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El Foro de Señales de Humo, a lo largo de su historia en múltiples formatos, siempre ha sido sinónimo, entre otras cosas, de calidad en los escritos de sus participantes. Aquí se ofrece el histórico de aquellos escritos que merecieron el "¡¡A Columnas!!" por parte del resto de foristas.

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diciembre 2000 - Artículos

¿Se acabó ser “El Pupas”?

Con el cambio de siglo, milenio, era astrológica, ciclo céltico, etc. parece que el Atlético de Madrid está perdiendo una de sus esencias más arraigadas: la de ser “El Pupas”.  Tradicionalmente, el Atleti se destacaba por ser un equipo que jugaba fútbol del bueno, con clase y con garra, pero que tenía muy mala suerte a la hora de obtener resultados. Ejemplos no nos faltan: la final de Copa de Europa ante el Bayern, sin ir más lejos.  
 En consonancia con la escuela Menottista de pensamiento futbolero, importaba más la forma que el fondo, dar espectáculo que ganar trofeos. Los colchoneros, algunos muy a nuestro pesar, adoptamos esa filosofía como una de las características esenciales del club. Como descendientes lejanos de los estoicos (no confundir con los seguidores de Hristo Stoickhov) hicimos del sufrimiento, del “pathos” y del orgullo de ser “pobres pero honraos” una forma de vida. Aunque alguna vez la afición tenía algún arrebato “bilardista” y exigía más resultados, en general se tenía asumido que el Atlético venía a este mundo a sufrir y que, con esa catarsis, acabaría llegando a una especie de Nirvana balompédico en el que se ganaría algún trofeo importante y se humillaría al eterno rival, con el que siempre hemos mantenido una relación que tiene mucho de sado-maso.  Pero viendo los últimos partidos que nos han obsequiado Marquitos y sus “acólitos de Satanás” estoy empezando a temer que la era del “Pupas” ha terminado.  Tanto en los partidos de Liga frente al Lleida y el Leganés, con los que se cerró el primer milenio atlético, como en el enfrentamiento de Copa frente al Salamanca, se ha visto un equipo lamentable, con gente como Njegus o Santi que no tiene nivel ni para jugar en Segunda Regional, arrastrarse sobre el césped y confiándolo todo a una acción individual de Salva, Kiko, Aguilera y compañía. Con el Atlético de toda la vida, catalanes, pepineros y salmantinos nos habrían pasado despiadadamente por encima. Pero, sin embargo, esta vez la suerte, casi siempre esquiva, nos ha sonreído, lográndose tres victorias importantísimas.  Tanto tiempo penando con entrenadores italianos para que sea un cántabro el que nos enseñe que es el catenaccio y las virtudes del “antifútbol”. Vivir para ver.
Posted: 26 dic 2000, 12:00 por SDHEditor
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2000: EL AÑO QUE NUNCA DEBIÓ EXISTIR

Se acaba de cumplir el primer aniversario del inicio de la Administración Judicial del Club Atlético de Madrid. Los acontecimientos posteriores que se han desarrollado en nuestro Atleti durante el año que está acabando están muy frescos es nuestra memoria, y con independencia de la opinión de cada uno, supongo que estaremos todos de acuerdo en que ha sido un "annus horribilis" se mire como se mire.

 


 

En el plano estrictamente deportivo, el Club ha culminado una larga caminata de despropósitos en materia de gestión desde los despachos, el banquillo y culminada en el césped que nos ha conducido al castigo de la Segunda División. Bien es cierto que la Administración Judicial no ayudó en nada a la tranquilidad en el ámbito deportivo, pero tampoco conviene olvidar que en diciembre estábamos en los puestos bajos de la clasificación y que en las últimas siete temporadas, salvo la primera época de Antic, habíamos jugado con el fuego del descenso tanto que teníamos que acabar quemándonos. Unos jugadores que no pudieron, o según las malas lenguas no quisieron motivados por no se sabe muy bien qué extrañas influencias, fueron los principales culpables de tal desaguisado, porque teníamos una plantilla, que al menos por nombres, no debería haber pasado por tal desatino y el arranque en la Segunda División ha sido tan desilusionante como los tiempos anteriores.

Junto al plano deportivo, y directamente relacionado, el Club ha vivido su etapa más traumática desde sus arranques en la Dirección del Club. Jesús Gil es el nombre. La Administración Judicial, con independencia de los aspectos puramente legales y que ya de por sí son hartamente discutibles, es fruto de las actividades de Gil ajenas al Atleti y la gestión de Rubí mientras estuvo en los despachos solo cabe juzgarla como absolutamente lamentable. Gil manejó el club a la par que se zambulló en aventuras políticas con su muy peculiar forma de hacer y ver las cosas. El resultado final de esas aventuras, una vez que tocó los puntos calientes de Ceuta y Melilla, fue su primer ingreso en prisión y toda la historia en los juzgados que después vino y que, desgraciadamente, han afectado de lleno al Atleti.

