mayo 2003 - Artículos
Buenas tardes por la mañana, buenas noches al amanecer. En primer lugar quisiera presentarme. Mi nombre es, no, no lo recuerdo, sólo soy un hincha del Calderón. Me gustaría decir como Tyler Durden en “El Club de la Lucha” que soy la conciencia perdida de la afición, pero no, ni siquiera soy su jodido hígado maltrecho. Soy un generado despojo de aficionado.
“El Atlético de Madrid es lo mejor que me ha pasado en la vida”, Chinasky dixit.
“Éste Atlético de Madrid es lo peor que me ha pasado en la vida”, la conciencia desposeída y vacía de un despojo de aficionado dixit. Despliego mi alma y no encuentro nada. Me refugio en tus despojos pútridos.
Antes era distinto, tenía un “por qué”, mis “por qués” se quedan vacíos. Recuerdos...
Tenía 8 años, la camiseta del Atleti era la mejor visión que un niño de 8 años podía tener en la vida. Todos admiraban esa despreciable camiseta fulera, blanca de engaño, blanca de poder, blanca de vomito. La mía no. La mía era rojiblanca y brillaba con luz propia, resplandeciente sobe el verde césped del Calderón. Cuánto orgullo al verla, cuánta lucha. Los otros niños de blanco la ridiculizaban. Se les da dos hostias. En el fondo siempre la envidiaron.
Tengo 15 años. Sigo esperando. El título llegará algún día. Mi orgullo sigue intacto. Sigo peleando. Dos hostias más al fulero de la esquina. Nunca debió meterse con la rojiblanca. Escapo de casa para ver otro partido más. Nos bañamos en la Cibeles (sí, mancillamos por primera vez esa puta Diosa de las Torres de la Especulación Humana). Acabamos de ganar a los vascos de Bilbao. Nuestra estrella se larga. Nos ha vendido por blanco de oro y olor a podredumbre, fétida pestilencia. No importa, nuestro orgullo sigue intacto, dos hostias más.
Tengo 18 años. El título sigue sin llegar. Llega un tipo gordo y baboso. No importa trae de la mano a un portugués que nos la pone dura. Es campeón de Europa, melenudo y parece que va a sodomizar a todo lo que huela a blanco. Nuestro orgullo crece. Dos hostias más.
Por el camino dejo mil lágrimas. Mi estómago se quedó en Zaragoza, mi corazón en Lyon. Las lágrimas cicatrizan mis ojos. Mis ojos rojos alimentan mi orgullo. Mis puños se cierran sobre mí. Mis uñas desangran mis manos. Dos hostias más.
No vienen los títulos. ¿Qué pasa? No importa seguimos animando. Ya llegarán. Nos hacemos mirar el orgullo y va creciendo a golpe de tiffo y de garganta. Ya llegarán. Tengo algunos años más. Ganamos un título a un equipo de mierda. Nuestro orgullo crece. Los fuleros siguen perdiendo copas de Europa. Es suficiente. Dos hostias más.
Una año después tengo una año más. Otro título. Éste es importante. Dispara el orgullo. Soy el orgullo henchido de un hincha rojiblanco. Hemos ganado 0-2 a los fuleros en su feudo. El melenudo portugués y un ex-mercenario de sus huestes marcan los goles. Mi jodido hígado no puede más. El corazón aguanta. Soy el corazón alegre de la afición. El gordo sigue. Habría que echarle. Apesta ése cabrón.
Las lágrimas ya se han secado. Jamás ya nunca caminaremos sobre Wembley cantando el “You'll never walk alone”. Estoy jodido. Van a caminar unos putos lecheros de una puta ciudad italiana. Quiero mandarlo todo a tomar por culo. Soy el hígado destrozado de la afición. El orgullo me lo impide. Puto orgullo. Seguimos teniendo intacto nuestro orgullo rojiblanco. Ese puto gordo debería marcharse ya.
Tengo ya 26 años. Hemos caminado por el desierto. Hemos cantado nuestra canción. Nos hemos dejado el alma en la carretera y sobre el asfalto ya no queda pasión. Soy la garganta afónica de la afición. Cantar, llorar, sufrir… Por un orgullo, por una pasión.
Por fin llega el momento. Lo dice mi estómago. Soy el estómago inundado de la afición. Soy la garganta rota de una pasión. Tenemos un doblete. Al fin llegaron los títulos, toda una vida esperando. ¿No os lo dije? Llegarían. Soy la vida desgastada de una afición. El orgullo está más alto que nunca. Soy el brazo petreo de Neptuno. Soy las manos de Vizcaino. Soy el orgullo de la afición. Más lágrimas cayeron, pero éstas son de emoción. Nadie se acuerda del Gordo. Debería marcharse pese a todo ese cabrón. Malos tiempos para la lírica. Soy el cerebro olvidado de una afición. Tonteamos, coqueteamos, jugamos con el descenso. Descendemos. Soy el corazón roto de una afición. No puede pasar ni un segundo más. El Gordo debe desaparecer. Comienza la lucha. Soy la lucha perdida de una afición. Tengo 33 años. Llevo cuatro luchando. Los dos últimos me han destrozado. Hemos hecho cosas, muchas cosas. Viajamos, protestamos. Visitamos huertos de fútbol y campos de cebollas, ni siquiera plantaría patatas. El rojiblanco ya no brilla igual sobre la arena de esos campos. Ya ni siquiera es rojiblanco. Soy la vergüenza hundida de la afición. El orgullo prevalence, pero ¿dónde coño está? Conozco otra gente. Subimos. Recuperamos parte del orgullo perdido. He vivido en el Fondo Sur del Calderón durante los últimos 20 añ
¿Así pues, el Gordo se va? Lo creeré cuando lo vea. ¿No dicen que continúa en su puesto Miguel Ángel Gil Marín? ¿No vemos presidir los partidos a Cerezo? ¿Quién está fichando jugadores de cara al próximo año? (Por cierto, ¡menudos cracks!) ¿Es ese el tipo de decisión que tomaría quien piensa irse? Mucho cuidado con las fintas y las maniobras de Gil. También se fue de Marbella, pero dejando bicho (su hombre de paja acaba de renovar la mayoría absoluta en las elecciones de anteayer).
