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Las Perlas del Foro de Señales de Humo

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El Foro de Señales de Humo, a lo largo de su historia en múltiples formatos, siempre ha sido sinónimo, entre otras cosas, de calidad en los escritos de sus participantes. Aquí se ofrece el histórico de aquellos escritos que merecieron el "¡¡A Columnas!!" por parte del resto de foristas.

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agosto 2004 - Artículos

Los Martirio (31/08/2004)

Si nos dieran a escoger entre los dos modelos de club que representan el Madrid y el Atleti, supongo que nos quedaríamos con el Madrid, principalmente por sus jugadores: Zidane, Roberto Carlos, Figo, Ronaldo, etc. Aunque tres de los citados muestren señales de fatiga y decadencia y el cuarto quizá nunca vuelva a ser el que fue, se trata de futbolistas de primer orden, verdaderos cracks, no cabe duda. Sin embargo, lo que sostiene al Madrid es su tremendo poder, ese poder que le ha permitido, por ejemplo, enjugar una deuda fabulosa y recuperar el crédito en los bancos de la noche a la mañana. (Del Madrid se puede afirmar sin exageración que se acostó arruinado y se levantó pudiente.) El Madrid no pone en liza sus recursos, sino los de todos. Vive de los demás. Tiene tras de sí a la prensa y a las principales fuerzas políticas, sociales y económicas de la región y, si me apuran, de España. Por consiguiente, los blancos no son un modelo a seguir. Fijarse en ellos daría igual: su cóctel de presunción, propaganda y privilegios resulta inimitable.


Pero ¿y el Atlético? El antiguo adversario de los merengues no es la otra cara de la moneda, sino su canto. Al Atlético de hoy no lo define —como antes de los Gil—, su espíritu inconformista, rebelde. (Nunca aceptó el statu quo que los ideólogos madridistas daban por inmutable.) Con recursos muy modestos, el Atleti se las arreglaba para competir; desconocía el significado de la palabra ‘resignación’. Incluso en los difíciles ochenta, era todavía alguien en el balompié hispano. Estaba herido, pero no con un pie en la tumba.

En cambio ahora se diría que vive cómodamente arrellanado en la impotencia, y si algo simboliza es el puro vicio de perder. Absorbe el infortunio como una esponja; parece ansioso de nuevos fracasos. Adicto a la derrota, un observador malévolo podría concluir que su objetivo es el récord Guinness  de los desastres. Sin embargo, en ese deplorable caos, en ese carnaval de ineptitud, hay una lógica, un método.

El Atleti es un negocio para sus propietarios, conforme. Pero, ¿qué tipo de negocio? Ellos nunca ambicionaron construir un gran equipo, pues no sabrían qué hacer con él. (El especulador sin escrúpulos prefiere abrir un lupanar a una industria productiva.) Por eso los magnates del Atleti necesitan una entidad débil y sin capacidad de reacción. (A este respecto, Gil Marín y su socio siguen los pasos del fundador de la dinastía huella por huella.) ¿Es que no les agradaría conseguir títulos y fardar de campeones? Sí, pero gratis, sin invertir un euro. Por ejemplo, si en vez de un Torres brotasen cuatro o cinco por generación espontánea, ellos encantados, faltaría más. (Que la cantera les importa un ardite lo certifica el caso Raúl.)

Y he aquí el motivo por el que ha prosperado la leyenda de la mala suerte, inductora de un fatalismo pernicioso. Es el Atleti el que ha hecho de “El Pupas” —una ocurrencia nada feliz de Vicente Calderón— su marchamo distintivo, su seña de identidad más preciada. El rotundo éxito de la pócima de dulce sabor que nos envenena se debe a que es el propio club el que la instila en los seguidores colchoneros. (Los aclamados anuncios televisivos “¿Por qué somos del Atleti?”  o “El Atleti me mata y me da la vida” constituyen obras maestras del ánimo claudicante que propaga la entidad. (Los humoristas argentinos “Les Luthiers” crearon un himno castrense cuyo clímax era frase: “Perdimos, perdimos otra vez”. Entonaba la parodia —en efecto, graciosísima— un coro jubiloso.)

Nada más útil para los fines de Cerezo y su compadre que la profunda aceptación de que el destino del club está escrito en las estrellas —sin duda por algún dios sarcástico—, y que, por tanto, dicho destino no depende de tal o cual política, ni mucho menos de la sagacidad, energía y paciencia de sus dirigentes. Éstos, en rigor, no son responsables de que el Atleti sea como es: un costal de infortunios; y es extraño que, con semejante mentalidad, no hayan reemplazado a los técnicos con videntes y echadoras de cartas.

La gran diferencia entre el cuadro colchonero de otras épocas y éste reside en que, antes, al enfático “Siempre ha sido así, siempre será así” de los merengues, el Atleti oponía un “Ya veremos”. Hoy proclama sin rubor: “Hasta el fin de los siglos. Amén”. Ha perdido la dignidad. Ojo: ya no se trata de que usted o yo seamos del Atleti, triunfe o sucumba, juegue bien o mal, quede quinto o dispute la final de la Copa de Europa. Usted y yo seremos del Atleti en la medida —y sólo en la medida— en que el Atleti encadene las decepciones y, si me apuran, no basta: necesitamos que nos regale un festival de incompetencias. (No por casualidad cantaban los de Glutamato Ye-Ye aquello de: “La victoria más rotunda cuando estemos en Segunda”.)

