Columnas del Foro

Las Perlas del Foro de Señales de Humo

Sobre las Columnas

El Foro de Señales de Humo, a lo largo de su historia en múltiples formatos, siempre ha sido sinónimo, entre otras cosas, de calidad en los escritos de sus participantes. Aquí se ofrece el histórico de aquellos escritos que merecieron el "¡¡A Columnas!!" por parte del resto de foristas.

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febrero 2004 - Artículos

El presente y el futuro (29/02/2004)
No sé si las últimas declaraciones de Cerezo, en las que manifestaba la indisposición de Gil a vender sus acciones, hay que tomarlas en su literalidad. Digo esto porque el año pasado, por ejemplo, cuando Gil, enfurruñado por el fracaso de su enésimo proyecto y la ‘ingratitud’ de la afición, dijo que estaba dispuesto a vender, resultó que en realidad no lo estaba; que todo era producto del natural mohín de todo profeta cuando su grey le hace la más mínima manifestación de descontento.

 

Tampoco sé si la marcha a la deriva del Aleti como institución, y en particular su más que delicada situación económica, es mera y estudiada apariencia, o por el contrario manifestación de un efectivo desarbolamiento de la nave colchonera y de la absoluta y total impericia de su tripulación. Y lo sé hoy menos de lo que creía saberlo ayer, pero seguro que más de lo que lo sabré mañana, pues cada día entiendo menos que una sociedad de aspecto tan desastroso, a la par que gravosa y cansada de gobernar, según sus propietarios y rectores, pueda seguir siendo objeto de una fijación, más que deseo, por parte de los mismos.

Vivo confuso, en definitiva, en casi todo lo que rodea al Aleti y su futuro, por más que me esfuerzo en hacer la luz en mi mente al respecto. Como en otras cosas del mundo y de la vida, mi capacidad intelectiva parece funcionar razonablemente bien, he llegado a la conclusión de que el asunto no es muy sencillo, o que exige una mente prodigiosa y alimentada de información fuera del alcance del común de los colchoneros. Vamos, que lo del Aleti de Gil necesita un saber propio y específico, cercano a la esoteria, al modo de aquel que, en los días de la Guerra Fría, crearon los americanos y dieron en llamar Kremlinología.

En cualquier caso, dos cosas me resultan aún bien ciertas, y a ellas me agarro como un náufrago a un tablón desprendido de la nave recién hundida.

La primera y fundamental, que esto es inaguantable. Que cada día me cuesta más soportar los bodrios que el equipo nos depara sobre los campos de juego; que es no menos insoportable oír o leer al bailenero, demostrando que no es muy buen entrenador, pero peor aún psicólogo y tipo humano; por no decir nada de los medios informativos, en especial los más afines al clan, y las declaraciones que en ellos vierten el cameraman y de veez en cuando el dueño de la mano que mece la cuna.

La segunda es que lo único firme y sólido que asoma en el horizonte es la resolución por el Supremo del recurso a la sentencia de la Audiencia Nacional. Por ello, creo que bien haría la muy leal y sacrificada oposición en ponerla en el centro de su estrategia. Si hay indicios más que razonables de que el Supremo revalidará a la Audiencia, me parece absolutamente prioritario pensar en cómo aprovechar tal eventualidad para construir a partir de ella un clamor que sea tan insoportable para el clan, que no les quepa más salida que su salida del Aleti. Todo lo demás, o sea, los pasos a dar hoy, mañana, pasado y al siguiente, deberían ser meticulosamente premeditados para preparar tal situación y fortalecerse de cara a ella.

¿Y si el destino nos depara una resolución del Supremo favorable a los argumentos e intereses del clan, podrán preguntarse algunos? Entonces, amigos opositores, propongo fundar una secta.

 
Posted: 29 feb 2004, 12:00 por SDHEditor
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No más morfina (28/02/2004)
¿Queremos de una vez por todas acabar con el círculo vicioso dentro del cual permanecen hechizados los seguidores del Atleti, sin que, al parecer, nada ni nadie consiga disipar el estúpido sortilegio? ¿Sí? Bien, pues repitan conmigo: no somos unos seguidores especiales, ni la afición del Atlético es superior a ninguna otra. Los  motivos que en la alta infancia nos llevaron a escoger los colores rojiblancos distan, pues, de ser más nobles que los que indujeron a los merengues a optar por el Madrid. El abuso de toda esa inmunda cháchara a propósito de la fidelidad, generosidad y estoicismo que presuntamente caracterizarían a la hinchada del Atleti, es absolutamente nocivo para la salud de la institución rojiblanca.

 

Los atléticos con corazón y cerebro anhelamos un club normal, presidido por gente normal y —last but not least— apoyado por unos seguidores normales. La pasividad de la grada ante la vergonzosa situación por la que atraviesa el equipo es más propia de ciertos rumiantes con los que se cocinan sabrosos platos que de un público como el que el deporte exige.

Toda la morfina sentimentaloide que nos inoculan algunos ideólogos del Madrid (los demás miran para otro lado mientras contienen la carcajada) y los reporterillos pseudorrojiblancos que adulan a los dueños del club y se prestan dócilmente a transmitir sus consignas y sus embustes, traducida al lenguaje de la realidad, significa que nos consideran un hato de ovejas en el cuarto de estar del matadero.

El Atlético no es el tercer equipo de España, ni el no sé cuántos de Europa o del Mundo. (Recientemente alguien escribió por ahí que la llegada al Foro de Halle Berry para ponerse una camiseta y darle un par de besitos a Paunovic, había eclipsado los encuentros de la Copa de Europa. Quien tal afirma no es un colchonero de pro; es un cretino absoluto.)

La fama se gana y se pierde; su cantidad nunca es constante. Nosotros hemos despilfarrado ya las riquezas que acumularon nuestros mayores. La institución está muy por debajo del nivel del mar, pero su público rasca el légamo del fondo.