La afición—al menos la vertebrada alrededor de la plataforma Alternativa Atlética— no debe confiarse porque el enemigo es muy marrullero y aún conserva entre los medios de comunicación filomerengues la simpatía que le da su utilidad. (Ya saben ustedes —me lo habrán oído afirmar en otras oportunidades— que Gil es el más tonto y el más útil de todos los tontos útiles del Madrid.. Gil no nos sirve, pero fortalece la causa de los blancos.) El lunes, en la presentación de Alternativa Atlética, se levantó para hablar un aficionado colchonero. El hombre mostró su indignada extrañeza ante lo poco que saben los periódicos deportivos de Madrid acerca de la situación de nuestro club. Pero ese desconocimiento es meramente táctico. Fingen ignorar lo que le pasa a la institución rojiblanca porque sus miras están puestas —y clavadas— en el Bernabéu. Compárese la cantidad de prosa basura que se ha empleado en analizar por qué el Madrid cayó ante la Juve y lo que habría que hacer para que ese terrible infortunio no volviera a producirse, y la indiferencia glacial con que se cubren las sempiternas —y, al entender de los ideólogos merengues, irremediables— tribulaciones del Atlético. Pero aquí no se trata—ojalá fuese así— de tal o cual vicisitud en este o aquel campeonato. Lo que se ventila es el porvenir de un club que esa canalla supone sin futuro. Y a los muertos, que les den.
Los acontecimientos se han acelerado. Probablemente, el primer anuncio de retirada de Gil encerraba trampas. Los Gil soñarían con aplicar la frase que Tomasi di Lampedusa ponía en la boca del principe Fabrizio di Salina en "El Gatopardo": Cambiar para que todo siga igual. La presión de la justicia, de las élites políticas y la amenaza de un estallido popular les estaban llevando al repliegue.
Evidentemente, la maniobra del entorno Gil consistiría en abrir un vacío de poder, sacar a la luz la deuda en toda su dimensión, provocar el pánico y aguardar al clamor popular suplicando por la vuelta de un caudillo, lo que dejaría en bandeja seguir presentes mediante testaferros.
Pero comienzo a pensar que se ha abierto una vía de agua que ya no se puede tapar y que se agranda por momentos. La presentación de la Alternativa lo corrobora. Vaya aquí la felicitación que merece José Luis y toda la gente que se está dejando la piel en esta lucha. Tengo la certeza de que los Gil buscan ahora ya no el poder, sino todo el dinero que puedan.
Existen muchos motivos para la esperanza, pero miremos un poco al día después. A falta de más información, destaca el hecho de que la principal figura de las élites políticas y económicas que se ha aproximado a la oposición haya sido Ignacio del Río -el presidente de Addecco no ha tenido tanto protagonismo- . Sabiendo que el fútbol es un negocio en crisis; que los ayuntamientos son el nicho ecológico preferido de las inmobiliarias; que el Club posee inmuebles demasiado golosos; que la primera propuesta pública para saldar la deuda ha sido la posibilidad de venta del Calderón. Y según lo mal pensados que seamos, podemos suponer que esos intereses inmobiliarios nos pueden dejar tirados más tarde o más temprano, una vez que hayan obtenido lo que deseaban.
Señales de Humo ha adquirido una responsabilidad moral en la medida que ha mantenido encendido el fuego de la oposición, es el único referente con un programa y que ha sido el aglutinante de lo que vendrá después de Gil. Se está obligado, pués, a proponer soluciones. Siendo realistas, la pregunta es: ¿Qué vendemos? ¿Estadio o a Torres?
Un economista diría sin dudar que se vendieran jugadores: los futbolistas se devalúan con la edad; las propiedades inmobiliarias se revalorizan con el tiempo. A cualquier aficionado se nos parte el alma con la pregunta, sin embargo.
Yo estoy, en la actualidad, buscando casa para comprar y, del presupuesto previsto, reservaré un millón de antiguas pesetas para la adquisición de acciones. No es la receta lógica que propondría el economista: supone una habitación menos.
Pero también son necesarias las ilusiones. Sin ellas, lo que venga no funcionará.
ATLETICO SIEMPRE
De vez en cuando hay que pararse, pensar, meditar e intentar ver las cosas con perspectiva. Centrarse solo en cada momento puede llevar a hacer un análisis de la situación muy positivo o muy negativo. A día de hoy la coyuntura de nuestro amado Atleti es "fea" en todos los sentidos. No tenemos entrenador para el próximo año, nuestros mejores jugadores se piran, el actual presidente es lo que es, hay que hacer una ampliación de capital para salir adelante, etc... Cuando nos paramos a pensar en esto nos entra (a mi al menos) un acongojo que nos suelta la tripa. Vamos, que estamos, que nuestro Atleti está hecho puta mierda.
Sin embargo, mi opinión es que el futuro está hoy más abierto que nunca. Digo que estamos vivos porque es de acojono lo que estoy viviendo desde que me parió mi vieja, pero por concretar me referiré a esta última semana.