La incondicionalidad del seguidor, común a todos los forofos de todos los equipos, se ha transformado, por lo que al Atlético se refiere, en pura devoción hacia la fatalidad. La derrota es un desenlace. El Atleti ha hecho de ella un estigma que enorgullece al estigmatizado, una úlcera de la cual engreírse. (El hincha del Atleti únicamente saciará su auténtico anhelo cuando el conjunto rojiblanco doble la cerviz sin tasa. De ahí la frivolidad de Almudena Grandes: “Los colchoneros hemos hecho del fracaso una religión”.)

Pero no pierdan de vista el argumento principal: la razón por la cual ya somos, más que “El Pupas” , “Los Martirio” es —¡pásmense ustedes!— que el culto ¡sale de balde!, y, para asombro de los que lo ofician, miles de fieles abarrotan la iglesia cada semana.

En resumen: mientras el Madrid se ha especializado en producir victoria, el Atleti explota entusiasta el filón de la derrota. Sus incondicionales consumen golosos ese queso hirviente de gusanos; lo deben de hallar exquisito. Como reducir la dieta a una sola clase de alimento aburre, muy de higos a brevas hay un pequeño cambio de régimen. Los merengues necesitan —aunque no lo reconozcan— un mal año cada quinquenio, siquiera para recuperar el apetito de triunfos. (Esto equivale al sorbete de limón que, entre plato y plato, sirven en los restaurantes finos. ) Los colchoneros, algún pequeño triunfo o algún sueño tontaina, con los que refrescar las papilas y prepararlas para el nuevo sinsabor. Y no hay cuidado: las existencias de calamidades no se agotarán porque el suministro lo garantizan Gil Marín y Cerezo.

La importancia de empezar bien (29/08/2004)

Ahora que empieza la Liga (y que lo hemos hecho con muy buen pie), me gustaría compartir una serie de reflexiones con vosotros que me vienen rondando la cabeza desde hace una serie de años a esta parte, con los inicios de Liga.   

 

Una cosa que vengo comprobando desde hace tiempo es lo fundamental que vienen siendo para el Atleti, en mi opinión, los buenos arranques ligueros, la importancia de empezar bien la Liga. Es un tópico que de siempre se ha dicho en el mundo del fútbol que en la competición liguera lo que cuenta es la regularidad, el largo plazo, etc. Sin embargo, para un club tan “problemático” como el nuestro (problemático en el sentido de lo del Pupas), esto es falso: siempre ha necesitado arrancar bien la temporada para poder hacer algo positivo. Por eso en años en que hemos empezado de una manera fulgurante (Doblete, por ejemplo), ha sido gracias a que hemos ido encadenando una serie de buenos resultados que es lo que daba confianza al equipo, como también, por ejemplo, le ocurrió a la Real Sociedad hace un par de años, que de casi bajar casi ganan la Liga.   Sin embargo, históricamente, cuando iniciábamos una temporada y empezábamos mal, se suele acudir a esa falacia (falacia en parte, al menos) de que lo que importa es el largo plazo, de que hay tiempo para recuperarse, etc., cuando lo que ocurría es que en seguida perdíamos comba con respecto a los primeros (Trampa$ y Barça, fundamentalmente). Así, en los años en los que hemos empezado mal (el del descenso, los del tonteo con los puestos de descenso antes y después del Doblete, etc.), por la propia idiosincrasia de nuestro club, un mal arranque hacía que la moral del equipo se quedara tocada, y que nunca se produjera esa esperada reacción que compensara el mal comienzo. A las primeras de cambio, nos encontrábamos descolgados de los puestos de arriba, a no sé cuántos puntos de los primeros, y las temporadas solían acabar en el mes de noviembre, en lo que se refiere a las aspiraciones deportivas. Esto pasaba incluso cuando éramos todavía el Atleti, el tercer grande de España, pero especialmente se ha agravado con la llegada de los Giles y las maneras del finado (baile de entrenadores a las primeras de cambio).   Por eso, creo que en gran medida nuestras aspiraciones para esta temporada pasan muy mucho por lo que hagamos en este arranque de Liga. Si logramos aprovechar el rebufo de la superioridad física momentánea que supone el haber empezado antes la preparación por el tema de la Intertoto , cosecharíamos un buen puñado de puntos que harían que tuviéramos cierta renta para cuando vengan las vacas flacas poder seguir estando ahí arriba. O, quién sabe, lo mismo hasta suena la flauta, como en el año del Doblete…   Saludos.
Posted: 29 ago 2004, 12:00 por SDHEditor | con 1 comment(s)
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Contra el ilusionismo y sus falsos profetas (27/08/2004)