Hasta aquí los hechos con toda la objetividad que soy capaz de discernir. ¿En el plano absolutamente subjetivo? Creo con toda firmeza que el Club está pasando por unos momentos tan críticos que hasta el futuro de la Entidad está en peligro. Gil ha dirigido la nave atlética hasta ahora con una forma de ver y hacer las cosas que a mí que no me gustan nada. En materia deportiva no ha mantenido nunca un criterio firme, ha querido ser siempre el protagonista y se ha valido del Atleti para que toda la sociedad española supiera quién era, en un estilo personal que me parece absolutamente lamentable. Cuando su situación personal fue tan extremadamente peligrosa en el ámbito judicial, no ha sabido o no ha querido dejar al Atleti fuera de esas guerras. Durante este largo año, lo más beneficioso para el Club, que no para sus intereses económicos, hubiera sido abandonar el sillón, recoger el dinero que hubiera podido y haber liberado a la entidad de unas tensiones que en nada la benefician. Sin embargo sigue aferrado al cargo, al poder, a las más que posibles plusvalías que generará en su día el Club y seguramente a su ego herido necesitado que recuperar la imagen del club. Sigue además dirigiéndolo el apartado deportivo tan erráticamente como siempre, paseándonos por la Segunda División como alma en pena.

Cualquiera con los suficientes años y memoria recordará un Atleti estelar sin tener que remontarse demasiado en el tiempo. Ahora solo vemos un equipo vulgar sin un mínimo de autoestima como para ganar a equipos de medio pelo y a una afición que llena el Calderón todos los domingos, pero que se queda en mirarse el ombligo sin protestar ni siquiera opinar ante los desdichados acontecimientos que estamos viviendo. Esperemos que remontemos el vuelo y volvamos a ser lo que fuimos, aunque la encrucijada es francamente peligrosa. Que el nuevo siglo y milenio nos traiga un cambio en la deriva. Este año no escribiré carta a los Reyes Magos: les pedí hace un año que el Atleti saliera bien parado de los males que se anunciaban, y a cambio solo me han traído preocupación sobre el futuro de una de las cosas que más quiero en el mundo.

De la soberbia como pecado capital

Razón tuvo el Santo Padre de la Iglesia, que allá por los primeros tiempos de la Iglesia, definió la soberbia como uno de los siete pecados capitales, que son los que tienen el poder de enviarnos al Infierno de cabeza y con una piedra atada al cuello.

 En el Atlético sabemos mucho de esto, aunque en todas partes cuecen habas. Ahora mismo estamos metidos de lleno en las calderas de Pedro Botero y con pocas posibilidades de escapatoria gracias, sobre todo, a la soberbia de un hombre, el señor Jesús Gil. La carta que recibieron algunos aficionados (a mí no me la dieron, la recogí de un asiento después del partido de Liga contra el Salamanca) hace dos sábados rezuma soberbia por todas partes. Es el claro reflejo de una personalidad que cree que ha llegado a la Tierra para salvar y redimir a la humanidad de unos peligros misteriosos (gracias, señor Gil, pero prefiero salvarme yo solito).

 
 Para cumplir esa misión mesiánica, el profeta del Burgo de Osma se coloca por encima del bien y del mal. Es más, él encarna el Bien absoluto y los que pensamos que no tiene razón somos unos facinerosos esclavos del maligno. Esa política, ese luchar contra todos más allá de cualquier atisbo de sentido común, es lo que ha hundido al Atlético de Madrid en el fondo del pozo.  El Redentor de Marbella llena renglones y renglones con lo mucho que dice haber hecho por el Club, pero no menciona en ningún lugar los beneficios que ha conseguido por ser presidente del Atleti. Primeramente, ha sido un trampolín inmejorable. Sin la atención mediática que han merecido durante todos estos años sus salidas de tono, sus desplantes y sus extravagancias, es muy dudoso que Gil hubiese llegado a ser alcalde de Marbella y líder de la principal fuerza política extraparlamentaria. Como mucho, sería un oscuro promotor inmobiliario, más o menos acaudalado. Ha hecho negocios en el palco y con el palco.  Además, el Atlético ha sido la excusa ideal para poder llevar sus asuntos de una forma poco ortodoxa. El paraguas perfecto para, presuntamente, blanquear dinero, desviar fondos públicos (Caso de las Camisetas) y cerrar negocios jugosos con la compra-venta de jugadores (esto es honrado e, incluso, elogiable). Así que, no todo ha sido un valle de lágrimas.  Estas actividades sólo han podido realizarse en una entidad en la que posee un poder absoluto, en un club de fútbol que se ha convertido en su cortijo particular, merced a los chanchullos que le llevaron a adquirir más del 90% de las acciones del Atlético cuando se llevó a cabo su transformación en Sociedad Anónima Deportiva y que están, actualmente, siendo investigados por la Justicia.