En una empresa en el que un cabronazo tiene el 95% nunca se plantea una oposición, es más nunca se plantea que el propietario sea un usurpador. Cierto es que el nuestro no es el dueño a fecha de hoy, pero sabemos también que es el que maneja los hilos. Bueno, pues una oposición con 12.000 acciones cutres (por pocas) ha conseguido sacarlas un partido que hace un par de años nadie hubiera imaginado. 12.000 acciones con toda (o casi toda) la afición detrás. 12.000 acciones que son el medio para abrir la lata que cerraron hace tiempo. Y ahí estoy yo, orgulloso de todos vosotros, de esos accionistas que han peleado con coraje, con amor a unos colores. Una batalla a largo plazo que se ganará. Y ahí estoy yo y se que vosotros también, con las pelas preparadas para que esas 12.000 nos abran la puerta de acceso a ser algo más que un tío que ama el Atleti, esa puerta que me hará, por fin, corresponsable de mi club.
Es aquí donde quería llegar, es aquí donde veo que estamos más vivos que nunca. Quiero, queremos muchos ser culpables de lo que le ocurra a esos colores rojiblancos. Está abierto un debate, vergonzoso por culpa de ya sabéis quien, que indica que hay mucho más que 12.000 (benditas) acciones, hay una masa social que arde en deseos de devolver el orgullo a nuestro sentimiento. Ojo, y no hablo de salvación, de peligro de desaparición porque me parecen los típicos putos mensajes publicitarios que quieren acojonar a la peña con un objetivo más que claro.
El Atleti no es viable, es una realidad contrastada con un futuro envidiable, es una masa social basada en algo que nadie ni nada puede cambiar ni pretender derrotar, es lo que todos vosotros sabéis.
Por último, no es este un mensaje para devolver el optimismo a nadie, es algo que pienso realmente. Sabemos lo que somos y de que somos capaces. Tenemos el ansia de demostrarlo, hemos demostrado tener paciencia y la seguiremos teniendo. Yo estoy convencido de que está por llegar la gesta más importante del Club Atlético de Madrid, y espero no palmar joven pues quiero vivirlo con todos vosotros.
Insisto, el Atleti no es viable, viable será Carrefour, el Atleti es una realidad con un futuro envidiable.
Un papelito por cada latido.
Abrazos
Iván
A ver si por una vez —y ojalá sirva de hermoso precedente— un resultado favorable no contraproduce y a nuestra ínclita afición no le entran las ganas de descabezar un sueñecito placentero y tal, por mucho que ya esté encima el verano, aunque aún sería peor que el alivio de permanecer en Primera, unido a feliz circunstancia de la eliminación de los merengues de la Champions, desatase un triunfalismo tan barato como absurdo. El sábado el estadio debería rugir su enojo contra los Giles y los paniaguados de los Giles y los portavoces de los Giles, a fin de hacerles saber que la memoria colectiva del Calderón importa siquiera veinte o treinta bytes y es capaz de remontarse cuanto menos a dos o tres semanas atrás.
Puesto que ya no peligra la suerte deportiva de la institución y puesto que la última jornada fue victoriosa, la bronca no podría ser en ningún caso objeto de interpretaciones torticeras o falaces. Razón de más para atronar con ella la tarde / noche del próximo partido.
Me atrevo a proponer, por consiguiente, un aplauso —tibio, que tampoco merecen más— a los héroes de Santander, junto con la exhibición de la más franca e incontestable repulsa a los avispadetes, y no obstante inútiles, mangantes que desgobiernan el club. ¡Duro con ellos! ¡No alflojéis!, porque es en este preciso momento cuando, de la indiferencia o la expresión de una alegría bonancible y conformista por parte del público, concluirían los susodichos mangantes que la cosa no va con ellos. Y sí va; ¡sí tiene que ir!
Recordad aquel viejo cántico colchonero, que preludiaba un free kick de Luis a un metro de la frontal, y dadle el sentido que pide hoy la suerte del club: "¡AHORA, ATLETI, AHORA!"
La Nave Galaxia era sin duda el estandarte de aquella pequeña comunidad. Habían empleado tiempo, dinero y todos los medios a su alcance fueran legales, alegales e incluso ilegales para construir la mejor y más potente nave de la Tierra. El objetivo era ambicioso, pues no era otro que el de salir de los confines del planeta y buscar el paraiso prometido más allá de los límites conocidos. Eso les separaría definitivamente del resto de comunidades y dejaría meridianamente clara su infinita superioridad que tantas veces reclamaban con un cierto toque de orgullo mal entendido.
Tenían las mejores piezas para construir la aeronave. El dinero obtenido por las generosas aportaciones de la Fundación CAM y de otras fuentes menos conocidas, les había permitido viajar por el mundo comprando lo mejor, incluso a costa de doblegar voluntades y otros proyectos parecidos más modestos o de menor enjundia.
Incluso habían conseguido que los principales suministradores de combustible de la Tierra les fabricaran uno exclusivo: el ZVR-Mediático-16. Muchos habían colaborado en su creación desde sus laboratorios, con la secreta ( o pública) esperanza de que esa participación les elevara a ellos también a la gloria que por si solos no sabían conseguir.
Los Galácticos, que así se hacían llamar, subieron en su nave en aquel día mágico. Encendieron los motores sin pensar en nada más que en su propia grandeza sin dedicar el mínimo tiempo requerido para una revisión de los sistemas. Cegados por su superioridad pensaban que nada podía fallar. Partieron muy rápido, subieron muy alto y por unos instantes abandonaron la atmósfera acercándose a lugares donde supuestamente nunca había estado nadie. (Hace aquí el autor una observación: años después se descubriría que aquel paraíso prometido ya había estado habitado en otros tiempos).
Todo era maravilloso y salía según lo planeado pero de repente algo comenzó a fallar. La nave comenzó a girar y a dirigirse bruscamente hacia el punto de partida, hacia la Tierra de la que tanto deseaban salir.
Fueron breves instantes, pero para el Comandante Floren y el Capitán Valdar se hicieron eternos. Recordaron entonces la necesidad de disponer de una defensa exterior suficientemente sólida para soportar el calor producido en la maniobra de reentrada. Se cruzaron una mirada cómplice mientras pensaban en las viejas placas defensivas construidas de hierro, fibra de piel de plátano y algún que otro material en el que habían escatimado para dedicar todo el presupuesto a los pilotos, técnicos y al combustible.