Si hemos de conceder algún crédito a las informaciones que circulan por las páginas de los periódicos deportivos, el Atlético de Madrid se ha gastado 20 millones de euros en mejorar su plantilla cara a la temporada venidera. O sea, los ocho o nueve jugadores adquiridos por el Atleti desde el final de la campaña anterior –una cantidad casi equivalente a la mitad del plantel– han costado poco más que Owen, un suplente del Madrid. Y todavía dicen que el Atlético es el conjunto, de cuantos integran nuestro campeonato, que más empeño ha puesto en reforzarse. Hay quien incluso asegura –¡qué barbaridad!– que el club “ha tirado la casa por la ventana”. Y algún chalado bastante corto de luces, no satisfecho con mentir e intoxicar en letra impresa durante toda la canícula, ahora se dedica a tejer hueras cábalas sobre el rendimiento del tándem Torres-Salva, comparando un futurible con lo ya logrado por otras famosas parejas de delanteros durante el ejercicio 2003-2004. (Antes sostuvo, contra toda evidencia, que el fichaje de Eto’o por el Atleti era un hecho. ¿Y no nos instaba el muy cretino a desear la victoria de Florentino Pérez en las elecciones a la presidencia del Madrid?)

 


 

Ignoro si en el circo de hoy todavía actúan los tragafuegos y los tragasables. En el cochambroso y espurio circo de la prensa deportiva actual funciona el tragasapos, mera correa de transmisión de la locura ambiente, cuya única y parasitaria labor consiste en impedir que el público extraiga de la humilde verdad que arrojan los hechos ninguna consecuencia útil.  Para el Atlético semejante estrategia desinformativa es una catástrofe, pues oculta mediante un ilusionismo tan chabacano como falto de escrúpulos la situación real del club que es, huelga decirlo, desesperada.

Nada hay tan deletéreo para el futuro –qué digo futuro, para la supervivencia inmediata– de la institución como las falsedades que sus administradores bombean y a las que dan pábulo los idiotas de costumbre. Íbamos a fichar a tres o cuatro jugadores de primer nivel, pero finalmente serán ocho o diez y ninguno de la jerarquía prometida. De modo que en vez de contratar poco y bueno, se ha contratado mucho y mediocre. (Aunque los melones no hayan sido abiertos aún, se puede afirmar sin miedo a la equivocación que no ha venido una sola figura. Con suerte, el Atlético, al final de este mercadillo veraniego de rebajas, habrá incorporado a algún buen jugador de club: tal vez Perea, Antonio López, o Luccin, tal vez. Ni la secretaría técnica ni el Cristo de Medinaceli han sabido encontrar ­–quizá ni se lo proponían– algún joven prometedor de esos que van para cracks pero aún no han emergido como grandes estrellas. Un equipo sin un céntimo ha de ingeniárselas. Gil Marín y Cerezo sólo se las ingenian para engañar a los inocentes abonados.

Después de que Toni Muñoz alardease de las bofetadas que había para venir al Atleti, nos han dicho “No, mire usted…” bastantes jugadores que no son nadie en el concierto internacional, como Gravensen o Gronjäer. Forlán ha preferido al Villarreal; Saviola, al Mónaco, etc.  El engañabobos orquestado en torno a Eto’o es muy ilustrativo de cómo se las gastan los dirigentes rojiblancos y sus lacayos en los medios de comunicación. Por mucho que lo difame Gil Marín, Eto’o no se burló del Atleti; fue el Atleti el que, con sus dilaciones, maniobras y regateos, dejó que el Barça se entrometiera. (E hizo bien. Por lo que les costó a los merengues Figo, el Barcelona de hoy, atribulado y sin un céntimo, ha conseguido incorporar a su plantilla a Ronaldinho, Deco y Eto’o, amén de a Beletti, Edmilson, Silvinho... No sé si los culés ganarán muchas copas, pero sus aficionados se van a divertir.) 

En resumen, aquí no quiere recalar nadie con cierto renombre porque el club paga tarde y mal, porque el Atlético no aspira a nada que no sea abrir el chiringuito de septiembre a mayo, porque, ignorando quién fue, se conforma con servir de tapadera para los chanchullos de sus dirigentes. Y allí donde el Sevilla saca Batistas y el Milán, Kakás por dos euros, el Atleti obtiene Musampas, Nanos o Novos.

El Atleti vive –o muere– al día, sin horizontes, sin esperanza; está fiambre. Nos decían los profetas del ilusionismo que soñaba con derrotar al Villarreal, que ese hipotético triunfo –¡menuda noche histórica! – era clave para su porvenir pues, de caer derrotado, perdería 6 milloncejos. Vamos que ni el derrumbe de la bolsa de cuando la Gran Depresión. De estos sueños de pacotilla, roncados por la gente más nula que garrapatea su insolvencia en los periódicos del ramo, está hecha hoy la indignidad del Atlético de Madrid. El club se va al garete, pero ellos como si tal cosa: reina el mismo buen humor que en el Entierro de la Sardina. Pues nada: que corran el morapio y las cortezas.
26/08/2004 (26/08/2004)

O sea, que una cabellera digna de peluquería de unos nueve o diez euros.

Repaso mentalmente el partido del martes y sólo recuerdo con agrado las dos cosas que hicieron Torres e Ibagaza, en cuanto a calidad. Lo demás, una lucha y un sacrificio que, en principio, no me reconfortan en exceso, pues se supone, o al menos yo supongo, que han de darse por descontados, aunque aquí parecen sonar a gloria bendita. Cierto es que también se vio cierto orden táctico en defensa y se intentó jugar el balón con sentido, aunque esto pocas veces se logró.