 Soberbia y deporte

El pecado acaba pasando factura, y más si es de los gordos. Eso lo sabemos todos desde que hicimos la catequesis para hacer la Comunión. En una competición deportiva no se puede llegar con una actitud soberbia, porque los resultados pueden ser bastante dolorosos. El ejemplo lo tenemos bastante cerca. El “Mejor Equipo del Siglo” llegó a Toledo creyendo que en Segunda B no se sabe hacer la “O” con un canuto y pensando que iban a golear sin bajarse del autobús y volvieron al Cuernabéu con dos mazapanes y el rabo entre las piernas. Como dice el tópico, no hay enemigo pequeño.

 Pero hay más ejemplos. Este año, sin ir más lejos, vimos al “Dream Team”, la selección americana de baloncesto, llegando a Sydney con la actitud más prepotente del mundo, dando por segura la medalla sin haber jugado ningún partido. Con lo que no contaron los yanquis es que enfrente iban a tener rivales más modestos, pero hipermotivados para hacer un buen papel ante el que se considera el equipo más potente del planeta. Resultado: los chavales de la NBA las pasaron canutas para derrotar a rivales de ese baloncesto “que no existe” como Lituania, Francia o Rusia.  Un caso parecido es el que le está sucediendo al Atlético de Madrid esta temporada. En verano, se pensaba que el paso por Segunda sería sólo “un añito en el Infierno”, y que los rivales del Atleti, al ver la camiseta rojiblanca, el escudo del club y un estadio con 55.000 hinchas, se acobardarían y dejarían vía libre para un paseo triunfal de vuelta a la Liga de las Estrellas. Sin embargo, en diciembre, nos encontramos con un equipo desorientado, más cerca del descenso a 2ºB que del regreso a Primera, que se enfrenta a unos rivales malillos, pero que se toman sus partidos contra el Atlético como si fueran una finalísima de la Copa de Europa. Para volver a donde nunca tendríamos que habernos marchado necesitamos humildad y respetar al contrario. Ya vemos que la soberbia acaba recibiendo su justo castigo.
Posted: 11 dic 2000, 12:00 por SDHEditor
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Se dice por ahí...

Se dice que tras un reciente partido jugado en el Calderón, Gregorio Jesús Gil y Gil bajo luego de la conclusión del mismo a los vestuarios para elevar la moral de los chicos. Se  comenta que, con su natural diplomacia, abrió de un fuerte golpe la puerta del sanctasanctorum  y espetó el ya tradicional “hijos de puta, sois unos niñatos y unos maricones. No tenéis cojones ninguno”. Se dice que Hernández, - sí, ese central que la Secretaría Técnica ficho en junio del Rayo Vallecano y sobre el que actualmente se especula con su inminente venta para obtener cash-, le dijo “Presi tranquilo”, en un intento desesperado por rebajar la tensión del momento. Se comenta que a cambio recibió un empujón y la siguiente frase “ ¿tu cuantos años tienes? ¿Treinta?. ¿Y quien te paga a ti? Yo, ¿no?. Pues entonces te callas, y si yo digo que sois unos hijos de puta sois unos hijos de puta.”. Se dice que Hernández agachó la cabeza y se retiro a un discreto segundo plano. También se comenta que ante un intento similar de Marcos Alonso, Don Gregorio Jesús respondió con la siguiente frase: “Tu cállate, muerto de hambre”. Se comenta que “el Pichón” acató la orden del amo sin rechistar. Eso sí, en posteriores fechas le suplicó el finiquito y su cese, que no fue aceptado por Don Gregorio Jesús.  

Se especula con que nadie ha visto el dinero de la venta de Yimmy, ni siquiera el Sr. Interventor. Y que Kiko manda mucho, pero mucho, en el vestuario. Casi más que el entrenador. También se comenta que el dinero de las operaciones de  Lawal y los otros tres implicados en el affaire Intervención, es una maniobra absolutamente legal destinada a pago de los emolumentos no reflejados en los diferentes contratos de los jugadores, práctica común de todos los equipos de Primera División.

En definitiva, el mejor ambiente para salir de la crisis. Todo lo anterior me lo ha comentado un buen amigo, persona relacionada con el Club y que maneja información auténtica. Naturalmente no lo puedo demostrar por lo que si Don Gregorio Jesús dijera que no es cierto, que es mentira, que es una burda manipulación de un baboso que le odia tendríais todo el derecho del mundo a creerle. Y él todo el derecho del mundo a que se le crea. Yo no lo he presenciado, pero creo firmemente en que todo lo que he relatado es cierto porque, como se dice en términos periodísticos, la noticia proviene de fuentes fidedignas. Eso, en definitiva, es lo que se dice, se comenta y se especula.  
Posted: 01 dic 2000, 12:00 por SDHEditor
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