Comprendieron que el fin estaba cerca, pero justo antes de que la nave sufriera la deflagración pudieron ver a lo lejos una pequeña aeronave de colores rojo y blanco. Pequeña y modesta, era empujada y jaleada por una troupe de entusiastas, pero no acababa de remontar el vuelo por una razón que a los Galácticos les pareció evidente. El excesivo tamaño y peso del piloto para las dimensiones de la navecilla. Éste se dedicaba únicamente a deglutir las reservas alimenticias y de combustible destinadas tanto a la tripulación como a la aeronave y dirigía su furia contra ellos haciéndoles culpables del fracaso del vuelo. Sólo un puñado de inconformistas le respondía pidiéndole que se bajara ante la obviedad de la situación. El resto se dedicaba a jalearle ciegamente e incluso pretendía callar a los pocos disidentes.
El piloto, conocido popularmente como Maese Proyectos, alzó la vista y se regocijó de ver como la nave de los Galácticos fallaba en su misión. La troupe, a su vez, rió sus risas y dejó de impulsar su propia nave.
El Comandante Floren, sonrió condescendientemente mientras sus ojos se fijaban en una país con una extraña forma que recordaba a una bota alta de mujer. Fue la última imagen que sus ojos captaron antes de ser desintegrado por la explosión.
FIN
Sugiere el autor que cada lector busque sus propias conclusiones pero deja aquí las suyas por si de interés fueran:
Moraleja 1:
No importa cuan alto subas ni cuantos te apoyen. Si el orgullo te ciega, el fracaso será tu destino.
Moraleja2:
Es sano complacerse en las desgracias ajenas, pero antes de hacerlo, arregla las tuyas propias.
O sea, GIL L... (c... también vale), FUERA DEL CALDERÓN antes que Forza Juve y demás (que también, yo hoy visto una sonrisa cómplice estupenda).
Gracias a Del Piero y a Tomás Roncero por la inspiración necesaria para escribir la tonti-historia.
Un abrazo rojiblanco
Queridos y sufridos Atléticos: Ruego leáis mis columnas: “Bancarrota” 06-01-2003 y “Mi análisis” 18-12-2002.
No tengo más que decir.
Modesto de Cantabria.
Gil ha vuelto a calcar —espero que con menos éxito que otras veces—, la rancia estrategia de la cortina de humo. ¿Qué persigue con esa perenne intoxicación informativa sobre el año venidero? Que se hable más de futuribles que de la realidad presente. El futuro entrenador será francés o bosnio, la futura gran estrella Ibagaza (¡Dios nos ampare! El "Caño" es un buen jugador pero no un crack), el futuro modelo de club lo importará Toni Muñoz de Holanda, Grecia o Indochina. De nuevo la palabra "proyecto" y su noción reducidos a polvo y, una vez pulverizados, puestos en mínimas grajeas, a modo de aspirinas para tontainas, con las que mitigar el desastre, el absoluto desastre de ahora.
¿Ya no recordáis las promesas del fanfarrón al término de la pasada campaña? "O poco puedo yo, o el año del Centenario…" Y dejaba la frase sin concluir como dando a entender que en 2003 el Atlético poseería un equipo maravilloso. Pues bien, Gil no puede nada: es impotente. (Pero no subestimemos el lado imbécil de la impotencia: es más peligroso que el "lado oscuro de la fuerza", que popularizó la Guerra de las Galaxias.) La clásica fábula de "Pedro y el lobo" (¿recuerdan al pastor que, para darse importancia, sobrecogía a los campesinos de su villorrio gritando: "¡Que viene el lobo! ¡Que viene el lobo!"?) al seguidor colchonero no termina de aprovecharle. Y no obstante, debería. Gil vocifera siempre: "¡Ya viene el proyecto! ¡Ya viene el proyecto!", y luego, olvidando que la alarma la hizo cundir él, se echa a temblar. Pues lo grande del caso es que Gil vive muerto de miedo, el pobre. ¿Y a quién teme? A la afición, o sea, al lobo rojiblanco, pero éste no llega. En su lugar comparece una oveja cansada, ilusa, un clon de Dolly, que colecciona anhelos pisoteados como los románticos coleccionaban pétalos de violeta entre las páginas de sus libros. Sé que es inútil oponerse a la catarata de rumores y al alud de embustes que pondrán epílogo a esta liga y prologarán la venidera, aunque, por si acaso, me detendré en el examen de las dificultades que afrontaría quien verdaderamente quisiese la resurrección del club. Me atendré tan sólo al aspecto deportivo del asunto. La plantilla actual del Atlético es amplia, mediocre y está envejecida. Algunos de sus jugadores pertenecen a otros equipos: Albertini, Contra, Coloccini, José Mari… Son cedidos o descartes del Milán que regresarán a Italia cuando concluya el presente campeonato. Si de mí dependiese, retendría al central y, en todo caso, al "dos" —pues Contra ya no ocupa plaza de extranjero–. Frisan en la treintena o la rebasan: Aguilera, Burgos, Otero, Juan Gómez, Carreras, el citado Albertini, Emerson, Stankovic y Sergi. A excepción de Aguilera, los demás han ingresado en el club ¡durante los dos últimos años! ¿No es un sinsentido amontonar viejos cuando en el balompié coetáneo la juventud es un valor al alza? La gran estrella del conjunto del Calderón —eso proclaman frívolamente algunos– es Fernando Torres. ¡Pero se trata de un punta que aún no sabe chutar! El portugués Dani quizá haya quedado inservible para el fútbol de alta competición (y conste que es el mejor tirador, pasador desde posiciones centrales y regateador que tenemos). García Calvo se eclipsó; Luis García sólo es un decente segundo delantero. Correa, ojito derecho de un sector de la crítica, sobra por flojo y poltrón. (Debería cambiar de apodo. Propongo sustituir el de "Petete" por el de "Paquete", que es el que le corresponde.) Javi Moreno ha constituido la revelación negativa de la temporada. Movilla es un buen futbolista de club; no obstante, carece del disparo que complementa las condiciones de un fiable medio-centro. En Esteban el club tiene un portero sobrio pero bajito. Nagore y Jorge, por motivos diferentes, son dos elementos irrelevantes. En resumen, ¿de qué hombres dispone hoy por hoy el cuadro colchonero para aspirar a algo más que a la permanencia? En una nómina que rebasa las cuarenta fichas, apenas se salvan, siendo generosos en la estimación, cuatro o cinco. De ahí que si el famoso proyecto lo liderase uno que no fuera Gil –ojalá haya suerte—, debería contemplar la reestructuración completa del plantel, adoptando como nortes la juventud y la calidad. Ahora bien, ¿qué pueden costar Xavi Alonso, Reyes, Riera, Samuel Etóo, Ronaldinho Gaucho (no Ibagaza), Ricardinho, Totti, Junior…? Es mejor que ni os lo preguntéis. Pero descuidad, Gil tampoco se lo pregunta.
