo.

 

Posted: 11 feb 2005, 12:00 por SDHEditor
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Turulatos (08/02/2005)

 

Hay una amnesia que proviene del dolor y otra que proviene del placer. Lo digo porque las continuas calamidades del Atleti durante largos lustros de golfadas e incompetencias indujeron a la afición a olvidar lo que había sido el club en otros tiempos más cabales y a perderse el respeto a sí misma, y porque (¡con qué poquito nos conformamos!) basta una victoria en el Nou Camp para que, embriagados con esta inesperada felicidad, se nos olviden las miserias pasadas y presentes. Del futuro nada afirmaré; comprended que no me atreva: es una finca de Gil Marín.

 


Porque, en efecto, hasta Gil Marín se ha atrevido a asomar la jeta en los periódicos para sacar pecho y poner en el mostrador otro poquito de futuro. Claro que ahora el porvenir es de una calidad superior…”Nunca el Atlético había tenido el futuro que tiene hoy”, creo que ha dicho en el Marca este campeón de la desfachatez. ¿Cuándo se le meterá en la cabeza a personaje tan necio que, al menos los rojiblancos conscientes, no queremos Mañana sino Hoy? Pero incluso si condescendiésemos a especular sobre el porvenir, ¿dónde lo encontraríamos tan risueño que nos autorizase a vanilocas fantasías? En lo deportivo, el Atleti va mal porque, si bien la distancia que separa al equipo de los puestos de Champions es únicamente de seis puntos, multitud de rivales lo preceden en la clasificación. (Algunos, como el Sevilla y el Villarreal, en plena forma.) Y la Copa, que muchos ya dan por conquistada, es un trofeo devaluado, y no por la eliminación de los grandes, sino por la escasa entidad de los adversarios a los que se ha medido el Atleti. (En abatir a Orenses, Lorcas y Numancias no hay prez.) No, la Copa hoy no da ni prestigio ni dinero. Y por lo que respecta al apartado económico, todas las expectativas se reducen a la enajenación del único patrimonio de que dispone el club (fuera de sus jugadores), pelotacito que sacará al Atleti de su estadio pero no de la miseria y cuyo rechazo social es más que comprensible.  ¿Que soy un aguafiestas? Mil perdones.
Nuevos tiempos (01/02/2005)

Todos estos años oyendo que el ser colchonero es algo diferente, que es un sentimiento muy especial, hasta religioso, como le gustaba pregonar y vender al difunto apandador. El por qué somos del Aleti del famoso spot publicitario, resumía ese ser ajeno al mundo, a sus pompas y sus vanaglorias. Cuántas loas al mismo en las ondas, en los papeles, hasta en las canciones de poetas de voz rota y plumín desvencijado, por no hablar de los famosos que quieren ser diferentes, marcando las distancias con el glamour brillante y resbaloso de gominas perfumadas.


 

 

Pero mire usted por donde que, ahora, todo es al revés. Ha bastado con que los herederos del trono del gorila, las rapaces inmobiliarias y los olímpicos políticos decidan que lo mejor para el Aleti y para Madrid es que cambiemos el Calderón por La Peineta, para que todo sea diferente.

Ahora hemos de ser racionales y calculadores. Ahora ha llegado la hora de aparcar la religión y ocuparse de las cosas de este mundo, nos machacan por las ondas y se repite un día tras otro en los papeles. Los poetas y famosos amantes de la diferencia callan, llegada la hora, al parecer, de la vuelta al mundo. 

Si reeditaran el spot del niño preguntando al padre por qué son del Aleti, la cosa sería ya muy diferente. Pues mira hijo, respondería el padre sin dudar y sonriente, porque vamos a tener campos de golf y de tenis, piscinas llenas no de agua sino de chanpán -francés, por supuesto-, asientos que más parecerán butacones, aparcamientos donde cabrán hasta limusinas, y por supuesto helipuerto. Por no hablar, pues lo doy por descontado, del equipazo que nos van a preparar.

Así pues, déjense de sentimentalismos ñoños y monsergas. Aparten de su mente de una vez lugares y momentos que simbolizan la renuncia y el fracaso. ¿Quién quiere hoy ser un 'pupas'?  

Sólo falta, pues, que haciendo gala de nuestra ya casi tradicional docilidad, reciclemos nuestros sentimientos y adoptemos una nueva compostura. Yo, de hecho, ya me he comprado varios libros de autoayuda para aprender a sentirme importante, triunfador y feliz. Y también he adquirido un traje de Emidio Tucci, como esos que llevan los atletas de los anuncios de El Corte Inglés, pues además de elegantes son ideales para saltar con comodidad cuando Núñez y los varios cracks que tras él vendrán, empiecen a enlazar un hart trick tras otro en la faraónica Peineta.

 

Posted: 01 feb 2005, 12:00 por SDHEditor
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