Un regate (Gárate) (24/02/2004)
El diario El Mundo publicó ayer un reportaje sobre algunos de los regates más famosos de la historia del fútbol español. Regates que han caracterizado a jugadores concretos.

 

Además de expresar mi perplejidad por el hecho de que entre ellos figurase esa cosita efectiva que Raul se inventó para regocijo de sus tíos y primos, quiero invitar a este foro a recordar o, en su caso, imaginar otro regate maravilloso del que hace mucho tiempo no oigo hablar ni siquiera a los atléticos. Al fin y al cabo, nada me produce mayor placer que venirme de nuevo hasta aquí para atar los dos cabos de la memoria y del Atleti, única forma digna con que algunos  desamparados sobrellevamos nuestra melancolía.

Cuando el equipo contrario atacaba, José Eulogio Gárate se situaba en el círculo central, casi quieto y, frecuentemente, con los brazos en jarras. Tenía un aspecto un poco cansino y parecía como si en esos momentos se diera cuenta de que jugar ese partido -fuera el  que fuera- le iba a suponer un esfuerzo enorme que acaso no estaba seguro de poder realizar. El rival, su marcador, se veía obligado a mantener un grado de concentración muy alto y -digo yo- a actualizar permanentemente en su cabeza eso que ha dado en llamarse odio competitivo para no sucumbir a la piedad y terminar por pasar cariñosamente el brazo por el hombro del delantero, animándole a continuar bajo promesa de no ponerle las cosas difíciles.

Pero, de repente, se producía un rechace que beneficiaba al Atleti o blocaba por alto el portero y se alejaba de ese enjambre de cuerpos que poblaba el área buscando el desmarque de un compañero. Y el callado, pensativo y hasta hacía un segundo serenísimo Gárate rompía en velocidad hacia el espacio vacío, siempre a la izquierda, a la izquierda, a la izquierda, todavía en su campo pero hasta la línea de cal. En esos treinta y cinco metros de desplazamiento lateral le había sacado dos al defensa, suficientes para recibir el pase, darse la vuelta y encararle. Entonces, le esperaba, le dejaba descansar del susto y la carrera y le escondía el balón un poquito en su bota izquierda, inclinando ligeramente el cuerpo hacia delante, lo cual indicaba que el reto no había hecho sino empezar. El otro, pues, se tensaba. Y este era el momento en que Gárate, arrastrando la bola con suavidad y paseándola casi imperceptiblemente del interior al exterior de la puntera, se la mostraba, se la ponía delante. El defensa, claro, entraba -¡cómo no, si ya era suya!- y Gárate, con giro de tobillo y cintura a la vez la levantaba un palmo y la alejaba un metro, menos quizás, medio, apoyándose en su derecha para iniciar la carrera en estallido súbito, para escaparse por la banda aguantando al burlado detrás, para aguantar hasta el fondo, para rematar, para ponernos un nudo en la garganta.

Lo hizo muchas veces y muchas le salió bien. Muchas, también, le cazaron. Pero no he vuelto a ver ese regate en jugador alguno desde entonces.

Gárate -quién no lo sabe- era delantero centro. Extraordinario. Nunca un delantero centro había jugado así en España sin dejar de serlo. Digo esto pensando en Fernando Torres, que también lo es, aunque a algunos no os lo parezca.

Posted: 24 feb 2004, 12:00 por SDHEditor
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Inter-tontos (23/02/2004)
Bien se ve lo que confían los Gil en el Atlético: lo han preinscrito en la Intertoto (que debería llamarse “Intertontos”, pues es una competición que disputan algunos de los equipos que han cateado al final de la temporada.) Aunque puede que, en realidad, su sueño sea participar en tan prestigioso torneo, nunca se sabe.

 

Lo que sí se sabe es que los Gil, que le habían propuesto la renovación al empleado ejemplar que ocupa el banquillo, han aplazado sine die la firma de tamaña lumbrera. Son astutos, no cabe duda. Si le hiciesen otro contrato a Manzano y el equipo se derrumbara —cosa más que probable—, ¿a quién iban a utilizar como cabeza de turco?

En unas pocas fechas, el caramelo de la Champions se ha diluido entre los labios de la afición rojiblanca (se lo vendieron como un adoquín aragonés que casi no le cabía en la boca, pero no era más que un saci del tamaño de un grano de anís).

No obstante, consuélense vuesas mercedes: en verano habrá fútbol en el Calderón. Ahora bien, apuesto una ración de panchitos contra una lata de caviar Beluga a que, si jugamos la Intertoto, nos eliminan a las primeras de cambio. Que ¿cómo estoy tan seguro? Tengo un soplón: la historia del Atleti bajo los Gil. Y no ignoro que esos seres jamás renunciarían a añadir otra antigesta a su ya dilatado palmarés.

Casi nada nuevo (22/02/2004)
Y digo lo de casi en honor del chaval Arizmendi, cuyas intervenciones han sido lo único que me ha alegrado un poco la vista en un partido de esos que los llamados expertos denominan 'tácticos' o 'cerrados', intentando encubrir su pobreza como espectáculo futbolístico.

 

Cada vez que este equipo tiene la posesión de la pelota, el resultado no suele ser positivo. Y es que ¡cómo le cuesta crear juego! Noventa minutos para crear una ocasión de gol, ¡una sola! Mas la extremada atención dedicada a la tarea defensiva, por intentar cerrarle espacios al rival, no ha impedido que éste disfrutara de las tres mejores ocasiones de gol del encuentro.

Decimos un día y otro que Ibagaza no está fino. Pero ¡cómo va a estarlo!