Hoy me había levantado en plan "perro que ladra por las esquinas" o "lobo que aulla a la luna", pero me envainaré el cabreo y seré constructivo. Porque la cosa pinta mal, muy mal. Lo dijo el parroquiano de una tasca en la que entré a ver el último partido del Atlético y, si no me engaño mucho, creo que define perfectamente nuestra situación: "Vivimos abrazados a la miseria". Es más, nos parecemos a un musulmán al que un bromista algo sádico hubiese encerrado en un cuarto oscuro con la única compañía de un cochino —me refiero al animal, no sean ustedes mal pensados—. Porque, en efecto, lo que nos pasa es tan absurdo que, sobre inspirar preocupación, mueve a la risa floja.
Por favor, olvídense de Luis; olvídense de los jugadores; olvídense de los árbitros, de la prensa e incluso de los merengues. Concentren su atención en deshacerse del inicuo preboste que mangonea el club. Todas las energías que consigan recabar y todos los planes que se les ocurran deben emplearse y forjarse en —y para— un solo objetivo: borrar de la faz del club a esa nulidad con piernas, pero sin cerebro, que lo preside.
De Gil sería ya —óiganme bien— inaceptable hasta la victoria, y digo "sería" porque no se va a producir NUNCA. De modo que no hay ningún derecho a olvidar ni siquiera por un instante —ah esos resultaditos que son como engordar para morir, acalladores de las protestas y silenciadores de la afición— el incalculable daño que le ha infligido, que le inflige cada hora, a la causa rojiblanca el as de los incompetentes.
Sigue asombrándome por qué no se organiza la marimorena cuando los Giles y su séquito tienen la desfachatez de asomar las jetas por el estadio. ¿Qué nos ocurre? ¿Es que no tenemos siquiera el valor de protestar, el valor de decir: "Tú no, tú ya no, jamás, hagas lo que hagas, proyectes lo que proyectes"?
El domingo puede ser un gran día, en medio de tanto bochorno, si el Calderón se decide de una puñetera vez a rebelarse contra el orondo infortunio que nos aplasta, sea cual sea, repito, el resultado del match.
Háganme caso y corran la voz: "¡Los Gil fuera de Madrid!"
Casi debería ser esto una réplica a mí mismo, pues esta semana es la primera vez en toda la temporada que empiezo un martes sin ilusión por lo que pueda dar de sí el próximo fin de semana para el Atelti. Y ya no sólo es falta de ilusión, sino temor a pensar que todavía no hemos tocado fondo y que cada próximo partido puede ser aún peor de lo que hemos visto.
En estos momentos de la temporada en que todavía todos los aficionados esperan algo de sus equipos, los atléticos parece que lo único que esperamos es que esto acaba cuanto antes y que se pueda volver a recomenzar una vez más, otro punto de partida, otro proyecto. Sin quererlo, o quizás manipulados por los acontecimientos, damos refrendo a las palabras de nuestro presidente, ahora mismo el principal beneficiado de la situación del equipo, porque gracias al momento que estamos viviendo, ha recuperado un protagonismo que se le escapaba y puede de nuevo volver a ejercer de salvador, de referente para que la nave siga su curso y no se hunda definitivamente. Las estrategias de Gil son siempre a muy corto plazo, vive el presente de manera tan intensa y ruin que hace ya mucho que ha prescindido de un proyecto serio y de futuro para el club, por el simple hecho de que esto le restaría popularidad en el día a día.
Intentamos no caer en la trampa y tener claro que el enemigo del Atleti es el Gil, pero vemos un equipo tan falta de identidad, de personalidad, de entrega, que es inevitable no desviar los ojos hacia una plantilla y un entrenador que han perdido el norte y se dejan llevar por la tempestad de una triste realidad que no muestra signos de amainar. Se ha dicho que si este mismo equipo en bloque, incluído cuerpo técnico, estuviera en otro club, su rendimiento sería mejor que el que está ofreciendo aquí, como si la maldición de vestir la rojiblanca no tuviera respeto con nadie que llega al Manzanares, bien porque su estado físico es sorpresivamente bajo, bien porque las lesiones se ceban en aquellos en quienes más se confía, bien porque sencillamente a algunos se les olvida de repente todo lo que saben hacer y han demostrado en otros conjuntos.