 


 

En resumen, por lo que al panorama general toca, me quedé con la sensación de haber visto un partido discreto aunque interesante y emocionante, que con los tiempos que corren, para nosotros, hasta deja buen sabor de boca.

¿La eliminación es injusta/justa? En el deporte, salvo graves errores o parcialismo descarado de los jueces -y yo no los he visto, la verdad, en esta ocasión-, la justicia la pone siempre el resultado. Lo demás son monsergas. ¿Que los penalties son un azar? Falso. El azar no existe, es una invención cognitiva humana. Además, ¿quién creía ayer, cuando se hubo de recurrir a esta suerte decisoria, que el Aleti podía decantarla de su lado? Creo que nadie con un mínimo de juicio. La diferencia técnica entre unos lanzadores y otros, más la existente en este lance entre los porteros, auguraban un resultado semejante al que se produjo. Seamos serios, no como los amos, de cuya chapucería e imprevisión puede haber dependido en gran medida este resultado. Si lo pagaran ellos solos, no me dolería, pero lo malo es que, como es evidente, lo pagaremos todos; mejor ddicho, ellos no lo pagarán -aumentarán la dueda-, y nosotros lo sufriremos -como seguidores-.

Por lo que al futuro se refiere, el equipo sigue produciéndome sensaciones no demasiado estimulantes. Dependemos casi por entero de dos jugadores, lo que quedó más que patente en el penalty y después de la salida de Ibagaza. Y, si bien es cierto que Luccin y quizá Velasco pueden mejorar el equipo, sigo viendo poca seguridad por el centro de la defensa y en la porteria, escasa calidad en los mediocentros defensivos, mas sobre todo el vacío atacante más absoluto en las bandas.

¡Ah!, se me olvidaba. Jorge hizo lo que cabía esperar. Por tanto, ninguna sensación especial, y ni tan siquiera algún reproche al respecto (es un tema que ya me aburre, el de este chiquito). Y al chaval, Arizmendi, no le carguemos muertos que no ha matado. Que lo manden donde pueda jugar minutos suficientes para madurar, pues dejarlo aquí sería su condena, muy probablemente.

Posted: 26 ago 2004, 12:00 por SDHEditor
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Por un puñado de euros (25/08/2004)

El Atlético perdió la descomunal batalla de los seis millones de euros, ¡qué le vamos a hacer! Y uno lo siente por los jugadores y el preparador, quienes después del desastre de la ida bregaron de lo lindo en vuelta. Pero fue como nadar durante kilómetros y kilómetros para morir a dos metros de la tierra firme. Una vez más las cuentas de la lechera se revelaron tan endebles como los castillos de naipes. Es el sino de este club bajo los Giles y Cerezos. Con la plantilla sin cerrar, alineando a futbolistas como Simeone, Sergi o Aguilera —pundonorosos pero envejecidos— y a jóvenes muy verdes y apocados: Jorge, Nano o Arizmendi, el Atlético le deparó otra noche amarga a sus forofos. Y bastante hizo con nivelar la eliminatoria y parecer capaz de superar a su contrincante, pero no hay que insistir en la mala suerte, ni siquiera en los errores del árbitro —que los hubo y gruesos—, o de nuestros jugadores desde el punto fatídico, sino más bien debemos preguntarnos qué ha hecho el club para abrir la minúscula poterna de cerradura oxidada por la que pretendíamos acceder a Europa. En mi opinión, nada útil, peor aún: cometer desatino tras desatino.


Debió confeccionar la plantilla a tiempo. Ayer, Ferrando no pudo disponer de Salva, Luccin, Velasco y el “ocho” que, aseguran, aún resta por fichar. Debió tentarse la ropa antes de pregonar un éxito fácil —Gil Marín y su colega se figuraban en julio que la clasificación era pan comido—. Debió quitarle hierro, después de la derrota de Villarreal, al presumible fracaso y no instigar a sus voceros de los periódicos a que graznasen el fúnebre augurio de que, sin esos seis millones, el club estaba poco menos que desahuciado. (Tal pánico ya lo difundieron cuando el Alteti bajó de categoría y permaneció en Segunda, pero la pretensión de que 1.000 millones de las antiguas pesetas son cruciales para el porvenir de una entidad que debe más de 40.000 es una falacia.)

Sí, Gil Marín y Cerezo han sido muy negligentes y muy demagogos, y por ello será difícil que el fiasco de la Intertoto no alargue su ominosa sombra de ciprés sobre lo que resta de temporada —¡y aún no ha comenzado a rodar el esférico!—. Ya veremos cómo encara el equipo el match de próximo sábado, que inaugura la Liga. El Atleti parte con varios handicap: la costumbre de caerse, la conciencia de que, por quinto año consecutivo, el club no militará en Europa, el cansancio y la desilusión de sus hombres —aquí el míster tendrá que trabajar con denuedo para restablecer la moral del conjunto—, etc. Aunque su más pesado lastre son los tahúres a los que, por un puñado de euros, no les importa jugarse el porvenir del club en una timba playera. Han convertido al Atleti en un infecto garito.