¿Quién hace juego por las bandas? ¿Con quién puede combinar en ellas? Musampa y Novo no tienen velocidad para desbordar ni a un poste de teléfonos, luego en tal posición, son poco útiles. El cordobés, si acaso, coloca un par de balones al cabo del partido, apoyándose en su gran técnica, pero nada más. Yo, cada día tengo más claro que no es jugador de banda, y que muy bien pudiera ser un más que aprovechable medio centro, siempre que tenga alguien que le cubra las espaldas. Del congoleño-holandés, prefiero no decir nada, como del bueno de Sergi, que bastante tiene con cumplir como está cumpliendo en tareas defensivas -cosa que, por cierto, no se puede decir de Aguilera.

¿Quién le da un balón desde atrás o le asiste en la distribución? Nadie, porque De los Santos es especialmente lamentable en esta faceta. Consecuencia de ello, y de jugar con un solo medio centro, es que tiene que bajar demasiado a apoyar, buscar y distribuir, hasta el punto de que, en la primera parte, ha estado muchas -demasiadas- veces no ya a la altura del uruguayo, sino hasta por detrás de él.

Y arriba el griego. ¡Dios qué desesperación! De verdad, en cuanto no se trata de rematar y partirse la cara dentro del área con la defensa -en lo que tiene mucho oficio-, cada intervención suya es un homenaje al barullo, al absurdo, a la indigencia técnica. Pero como lucha hasta la muerte...

Del porterito sólo una cosa: si le meten el gol en la primera jugada de Luque -gracias Aguilera-, es para fusilarlo. Cuando yo era joven, a eso se lo llamaba salir a por uvas. ¿Por qué misterioso motivo ha llegado y besado el santo? 

O sea, que, gracias Arizmendi, porque si no llega a ser por esos cuatro o cinco detallazos que has dejado... Que sea de nuevo un debutante de sus años lo mejor, es un indicador perfecto de la calamitosa situación en que nos encontramos, así como de la falta de valentía y decencia de nuestro cuerpo técnico. Que hayan jugado los Paunovic, Rodrgio y compañía todo lo que han jugado, por no hablar ya de su mera presencia en la plantilla, y este chaval esté en el filial, es de juzgado de guardia.

A ver ahora que volvemos a enfrentarnos con esos que Manzano llama 'equipos de nuestro nivel'. Pero que tenga mucho cuidado, porque ahora no va a ser como en la primera vuelta, ya que la mayor parte de ellos andan con el agua al cuello, y como apenas quedan flotadores a estas alturas, igual nos echan al agua en su intento de subirse a la lancha de salvamento. 

En resumen, como casi todo el año: a esperar que ahora sigan fallando como escopetas de feria los rivales directos para mantener alguna -cada vez creo más que vana- aspiración.

Posted: 22 feb 2004, 12:00 por SDHEditor
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Sonata de primavera (16/02/2004)
Se domina más con los defectos que con las virtudes, nos dice un viejo y lúcido Chateaubriand. Y en ello, casi podemos vislumbrar una explicación al apogeo de la estrella de Gil entre los atléticos. Y también, cómo no, a su caída, a su aniquilación.

 

Que el Club Atlético de Madrid es hoy en día un cuerpo enteramente gangrenado no ofrece, ya, ninguna duda. Y esta consciencia, este dolor, no ha de ahorrarnos, a buen seguro, el tener que apurar la copa de la humillación hasta el fondo, hasta que ya no quede nada.

Pero todo final es también un principio. Más aún: el principio. Así que es cierto que habrá que decirle a la gente lo que pasa, habrá que denunciar, habrá que pactar, habrá que saber estar muy solo entre los restos del naufragio.

Parece ser que Alfonso Camba está logrando reunir una suma importante de dinero destinado a invertir en el Atlético de Madrid. Parece asimismo que va a realizar próximamente una nueva oferta a los actuales propietarios que, con toda probabilidad, será rechazada.

No importa. Ese era el camino y sigue siéndolo. Pero yo me atrevo a pedir algo más, a rogarle a Alfonso Camba que dé un paso sin el que esta labor previa de acuerdos y planes de viabilidad quedaría muy coja, muy rala, muy yerma.

Es un paso necesario, Alfonso. Así que, perdona mi atrevimiento, te animo, te invito, te urjo a que en los próximos meses dejes la chaqueta y la corbata en el armario, que salgas a la calle, que seas tú mismo, que digas lo que sabes que somos, que des rienda suelta a tus ideas, a tus ilusiones, que, aunque no te guste, aparezcas en las radios, que gesticules, que muevas las manos como hacía Ortega -tu abuelo lo sabe bien- para explicar España. Vuelve a explicarnos tú el Atleti, sin conmiseración, sin bravatas, sin tristeza. Alfonso, nada hay que perder pues todo lo tenemos: la memoria, el anhelo, la música: ¡A la calle, Alfonso, a la calle! ¡A la calle, que ya es hora de pasearnos a cuerpo!  

Posted: 16 feb 2004, 12:00 por SDHEditor | con 1 comment(s)
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Macho, se te acabaron las excusas (12/02/2004)
Ya no bajaremos a 2ª por la intervención judicial, ni por el administrador, ni por sus amenazas. Bajaremos por tu pésima gestión, Gilito, no te olvides. Te han dejado sin argumentos. 

 

Ya no vale, eso de no podemos endeudarnos, ni aquello de no podemos construir un equipo si nos están mirando cada dia cada uno de los euros que gastamos. Este rollo se ha terminado. Ahora, macho, eres como el Depor o el Valencia. Si no te metes en Champions y no peleas por la Liga es por tu mala gestión, tronquete. No te olvides.

Y eso de que vivimos por encima de la posiblidades ya no cuela tío, que la basca se las sabe todas y se ha enterado por tu propia boca que somos el tercer equipo en PPV y que Audiovisual nos adora. Mira que proclamarlo a los cuatro vientos, ¡a quien se le ocurre! Asi que tu veras, o te pones el tercer en todo o tu gestión es una puta mierda, que le vamos a hacer. ¿Que vas a inventarte ahora?