Hemos tenido malas rachas esta temporada, pero en esos momentos difíciles uno se toma la libertad de soñar con un empujón del equipo que nos aúpe hacia arriba, pero lo que me tiene más preocupado es que esta vez, yo por lo menos, me ha abandonado ese amago de optimismo que sucede a un mal partido y me hace pensar en que el próximo fin de semana las cosas serán distintas. No, esta vez no. Esta vez el miedo, la rabia, la desesperación, la impotencia y el dolor se ha apoderado de mí y no vislumbro nada de futuro que me haga sonreir y levantar el ánimo.
Como un poseso, me he pasado parte del lunes analizando con frialdad el calendario de los equipos implicados en el descenso y las combinaciones posibles para evitar volver a segunda y he sentido hasta pena de mí mismo, porque en el fondo el mensaje de Gil ha intervenido parte de mi subconsciente: me siento pequeño, mediocre, venido a menos y en camino de llegar a la nada. Porque el mensaje de Gil es claro: desastibilizar, enfrentar, dividir, sentirse alguien dentro de la debacle y la ruina, el único lugar en el que puede manifestarse sacando pecho.
Mientras tanto, sinceramente, no sé qué esperar, una vez perdida la confianza, te queda poco por lo que apostar y lo peor de todo es la sensación de querer que todo pase rápido y no apriete demasiado la soga que tenemos en el cuello. ¿Resignación? Eso es un contrasentido, es algo que está enfrentado a mi manera de ser, a mis principios, es todo lo contrario por lo que podría explicar por qué soy del Atleti, aunque esto cada vez parece más una anécdota que otra cosa. No me duele tanto perder batallas, como el hecho de no pelearlas hasta el final.
Y aún así, habrá quien me diga que todavía no hemos tocado fondo, que todavía nos esperan cosas peores que vivir, que cuando Luis se vaya al final de temporada, cuando veamos al año que viene a Coloccini en el Barsa o el Madrid, cuando Torres esté firmando su finiquito, cuando los turcos salvadores sean otro fiasco, cuando regrese el tropel de cedidos a hacer bulto y completar una imposible lista de 25 profesionales, cuando Futre se vaya a cenar con Camacho y hagan del Benfica (a pesar del manchego) la nueva revelación ibérica, cuando el madrileño luche al año que viene por mantenerse en tercera, que cuando se empiecen a cumplir nuestros más negros augurios nos vamos a enterar de lo que es bueno.
No sé qué es peor, si pensar en nuestro pasado reciente, si mirar al presente caótico o al futuro tenebroso. Porque lo que no haré nunca es cerrar los ojos. O intentar imaginar un Atleti sin Gil.
Parece ser que, a estas alturas, nos estamos dando cuenta de la cantidad de medianias que tiene el equipo. Recuerdo que al principio de temporada, muchos de los que redactan por aqui, decían que teníamos equipo para champions!!! já... incluso yo, que dije que del 5º al 8º, me voy a equivocar, porque posiblemente terminemos más abajo (espero que no mucho más) y haciendo un final de temporada de lo más triste.
Parece mentira que estemos en el año del Centenario. Una temporada donde el equipo tenía que dejarlo todo sobre el terreno de juego, pero hay que ver la cantidad de jugadores, que pasan de este equipo, como de comer al lado del pesao que tenemos rondando por el foro. También es verdad, que con lo que tenemos, no podemos aspirar a más... quien coño querría tener en su equipo a jugadores como ... Otero (vaya entrada que hizo el domingo en Purcela, de cárcel, incluso pinchó el balón)... Carreras, otro que tal baila, abre la boca entresemana y luego se come por su lado, todo lo que pasaba por allí... Aguilera, que puede que se deje la piel en el campo, pero con eso no vale, está más que acabado, joder!! es que no lo veis!!!!... Emerson.... el negro, está para que le manden a recoger fruta a Murcia.... Albertini, esté la verdad me está defraudando hasta decir basta, que se vaya ya a Italia, que es lo que quiere... Hibic, HORRIBLE, parece mentira que sea internacional.... Stankovic... este no puede, está en el mismo saco que Aguilera... Jose Mari... es el mismo caso de Albertini, pero por lo menos mueve la cinta que lleva en el pelo...Javi Moreno... por Dios!! está más gordo que Ronaldo!!! que ya es decir... si volveis a leer los nombres que os he dado.... ¿A donde vamos con este equipo? A ningún lado. Son jugadores más que mediocres. Puede que Luis, tenga culpa en no sacar a este o aquel, pero es que no hay donde elegir, quitando a tres o cuatro (los que todos sabemos) y si encima están lesionados o sancionados, pues es lo que hay. Luis siempre se puede excusar, diciendo que para uno que pidió (Ibagaza) no se lo trajeron. Y lo más triste de todo, es que era nuestro año. A mí, de nada me va a servir, quitarle la liga al Madrid, en la penúltima jornada, si el Atléti, queda el 14º.
Estamos haciendo el RIDÍCULO más espantoso. Somos con diferencia el equipo que peor juega al fútbol de toda primera división, que ya es decir. Incluso peor que los equipos vascos (que quitando a la Real, juegan todos de manera horrible).
El culpable de todo, sí, el señor Gil (V - E - T - E), por ser el responsable de que todos estos ¿jugadores? manchen la camiseta de mi amado club. Culpable de que no cobren (posiblemente, entre otras cosas, sea esta una de las razones de lo mal que lo están haciendo en las últimas semanas). De momento, en lugar de apoyar al equipo (como otras veces en que el equipo ha estado mal, ha estado al lado de los jugadores e incluso a bajado a los vesturarios a darlos ¿animos?) se marcha a Marbella, a rascarse las pelotas (que supongo, con su panza, llevará sin verlas un montón de años) y a no dar la cara, delante de otros 50.000 incondicionales que estarán apoyando al Atléti. Pero apoyando a un escudo, no a una panda de MERCENARIOS, que llevan esa camiseta.