Walkirias tetonas y cerdacas... (22/08/2004)
Tras pasarme unos días rebozado en arena y sal, cual croqueta turística ad-hoc, observando las evoluciones de las tetonas walkiricas, auténticas cerdacas de playa, aceite bronceador y toalla, me presento de nuevo ante este Foro, aún momentáneamente alejado del estrés y la vorágine de nuestra céntrica y capitalina urbe, entresijo de rumanos que abandonan los semáforos -del... ¿limpio?, señor, ¿limpio?- por el - -¿le levanto el móvil?, señor, ¿se lo levanto?- y ante todo, y sobre todo, crisol de culturas.   

He podido reflexionar mientras tanto, entre tanta cerveza, arena, grasota para turistas y cerdaca, sobre nuestro Atleti, porque éste no deja de ser más que otra cerdaca del Imperio (ya sea el de su graciosa majestad - Isabelita - o el del "panzírico" Kaiser - Guillermito -) En nuestro caso, el imperio, tiene un logotipo de Gilmar.

Y me explico, porque, ¿qué es sino una cerdaca? Evidentemente, lo más parecido a nuestro actual Atleti. Por las noches las ves encorsetadas en sus vestidos festivos de puteja enmascarada de Noche Vieja atemporal. Minifaldas de cinturón, taconazos de escándalo a los que habría que subirse con escalera (y ser obligatorio, para su uso, llevar un arnés de seguridad para evitar deterioros en caso de caída, ya fuera ésta voluntaria o no). Pinturas de guerra, purpurina, estrellitas, plumas de fantasía imposible, trajes de Lolita de alquiler, sombreros al más puro estilo sailor-moon y un sin fin más de parafernalia sexual nocturna. Auténticas salvajes del expositor sexual nocturno. Allí campan, a sus anchas, exhibiendo atributos y parafernalia sin rubor alguno, inundadas en pastillas, bañadas en alcohol. Auténtica inspiración para pajilleros nocturnos, al acecho desde un coche, detrás de un arbusto, o simplemente observando desde una ventana, apurando el último cigarrillo nocturno, mientras entre miradas furtivas, amasan sus genitales sin piedad. Pajilleros sobre un imposible tan próximo, como acerdado. En cambio, al llegar las primeras luces del alba, se retiran a sus reservas, a sus barracones diurnos, para cambiar el tacón, la pintura y las plumas por unas pocas horas de sueño y un bikini que apenas les tape las nalgas. Se quitan su pelaje de putonas walkiricas y nos muestran su mortaja playera más esperpéntica. Allí las ves, tiradas en la playa, rebozadas en la arena. Aquéllas que por la noche fueron diosas del amor de un tugurio de verano cualquiera, ahora son escombros arrojados en una playa. Una teta, enorme, rojiza y hasta rijosa, apunta al norte. La otra, desmarañada, hacia la playa. Sus magras carnes centroeuropeas o nórdicas, se desparraman por nuestras playas, como morcillas presas de cualquier barbacoa, alimentándose cual vampíricas criaturas de los rayos de nuestro hispano sol, al igual que por la noche cayeron presas de los brebajes y cócteles de nombres alcohólicos impronunciables, paellas de pirulas, pastis y aderezo de farla. Ése es su verdadero ser y ése es el verdadero ser (y no ser) de nuestro Atleti. En pretemporada somos (el Atleti) auténticas prostitutas nocturnas de los dirigentes estafadores que nos toca sufrir, carne de pastillas, pirulas y farla de periodistas ya farloperos de por si. Venden su humo veraniego como los bocadilleros y los camellos de playa venden sus patatas grasientas o sus kilos de pastis. Nos convierten en verdaderas valkirias del sexo, de coño perfumado a base de Etoos, Kluiverts, Saviolas, Gravensens y demás futbolistas de moda. Nosotros cual pajilleros, nos masturbamos pensando en ellos. Apuramos nuestros últimos cigarrillos de verano, emanadotes de humo nocturno desde la ventana de la grada de nuestro Calderón, engalanadas para recibir equipos europeos de mediopelo y nombre impronunciable, en una competición que llaman histórica (Intertontos la llaman otros), porque significa nuestro regreso a Europa, eso sí, por la puerta más pequeña. Y ahí quedan, quedamos, los pajilleros, año tras año, porque cuando llega septiembre, las valkirias, dejan caer sus corsés, sus vestidos de minifalda, sus pinturas nocturnas y nos dejan ver sus tristes y turbulentas grasas. Ahí caen los Conejos y las Chisteras, los indomables felinos de África, los pulmones daneses y los crack argentinos que jamás vistieron la rojiblanca, para dejar paso a los patos, los parapléjicos con problemas de espalda, los oficiales del ejército que saludan con paso firme y “cedido” al cielo de España, los inútiles, los gordos y los tullidos, que ya cuando llegaron nos dejaron claras muestras de sus artes. El que avisa, la verda es, que no engaña. Ahí aparecen las cerdacas, grasientas, rojizas, descaradas. Quemadas por el sol, el humo, la morralla y la grasa. Ése es nuestro verdadero Atleti, el de las cerdacas, vendidas como valkirias, pero que nos muestran sus grasas, a las primeras de cambio, en cuanto ceden las fajas. Y mientras los titiriteros nos miran desde el palco. Sonríen. Qué hijos de puta, nos la han vuelto a clavar. Hay que joderse. Ellos cuentan el dinero recaudado, nosotros preparamos un nuevo bote de vaselina, porque, no lo duden, si no lo evitamos, el año que viene, nos la meterán más y más. Mientras, disfrutamos del verano, porque al fin de cuentas, el verano siempre proporciona buenas pajas.