Y que vas a hacer con el Nene? No le puedes vender, ahora que ya eres un tio legal con sus acciones calentitas en el bolsillo y sin Rubies dandote la lata. Hostia, tu, que problema. Pero no te das cuenta que  tu vives mejor de victima, macho, que te va mejor el papel. ¿Y ahora que excusas vas a vendernos? 

Vaya problema Jesús. Mira te doy una idea. El año que viene subes los abonos, los triplicas de precio y cuando te quedes con la mitad del estadio -el PPV te va a ir de perlas no te apures- nos echas la culpa a nosotros y dices que con esta afición no se puede ir a ninguna parte. ¿Que te parece? dale una vueltecita y hablalo con Calam.

Hala, que lo disfrutes. Ah, se me olvidaba. No te olvides envolver el feretro con la rojiblanca. Viviste para ella y con ella te iras al otro barrio. Espero que no sea necesario acompañarte.

Gato   

Posted: 12 feb 2004, 12:00 por SDHEditor
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Tarde triunfal de los Goyos (11/02/2004)

Con nubes y claros, y una temperatura agradable, ideal para la lidia, un lleno hasta la bandera para presenciar este largamente esperado festival goyesco.

 


Comenzó el festejo con una lidia confusa, la de que nos deparó Goyo de Jesús Gil con Fiscalito, pues tal era el nombre del primero de los toros, portador del hierro de los Villarejo. El diestro soriano no lo vio claro en ningún momento, mostrándose atolondrado con la capa. Despachó desordenadas series de disculpas y coartadas, rematadas con alegatos persecutorios, que dejaron un tanto frío al respetable. Poco castigado con la vara, y difícil de banderillear, pese a la buení- sima voluntad de Joserra Brunete y de Josean Abellán, en ningún momento permitió el lucimiento del de Osma con la muleta. Sin apenas enlazar dos argumentos naturales seguidos, el diestro soriano remató con dos pinchazos ostentoreos y otros tantos intentos de descabello, que requirieron el mareo de capotazos de Abellán y Joserra para intentar dar en tierra con un morlaco que no daba señales de muerte. Silencio, sólo roto por algún pito desde la andanada.

Algo más entonado estuvo Gil con su segundo, tan escaso en carnes que casi parecía novillo, y menguado de pitones, aunque, eso sí, bien afilados. Tentó por izquierda y derecha, en largo y en corto el diestro, que pareció más decidido ante la poca presencia de un tal Mindundi, procedente de la ganadería de Vicente Calderón. El toro fue severamente castigado con la vara, y asaetado, más que banderilleado, por Manolete, de cuya boca, a la par, manaban chorros de baba, asemejando un manantial de alata montaña en plena época de deshielo. Muleta en mano, el de Osma engarzó varias meritorias series de sus naturales desplantes, rematados siempre con altisonantes insultos a todo pecho. Un bajonazo, rayando lo rastrero, dio con la res en el suelo, que no necesitó descabello. Una oreja, protestada desde la siempre inconformista e insaciable andanada, fue el justo premio para el sobrio torero castellano, que sólo amagó la vuelta al ruedo para acabar saludando desde el tercio.

Cerró su terna Goyo de Jesús con un bragado de imponente presencia, procedente de la ganadería de la Audiencia Nacional y de nombre Interventor. Sin embargo, la presencia del astado pronto se mostró engañosa, pues a los primeros envites evidenció mansedumbre y flojera de remos, lo que lo llevó a clavar un par de veces los cuernos en el albero. La reiterada petición de devolución del toro a los corrales, particularmente intensa desde la andanada del humo, fue vana, ante el evidente deseo del soriano de proseguir con la lidia del manso. Tras un insustancioso tercio de varas y la inserción de unos pares de banderillas que más parecieron imposiciones de insignias de oro y brillantes, por parte de Enrique el Guindalero, Goyo de Jesús deleitó con la muleta. Unos habanos por aquí, unos güisquitos por allá, secretarias macizas y sugerentes por acullá, más la insinuación del disfrute de algún discreto inmueble marbellí, se fueron sucediendo con natural cadencia y discreción, intercalándose con alguna facturilla dudosa, unos cuantos desvíos de fondos a paraísos fiscales y un par de cuentas que no cuadraban. En fin, todo el conocido y celebrado repertorio del maestro de Osma, que culminó la faena con una estocada en todo lo alto. Dos orejas, petición desestimada de rabo y vuelta al ruedo a los sones de su pasodoble Y tal, y tal y tal, culminaron el tremendista trabajo desplegado por el de Osma.

Pero la verdadera sorpresa de la tarde la dio Goyo Manzano. Su conocido y celebrado gracejo andaluz se esperaba sirviera de contrapeso a la castellana sobriedad de su partenaire. Sin embargo, el de Bailén hizo gala de portentosa frialdad y estudiado método, de clara inspiración cartesiana, que es toda una innovación en el universo taurino. Con sobriedad y cálculo afrontó la lidia de su primero, el peligroso, por resabiado, Zapatones, que dio un juego desigual. Un par de desafiantes desplantes, bien medidos y planificados, mirada fija en la grada, como esperando el beneplácito de la misma, le sirvieron para meterse a buena parte de la misma en el bolsillo. Buenas varas y banderilleo sin concesiones por parte de El Guindalero y Miguelillo Calam, que al usar railetes de castigo dejaron en exceso tocado al toro para el trabajo con la muleta. Con ésta, el bailenero anduvo un tanto insustancial, transmitiendo una sensación de falsa seguridad, que condujo a la faena por senderos desdibujados, para ser terminada con no demasiada maestría en el uso del estoque. División de opiniones al final.