Ojalá no caigamos en barrena, que todavía nos quedan 5 o 6 puntos, para la salvación matemática y quedan rivales, como la Real, Depor, Madrid.... en fin...
Un saludo a tod@s
... vaya charla...
En toda organización existe un cierto nivel de jerarquía. En general, cuanto más se escala, más responsabilidad se tiene. Bien.
Los directivos:
Así pues, la primera responsabilidad es de los Gil, como mandatarios y gestores, responsables de los nombramientos, estructura etc. No cabe duda. Como bien indicas, vamos prácticamente a proyecto por año con una eterna sensación de inestabilidad. Sea por entrenador, por jugadores... todos los años acabamos con la misma historia "hay que renovar el equipo".
Creo que ya hace años, muchos nos hemos dado cuenta de que lo que hay que renovar es la cúpula directiva, de que debe venir alguien con nuevas ideas etc...
Así pues, primera conclusión: los culpables de la debacle y el desprestigio de este club son los Gil, condenados además por estafa. Deben abandonar el club ya.
El Director Deportivo:
Nombrado por los anteriores, tuvo libertad para confeccionar una plantilla con poco dinero y mucha imaginación. Creo que al principio logró ilusionarnos a todos con algunos nombres, pero con el tiempo, creo que los resultados hablan por si sólos. La política seguida (cesiones y demás) no parece acertada. Quizás su extemporáneo cese ha sido la raiz de muchos problemas en la plantilla. Si alguien te trae a una empresa y esa persona es cesada, es inevitable sentir un cierto abismo bajo los pies.
Segunda conclusión: El cese de Futre es un error que provoca inestabilidad. Responsables: los directivos.
Futre también tiene su parte en el pastel, pero en mi opinión, mínima respecto a su cese.
El entrenador:
Luis es un gran entrenador. Un gran carácter. Coincido con Aristes en que actualmente es el mejor entrenador para este equipo, pero en mi opinión sólo por una razón. Por que es de los pocos con carácter para hacer frente al Shrek del Manzanares.
En cuanto a lo meramente deportivo. Los equipos de Luis se caracterizan por empezar mal, y acabar a tope tanto en lo táctico como en lo físico y en lo anímico.
Sin embargo, nuestro equipo ha entrado en barrena tanto en lo físico, como en lo táctico (yo salgo de los partidos haciéndome siempre la pregunta de si entrenan juntos, cada vez se coordinan peor) y no digamos en lo anímico.
Se supone que Luis actúa siempre como una barrera, como un protector de sus jugadores y que eso convierte las plantillas en piñas en torno a él. No veo que eso ocurra. Hay muchos jugadores desmotivados, defenestrados...
No hay un lider sobre el campo ni el vestuario (yo ponía el ejemplo del Cholo, que se come al que no corra etc). Tampoco Luis proyecta su liderazgo sobre el cesped (os acordais cuando el año pasado quitó a Colsa en Leganés en el minuto 25 por no hacerle caso?). Este año nada.
Mi impresión es que ha bajado los brazos. No tiene la plantilla que el quería y que le impusieron más o menos (mal hecho por admitirlo). No confía en el grupo actual. No tiene recursos técnicos para cambiar de esquema, sigue empeñado en un absurdo 4-2-3-1 que NO FUNCIONA. Ni siquiera ha subido a alguien de la cantera que revolucione al equipo. Está esperando a que acabe el año y o bien largarse o bien empezar de cero sin Director Deportivo.
Tercera conclusión: Luis es el responsable del desplome táctico/físico de este equipoy de no ser capaz de hacerlo reaccionar por mucho que Gil pueda hablar o por mucho que la plantilla se la hicieran (con su aceptación al menos, si no su consentimiento).
Para terminar, simplemente decir que tan malo es caer en el juego del patán que nos preside que se esconde detrás de Luis y de la plantilla para salir indemne (como siempre ha hecho), como por ello, dejar de ver los errores de Luis.
En definitiva, la culpa de nuestro males es mayoritariamente de los actuales gestores, pero en la situación deportiva actual, creo que el único responsable es Luis.
GIL VETE YA!
LUIS DESPIERTA!
El peor equipo de Primera.... y de Segunda algunos nos meten cuatro sin despeinarse (Zaragoza, Murcia, Albacete...)
De nuevo estamos donde no creíamos, de nuevo miramos hacia el final de la tabla, de nuevo los sudores frios, otra vez las cuentas, las angustias.. ¿ganaremos el domingo? ¿Sumaremos tres puntos? ¿Nos salvaremos? Vaya porquería. El Domingo saldrán al campo, el himno, aplausos, "aleti, aleti, aleti..." No pasa nada de nada.
Este es el año del Centenario. Triste cumpleaños anodino, gris, estafados por Gil, robados por Gil, secuestrados por Gil. Se buscan culpables al debacle. Queremos la cabeza de todo el mundo, pero no cae ninguna... palabras y mas palabras... mensajes, cabreos, inoperancia, impotencia. Gil prometía, con esa cara de cerdo cebado que tiene, que el equipo del Centenario sería la bomba: Piojo, Riquelme, Mendieta... pero no, no vinieron, no. Al final Futre, el mago que trajo a jugadores a un club intervenido, a un club que no paga a sus jugadores, al final Paolo se fue y casi con él se fue su aureola de mítica figura rojiblanca, de esa manera, así, mancha el contacto con Gil, todo lo que le rodea se empobrece y se pudre. Que grandre Paolo: adiós, o hasta la vista. Lo mismo ocurre con Luis, nuestro Luis Aragonés, el Zapatones, el Sabio de Hortaleza, aquel grande entre los grandes como jugador, como técnico, como rojiblanco. ¡Cuantos dias de gloria diste al Atlti Luis! Gracias y a hasta la vista a ti también. Al final él también se irá por la puerta de atrás, insultado, denostado, manchado por Gil, sucio, despojándose de esta triste historia que estamos padeciendo. Finalmente Luis también será culpable, como apuntan algunos más abajo. ¿Alguien se ha preguntado por su propia culpabilidad? Porque nosotros también los somos, que nadie lo dude, que nadie mire para otro lado, tenemos lo que merecemos, solo nosotros podemos remediarlo pero, o no podemos o no queremos o nos da lo mismo. Nosotros también nos manchamos de la mierda que suelta "La Maldición". Solo los niño se salvan, solo ellos están limpios, solo los indios renacuajos con sus camisetas rojiblancas corriendo debajo de la bandera, sentados en la grada con los ojos bien abiertos, están limpios, solo ellos no pueden hacer nada, solo ser rojiblancos y eso hacen.