Saludos.

Posted: 22 ago 2004, 12:00 por SDHEditor
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Los del río (19/08/2004)
En Coruña mueren por su equipo. Aficionados, instituciones, prensa, televisión, radio, se entregan a la causa del Depor. Y sus dirigentes lo saben. Una gestión incapaz y puesta en tela de juicio tendría la consecuencia inmediata de la reacción ciudadana exigiendo la destitución de los mangantes que estuviesen al mando de la entidad. Para muchos coruñeses -tal vez para todos- presidir el Depor seria un gran honor y seguro que en su hipotética gestión brillaría por encima de todo el bien del equipo, símbolo y estandarte de A Coruña. Y que decir si elementos extraños se atreviesen a atacar, poner en peligro, vulnerar o herir los intereses del equipo. Unánimes en su defensa los mencionados al principio de este párrafo se conjugarían contra la agresión exterior y su respuesta seria tan contundente que los atrevidos replegarían velas ipso facto.

Acordémonos de aquella sentencia que obligaba a Celta y Sevilla a bajar a 2ª división y que condujo a la Liga de 22 equipos ante la airada e iracunda reacción de ambas ciudades.

Y todo lo anterior vale para Valencia. En Valencia no solo idolatran a su equipo sino que además se han propuesto convertirlo en el mejor del mundo. Y llevan camino de conseguirlo. Generalitat, Ayuntament, medios y afición empujan con fuerza, trabajan con ambición y orgullo en la misma dirección. Mestalla se convierte cada día mas en un fortín inexpugnable. Recordemos como anécdota que después de jugar dos finales de la Champions la afición silbaba al presidente en la presentación del equipo por los fichajes previstos para la temporada entrante que acabó con el título de Liga y la Copa de la UEFA. Ya saben la lección los directivos ches : "O lo hacéis bien o a la calle"

Y todo lo anterior vale para Bilbao, Donosti, Pamplona, Santander, Sevilla, Málaga, Zaragoza... unos con mas recursos que otros pero todos cortados por el mismo patrón . Todo el mundo defiende al equipo de la ciudad y cuando coinciden dos -como en el caso de Sevilla- pues a muerte con los dos.

Punto y aparte para dos clubes. Trampas y Farsa. El apoyo mediático a ambos se confunde con el apoyo político a los dos. Ambos no son Sociedades Anónimas y por tanto sus deudas son como las que yo contraigo cuando juego al Monopoly. Ellos manejan, dirigen, mueven los hilos de la competición fichando a quien les da la gana sin importar la deuda que generen o  el desorbitado precio que han de pagar por hacerse con los servicios de esos jugadores. Los medios de comunicación a su servicio -todos- tapan el agujero con sus patochadas y mentiras -gran negocio en la venta de camisetas, por ejemplo- y si la deuda crece hasta limites alarmantes y se convierte en no justificable y por tanto en un posible problema político, entonces, en su ayuda, acuden las instituciones democráticas -y una leche- para que con la venta de unos terrenos, la precalificación de otros o algún tejemaneje financiero a medida poder aliviar el desastre económico en el que se han visto envueltos. Y ni los socialistas, ni comunistas, nacionalistas o la madre que los trajo a todos dicen esta boca es mía, ya que mueren de placer por sentarse en los palcos de la Castellana o del Camp Nou enfundados en las bufandas respectivas. Mientras, apoyando la jugada, los grandes y exquisitos profesionales de la información martirizan a los no convencidos con argumentos insostenibles, crónicas empalagosas, loas cursis y epítetos repletos de jabón. Evidentemente - no hace falta decirlo- Federación, Liga, Colegio arbitral, Mosos de Escuadra Episcopado y hasta el Ejercito se rinden a sus encantos y si hay que mirar para otro lado se mira y si hay que empujar pues se empuja y si hay que pitar,  ¿para que esta el pito?  Son "mas que un club" el símbolo de una nación, España, Cataluña.

Y luego quedamos nosotros. Los tontos del bote, los desarrapados, los del río. A nosotros nadie nos quiere. Ni los medios de comunicación -nos obvian, nos desprecian, se mofan designando para la información de nuestro equipo a los mas gilipollas del espectro futbolístico-,  ni las instituciones -se ríen de nosotros en nuestras narices y no solo no recalifican ni nos ceden terrenos, sino que no cerramos las esquinas del Calderón ni a tiros y las plusvalías generadas por los terrenos anexos al estadio donde se construyeron pisos fueron a parar a Rubí Blanc y a D. Jesús q.e.p.d. -  ni la justicia -sí, con minúsculas, esa que se burla de nuestros intereses dictando sentencias injustas, y permitiendo el robo descarado de nuestro equipo

Nadie nos apoya, nadie nos defiende, nadie tapa nuestras miserias, siempre con el culo al aire, escarnio de gacetilleros, cachondeo de nuevos ricos - la aficiones de los equipos mencionados anteriormente- melancolía, nostalgia de otros tiempos, dirigidos por dos mangantes, herederos de aquel otro q.e.p.d que arraso el club de nuestros amores.      