El segundo del jienense, que lucía divisa de Valdeolivas, desató la polémica en los tendidos, ya que Barrendero, pues tal era su nombre, estaba descaradamente afeitado. Pese a ello, y a su evidente lealtad, rayana con la mansedumbre, fue tratado sin piedad por los ominipresentes Calam y Guindalero en la suerte de banderillas, en la que, incomprensiblemente, repitieron con los palitroques de castigo. El jienense anduvo firme con la muleta, aunque dando la sensación de estar más pendiente de los consejos e instrucciones que desde la barrera continuamente le daba su tocayo, partenaire y padrino. Firme y decidido con el estoque, derribó al torete de una estocada limpia, que hizo innecesario el uso del descabello y casi de la puntilla. Oreja protestada tímidamente desde el siempre bullicioso tendido de sol.

El que cerraba festejo fue todo un regalo para el de Bailén. Generoso de carnes y romo de cornamenta, Fortunato se mostró algo más que noble y manejable: pareció dócil y predispuesto. Un impecable trabajo de los picadores, más unas diestras banderillas a cargo de Abellán y Manolete, dejaron el toro a punto de caramelo para la muleta. Pero el evidente desconcierto del diestro, que pasaba desordenado de un rombo a un doble pivote y de dos puntas a uno solo, más los cambios de portero sin ton ni son, a punto estuvo de dar al traste con todo. Empero, la bondad y magnánima predisposición del bicho vino a salvarlo todo. Ante el nerviosismo del jienense, poco le faltó al animal para coger él mismo la muleta y autotorearse. Corregía su trayectoria para acomodarse al trazado dubitativo de la muleta, rectificaba la misma para evitar causar daño a su oponente; y para rematar la faena, la indecisa estocada que lo buscaba hubo de ser finalmente encontrada por él mismo, para terminar restregándose contra el burladero hasta conseguir convertir una media y casi desprendida estocada en otra hasta la bola, mortal de necesidad. El respetable, generoso hasta decir basta, pobló la grada de pañuelos, que hicieron inevitable la concesión de una nueva oreja, con la que dio vuelta al ruedo, entre masivos y monocordes gritos de '¡a Europa, a Europa!'.

Con tanto apéndice desprendido de su portador natural, parece obvio decir que el lucido festejo goyesco acabó con la salida a hombros de los dos diestros. Aunque faltaron espontáneos que se lanzaran al ruedo para aupar en sus hombros a los toreros -el peso de ambos disuadía de tal conducta-, los subalternos supieron como siempre interpretar el sentir callado del sufrido pueblo, y cargaron con ellos sobre los suyos propios, para así permitir que la tarde acabara como merecía: con la salida de los Goyos por la puerta grande.

Posted: 11 feb 2004, 12:00 por SDHEditor
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Rumbo a Liliput (10/02/2004)
¿Me creerán si les digo que lamento profundamente no haberme equivocado con respecto al coach del Atleti? Pero me temo que después de la catástrofe de Valencia, la cosa no admite dudas.
 Porque el Atleti no perdió en Mestalla: fue ridiculizado, triturado; lo hicieron polvo; y produjo una impresión de canijez e impotencia tales que mucho me temo que su suerte en la Liga esté sellada. (A perder se aprende pronto). El Atleti salió de Mestalla descompuesto, desmoralizado, destruido. ¡Ver a Contra jugar de “3” habiendo varios zurdos en la plantilla! ¡Ver a Nikolaidis jadear él solo contra los centrales ché! ¡Ver el nerviosismo y el malhumor de la defensa! ¡Ver la terquedad en poner a Simeone y Santi —que están acabados para el fútbol de alta competición, que son la imagen misma de la incapacidad—, o a Gaspar —un cero a la izquierda— de titular indiscutible! ¡Ver a Gabi o a Jorge usurpar un puesto en el equipo mientras a Movilla se lo destierra a Zaragoza! ¡Ver —y esto fue lo que me causó más pena— a Ibagaza luchar estérilmente, sin compañeros, sin sistema, sin esperanza...! Pero hay un detalle que merecería por sí solo los honores de la destitución inmediata del entrenador. Y es que allí donde no había ningún problema —la portería— lo creó Manzano con su estúpida decisión de optar por el chaval del Getafe en detrimento de Juanma? ¡Habráse visto un desatino mayor! En las últimas jornadas este lince ha logrado orientar de nuevo al cuadro que entrena —es un decir— por la ruta del bochorno: magnífica autopista de seis carriles de la que el conjunto colchonero conoce hasta la última curva porque todos los años la recorre de principio a fin.

El proyecto de los Gil consiste —ahora lo veo claro— en miniaturizar al Atlético. No vamos camino de Europa sino de Liliput.

Hambre, ganas de comer y un buen apetito (08/02/2004)
Los tres juntos, como hoy, acabarán produciendo nuestra muerte por inanición.

 

El Hambre

La que tiene el Aleti de una plantilla decente y una decente cabeza rectora. ¿Quién coño ha traído al tal Aragoneses? ¿No nos bastó con Esteban? ¿Qué tipo de equipo es éste que no tiene más que dos laterales y dos centrales, y ha de poner a jugar a tipos como Gaspar y Santi ante el 2º clasificado de la Liga? ¿Qué tipo de equipo es éste que tiene en la plantilla un solo delantero que merezca vestir la rojiblanca? ¿Qué tipo de equipo es éste que ha de soportar a jugadores como Musampa o Paunovic? ¿Qué coño de equipo es éste que tiene que ver cómo se arrastra otra de las leyendas que tenía su afición?