El peor equipo de Primera. Hoy en día ninguno es peor que el Atleti y demos gracias a que queden 6 jornadas y no 15 porque si no, con toda seguridad, caimos al pozo de la Segunda otra vez. Ya está de nuevo el ladrón vendiendo humo, nueva plantilla, nuevo equipo, nuevas caras y primas por objetivos. Supongo que considerará que el primer objetivo de un jugador consiste en entrenarse y jugar los domingos y asi cobrar su sueldo, aunque me temo que ese no es un objetivo para estos canallas malnacidos.
El año que viene de nuevo comenzará la pesadilla, porque al final esto se está convirtiendo en un mal sueño. Tendremos nuevo mister, uno de esos que Gil mira a los ojos y ve en ellos el triunfo, como le ocurrió con Zambrano. Es de risa si fuese para llorar. Ficharemos dos medianías, nos cederán tres que estarán de vuelta de todo, y subiremos a dos chavales de la cantera. Con eso comenzaremos la temporada, pelotazo para arriba, pelotazo para abajo, centro que no llega a nadie y me como el fuera de juego.
Claro que antes, amigos míos, os anticipo que viviremos lo peor. Viviremos un final de temporada/pretemporada en la que los medios de comunicación nos van a freir con el tema de Torres. Torres se va, Torres se quiere ir, ¿dónde va Tores en este equipo? Torres se estanca, Torres quiere títulos, Torres desaprovechado. El Atleti necesita dinero... El chaval dirá que no cuatro veces, se callará otras cuatro y el patán maldito meterá el cuezo otras tres veces. Nosotros, colegas, estaremos de vacaciones y no podremos gritar ni poner pancartas, ni como decía el otro día un colega, cargarse a Gil en 5 minutos, porque ni ponemos pancartas, ni gritamos ni nos cargamos a Gil por habernos convertido en el peor equipo de Primera División hoy en día y de algunos de Segunda...
Hoy no tengo ni Forza.
Gato.
Apenas un par de mensajes que hablen de deporte... No, si Gil consigue su propósito cada vez que quiere: que se hable de él, para bien (poco) o para mal (ríos de tinta).
Y menos mal que le ha dado esta vez por enfrentarse a Luis, que si no, no tendríamos ni siquiera el eterno debate Luis sí, Luis no.
Gil quiere seguir siendo el centro de atención, su única intención ha sido esa después de que la afición y la celebración del Centenario le pasaran por encima.
Se habla de protestar contra él con una serie de actos que, a mi entender, seguirán siendo anecdóticos hasta que no se presente un proyecto alternativo que puedan conocer y valorar los aficionados, pero no sólo los privilegiados colgados al ordenador, sino la inmensa masa social que todos sabemos que no tiene el más mínimo vínculo con lo que aquí se debata. Ir de salvadores no conduce a ninguna parte, hasta podrían pensar que queremos quitar a uno que no es de nuestro agrado para poner a otro que goce de nuestras simpatías y al final todo seguiría igual.
Las movilizaciones no tienen el valor tan grande que pretendemos en nuestro romanticismo; son útiles para mantener viva la llama de la lucha, pero, no nos engañemos, se trata de tirar piedras contra tanques y eso ya lo han hecho los Palestinos y todos sabemos cómo les va, si se me permite esta pequeña licencia comparativa.
Ahora mismo todo pasa por un proyecto creíble y en la medida de que seamos capaces de poner los cimientos del mismo tendremos algo de camino recorrido. Se trata de trabajar para el futuro, para la era post-Gil. ¿A quién pretendemos convencer diciendo que la gestión de Gil es nefasta y nos lleva a la ruina sin remedio? Quien no se haya dado cuenta de ello es, en su mayoría, porque no ha querido hacerlo, porque información hay y bastante. No, lo que se necesita es recuperar la ilusión y ver más allá de lo que puede haber una vez que se despoje a este señor de lo que fraudulentamente se apropió.
Nos guste o no, sólo tenemos unas pocas vías de actuación, que pasan por la acción de la Justicia y por aprovechar cualquier resquicio abierto donde ejercer presión y oposición. Hay que explotar al máximo estas grietas, por ejemplo, no dejando pasar ninguna oportunidad de participar en los órganos de gobierno del club, de manera directa o indirecta, a través de la representación de acciones o de acudir a una supuesta ampliación de capital. No olvidemos que, en estos momentos, Gil no es dueño de sus acciones, lo es el club mediante sentencia judicial que, aunque esté recurrida y en suspenso, está ahí.
¿Y qué podemos hacer nosotros? Pues cada uno que se mueva al nivel que su compromiso personal y sus posibilidades le permitan, siempre es bueno saber que hay movimiento al menos porque transmite esa sensación de dinamismo que tanto necesitamos, saber que se ha iniciado un camino, aunque sólo sea para transmitir ilusión.
Hay muchos frentes abiertos y somos muy pocos para cubrirlos todos, es muy importante saber hacia dónde vamos para aúnar esfuerzos y trabajo, en definitiva, es vital tener un proyecto de futuro.
¡Aúpa Atleti! (sin Gil)