Ese es nuestro club, ese que debe de luchar en igualdad de condiciones con todos los demás -y una mierda- ese que es pisoteado si y si por los arbitrajes -esos tipos que permiten mas de 200 faltas por encuentro al chaval- ese que tiene la obligación de estar arriba por que si no lo hace ya estarán todos los plumillas tirando a matar. Ese es el Aleti. Su afición, bendita y santa afición, ejemplar al aguantar todo lo descrito, única, esa afición que es lo único que tiene este club, su único valor, su único activo.

Y su camiseta. Roja y blanca a rayas.

Lo único. Que no es poco.       

Los colchoneros deberían exigir su independencia. Republica Independiente del Manzanares. 

Posted: 19 ago 2004, 12:00 por SDHEditor
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Salto de rana, paso de cangrejo (15/08/2004)
La pancarta de la noche del OFK lo decía sucinta y certeramente: "Otro año, otro timo". (La pancarta fue retirada bajo la supervisión intimidatoria de los esbirros del club, sin que ningún periódico rechistase. Se conoce que a la mayoría de los informadores algunas de las libertades públicas les importan un bledo.)

 

Sí señores: otro año, otro timo. Para el famoso salto de calidad no se tomó ninguna carrerilla, y mientras los equipos de la parte noble reforzaban sus planteles, el Atleti cambiaba cromos y especulaba con fichajes ficticios o turbios –es la especialidad de Gil Marín, que se embolsa un dinerazo con las operaciones–. Como, según el árbol de recto tronco y frondosas ramas que nos preside, la meta es quedar entre los cinco primeros –si jugamos la Champions o la UEFA, a él plin–, el asunto se reduce a saber si Ferrando logrará sacarle partido a una plantilla mediocre y amante del infortunio. (Ferrando parece un míster responsable, exigente y capaz, todo lo contrario que su predecesor. ¿Se dieron ustedes cuenta de que, después de la hazaña contra los serbios, no tuvo ningún empacho en afirmar ante los triunfalistas que en nuestro país pasan por críticos y que le encomiaban el juego de su once: "Por momentos, no lo hicimos mal del todo"? Olé los entrenadores sensatos.)

La cosa también dependerá del comportamiento de la afición. Tengo para mí que, junto con el cuerpo del difunto, el Atleti también pudo haber enterrado la indiferencia suicida y el demencial fatalismo, tan del gusto de sus seguidores durante los últimos tiempos, por lo que existe alguna posibilidad de que lluevan los confettis, el papel de váter y los cánticos belicosos, pero no sobre el césped del Calderón sino contra el búnker de la mafia.

Esta vez –toco madera– al carrusel de disparates con que nos obsequian los dirigentes del club quizá opongan nuestros forofos un cabreo activo y consecuente, y así el salto de rana –que no de calidad– de las vacaciones no significaría para la institución otro paso atrás, otro paso de cangrejo.

Así es, si así os parece (12/08/2004)
Es casi fantástica la aptitud de los sujetos que okupan el Atleti para idear nuevas variantes del fracaso, nuevas formas del ridículo. Un suponer: la Intertoto. Claro que en esa delicada y minuciosa labor, en esa tarea de orfebres chinos, les ayudan algunos hábiles y no menos diligentes espontáneos. ¿A quién se le habrá ocurrido proferir –¡quiero un autógrafo suyo!– que el club colchonero llevaba 18 años sin jugar una final europea? Uno hubiese jurado que se trataba de la última ronda de un vulgar torneo de repesca. Pues no, el asunto iba de final y de final de las buenas, no cabe duda. Así pues, camaradas, añadamos la presumible derrota a las tristes noches contra el Totenham Hotspurs, el Bayern de Munich o el Dinamo de Kiev; y, de paso, reconozcamos que el hijo del difunto y el distribuidor de filmes, con la sagacidad y el tesón que les caracteriza, nos han devuelto al escaparate del balompié continental. Admitamos también que es muy difícil acceder a una final de esta índole y, no digamos, ganarla. A nosotros, por ejemplo, nos ha costado ímprobos sudores deshacernos del Zlin checo y del OFK de Belgrado, potencias futbolísticas de primer orden, como nadie ignora, y si hemos tropezado con el Villarreal, otro coloso henchido de trofeos, es porque en tal clase de partidos ha de haber siempre un vencedor y un perdedor.

 

No obstante, la ejecutoria del club en la Intertoto ha sido excelente. ¡Qué fútbol, qué goles, que entrega! ¡Como hacía años ­–más de 18– que no se veían en el Atleti! Y baste señalar, para que los indocumentados y resentidos cobren conciencia de la formidable categoría del campeonato en el que aún estamos inmersos –bien que con escasas expectativas de triunfo–, que se disputaban, junto con la nuestra, otras dos finales, a saber: las que enfrentaban al Schalke 04 y al Liberec, por un lado, y al Lille y al Uniao Leiria, por otro. ¡Ahí es nada, tres finales en una! ¡Tres campeones y tres subcampeones! ¡Doce semifinalistas!¡Habráse visto lujo mayor!