Las ganas de comer

Algo caliente, táctica y psicológicamente, que tiene Manzano. ¿Y éste es psicólogo? Pues será con un curso acelerado CEAC ¿A qué viene sacar hoy a Aragoneses? ¿Tan mal lo ha hecho el flojo Juanma que tiene que ser hoy relevado por el flojísimo Aragoneses? ¿Y ahora que probablemente ha hundido a los dos de un golpe, qué terapia piensa aplicarles? ¿Cómo leches pensaba meter hoy un gol? ¿Por qué saca un equipo que, por insistir en el nefasto 4-1-4-1, y encima con Simeone de medio centro, obliga a Jorge e Ibagaza a jugar con la misión fundamental de tapar a los dos medios centros del Valencia? ¿A qué fin saca a Gabi con 3-0 en el marcador y faltando menos de 10 minutos?

Un buen apetito

El que tiene el muerto de hambre del Turienzo. Técnicamente no tiene nombre, pero disciplinaria y personalmente no tiene ni apellido. Pues si no tiene nombre ni apellido, cualquiera saca fácilmente la conclusión de lo que considero que es.

Pues eso: juntos estos tres factores redundantes, producen la muerte por inanición de un equipo que se iba (¿o todavía se va?) a comer Europa.

Posted: 08 feb 2004, 12:00 por SDHEditor
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Los juguetes rotos de la afición (04/02/2004)
Es curioso observar el desquiciamiento general en el que hemos caído la afición del Atlético de Madrid en los últimos años. Un ejemplo claro es nuestra postura hacia determinados jugadores. No sé si por la necesidad imperiosa de inventarnos héroes de un día para mitigar los efectos del drama que estamos viviendo desde el año 87 o por que hemos perdido el gusto y la cabeza por completo, nos hemos hecho expertos en reconvertir mediocridades en jugadores de alto standing relegando a las verdaderas estrellas a la categoría de simples soldados rasos, haciendo de su paso por el Calderón un viacrucis.

 

Digo esto por que los últimos ejemplos los hemos tenido con Movilla y Nikolaidis. Pocos jugadores que jueguen en otros equipos pueden presumir de una dedicatoria del respetable tan masiva y emocionante como la que disfrutó Movilla en el Calderón hace unas jornadas. Ganando contundentemente al Bilbao al personal no se le ocurrió otra cosa que acordarse "donde estaba el 7". Esta extraña circunstancia tiene sus antecedentes. A Movilla le precedieron Cubillo, Pizo, Tilico, Maguy, Mena, Pedro, Luque, etc. por citar algunos ejemplos representativos. Y Pedro, quien se acuerda de Pedro. Cada vez que Pedro iba a lanzar alguno de sus famosos penalties y golpes francos por el centro que tanto le caracterizaban en el Calderón solo se escuchaban las palmadas del público. Ni el mismísimo Bernd Schuster, experto consumado en lanzamiento de golpes francos y compañero de Pedro en la plantilla disfrutó de tanta fé ciega por parte del público como Pedro a la hora de ejecutar las faltas.

No sé si por sus características físicas peculiares, por su entrega en el campo o por que extraña circunstancia, determinado patrón de jugadores de los denominados mediocres han tenido siempre la facultad de meterse a la afición del Atlético de Madrid en el bolsillo. Todos tuvieron un denominador común: fueron flor de un día y duraron lo que tardó el respetable en encontrarles un sustituto o mejor dicho nuevo clavo ardiendo al que agarrarse. Todos fueron juguetes rotos en manos de un niño caprichoso que se cansaba enseguida de ellos.

Lo mas curioso de todo es que como contraste, a los grandes siempre se les negó el pan y la sal y todos ellos salieron por la puerta trasera del Calderón con mas pena que gloria. Atrás quedaron jugadores que nos dieron grandes tardes como el anteriormente mencionado Schuster, Futre, Baltazar, Valerón y el que quizás fuera el mas representativo de todos que es KIKO al que incluso se le llegó a invitar de forma escrita a que se fuera al otro barrio. Ninguno de ellos acabó bién en esta casa. Ninguno llegó a disfrutar de un recordatorio público como el que tuvo Movilla el otro día o Simeone cuando estaba en el Inter.

Hasta en la forma de animar y de celebrar los goles de unos u otros el trato siempre fué distinto. El apoyo y la celebración de los goles de los primeros siempre me pareció casi delirante mientras que los de las verdaderas estrellas siempre me pareció mucho mas coherente, quizas por que se considerara como una obligación.

Hoy, habiéndose marchado Movilla que a buen seguro recibirá algún que otro reconocimiento público, el nuevo juguete es Nikolaidis hasta que le encontremos un sustituto que nos parezca mas divertido.  Mientras, Kiko quedará como aquel cojo que un dia se hizo una revisión médica en Milán, Caminero como aquel hijo de puta que quiso irse al Barcelona y Valerón como aquel maricón que nos bajó a segunda. Sorprendentemente en ninguno de estos tres últimos casos se le recriminó nunca nada a los entrenadores.

Curiosa Afición

Posted: 04 feb 2004, 12:00 por SDHEditor
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¿Romántico o pragmático? (03/02/2004)

Hace unas fechas, Fernando expuso en esta misma columna su confianza a propósito de que sean los jueces los que separen a Gil del Atlético, un Atlético al que el muy inicuo mandamás se aferra como el monstruo de “Alien” a la cara de sus víctimas —¿recuerdan el salto olímpico que aquella especie de pulpo cabreado daba desde el huevo en el que dormía y cómo después era inútil tratar de desprenderlo del rostro de su involuntario huésped?—. 


Y cree Fernando que el que yo vislumbro como único remedio a la situación de impasse por la que atraviesa el club, a saber: la protesta continua de los aficionados en el Calderón, no es factible, salvo en mi romántico magín. Y ello por dos razones. Primera: la hinchada del Atlético —como todas las masas de adictos al deporte— sería una muchedumbre poltrona y conformista, compuesta mayormente por personas poco dadas a reflexionar y mucho menos a actuar en consecuencia. Y segunda: aunque la gente del Atlético reaccionase, Gil, imbuido de espíritu mesiánico —Gil, para Gil, sería el salvador del club y no su rémora—, haría oídos sordos a las protestas, por muy formidables que fuesen, y permanecería tan pancho en la institución. 

Empecemos por el final. ¿Se cree en verdad Gil el hombre providencial del Atlético? En mi opinión, el manifiesto de Alternativa Atlética prueba de un modo concluyente que el amor de Gil al club tiene muy sólidos fundamentos económicos; hay en él poco delirio y mucho cálculo. Como todos los magnates, Gil ama dos cosas: el mangoneo y la pasta. Punto. La etiqueta de salvador es algo que él se ha autoconferido con la complicidad de los pseudoinformadores que, haciéndole el juego, intoxican a la opinión pública. 

Gil se hace pasar por un enamorado de la causa atlética porque así le resulta más cómodo encubrir sus desatinos y especulaciones. Gil se envuelve en la bandera rojiblanca para disimular, bajo el disfraz del afecto, sus rapiñas y dislates. Gil no quiere al Atlético, sino explotar el Atlético. Y no ignora el daño que él y sus compinches le infligen al cuadro del Manzanares. Como carece de escrúpulos, no tiene mala conciencia, pero sí una inquietud: la de que la afición termine percatándose del expolio que comete con el equipo al que afirma adorar. Hay días en que le debe parecer increíble que tal hecho no se produzca —aludo a la rebelión de las masas—. 

Aten cabos, señores: un hombre providencial no se quita de en medio y coloca en su sitio a otra persona, aunque únicamente lo haga de cara a la galería. Los salvadores mueren encaramados a sus cruces precisamente porque los posee por entero el carácter de su misión. Su ideología es el sacrificio; su ruta, una vía férrea. Psicológicamente incapaces de toda táctica y de todo pacto con la realidad, nunca retroceden. 

Gil es un vulgar maniobrero. Su especialidad es la treta. ¿Por qué ha puesto ahora a Cerezo en el lugar más visible del palco? ¿De qué se esconde? De su particular e inexorable día de San Martín. ¿Y de dónde vendrá, de dónde debería venir, el huracán que lo barra? De la afición. A él no le causan pavor los jueces —de la Justicia no se huye mediante el cambio de una butaca por otra; además, está acostumbrado a habérselas con la ley; no en vano dispone de un batallón de picapleitos—. No, Gil no teme a los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, teme a los seguidores del Atleti porque, por muy cadáveres que parezcan, bien pudiesen resucitar.
Como casi todos los fanfarrones, Gil es embustero y cobarde; y se pone muy nervioso en cuanto atisba el menor síntoma de inquietud en las masas. El disfavor del público lo demuda; no lo puede soportar. Y ello por la sencilla razón de que el poder de los demagogos oportunistas —raza a la que pertenece Gil— radica en el caso que les hace el público. Si nuestra hinchada le cubriera de improperios o se mofara de él —pero no un día y un puñado de personas; sino siempre y la mayor parte del aforo—, Gil estaría acabado. Él lo sabe y le produce terror tal posibilidad.

Soy un espectador con varias décadas de balompié a mis espaldas, y he presenciado broncas mayúsculas contra entrenadores y jugadores: tempestades que se desataban una vez y otra y no amainaban hasta que el coach caía o el jugador era traspasado. ¿Por qué no darle un buen uso a ese fondo de cólera, que no ha hecho sino crecer los últimos años, dirigiéndola contra Gil? 

Se argüirá que la gente acude al campo para ver un partido de fútbol, no para librar guerras que ni le van ni le vienen. Bastante tiene cada cual con sus problemas y preocupaciones cotidianas como para distraer unas energías y un tiempo preciosos en arreglar gratis asuntos que únicamente le atañen de un modo sentimental y periférico. 
Pero el Atleti vive en estado de excepción. Sus aficionados, por tanto, han de comportarse de una manera excepcional. 

Fernando juzga ilusorio confiar en que la grada reaccione espontáneamente. Yo, también. Por eso propongo organizarla, dotarla de una estrategia y reforzar su ánimo, ayudarla a formular las consignas más mordaces y a expresar su justa indignación. 

Existen lobbies y grupos de presión de toda suerte. ¿Van a ser los seguidores del Atlético incapaces de aglutinar uno? ¡Pero si hasta el mismo Gil ha promovido jornadas en defensa de su persona con bastante éxito! 
Contra lo que piensa Fernando, yo no espero de los tribunales nada excepto que hagan justicia. ¿Y qué sucedería en el mejor de los casos? Imaginemos que los jueces confirmasen la sentencia de la Audiencia Provincial. ¿Perderían por ello el club los Gil? No, al menos no automáticamente, ya que, al pasar la institución a manos de los pequeños accionistas y al dominar el pequeño accionariado los mismos que detentan la parte del león —o sea, los Gil y sus adláteres— , estaríamos como al principio. 

Quizá me equivoque —no soy un experto en asuntos jurídicos—, pero, con todo, para ese fallo inapelable aún resta tiempo, y tiempo, señores, es lo que no tiene el Atleti. Por consiguiente, cruzarse de brazos es una conducta suicida. ¿Por qué no intentamos, pues, salir de la encrucijada con nuestras propias fuerzas, sin aguardar a que otros nos saquen las castañas del fuego? ¿Acaso hay algo mejor que hacer?

Mediocridad y conformismo (02/02/2004)
¡Que triste es todo esto! Resulta que estamos peleando por un cuarto puesto en Liga (que nos da acceso a la Liga de Campeones) ni más ni menos que con el Osasuna y con el Villarreal. Resulta que empatamos con los pamplonicas, en el descuento, después de hacer un partido penoso y hay quien se siente satisfecho porque un punto es un punto. Pero, además, en la jornada anterior, contra el Albacete (ni más ni menos), regalamos dos puntos y la misma canción: "un punto es un punto y seguimos en puestos de Champions". Todo esto sin olvidar que hemos regalado el pase a semifinales de Copa al Sevilla (otro equipazo casi galáctico).