Pero volviendo al Villarreal, sería de necios omitir que nuestro oponente es un equipo familiarizado con la Intertoto, lo cual significa que sistemáticamente queda en séptimo u octavo lugar en nuestra fabulosa Liga de los Astros. Empero que nadie se deje engañar por las apariencias: los levantinos prefieren esas humildes clasificaciones porque –y sólo porque­– les permiten disputar la Intertoto. ¿La razón? No se devanen los sesos: así preparan a conciencia la Liga, aunque no tanto como para acabar luego en ella por encima de los puestos aludidos. Ah, pero un día de estos sus brillantes mentores errarán el cálculo y el Villarreal terminará quinto o sexto y no conseguirá volver a la Intertoto. Será el fin el club y no descarto algunos suicidios entre sus incondicionales.

En cualquier caso, un hecho resplandece por su evidencia: el Villarreal conoce al por menor los intríngulis de la Intertoto, y es casi imposible sorprender a un club que le tiene tomada la medida a  tan singular y complejo certamen. ¿Es que varían las dimensiones de los campos? ¿Es que no vale jugar con guardameta? ¿Es que el cuero es un melón de rugby? ¿Es que, en vez de linieres, hay antílopes pastando por las bandas? No, claro que no, pero quien formula interrogantes tan vanos finge vivir en Babia, pues ¿acaso no existe y actúa ese sutil, aunque poderoso, factor que se llama ‘solera’? Al Villarreal le sobra; al Atleti le falta. De modo que al Atleti, para ser la primera vez que ha puesto sus borceguíes en la Intertoto, no le ha ido nada mal. Y los que discrepan no están en sus cabales y se quejan de puro vicio.

Punto en boca.  He robado a Luigi Pirandello uno de sus títulos; se nota que soy del Atleti y tengo hambre de ellos, aunque los cambiaría con gusto por una miaja de sensatez y otra de vergüenza profesional. No las pido para mí sino para el asno que fabuló el regreso del club del Calderón a una final europea tras 18 años in albis? Generoso que es uno.

"Money" de Pink Floyd (07/08/2004)

"La ciencia se vanagloria de lo que sabe, la sabiduria se lamenta de todo lo que desconoce", seamos como la sabiduria, reconozcamos nuestro más absoluto desconocimiento, nuestra sesgada información para valorar en su justa medidas muchos de los acontecimientos que nos depara el día a día del Atletico de Madrid. Correa entrena con el Mallorca....ummm; Javi Moreno se marcha y nos hacemos cargo de la mitad de su ficha....ummm;Marcelo Sosa, otro mediocentro, ¿para qué?....ummm;largar a Contra ahora que se esta recuperando....ummm;¿renovar a Santi Denia?....ummm;¿recuperar a Musampa?....ummm;¿mantener a Novo y Aguilera, pero buscar desesperadamente a otro jugador?....ummm;muchos "ummm" que ir sumando a nuestra dilatada historia rojiblanca. ¡Estos tios son tontos! ¡Queda demostrada su autentica incompetencia! ¡No tienen ni puta idea! dicen los unos y los otros. No, ellos pueden ser lo que querais, pero no son tontos, todos y cada uno de sus movimientos estan friamente calculados, diseñados previamente:cuando amenazan, cuando callan, cuando niegan, cuando sonrien, cuando piden perdon con gesto contrito, cuando comulgan con ruedas de molino soportando el desplante de algun jugador, cuando escuchan atentos lo que vierten sus confidentes, lo que se mueve en la grada, cuando mandan retirar una pancarta, cuando fichan, cuando amagan, cuando extienden una espesa cortina de humo,cuando escuchan silbar a la mejor afición del mundo, cuando todo se calma y solo se escuchan los grillos del Calderon (el crepitar nervioso de los comepipas), cuando pactan una cesión, cuando escenifican una parodia surrealista ante los medios, cuando intervienen en un programa de radio y habla ese bueno para nada de Cerezo, cuando mantienen conversaciones con el Ayuntamiento o la Comunidad de Madrid, todo esta medido para que se lleve a buen termino ese complejo entramado que forzosamente ha de culminar con el melodioso y metalico sonido de una caja registradora. Nada es gratuito.

Ayer, cuando volvia de la oficina puse la radio y me lleve la grata sorpresa de escuchar a Cesar Ferrando (me gusta este tio) quejarse agriamente, hasta mal encarado diria yo, del presunto interes por Cortes: "He hablado poco con los gerentes, pero yo he pedido un jugador para la dcha. atacante, en ningun momento he hablado de otro lateral derecho". No se si estas son las palabras exactas, pero ese fue el mensaje, y ya hoy los medios vuelven a sacar el interes por contratar a Kamara. Un rayito de esperanza obliga a sacar de tarde en tarde una sonrisa, nosotros también tenemos derecho. Nuestro equipo, nuestra afición, también tiene derecho a soñar.

Posted: 07 ago 2004, 12:00 por SDHEditor
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