 

Me voy a limitar a hablar de lo que he visto y recuerdo. Para mí que he visto ganar la Copa del 72, la Liga del 73, perder la final de la Copa de Europa, ganar la Intercontinental, la Copa del 76 y la Liga en el 77, recuerdo que no quedar entre los tres primeros y llegar a final de temporada con opciones al título era un fracaso.

Como yo, muchos de vosotros habréis visto en el Calderón jugar a los Pereira, Dirceu, Leivinha, Alemao, Ayala, Becerra, Capón, Panadero Diaz,  Futre, Luis, Pedraza, Julio Alberto, Marcos, Arteche, Adelardo, Gárate....

Pero antes, y ahora hablo de lo que he leído y me han contado, hubo otros: Peiró, Ben Barek, Collar, Escudero, Mendoça, Pérez Payá, Rivilla, Calleja, Aparicio...

Al Atleti se le conocía en España, Europa y en el Mundo por sus jugadores, su lucha, su pundonor y sus triunfos. Al Atleti se le respetaba y se le admiraba.

Pero llegó una primera etapa negra. Un tal Cabeza llega a la presidencia y comienza a desestabilizar el Club. Aún así tuvimos opciones para ganar la Liga. Pero poco después llegó lo peor que nos podía haber pasado. Poco después llegó Gil. Y qué voy a contaros ya que no sepáis todos.

Ahora, tras años de sufrir este cáncer, al equipo  ya no se le conoce por su historia. Daros cuenta que muchos chavales sólo han conocido la negra etapa de Jesús Gil. Ahora el conformismo y la mediocridad se han adueñado del Calderón. Ahora parece que nuetsra máxima aspiración, después de  dos temporadas en segunda, es conseguir ser cuartos. Ahora alabamos y ensalzamos casi por encima de todo a un griego por su pundonor y su lucha (con el máximo respeto para Nikolaidis), pero que no es ni mucho menos alga más que mediocre.  Tenemos un entrenador y una plantilla mediocre.

Y todo esto está pasando ante la atónita mirada de aquellos que recordamos otros tiempos, otros jugadores, otro presidente. Y poco a poco creo que ese conformismo y mediocridad que lo invade todo puede llegar también a nosotros que recordamos un Atlético de Madrid respetado, grande, luchador y conformista.

Nada más y Aupa Atleti

Posted: 02 feb 2004, 12:00 por SDHEditor
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Atleti, viejo campeón (01/02/2004)
Repasando hace poco viejos recortes de prensa de ese maltratado deporte que es el boxeo, se me han venido a la mente dolorosas comparaciones entre el noble arte del pugilato...y el Atleti.

 

Y es que el Atleti es al mundo del fútbol lo que un viejo ex-campeón al boxeo.¿Y por qué?, os preguntareis muchos, anonadados ante este extraño símil de vieja gloria y declive.

Y es que el Atleti solo es recordado por lo que fue, como Evander Holyfield. O por sus antiguas noches de gloria, como``mano de piedra´´ Duran. O por llevar la entrega y el esfuerzo hasta el máximo denominador posible, como Joe Frazier.

Pero todo eso paso. Se acabaron los titulares, la opulencia ,la gloria. Se terminaron(¿para siempre?) esas viejas batallas con los grandes de igual a igual, en las que se era favorito. Se acabo el miedo a encerrarse en el mismo ring/campo con el gran campeón.

¿Por que ya nadie me respeta?, se pregunta, dolido, perdido, solo.¿Por que ya no soy nadie?,se interroga, a sabiendas de que su tiempo ya paso, a sabiendas de que la luz de los focos ya no volverá a reflejarse en su merecido cinturón/copa de campeón.  

Intenta volver a ser grande, pero su físico/plantilla es indigno de lo que llego a ser. Y ocurre el drama. Medianías que hubieran sido derrotadas antaño con solo competir al mínimo nivel le vapulean y humillan. Ya no da juego. Ya no triunfa.

Como casi todo gran campeón, en su momento de gloria se le acercan sujetos que dicen ``quererle como a un hijo´´. Pero no es así. Solo le quieren para hacer fortuna a su costa, para enriquecerse. Cuando se cierre el grifo de ``la pasta´´, le abandonaran, le dejaran solo y a su suerte.

Y entonces la vida del gran campeón se convierte en un infierno. Sin salida, si escape. El mismo sujeto que antes le uso le llama para rogarle la vuelta. Una vuelta esperada. Una vuelta que intentan hacer creíble, que parece real.``Me encuentro como hace veinte años´´.Y los periodistas escriben ``esta vez vuelve de verdad´´. Pero es falso es mentira. El nuevo enfrentamiento/proyecto es solo una argucia para hacer dinero. Porque en el fondo, todos saben que va a ser aniquilado. Pero nadie dice nada.

Y, una vez mas, sobreviene la humillación. Se cae para no volver a levantarse, se cae para siempre. Ya nunca mas será el que fue. Si por lo menos conservara su dinero...pero no. Se lo ha arrebatado, en sus narices, el que ``le quería como a un hijo´´.

Un día, el viejo campeón será noqueado para siempre. Será un crochet mortal.

El Atleti esta sufriendo un durísimo castigo. La pelea debió acabar hace ya dos asaltos ¿no son quince los pactados?

Algún día ,el antaño campeonísimo Club Atlético de Madrid recibirá un directo del que ya no se levantara.

Hay que parar la pelea...pero la sangre que mana de las cejas del púgil nubla la vista de sus seguidores.

Que alguien tire la toalla.

Un saludo atlético

Socio 49214

Posted: 01 feb 2004, 12:00 por SDHEditor
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